tra Majestad veria á Nápoles primero que volviese en España. Respondió con alegría y sin pensar ¡ansí pluguiese á Dios que fuese! y parescia que hablaba con pies y manos y todo el cuerpo. En muchas cosillas he notado que la aficion es verdadera.

Señor: acuérdome que vuestra Majestad me mandó que siempre le escribiese como solia: entiendo cumplir vuestro mandamiento hasta que expresamente ó por señales sienta lo contrario; pero sabe Dios que no usaria deste privilejo tan largamente y tantas veces sino fuese con extremo deseo de ver á vuestra Majestad, el Príncipe mas resplandeciente en virtud, valor y prosperidad de cuantos fueron nascidos desde que el mundo fué criado. Ruego á la infinita bondad de Dios que ansí sea, y que vuestros servidores nos gocemos y nos gloriemos con vuestra bienaventuranza espiritual y temporal. De Roma dia de la Ascension-Siervo y capellan de vuestra MajestadFr. G. Cardinalis Oxomensis.

Sobre-A la Cesárea y Católica Majestad.

Carla autógrafa que el cardenal de Osma escribió al comendador mayor de Leon D. Francisco de los Cobos. De Roma víspera de Corpus Christi. Respondida á 27 de junio de 1530.

Da cuenta del arreglo y aparato de su casa-Dice que seria conveniente que el Emperador se granjease con beneficios la buena voluntad de los cardenales.

Señor-¡Qué cosa para dejar yo correo sin carta mia para vuestra merced! Nunca tal haré; y si allá estuviésedes tan sin ocupacion ¡ cómo mucho me quejaria que

vengan de allá cartas y no ninguna de vuestra merced para el mas leal amigo que teneis en el mundo!

He compuesto medianamente nuestra posada, y he tomado veinte personas á lo menos, con sus cabalgaduras y mozos, y todos ternán cámaras para posar dentro de nuestra casa. Y todo extimo en un cartin con que su Majestad me mandase irle á servir ó irme á mi iglesia......

Trabaje vuestra merced de mantener á nuestro amo en la devocion del Papa. Y aunque algunas cosas se hagan que parezcan adversas á la voluntad de su Majestad, todavía entiendo que el mayorazgo de su Beatitud es el Emperador nuestro señor. Los dos mil ducados que pedia el canciller, no será malo que se conviertan en estos cardenales que cada dia son menester para mil cosas que se ofrescen en servicio de su Majestad y del señor Rey de Hungría. Digo, señor, que no pongais duda que para gran servicio de nuestro buen señor es necesario grangear este collegio de cardenales, que ansí lo hace el Rey de Francia...... Señor: el cardenal de la Vala ha sido gran y leal servidor de su Majestad: paresceria bien á todos que dél hobiese memoria en las mercedes. Escribí en otra carta á vuestra merced los cardenales servidores. En esta confirmo lo escrito...

De Roma víspera de Corpus Christi-Servidor de vuestra merced-Fr. G. Cardinalis Oxomensis.

Sobre Al muy magnífico señor el señor Comendador mayor de Leon, secretario de su Majestad y del su consejo

secreto.

Carta autógrafa que el cardenal de Osma escribió á su Majestad. De Roma á 21 de junio de 1530-Respondida en 14 de julio.

Dice que los Reyes de Francia é Inglaterra envidian la buena armonia del Emperador y el Papa-Aconseja que se entreguen los hijos del Rey de Francia así que este cumpla lo prometido-Repite de nuevo que se haga tregua con el Turco y paz con el Baiboda.

Cesárea y Católica Majestad-Como vuestra Majestad me mandó á la partida de Mántua que siempre le avisase, no se escandalice de las muchas cartas que escribo, pues es obedencia mas que entremetimiento. Despues que vuestra Majestad hobiere leido ciertas letras que en Aste fueron tomadas, que venian á Florencia, y concibiere dellas la envidia que Francia y Inglaterra tienen de ver á vuestra Majestad tan en corazon con el Papa, y que vuestro ejército le haya metido en Florencia, y la infielidad y engaño que sus dulces palabras siempre han tenido y tienen, suplico á vuestra Majestad que no obstante las amenazas que hacen despues de habidos los hijos (1), cumpla al pie de la letra lo que tiene asentado con el Rey de Francia. Y en caso que vuestra Majestad pueda tener maña y arte para retener la restitucion algunos dias, en ninguna manera lo haga, sino que al punto que el Rey hobiere cumplido su promesa, vuestra Majestad le torne sus hijos, porque sobre muy pensado, y habiendo platicado con el Papa en este articulo, me persuado que ansí conviene á vuestro servicio. Y lo que yo siento destas letras interceptas es que confesando la envidia sobrescrita, no entienden ambos Reyes dar los ducados

(1) Los hijos de Francisco I Rey de Francia, que Carlos V tuvo en rehenes.

que el embajador de Florencia escribe, sino solo darles mas ánimo para detenerse y sufrir hasta lo último, y ansí ser causa que vuestra Majestad gaste allí dineros y pierda vuestro ejército reputacion, defendiéndose tan largo tiempo Florencia. Dé Dios á vuestra Majestad vida y salud, que yo espero que enderezaréis las cosas de Alemania de manera que os amen y obedezcan. Y cuando esto fuere hecho, yo veo por razon que ningun Príncipe terná manos para levantarlas contra vuestro servicio, y morirse han de envidia, y no osarán ocuparse en otra empresa que en inteligencias vanas y sin efecto.

España y Alemania son el niervo de vuestra autoridad. Sobresto teniendo ganado al Papa no es de perder el sueño con temor del resto cuando todo se juntase. Siempre para mayor seguridad de vuestra potencia me paresce que la paz con Baiboda es provechosa; y la tregua con el Turco por algunos años, mucho mas. No pudiéndose hacer esto, perseverad en la virtud y temed y amad á Dios, que contra todos sereis vencedor, y de su envidia y pesar nascerá vuestra corona. La misericordia divina cerque á vuestra Majestad y le guarde de todo mal, y despues desto le dé memoria del destierro de su fiel servidor. De Roma á 21 de junio-Siervo de vuestra Cesárea Majestad-Fr. G. Cardinalis Oxomensis.

Sobre-A la Católica y Cesárea Majestad.

Carta autógrafa que el cardenal de Osma escribió al señor Comendador mayor de Leon. De Roma á 21 de junio de 1530. Respondida á 14 de julio.

Dice que Cobos y Granvela se encarguen del despacho de los negocios, y que no se provea el empleo de Canciller despues de la muerte del que lo obtenia-Su parecer sobre la provision del obispado de Coria.

Señor-Guardo mi regla de escribir á vuesta merced con todos los correos que fueren, puesto que no se ofrezcan novedades, porque estar aquí ocioso sin hacer otra cosa que ir á capilla y consistorios, y sin tener en que pueda servir á mi Rey como de cosa vieja, no es razon gastar el tiempo en escribir de mi salud.....

Ya que el Canciller se murió, mi parescer es que los negocios no tengan herederos sino á vuestra merced y á Mos de Granvela. . . Ansí lo he escrito á su Majestad con otro correo que partió seis dias ha; y cuando se determinare conforme á mi voto la Cesárea Majestad, rogaria yo á vuestra merced y á Mos de Granvela que os amásedes muy de corazon como yo senti, siendo presente, y que entre ambos nunca hobiese cosa partida en voluntad, ni el uno diese orejas contra el otro á chismosos y maldicientes, y desta manera el servicio del señor andará por su derecho, y se despedirán mas cosas en una semana que hasta ahora en un mes, y los negociantes serán alegres como en los años pasados han sido tristes. . .

Coria es vaca, y parésceme que en esta corte hay una persona de quien justamente se puede hablar. Es el patriarca de Jerusalen, sobrino del cardenal de Santa Cruz el viejo. Sin duda es hombre de buena fama en esta corte,