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CARTA DÉCIMASEXTA

QUE ESCRIBIÓ UN SEÑOR DESTA CÓRTE Á UN SU AMIGO.

P

OR las mias pasadas le he dado cuenta á Vmd. de las novedades desta

Córte, y avisos que se han tenido

de otras partes; continuando nuestra amistad, me atrevo á escrebir ésta, fiado en la palabra que me ha dado de que no la dará á la estampa, sino que habrá muy gran recato que algun curioso no la coja para hacello.

Hizo su Majestad merced del Obispado de Lugo á D. Diego Vela, Vicario desta villa de Madrid. Dióse la Secretaría del Consejo de Estado á D. Andrés de Prada. Hizo su Majestad merced del Consejo de Estado al duque de Pastrana, duque de Alburquerque, Conde de Lemos, conde de Monterey, marqués de Caracena, marqués de Gelbes, á Fray Iñi

go de Brizuela, Obispo que fué de Segovia y Presidente que es de Flándes; don Luis de Velasco, General de la caballería de Flandes; Fray Antonio de Sotomayor, Confesor de su Majestad, y D. Andrés Pacheco, Inquisidor mayor. Casóse el marqués de Caracena con hija de D. Juan de Acuña, dama de la Reina, con esperanzas de varon.

Salió de Cádiz D. Fadrique con veintiseis velas á buscar los galeones; volvió con ellos desde el Cabo de San Vicente. Vino su Majestad de la jornada que hizo á la Andalucía á 18 de Abril. Murió la duquesa de Frias. Llegó correo de Inglaterra, en que avisa de como el Parlamento se habia declarado contra el Emperador, ayudando al Palatino con dos millones y medio. Murió Macíagonzalez, Fiscal del Consejo de Hacienda, dióse su Fiscalía á D. Antonio de Molina, letrado eminente. Llegó á esta Córte el duque de Alburquerque, quedándose en Roma con la Embajada el duque de Pastrana. Con la tormenta que recibió la flota que partió por Abril para las Indias, dieron en Berbería dos pataches y una nao. Murió la marquesa Deste. Dióse la Presidencia de Granada al Obispo de Ciudad-Rodrigo D. Matías Fernandez Portocarrero. Murió

el duque de Uceda á los últimos de Mayo, en Alcalá de Henares, al cual, de secreto, la propia noche le trujeron á esta Córte á su monasterio, donde dejó su entierro, y que trujese á su mujer, que estaba en Valladolid. Volvió su Majestad la Alcaldía de Granada al marqués de Mondéjar, con aplauso del pueblo; lo demas no se ha proveido.

El duque de Veraguas se casó con su prima la marquesa de Gelves; estuvo en las monjas de Pinto, hasta que vino la dispensacion, depositada: ya se casaron con lucimiento. Por la visita que hizo D. Fernando Ramirez Fariñas en la Chancillería de Valladolid, se confirmó la sentencia que dió, privando algunos Oidores, y suspendió otros dos. Llegó el correo de Flandes, que el Maestro de Campo Luis Alvarez de Olivera, Portugués, salió de Dunquerque con seis navíos, y se encontró con catorce de las islas, peleando veinte horas, echando á fondo cada uno, uno; y visto el nuestro la ventaja del contrario, se retiró al puerto de Dobla en Inglaterra. Llegó á esta Córte, con embajada de la señora Infanta, D. Diego Mesía de Guzmán, á tratar lo que los Embajadores de las Islas propusieron en razon de reducirse á la Corona, y lo que el Emba

jador de Dinamarca propuso por ellas, por haberse el Rey puesto por medianero, con que el Palatinado se vuelva al Conde. Habiendo enviado el Emperador á Flándes al marqués de Montenegro con quince mil hombres para el campo, en el cual hay sesenta mil.

No habiendo hallado socorro el conde Mansfelt en Francia para las Islas, pasó á Inglaterra. Vá por Embajador ordinario D. Diego Hurtado de Mendoza, y el convite que se le hizo fué muy grande, pues los favores de los Reyes salen ya en estampa por competir con otros. Volvió su Majestad este dia el cofrecillo de joyas, que dejó para la señora Infanta del dia de los desposorios, al Embajador de Inglaterra, el cual despachó dando cuenta á su Rey de lo hecho. Ya las cosas de mar y tierra de las Indias corren parejas, pues con la llegada de los galeones á 2 de Junio, de los cuales el nombrado El Espíritu Santo se anegó, sin salvarse cosa, y la Almiranta, salvándose toda la gente y la mitad de la plata, de que otros tratarán más por extenso, llegó nueva de la ciudad de México, como habia tenido grande discordia con el Virey, de que resultó enviar á la Coruña por el marqués de Cerralvo, que la gobernaba; el cual llegó á

esta Córte á la posta, èstando en ella très dias, y despues dellos partió á embarcarse por Virey de México, habiendo causado mucho cuidado el desasosiego de aquel Reino.

Hizo su Majestad merced del Obispado de Leon al Padre Fray Gregorio de Pedrosa, Predicador de su Majestad y General de su Órden. Dióse el Gobierno de la Coruña, en el ínterin que otra cosa se proveia, al marqués de San Damian, nieto de D. Juan Idiaquez. Las seis galeras de Florencia tuvieron nueva que habian bajado las siete reforzadas de Viserta y cuatro de Argel al paraje del verano pasado, y junto á Marsella se encontraron peleando, llevando los florentines en una galeota muertos cuatrocientos soldados, y de los turcos mil; llegó esta nueva con extraordinario de Génova. Murió el Secretario Jorge de Tobar, de los papeles tocantes al Patrimonio Real eclesiástico, la cual Secretaría se dió al Secretario Juan de Insausti, con retencion de los despachos de Estado. La Secretaría de la Cámara de Justicia de Pedro de Contreras, se dió á D. Sebastian de Contreras, quedándose su padre con los papeles del despacho del conde de Olivares. El gran toreador de á pié llamado Arañuela (que citó

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