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6 Este es Jesu-Christo, que vino por agua, y por sangre: no por agua tan solamente, sino por agua, y sangre. Y el Espíritu es el que dá testimonio, que Christo es la verdad.

7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: y estos tres son una misma cosa.

8 Y tres son los que dan testimonio en la tierra : el Espíritu, y el agua, y la sangre y estos tres son una mis

ma cosa.

9 Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios: pues este es el testimonio de Dios, que es el mayor, porque él ha testificado de su Hijo.

10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene en sí el testimonio de Dios. El que no cree al Hijo, le hace mentiroso porque no cree en el testimonio que Dios ha dado de su Hijo.

11 Y este es el testimonio, que Dios nos ha dado vida eterna. Y esta vida está en su Hijo.

12 El que tiene al Hijo, tiene la vida: el que no tiene al Hijo, no tiene la vida.

13 Estas cosas os escribo : para que sepais que teneis vida

eterna, los que creeis en el nombre del Hijo de Dios.

14 Y esta es la confianza que tenemos en él: Que él nos oye en todo lo que le pedimos, siendo conforme á su voluntad.

15 Y sabemos que nos oye en todo lo que le pidiéremos: lo sabemos, porque tenemos las peticiones, que le habemos demandado.

16 El que sabe que su hermano comete un pecado que no es de muerte, pida, y será dada vida á aquel que peca no de muerte. Hay pecado de muerte no digo yo, que ruegue alguno por él.

17 Toda iniquidad es pecado: y hay pecado, que es de muerte.

18 Sabemos que todo aquel que es nacido de Dios, no peca: mas el nacimiento mas el nacimiento que tiene de Dios le guarda, y el maligno no le toca.

19 Sabemos que somos de Dios y todo el mundo está puesto en el maligno.

20 Y sabemos que vino el Hijo de Dios; y que nos dió entendimiento para que conozcamos al verdadero Dios, y estemos en su verdadero Hijo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.

21 Hijitos, guardaos de los ídolos. Amen.

[SPAN.] 417

2 E

EPISTOLA SEGUNDA DEL APOSTOL

SAN JUAN.

Escribe á una santa muger, á quien despues de haber alabado su fé y la de sus hijos, exhorta á perseverar en caridad, á huir de los He

reges, y á permanecer en la doctrina

recibida.

EL

L Presbytero á la Señora Electa, y á sus hijos, á los que yo amo en verdad; y no yo solo, mas tambien todos los que han conocido la verdad,

2 Por la verdad que permanece en nosotros, y que estará

eternamente con nosotros.

3 Sea con vosotros gracia, misericordia, paz de Dios Padre, y de Jesu-Christo Hijo del Padre, en verdad y en caridad.

4 Mucho me he gozado, porque he hallado de tus hijos, que andan en verdad, así como hemos recibido el mandamiento del Padre.

5 Y ahora ruégote, Señora, no como si te escribiese un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos á

otros.

6 Y esta es la caridad, que andemos segun los mandamien

tos de Dios. Porque este es el mandamiento, que camineis en él, como lo habeis oido desde el principio:

7 Porque muchos impostores se han levantado en el mundo, que no confiesan que JesuChristo vino en carne: este tal es impostor, y Anti-Christo.

8 Guardaos á vosotros mismos, para que no perdais lo que habeis obrado; sino que recibais galardon cumplido.

9 Todo el que se aparta, y no persevera en la doctrina de Christo, no tiene á Dios: el que persevera en la doctrina, este tiene al Padre, y al Hijo.

10 Si alguno viene á vosotros, y no hace profesion de esta doctrina, no lo recibais en casa, ni le saludeis.

11 Porque el que lo saluda, comunica en sus malas obras.

12 Teniendo muchas cosas que escribiros, no he querido por papel ni por tinta; porque espero ir á vosotros, y hablaros boca á boca: para que vuestro gozo sea cumplido.

13 Los hijos de tu hermana Electa te saludan.

EPISTOLA TERCERA DEL APOSTOL

SAN JUAN.

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2 Carísimo, ruego al Señor que te prospere en todo, y que te conserve en salud, así como tu alma se halla en buen estado. 3 Mucho me he gozado por la venida de los hermanos, y por el testimonio que han dado de tu verdad, así como tú andas en la verdad.

4 No tengo yo mayor gozo de otra cosa, que de oir que mis hijos andan en verdad.

5 Čarísimo, te portas con fidelidad en todo lo que haces con los hermanos, y particularmente con los peregrinos,

6 Que han dado testimonio de tu caridad en presencia de la Iglesia á los quales, si encamináres como conviene segun Dios, harás bien.

7 Porque por su nombre se pusiéron en camino, no tomando nada de los Gentiles.

8 Nosotros pues debemos recibir á estos tales, á fin de cooperar á la verdad.

9 Hubiera por ventura escrito á la Iglesia mas aquel que pretende tener el principado entre ellos, Diotrephes, no nos recibe.

10 Y por esto si yo fuere allá, daré á entender las obras que hace: esparciendo palabras malignas contra nos: y como si esto no le bastase, no quiere recibir aun á nuestros hermanos, y veda á los que los reciben que no lo hagan, y los echa de la Iglesia.

11 Carísimo, no quieras seguir lo malo, sino lo que es bueno. bueno. El que hace bien, es de Dios: quien mal hace, no vió á Dios.

12 Todos dan testimonio de Demétrio, y aun la misma verdad; y nosotros tambien lo damos: y tú sabes que nuestro testimonio es verdadero.

13 Muchas cosas tenia que escribirte: mas no he querido escribirte por tinta ni por plu

ma.

14 Porque espero verte en breve, y hablaremos boca á boca. Paz á tí. Te saludan los amigos. Saluda á nuestros amigos á cada uno en particular.

EPISTOLA DEL APOSTOL SAN JUDAS.

Muestra la perversidad de los impos- | nas eternas en tinieblas para el

tores, y de los que desprecian á Dios, y el terrible castigo que les espera. Exhorta á guardarse de ellos, y á la perseverancia en la doctrina del Evangelio.

JUD

UDAS siervo de Jesu-Christo, y hermano de Santiago, á aquellos que son amados en Dios Padre, y guardados y llamados en Jesu-Christo.

2 Misericordia, y paz, y caridad cumplida sea á vosotros. 3 Carísimos, deseando yo con ansia escribiros acerca de vuestra comun salud, me ha sido necesario escribiros ahora para exhortaros á que combatais por la fé, que ya fué dada á los Santos.

4 Porque se han entrado disimuladamente ciertos hombres impíos, que están de antemano destinados para este juicio, los quales cambian la gracia de nuestro Dios en luxuria, y niegan que Jesu-Christo es solo nuestro Soberano y Señor.

5 Mas quieroos traher á la memoria, puesto que ya habeis sabido todo esto, como Jesus salvando al pueblo de tierra de Egypto, destruyó despues á aquellos que no creyéron:

juicio del grande dia.

y

7 Así como Sodoma Gomorrha, y las ciudades comarcanas, que fornicáron como ellas, y yendo en pos de otra carne, fuéron puestas por escarmiento, sufriendo pena de fuego eterno.

8 De la misma manera estos tambien contaminan su carne, y desprecian la dominacion, y blaspheman de la Magestad.

9 Quando el Archangel Miguel disputando con el diablo, altercaba sobre el cuerpo de Moysés, no se atrevió á fulminarle sentencia de blasphemo; mas dixo: Mándete el Señor.

10 Y estos blaspheman de todas las cosas, que no saben: y se pervierten como bestias irracionales de aquellas cosas, que saben naturalmente.

11 Ay de ellos, porque anduviéron en el camino de Caín, y por precio se dexáron llevar del error de Balaam, y pereciéron en la sedicion de Coré :

12 Estos son los que contaminan los festines, banqueteando sin rubor, apacentándose á sí mismos, nubes sin agua que llevan de acá para allá los vientos, árboles de otoño, sin fruto, dos veces muertos, des

6 Y que á los ángeles, que no guardáron su principado, sino que desamparáron su lugar, los tiene reservados con cade-arraygados,

13 Ondas furiosas de la mar, que arrojan las espumas de su abominacion, estrellas errantes; para los que está reservada la tempestad de las tinieblas eter

nas.

14 Y Enôch que fué el séptimo despues de Adam, prophetizó tambien de estos, y dixo: He aquí vino el Señor entre millares de sus Santos,

15 A hacer juicio contra todos, y á convencer á todos los impíos de todas las obras de su impiedad, que malamente hiciéron, y de todas las palabras injuriosas, que los pecadores impíos han hablado contra Dios.

16 Estos son murmuradores querellosos, que andan segun sus pasiones, y su boca habla cosas soberbias, que muestran admiracion de las personas por causa de interes.

17 Mas vosotros, carísimos, acordaos de las palabras que os fuéron dichas por los Apóstoles de nuestro Señor Jesu-Christo,

18 Los quales os decian, que en los últimos tiempos vendrán impostores, que andarán segun sus deseos llenos de impiedad.

19 Estos son los que se se

|

paran á sí mismos, sensuales, que no tienen el Espíritu.

20 Mas vosotros, amados, edificándoos á vosotros mismos sobre el cimiento de vuestra santísima fé, orando en Espíritu Santo,

21 Conservaos á vosotros mismos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesu-Christo para vida eterna.

22 Y reprehended á los unos que están ya sentenciados:

23 Y salvad á los otros, arrebatándolos del fuego. Y de los demas tened compasion con temor aborreciendo aun hasta la ropa que está contaminada de la carne.

24 Y á aquel que es poderoso para guardaros sin pecado, y para presentaros sin mancilla, y llenos de alegría ante la vista de su gloria en la venida de nuestro Señor JesuChristo:

25 A solo Dios Salvador nuestro por Jesu-Christo nuestro Señor sea gloria y magnificencia, imperio y poder ante todos los siglos, y ahora, y en todos los siglos de los siglos. Amen.

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