greco-romanos con los haces de columnas; en los cruceros, las bóvedas por arista con las cúpulas; en las portadas, las líneas del siglo xv con las reminiscencias arábigas ó mauritanas, y el ladrillo con la piedra; en las torres, las agujas y cupulinos de brillantes azulejos con los cuerpos de órdenes sobrepuestos de la escuela greco-romana, más ó menos decadente. Así son Santiago, Santa Maria, Santa Clara, San Salvador, San Bartolomé y San Felipe (1). Detrás de la iglesia parroquial de Santa María descubrimos una casa palaciana con una mediana fachada de la pasada centuria, dórica en el primer cuerpo, jónica en el segundo. — Otra (1) Santiago.-Tres naves. tres ojivas muy sencillas á cada lado. bóvedas por arista, arco ojival en la entrada al presbiterio. Coro á la entrada. Fachada con puerta ojival sencilla. Á la derecha una torre de planta cuadrada : arabescos en su parte anterior: en el remate, cupulita ó linterna. Santa Clara.-L'na sola nave, con las paredes cubiertas de imágenes de santos. Techumbre artesonada. Arco ojival á la entrada del presbiterio, sobre gruesas columnas istriadas: la bóveda del presbiterio. por arista. Fachada antigua. tapiada: presenta una sencilla ojiva encuadrada, con una ligera cornisa encima. Parroquia de Santa Maria.-La precede un patio en que quedan vestigios de mezquita musulmana, según dijimos al tratar de la harmunah sarracena. Iglesia de tres naves, separadas por haces de columnillas, sobre cuyos capiteles bajos cargan las ojivas laterales y las de las naves menores, y en cuyos capitcles altos descansan las ojivas de la bóveda central, llena toda de claves y nervaturas de la decadencia gótica: capillas ojivales.- Coro en medio del templo. - Crucero. de bóveda por arista. muy elevada.–Fachada de ladrillo, con una torre de elegancia suma. La planta de la torre es cuadrangular: lleva en lo alto del primer cuerpo cuatro agujas; el segundo cuerpo está decorado con ménsulas que sostienen una graciosa cornisa; el tercero tiene pilastras, y aguja de azulejos por remate. Angostas lumbreras dan luz a estos cuerpos. – Tiene esta iglesia una portada ojival encuadrada, toda de ladrillo muy fino, con una archivolta de piedra exornada de puntas de diamante. San Salvador.- Tres naves divididas por pilares. con pilastras de orden compuesto, con su entablamento, dos zonas sobrepuestas, dos órdenes de arcadas, dos coros, uno alto y otro bajo.-Bóvedas por arista : bella cúpula en el crucero: altar mayor adocenado; dos puertas laterales.-Fachada dórica muy sencilla, pero de bastante elegancia, con dos solas columnas; un escudo de armas en un segundo cuerpo, y dos torres, una de ellas sin concluir. San Bartolomé.-Bella fachada ojival, con la archivolta de la puerta encuadrada. Interior de tres naves. San Felipe.-Puerta ojival abierta en una torre de planta rectangular, con lumbreras angostas decoradas de ligeras columnillas. Tiene tres fachadas laterales por el mismo estilo, pero aún más severas. Interior de tres naves, divididas por pilares con columnas adosadas á ellos. Arquería ojival; techumbre de madera. casa de no inferior jerarquía, y de no menos agradable estilo, existe en frente de la que debió ser fachada principal de la propia parroquia.-Por último, salimos de la ciudad con el disgusto de no saber á quién pertenece otra graciosa joya de arte, que es una antigua casa, situada en un ángulo de la espaciosa plaza de Isabel II, que presenta ocho bellísimos ajimeces sostenidos por esbeltas columnillas de mármol, decorada la pared con alicatados árabes y azulejos. Descendemos de la altura de Carmona, y por entre frondosos y alegres olivares, blancos cortijos y bardales contornados de pitas, que dan el aspecto de una decoración de fiesta á la abierta y descampada LUISIANA, llegamos á una suave pendiente, desde cuya cima descubrimos, majestuosamente tendida en una espaciosa hondonada que fertiliza el Genil, y alzando al cielo sus ligeras torres que relumbran al sol revestidas de matizados azulejos, la populosa ciudad, término de nuestro largo y fatigoso viaje: Écija.Émula de Córdoba y Sevilla por su riqueza y monumentos artísticos bajo las tres dominaciones romana, visigoda y sarracena, apenas podría rivalizar hoy con los más modestos pueblos de la campiña en galas de arte cristiano. Los templos de Écija ofrecerían vasto campo á nuestras descripciones, si en vez de detener la pluma en el límite final del período del renacimiento, hubiera sido nuestro objeto trazar la historia de la decadencia de la arquitectura desde esa época hasta nuestros días. Sus torres, adornadas de cartelas, balaustres y azulejos, aunque vistosos indicios de una inusitada magnificencia, no tienen cabida en nuestro cuadro. Lo mismo decimos de los palacios de sus magnates: ciertos accidentes escenográficos de buen efecto, algunas portadas, algunos balconajes, algunas decoraciones y revoques de gusto italiano, y de más opulencia que belleza, no constituyen timbres artísticos dignos de loa. Lector amigo, es llegado el momento de despedirnos. Quisiéramos tal vez tú y yo haber completado nuestras exploraciones arqueológicas con un nuevo giro por la tierra que a la derecha del Guadalquivir nos brinda aún, si no con monumentos de grande interés, al menos con memorias de los gloriosos días de la restauración. Catilbanco, Guillena, Alcalá del Río, la Rinconada, Gerena, la Algaba, Valencina, Castilleja, Tomares, Espartinas, Sanlúcar la Mayor, Umbrete, Gelves, Coria, Bollullos, Aznarcollar, Rianzuela y otros varios pueblos que caen á ambas márgenes del río de Sanlúcar, merecerían en efecto los honores de una visita, aun cuando no fuera más que por haber albergado en sus caseríos á unos cruzados de no menos fuste que los que siguieron a los Godofredos y Balduinos á la conquista del Santo Sepulcro. Pero la noticia casi exclusiva de sus franquicias y privilegios, recompensa de la lealtad y del valor, sería escasa cosecha como indemnización de nuestra fatiga. Esta, por otra parte, sería demasiado grande para el que, como nosotros, tántos tumbos ha dado ya y sinsabores ha sufrido en la bendita tierra de Maria Santísima. — Hagamos alto en la sartenilla de Andalucía; mas antes de regresar a nuestros hogares, descansemos un instante en la florida Alameda: y al pié de esas estatuas alegóricas y barrocas de las Estaciones, respirando el ambiente aromático de los valles que baña el Genil, recibe, según la costumbre de nuestra patria, esta mano dispuesta á estrechar la tuya en testimonio de amistad y acción de gracias por tu fiel compañía. FIN INDICE Páginas. V 23 41 55 69 77 95 127 147 INTRODUCCIÓN. provincias de Sevilla y Cádiz. y monumentos más o menos fabulosos y apócrisos.. so templo de Hércules... fenicios. . lonias.-Navegaciones de los gaditanos.-Luchas entre los carta- gineses y los naturales.. Astigi. Ilipa. Itálica.. nipa.–Orippo. -Caura Betis ó Utriculum.-Searo.—Ugia.-Ne- brissa.. netiva Urbanorum.-Astapa.-Ventipo.- Calentum.-Maxilua.- Turris Capionis.-Lucendubia. . Asta.-Asido.-Ceret.-Arci.—Carissa.-Lastigi. Cádiz.—Las iglesias de los tres primeros siglos.. transición... su dominación.. é Isidoro.-La escuela isidoriana.-Cuadro de la civilización visi. goda. Andalus.-Constitución del Calisato.. cristianos y muslimes.—Monumentos del Califato en las provincias de Sevilla y Cádiz. ravides y Almohades. 169 193 211 259 279 311 329 373 393 415 Páginas. 441 459 479 563 581 621 CAP. XXI.- Monumentos religiosos del arte árabe mauritano. la dominación islamita... Sabio.. Biblioteca Colombina.-Memorias de los siglos xv y xvi, conexas con la historia de la catedral. religiosas de la época de la reconquista, anteriores y posteriores.. El Alcázar. . derna decadencia del arte.- Edificios civiles de particulares. ficencia é instrucción pública. - Edificios públicos de vario ca- rácter.. cias durante la Edad media y el Renacimiento. XXXIII.-Mesa revuelta : Arcos de la Frontera, Bornos, Olvera, 657 685 719 755 803 |