Las cuestas de las Palmas y de Tilama que se encuentran en este camino son largas y pesadas; en Las Vacas el camino empalma con el de Los Vilos á Illapel. a). De Chincolco á Salamanca, camino de herradura. Cruza el alto cordón que separa las hoyas del Choapa y del Petorca, por la cuesta del Pedernal, en seguida toma el cajón del río Camisas hasta Santo Tomás de Choapa y de allí se dirige en línea recta á Salamanca y Chalinga. B). De Chincolco á Alicahue. Esta carretera, después de cruzar el cordón que separa la hoya del río Petorca y del Ligua, por la cuesta de Chincolco, á 1,231 metros sobre el nivel del mar, se ramifica en Sobrante, lugarejo ubicado en el valle superior del Petorca, hacia Alicahue y hacia Las Cruces, portezuelo de Alicahue para ir á empalmar en el cajón del río del Valle con los caminos que conducen al valle de los Patos, San Juan y Mendoza. 7) De Alicahue al portezuelo del Cuzco, senda que siguiendo el río Ligua hasta sus orígenes, empalma al pie del vertiente N del cerro del Cuzco con las sendas que hemos dado en el párrafo anterior. Dicha senda pasa por Alicahue, El Peral y la cuesta de Los Monos. § 30 CONDICIONES MILITARES DE LA COMARCA ENTRE EL HUASCO Y EL ACONCAGUA La comarca comprendida entre el desierto de Atacama y el valle de Aconcagua, está cubierta por las enmarañadas ramificaciones del la cordillera andina. Éstas, juntándose con las de la cordillera de la costa, constituyen cordones de alto relieve que dificultan el paso de uno á otro de los valles formados por los cajones de los ríos que se dirigen de E á O á desfogar en el mar. Estas condiciones hacen de dicha comarca un sector casi independiente dentro del territorio de la República, separado, de los centros de grande importancia estratégica existentes en el valle longitudinal ó en la costa, por obstáculos naturales que obstruyen considerablemente las comunicaciones, aún cuando ellas son tanto más fáciles que en la región del desierto, sobre todo á medida que se aproximan al valle del Aconcagua donde rematan. Las líneas de comunicación que atraviesan la indicada región son numerosas y como hemos visto, por lo general bastante buenas para poder ser utilizadas por tropas de las tres armas. Las que se dirigen de N á S cruzan distritos socorridos cuyos valles proporcionan recursos de todo género. Caracterizan este sector la ausencia de puntos de importancia estratégica, ó sea de aquellos cuya posesión pudiera influir de un modo decisivo en el resultado final de una guerra y las grandes facilidades que ofrece para el desarrollo de operaciones defensivas. Con efecto, las condiciones orográficas de la región, la dirección constante de oriente á poniente de los ríos que la atraviesan y que riegan los valles donde se hallan los recursos en víveres y forrajes, necesarios para la marcha de las operaciones de un ejército, hacen que dicho sector conste, en realidad, de una serie de líneas paralelas que por sus condiciones peculiares, pueden disputarse sucesi vamente sin que la pérdida ó la ocupación de una de ellas importe una ventaja irreparable en el resultado final de las operaciones que allí se desarrollen. El acceso á estas líneas desde el oriente es difícil por hallarse los boquetes andinos, por donde los caminos cruzan la frontera á grandes alturas y en la República Argentina dichos caminos rematan en puntos distantes de las cabeceras de las líneas férreas y en comarcas que carecen aún de comunicaciones fáciles con los grandes centros de su propio territorio. Los caminos hacia el oriente, como hemos visto, siguen el curso de los ríos que nacen en la cordillera real, y como estos corren por profundas quebradas, que forman prolongados desfiladeros, su obstrucción es posible con elementos reducidos, bastando pequeñas fuerzas para barrearlos eficazmente. Para realizar esto último, la defensa, ciñéndose á las claras indicaciones de la topografía local, sólo tendrá que vigilar los puntos donde empalman las quebradas que, á su salida de las abruptuosidades andinas, forman los valles principales ya que hacia ellos convergen todos los caminos que cruzan la frontera oriental y que aprovechan el curso de los afluentes de la hoya respectiva para trepar las faldas de la mencionada cordillera. Los puntos que en esas condiciones cierran el acceso á la sección inferior de los diversos valles, son: a) En la hoya del Huasco, Alto del Carmen, en el vértice del ángulo formado por las quebradas de los ríos Tránsito y Carmen que constituyen el río Huasco, y cuyos puntos avanzados son Placilla de Tránsito y San Félix de Carmen. b) En la hoya del Coquimbo, Rivadavia, en la confluencia del Turbio y del Claro, Totoralillo de Turbio y Paihuano de Claro. c) En la hoya del Limarí, Ovalle, al O de la confluencia del Hurtado, Mialqui, en la del Rapel y Carén en el vértice del ángulo formado por la confluencia de los ríos Grande y del Mostazal. d) En la hoya del Choapa, Illapel, al S de la confluencia del río del mismo nombre y del Hornos; Chalinga y Sala manca en el vértice del ángulo formado por la confluencia de los ríos Choapa y Chalinga. En los valles las operaciones tendrán que concretarse á los caminos existentes, por no ser posible el tráfico fuera de ellos ya que los cierros, tapias, pircas, cercas vivas, etc., con que se deslinda la propiedad, son construídos de modo á impedir la salida del ganado que pace en libertad en los potreros, constituyendo así obstáculos insuperables para los institutos montados. La defensa de las hoyas de que nos ocupamos hacia al Nó S entra en el dominio general de la táctica y, por lo tanto, no nos corresponde tratarla más ampliamente. Como decíamos en los comienzos de este análisis, la importancia estratégica de las líneas que constituyen el sector contemplado, aumenta á medida que ellas van acercándose á la cuenca del Aconcagua, ya que las del Choapa, Petorca y Ligua podrían servir para constituir la base secundaria de operaciones de un ejército que después de trasmontar los Andes, tomara como objetivo la ocupación de Santiago ó Valparaíso, envolviendo así las posiciones que dominan los desfiladeros existentes en las cuencas del Putaendo, Colorado y Aconcagua, que cruzan las líneas de operaciones que del oriente se dirigen á esos centros, que son los de mayor importancia estratégica de la República. CAPÍTULO V HOYAS DE LOS RÍOS ACONCAGUA Y MAIPO § 31 HOYA DEL ACONCAGUA La cuenca del Aconcagua (1) es de superficie relativamente reducida, pues el sector que abarca está ocupado por las ramificaciones de la cordillera de la costa que estrechan el espacio correspondiente al valle longitudinal. Sus límites son: al N la línea anticlinal que al S del paso de la Honda se dirige al portezuelo del Portillo, de donde corrre al S hasta el cerro del Cuzco, y pasa, en seguida, por el cerro del Morado, la cuesta de la Jarilla ó de la Mostaza y la de los Ángeles, el Alto de Putaendo, el cerro de Curichilonco, la cuesta del Melón y los cerros de Dumuño, por cuyas ramificaciones remata en la costa del Pacífico. Al E la línea anticlinal de los Andes que separa las aguas continentales desde el cordón desprendido al S del paso de la Honda, por los 32°17'13', de lat. S y los 70°16′36′′ de long. O hasta el cerro del Juncal, que se halla aproximadamente por los 33°6′20′′ de lat. S y los 70°4'29" de long O. Al S el límite sigue la línea anticlinal que del cerro del Juncal se dirige á los cerros del Plomo, Potrero Alto y del Altar, y pasa en seguida por las cumbres de la Paloma, de San Francisco, cerro del Cobre, cuesta de Chacabuco, cerro del Roble, Altos de Lliu-Lliu, cerros de Marga Marga, Alto de los Cóndores y cerros de Torquemada y de Reñaca, rematando á orillas del Pacífico inmediatamente al N de Viña del Mar. La principal corriente de agua en esta hoya, es el río Aconcagua (1) Chilean Argentine Boundry Arbitration. Chilean Statament. Pl. III.— London 1902. LUIS RISO PATRÓN.—Mapa Geográfico de la Región andina, comprendida entre los 31°20' y 32°40', etc. Segunda Sub-comisión chilena de limites. |