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Los nombres de varones de importancia y de familia ilustre bien poco nos servirán para leer las marcas de unos modestos alfareros de las márgenes del Bétis. Sin embargo, algunos grandes nombres llegan á propagarse propagarse mucho por la costumbre, muy usual entre los romanos, de dotar después de muertos á sus libertos con sus nombres y apellidos.

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La más perfecta de todas las marcas encontradas en Arva-Camilo Silvestro. Al genitivo.-Oficina de Camilo Silvestro.

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En la parte interior de una pátera de barro rojo llamado de Sagunto.-Oficina de Rufino.

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No 25.

SA+LS (vueltas.)

PCICEL. (Por las tres últimas letras se lee el nombre geográfico de CELTI L representando LTI-Celti, hoy Peñaflor.-«Publio Ci.... Celtitano.»

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Estas marcas se hacian con sellos de madera ó de bronce, y servian no solamente para sellar ánforas, sino también los diferentes vasos, tejas, panes, ladrillos, tubos de plomo y hasta objetos de cristal, como se observa en las fiolas (lacrimatorios) que hemos traido de esta misma excursión, en cuya base se lee:

AVG

entre tres palmas ú ornamentos semejantes.-Estas tres letras indicarian el nombre de un industrial que podia llamarse AVGIVS.

La existencia de tantas marcas de alfareros nos da á conocer muchas cosas de importancia del pueblo de que nos ocupamos. 1.o Una extensa industria alfarera en estos alrededores. 2.o La competencia que debia existir entre unos y otros por querer marcar los objetos de su industria. 3.0 Diversos nombres de romanos arvenses ó de pueblos comarcanos. 4.0 La necesidad de tener muchas y buenas ánforas para medir y guardar los vinos y aceites, producciones de estas fértiles márgenes del rio que hoy llamamos Guadalquivir.

JORGE BÓNSOR.

Los fósiles de Arva.

Memoria leida ante la Sociedad arqueológica el 23 de Octubre de 1885.

Señores:

En nuestra excursión arqueológica á la Peña de la Sal, municipium arvense, en medio de innumerables restos romanos, y cuya descripción nos ha presentado tan magistralmente uno de nuestros compañeros, D. José Pérez y Cassini, tuvimos la suerte de encontrar varios fósiles, debido el hallazgo de ellos, en su mayor parte, á la incansable actividad de nuestro amigo y consocio Sr. D. Aniceto de la Cuesta.

Si bien estos fósiles, bajo el punto de vista arqueológico, nada nos dicen, son tan curiosos ejemplares, y llevan en sí un sello tan característico, que ofensa sería, y grave, á la diosa Fortuna, el no ocuparnos, siquiera sea ligeramente, del generoso dón que se ha dignado concedernos.

Estos fósiles, formados en las capas sobrepuestas ó estratificadas de los terrenos Neptunianos, son los que tenemos á la vista y de los que nos vamos á ocupar. Mas antes de entrar de lleno en su enumeración, clasificación y estudio, ocupémonos de la formación de los fósiles en general, apuntando de paso y muy ligeramente algunas ideas sobre la constitución de los terrenos, á excepción del Plutónico. En efecto, no cumple á nuestro objeto el asistir á las convulsio

nes de nuestra madre común en su periodo de formación, y en cuya época alternaban los vapores con las llamas, la trepidación con el desgajamiento; consecuencia lógica de la oxidación de los metales y combinación de los primeros compuestos quimicos que precedieron á la formación del terreno primitivo: y esto porque en él no encontramos ni fauna ni flora. Este período, que en la historia de la génesis de nuestro planeta se conoce con la denominación de caótico, es bien conocido de mis doctos compañeros para yo detenerme en su descripción, que por otra parte, si la hiciera, sería rendir un tributo á la poesía, al mismo tiempo que hacer alarde necio de conocimientos usuales, y que al desarrollarlos podrían parecer pretenciosos.

Paso por alto, pues, este período ígneo de la tierra, y principalmente cuando en él no pueden existir fósiles orgánicos, diciendo sólo que aparece tras este período de tinieblas la flora y la fauna, empezando la vida orgánica y tras ella la muerte; la descomposición tras de la vida, y los que eran elementos animados vuelven á ser lo que habian sido, recorriendo el círculo infinito que por el Hacedor Supremo le fuera impreso á todas sus obras.

¡Tal vez á esto se refiera el admirable Byron cuando dice: -El polvo que pisamos gozó vida en otro tiempo.

Tras este primer período ó primer dia de nuestro globo, adquiere dureza la costra terrestre, fórmanse los rios y mares, las fuentes y los lagos, las llanuras y montañas, y una flora exuberante cubre la tierra de verde tapiz. Viene la fauna y los organismos animales; desde los más sencillos y microscópicos hasta los más corpulentos pueblan esta inmensa pradera.

Segundo cataclismo sobreviene, sin que el hombre pueda precisar su época, y aquellos grandes arbustos y colosales helechos arborescentes son carbonizados, proporcionando un buen contingente á esos depósitos de hulla que hoy conocemos con el nombre de minas de carbón de piedra, y que la industria explota. Este es el origen de la hulla, lignito, antracita, y el origen de esos grandes lagos y pozos de nafta y petróleo, productos de la destilación de los árboles de la flora primitiva.

Los sucinos y otras resinas, producto de la destilación espontánea de aquellos arbustos, encierran en su masa los primeros insecios de aquella fauna, y puede decirse que son los primeros fósiles.

Mas como nuestro objeto hemos dicho que es concretarnos al es

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