Imágenes de páginas
PDF
EPUB

pone al individuo en sus acciones. Por el contrario, la moral social necesita de la politica, porque las instituciones establecidas para la consecución de fines morales, exigen condiciones jurídicas que sólo pueden efectuarse bajo la protección del Estado.

c) También nuestra ciencia se enlaza con la que usualmente recibe el nombre de ECONOMÍA POLÍTICA. Tiene esta ciencia por objeto, el examen de «las leyes que rigen á la actividad en la adquisición y aplicación de los medios naturales, para la satisfacción de las necesidades humanas». El orden económico comprende á la sociedad entera en sus diversas manifestaciones, aunque sólo bajo el aspecto de la adquisición y aplicación de los medios que la Naturaleza ofrece al hombre con la indispensable condición de que se los apropie mediante la energía de su trabajo; fúndase este carácter general de los fenómenos económicos, en que siendo inseparable el cuerpo del espíritu en la vida de la humanidad, todos los fines que ésta satisface penden de algún modo de los medios naturales, aun aquellos fines que más diferentes se muestran de nuestra constitución fisiológica; así, por ejemplo, la religión exige un culto, la ciencia libros, el arte materiales, y las personas que especialmente se dedican á la religión, á la ciencia y al arte, necesitan medios económicos para satisfacer las múltiples exigencias de su vida. El Estado, del mismo modo que toda sociedad organizada, también ha menester de tales medios, dando origen á una especie de propiedad que, considerada como hecho, cae bajo el dominio de la ciencia económica, según tendremos ocasión de comprobar más adelante. En otro aspecto, la Economía supone el conocimiento del Derecho político, por cuanto sin su concurso fuera imposible determinar las relaciones del Estado con la producción y el consumo, lo mismo en la esfera individual que en la colectiva de las sociedades instituídas para el cumplimiento de cualquiera de los fines económicos.

d) Finalmente, la Ciencia política se relaciona con la ESTADÍSTICA, cuyo objeto es «la expresión de los fenómenos

sociales de carácter análogo por medio de números». La aplicación de la Estadística á la política es novedad en la ciencia, siendo, sin embargo, de grande importancia para conocer gráficamente el estado de las naciones y apreciar mediante su concurso, según ha dicho Schloezer, las pulsaciones de la vida de los pueblos en las difíciles crisis que produce el planteamiento de nuevos sistemas; sirvan de ejemplo los cuadros estadísticos que pueden formarse de la duración de los gobiernos, de las alternativas de los partidos en el poder, del tiempo que conservan su popularidad los hombres políticos, del número de electores que toman parte en el sufragio, de los cocientes y cuoficientes electorales que tanto interesan para el problema de la representación de las minorías, etc., etc. No obstante, importa prevenirse contra las exageraciones de aquellos autores que, como Quetelet y Ferrari, quieren sujetar los fenómenos políticos á lo que pudiéramos llamar «fatalismo de los números», pretendiendo elevar la Estadística á la categoría de ciencia sintética ó deductiva, cuando su objeto es tan sólo la expresión numérica de los hechos, y su más elevado procedimiento no pasa de una inducción experimental ó generalización empírica. Por su parte, también la Estadística necesita el concurso del Derecho político, como quiera que la formación de los cuadros estadísticos exige una organización adecuada y engendra obligaciones jurídicas que pueden hacerse efectivas mé

diante la acción del Estado.

2)

CIENCIAS NATURALES; CONSIDERACIÓN ESPECIAL DE LA GEOGRAFÍA.-Aunque de carácter menos íntimo que las relaciones expuestas, no cabe desconocer las que mantiene el Derecho político con el grupo general de las CIENCIAS NATURALES. Compréndese la índole de tales relaciones con sólo observar que constituyéndose el Estado por una pluralidad de hombres armónicamente unidos con el vínculo de un común derecho, y siendo el hombre, en lo relativo al cuerpo, individuo que nace, se desenvuelve y muere en el seno de la Naturaleza, todas las influencias del mundo natural en la vida del individuo humano, habrán de refe

rirse de algún modo á su cualidad de ser sociable y político. Cuál sea el grado de la influencia que la Naturaleza ejerce en los actos de la humanidad y por tanto en los hechos de esas grandes agrupaciones que llamamos pueblos, cuestión es esta que no corresponde resolver por el momento; pero basta enunciarla, para afirmar que su solución exige el doble criterio del político y del naturalista, sin lo cual sólo veríamos en el Estado una entidad puramente abstracta prescindiendo de su relación con el territorio que ocupa, ó por el contrario sólo admitiríamos agrupaciones naturales de séres animados que se organizan en pueblos por el instinto y bajo el influjo de leyes físicas, como pretenden muchos partidarios del positivismo y de la doctrina evolucionista.

La GEOGRAFÍA merece consideración especial dentro del grupo de las ciencias naturales con respecto á la que constituye el objeto de nuestro estudio. Es la Geografía, según su nombre indica, la descripción de la tierra, y comprende en su más amplio sentido la existencia y vida entera del planeta, exponiendo sus relaciones con los demás astros, los accidentes del suelo, las influencias del clima y la distribución de las floras, faunas y razas que pueblan sus mares y continentes; de aquí los diversos nombres de geografía astronómica, topográfica, climatológica, botánica, zoológica y antropológica, que forman otras tantas ramas de la ciencia geográfica. Estudia esta última rama, la relación entre la tierra y el hombre, y constituye la llamada Geografía histórica, cuando examina tal relación á través de los tiempos, según los cambios del planeta y la sucesión de los acontecimientos humanos; su utilidad es grande para comprender el movimiento de las razas, la formación de las nacionalidades y las influencias relacionadas de lugar y de tiempo en la vida política de los pueblos.

§ IV. Síntesis de las relaciones del Derecho político. Como síntesis de todo lo expuesto, podemos afirmar que el Derecho político se relaciona con la totalidad de las ciencias particulares, compenetrándose con ellas, aunque de distinto modo, y sólo en cuanto se refiere á la

organización fundamental del Estado. En la Metafísica, que es la ciencia madre de la cual todas se derivan, encuentra también su última razón de ser el Derecho político, necesitando de sus enseñanzas como base indispensable para comprender el carácter orgánico del Estado, su unidad y su variedad, su esencia y sus determinaciones, así como el enlace de sus fines propios con todo el orden de fines temporales y eternos de la especie humana; y aunque el moderno positivismo haya declarado guerra á lo absoluto y por tanto á la Metafisica, la humanidad siempre habrá de acudir á ella para resolver el último por qué de todas las cosas y la Ciencia política habrá de apelar á sus doctrinas para construirse sólidamente, según se reconoce hoy por escuelas tan opuestas como la hegeliana y la teológica.

PRINCIPIOS GENERALES

DEL

DERECHO POLÍTICO.

« AnteriorContinuar »