Imágenes de páginas
PDF
EPUB
[ocr errors][merged small][merged small]

a su padre Francisc I, con ocasión del ducado de Parma, que el papa Paulo III había dado á Octavio Farnesio, y que el Emperador pretendía ser un feudo imperial. Octavio pidió la protección del rey de Francia y al cabo de muchas contiendas, el Emperador lo confirmó en

[merged small][ocr errors][merged small][merged small]

tas mismos razones había en el parlamento una grande oposición, que se venció estableciendo en el contrato matrimonial condiciones tales, que dejando solo á D. Felipe el nombre de Rey, evitaban todos los inconvenientes que la España estaba sufriendo por haber pasado el cetro á una casa extranjera. Felipe se embarcó en la Coruña á principios de Julio de 1554, acompañándole una corte numerosa de señores españoles, y para que se presentase en Inglaterra con más dignidad Carlos le dió el título de rey de Jerusalén, y le hizo la cesión más efectiva de los reinos de Nápoles y Sicilia y del Estado de Milán. El matrimonio se celebró en Winchester con gran solemnidad, habiendo concebido la reina por su esposo una violenta pasión, aun antes de conocerle.

La guerra se había vuelto á encender entre el emperador y el nuevo rey de Francia, Enrique II, que sucedió á su padre Francisco I, con ocasión del ducado de Parma, que el papa Paulo III había dado á Octavio Farnesio, y que el Emperador pretendía ser un feudo imperial. Octavio pidió la protección del rey de Francia y al cabo de muchas contiendas, el Emperador lo confirmó en

aquel Estado, casándolo con su hija D≈. Margarita, que había quedado viuda de Alejandro de Médicis, asesinado en Florencia por su primo Lorenzino, de este matrimonio nació el célebre general Alejandro Farnesio. En el curso de esta guerra, Carlos sitió á Metz, capital de la Lorena, que fué bizarramente defendida por el duque de Guisa, y habiendo llegado el invierno y declarándose una enfermedad contagiosa en el ejército imperial, tuvo este que levantar el sitio.

Cansado Carlos de tantas y tan penosas fatigas, en uno de los más largos reinados que han tenido el imperio y la monarquía española, resolvió apartarse del mundo y pasar en el retiro los últimos días de su vida. Para llevar á efecto esta resolución, llamó á Bruselas á su hijo Felipe, y reunidos en fin de Octubre de 1555 los Estados, en presencia de sus dos hermanas las reinas viudas de Ungría y de Francia y de toda su corte, renunció en él solemnemente la soberanía de Flandes y de Borgoña y el gran maestrazgo de la orden del Toisón de Oro.

Felipe, arrodillado á los pies de su padre, le dió las gracias y habiendo prestado jura

mento de observar los fueros y privilegios de los países que iba á gobernar, fué reconocido por todos los presentes que le prestaron obediencia. En 6 de Enero del año siguiente, abdicó Carlos en favor de su hijo la corona de España con todas sus dependencias, reteniendo todavía la corona imperial, con el intento de hacerla pasar también á la cabeza de su hijo, que quería tuviese en Europa el mismo poder y dignidad que él mismo había ejercido; mas en esto se vió impedido por su hermano Fernando, que en posesión ya de los Estados de Austria, había sido elegido rey de romanos, que era el paso inmediato al imperio, y no habiendo podido vencer su resistencia, firmó el acta solemne de renuncia que puso en manos del Príncipe de Orange para que le presentase al colegio de los electores, y hecho esto se embarcó para España en Septiembre de 1556, y habiendo desembarcado en Laredo el 28 de aquel mes, pasó á Burgos y á Valladolid, donde confirmó la abdicación de la corona de España que había hecho en Flandes, y fué en seguida á encerrarse en el monasterio de monjes Jerónimos de San Justo cerca de Placencia en Extremadura, lle

« AnteriorContinuar »