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garlas, habria crias de caballos bastantemente para lo que es hacer la guerra.

Los vecinos de esta ciudad, pretenden despachar procurador á esa Real Corte, lo principal para que vuestra magestad les haga merced de que esta provincia no se remueva del distrito de Chuquisaca, y para otras cosas de que se hará relacion en ese Real Consejo, y quedan con mucha confianza de recibir merced de vuestra magestad, y yo quedo con la propia por ser lo que se pedirá tan justo y en bien y utilidad desta provincia: que nuestro señor guarda la católica real persona de vuestra magestad largos años con el acrecentamiento de mayores estados y reynos como la cristiandad ha menester. De Santiago del Estero, á veinte y uno de marzo de mil seis cientos siete añosAlonso de Rivera.

IMFORME DEL GOBERNADOR DE TUCUMAN AL REY, SOBRE LOS INCONVENIENTES DE SUBORDINAR Á LA AUDIENCIA DE CHILE, LAS GOBERNACIONES DE TUCUMAN Y PARAGUAYAÑO DE 1808.

Señor:

La cedula de vuestra Magestad, su fecha en Ventocilla de veinte y ocho de octubre de seiscientos seis, recibida en esta ciudad de Santiago del Estero en diez y seis de octubre de seiscientos siete, y luego procuraré tomar la inteligencia que me ha sido posible para hacer la relacion que por ella Vuestra Magestad me manda, que es, que avise de la comunicacion que tiene esta provincia y la del Paraguay con Chile, y de las conveniencias é inconvenientes que hay en contra y resultarian de agregar y

poner debajo del distrito del Audiencia de Chile esta Gobernacion y la del Paraguay, y si le estaria mas á cuento ser del distrito de Chile que del de los Charcas, y por que razon, y lo que en esto convenia proveer, y me manda Vuestra Magestad que, habiéndolo mirado y considerado, envie relacion dello con mi parecer.

Respondiendo á lo que Vuestra Magestad manda digo: que estas provincias del Tucuman y del Paraguay, están de Santiago de Chile y de la ciudad de los Charcas, una propia distancia, muy, poco mas o menos, y el camino para Chile es mas trabajoso y falto de aguadas hasta Mendoza, que no el de Chuquisaca, y quarenta y quatro leguas que hay dende Mendoza á Santiago de Chile, son de muy mal camino, de asperosisima Cordillera, que está cerrada los seis meses del año, autes mas que menos, para gente que la há de pasar con alguna comodidad y acaballo, y hay muchos pasos que se pasan con mucha dificultad y se suelen despeñar muy de ordinario caballos y mulas y ganados mayores y menores; hasta Mendoza se vá en carretas y de allí adelante es la tierra como digo.

Las grangerias desta tierra son lienzo, alpargates, calzetas, sobremesas, sobre camas, pabellones, pábilo para hacer velas, algunos sombreros y pocos cordovanes y badanas, mulas y ganado mayor.

De todos estos generos no hay salida en Chile, sino de algun lienzo, que con veinte ó treinta mil varas hay bastantemente para lo que ha menester aquel Reyno, y tambien se gastan allí algunas calzetas de algodon, pero pocas.

El camino para Chuquisaca, se camina todo el año hasta Jujuy ó las juntas, en carretas, y de allí á Chuquisaca quedan ciento veinte leguas, poco mas o menos, y se camina en recuas de mulas y en caballos, con mucha comodidad de aguadas y pastos, todo el año, y los vezinos

y moradores, estantes y habitantes desta provincia, sacan á vender al Perú todos los generos arriba dichos, y hallan plata en llegando por ellos, con que se proveen de lo que han menester para sus casas y hallan crédito de diez y dose y veinte mil pesos para retornos de ropa de Castilla, y los que van en grado de apelacion y otros negocios al Audiencia de Chuquisaca, aunque salgan sin dinero desta provincia, hallan siempre allí crédito como tengan algu nas raizes, todo lo cual seria en Chile al contrario, porque es tierra pobre y no se hallará salida en ninguna manera de los generos que digo.

La comunicacion que tiene esta provincia y la del Paraguay con Chile, es muy poca, de manera que para lo que es tratar y contratar, entiendo que no pasan de seis ú ocho hombres destas provincias allá, los cuales llevan algun poco de lienzo y calcetas de algodon, y algunos negros de los que entran por el Rio de la Plata, y algunas telillas de seda de Italia y especeria y confitura labrada, todo en poca cantidad, y quando mucho llevan seis ú ocho negros y quatro ó seis mulas cargadas de los demas generos que he dicho, y de retorno traen algunos cordovanes y badanas, y algunas frazadas y paño de Rancagua y oro y plata, que es de lo que procuran sacar mas, porque de las frazadas, cordovanes y badanas, tienen poca salida en esta provincia.

En esta provincia, hay muchas yeguas cimarronas y pocas corraleras, y en la del Paraguay muchas mas de entrambos géneros, y se podrian sacar caballos buenos para Chile, pagandolos á precios moderados, y se llevarian á Chile, aunque cou algun trabajo por ser el camino tan largo y despoblado.

La gente desta provincia, serán setecientos hombres, vezinos y moradores y mercaderes, y todos están ocupados en sus haziendas y grangerias, y tengo por cierto que no

se podrá levantar ninguna gente para Chile, si no es con grande costa de la hazienda de Vuestra Magestad, y haziendo grandes vexaciones á sus vasallos, causándoles grandes pérdidas de haziendas y otras descomodidades.

Los nacidos en la tierra son pocos para levantar gente, y serian de muy poco efecto en la guerra de Chile, como tengo escrito á vuestra magestad en otra ocasion, y serian muy malos de llevar, y entiendo, por cierto, que para cada uno, seria menester otro para que lo llevase, por que esta es tierra muy larga y muy abierta, y la gente no es inclinada á trabajar de ninguna manera; antes son muy holgazanes y bagamundos, y se andan entre los indios muy hechos á sus costumbres, y modo de vivir, y asisten poco en los pueblos de españoles, en particular los me. tizos.

La asistencia de la Audiencia en Chile, es muy importante para el servicio de vuestra magestad, y mediante ella abrá justicia en aquel reino que alcansare á entrambas repúblicas de españoles y naturales y los de él se escusarian de ir á Lima á sus pleitos, en grado de apelacion, que hay quinientas leguas donde hacen muchos gastos y, llegados allá, corren mucho riesgo de su salud, los nacidos en el reino de Chile, porque se mueren mas de la mitad de los que van, y cesaran muchos otros incombenientes en diferencia de jurisdiction en lo eclesiastico, que no

que menos importa para el servicio de vuestra magestad, y para que sus vasallos vivan con quietud.

Los vezinos y moradores de esta provincia, sienten mucho la subordinacion que dizen vuestra magestad hace della á la de Chile, y lo propio los del Paraguay, porque lo he tratado con algunos dellos que hay aquí, y en particular los desta provincia, tratan de hacer procurador para suplicar á vuestra magestad los deje como están, porque de lo demas les viene mucho daño y no irán á seguir su

justicia á aquel reino, antes la dexarán perder, ni tienen posible de plata para poderlo hazer, ni en esta provincia hay otras haciendas mas de las que arriba he dicho á vuestra magestad.

Y diziendo lo que es mi parecer, como vuestra magestad me lo manda, digo: que no hallo ninguna razon de consideracion, para que esta provincia se subordine á la de Chile, ni entiendo que le pueda ayudar en nada, y se vé claro que será de perjuicio para los vasallos de vuestra magestad que habitan en ella, y les causará muchas incomodidades por las razones dichas, por donde me parece que vuestra magestad no le debe subordinar, salvo mejor juicio. Nuestro Señor guarde y prospere la muy católica y real persona de vuestra magestad con aumento de mayores reinos y señorios, como la cristiandad lo há menester-Santiago del Estero y mayo veinte de mil seiscientos ocho años-Señor-Alonso de Rivera.

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