Manual de la literatura española moderna

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Brockhaus, 1857 - 648 páginas
 

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Página 393 - Que es mi barco mi tesoro... ¡Sentenciado estoy a muerte! Yo me río: no me abandone la suerte, y al mismo que me condena, colgaré de alguna entena, quizá en su propio navio. Y si caigo, ¿qué es la vida? Por perdida ya la di cuando el yugo del esclavo como un bravo sacudí.
Página 464 - ... como tiene trocados todos los frenos, dice de los cumplimientos que ya sabe lo que quiere decir cumplo y miento; llama a la urbanidad hipocresía, ya la decencia monadas; a toda cosa buena le aplica un mal apodo; el lenguaje de la finura es para él poco más que griego: cree que toda la crianza está reducida a decir Dios guarde a ustedes al entrar en una sala, y añadir con permiso de usted...
Página 463 - Esto me consoló algún tanto, y fue preciso ceder; un día malo, dije para mí, cualquiera lo pasa; en este mundo, para conservar amigos es preciso tener el valor de aguantar sus obsequios.
Página 463 - ¿Quién quiere parecer vano? —No es eso, sino que... —Pues si no es eso— me interrumpe—, te espero a las dos: en casa se come a la española: temprano. Tengo mucha gente; tendremos al famoso X., que nos improvisará de lo lindo; T. nos cantará de sobremesa una rondeña con su gracia natural; y por la noche J. cantará y tocará alguna cosilla.
Página 466 - ... por una vizcaína auxiliar tomada al intento para aquella festividad y por el ama de la casa, que en semejantes ocasiones debe estar en todo, y por consiguiente suele no estar en nada.
Página 489 - Vamos claros, dije yo para mí, ¿dónde está el cementerio?, ¿fuera o dentro? Un vértigo espantoso se apoderó de mí, y comencé a ver claro. El cementerio está dentro de Madrid. Madrid es el cementerio. Pero vasto cementerio, donde cada casa es el nicho de una familia, cada calle el sepulcro de un acontecimiento, cada corazón la urna cineraria de una esperanza o de un deseo.
Página 566 - Hasta cuarenta jinetes. Porque tus ojos son bellos, Porque la luz de la aurora Sube al oriente desde ellos. Y el mundo su lumbre dora. Tus labios son un rubí Partido por gala en dos...
Página lxxv - Ese vago clamor que rasga el viento es la voz funeral de una campana: vano remedo del postrer lamento de un cadáver sombrío y macilento que en sucio polvo dormirá mañana.
Página 493 - ... como con otras muchas cosas. Nombrado ahora por el nuevo 'Ateneo Español para la misma clase, puedo, al continuar mis lecciones , decir como el ilustre Luis de...
Página 464 - Ya habrá conocido el lector, siendo tan perspicaz como yo le imagino, que mi amigo Braulio está muy lejos de pertenecer a lo que se llama gran mundo y sociedad de buen tono ; pero no es tampoco un hombre de la clase inferior, puesto que es un empleado de los de segundo orden...

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