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una elevada eminencia, resguardado por una fuerte muralla, y en rela cion con los fuertes de Viana, Laguardia, San Vicente y Peñacerrada, su toma libertaba á la Rioja alavesa de la dominacion carlista, y quitaba aquel centro del que partian sus dueños á efectuar correrías para hacer exacciones.

Preparados los obreros que habian de disponer el camino para poder conducir la artillería, salieron de Viana en la noche del 13 de Julio, las tropas que antes de la madrugada debian tener circumbalado el pueblo; fué el conde al dia siguiente, intimó la rendicion el 15, la rechazaron sus defensores, rompióse el fuego por ambas partes, y al ver los carlistas que no acudia el auxilio que esperaban, y que la artillería liberal introducia con grave daño sus proyectiles en el recinto defendido, suspendieron su fuego, enarbolaron bandera blanca y se rindieron á condicion de ser cangeados.

Dueño el conde de Luchana de este punto, situó sus tropas en Lerin, Lodosa, Mendaza y Sesma, y volvió á fijar su cuartel general en Logroño. Entre Viana y Lodosa era la concentracion de las fuerzas liberales, teniendo el doble objeto de estar á la espectativa de los movimientos del enemigo, podérselos estorbar, y secundar en alguna parte los deseos del gobierno de Madrid, que soñaba con la ocupacion de Estella, considerándola como la conclusion de la guerra civil. Aunque no ignoraba Espartero lo que valia aquel barranco, considerándole como un paso avanzado, se proponia caer sobre Estella para seguir despues el plan de campaña que tenia premeditado. Dispuesto en Logroño y Puente la reina un respetable parque y todo lo necesario (1), ansiaba el ejército, con su acostumbrado entusiasmo, rendir aquel decantado baluarte enemigo. Pero la alternativa de las cosas humanas, en que parece consistir la vida de las naciones, así como la de los indivíduos, detuvo estos movimientos. Fué la causa el desastre de Oráa ante Morella, que no pudo menos de afectarles. Aun insistia, sin embargo, Espartero en caer sobre los carlistas, para indemnizar en el Norte lo que se perdia en el Oriente; pero tambien habia descalabros en el centro, y el triunfo conseguido en la siera de Burgos por Balmaseda sobre el coronel Coba, el aviso que desde Molina dió el general Latre, ministro de la Guerra, de haber pasado Merino con fuerzas regulares para los confines de quel señorío, en direccion de la espresada sierra, y las incursiones de Carrion y Modesto en Castilla, así como el movimiento que hácia el Moncayo hizo Cabañero, obligaron á desistir del proyectado ataque, y dispuso el ge

(1) Gracias al millon y medio de reales que con la garantía de sus bienes particulares pudo reunir en veinticuatro horas, pues el gobierno no le enviaba un céntimo.

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neral en jefe que pasara el coronel don Cayetano Olloqui con dos fuertes batallones y un escuadron, á la provincia de Soria, destinando igual fuerza á la de Burgos.

Desmembradas así las de su inmediato mando, quedaba imposibilitado para emprender operaciones decisivas; siendo culpable el gobierno que no facilitó los recursos que con tanta insistencia pidió Espartero para sacar los debidos resultados de la derrota de Peñacerrada.

DISPOSICIONES DE MAROTO.

XXIV.

Al saber Maroto, que tenia un ejército junto á Estella (1), los preparativos de Espartero en su contra, se aprestó á su defensa, ya trazando atrincheramientos y cortaduras en los cerros y puntos que le parecieron defendibles, ya ordenando que ningun vecino ni familia permaneciese en los pueblos que ocupasen las tropas liberales, ya en fin, haciendo aprestos y mostrando una actividad y entusiasmo, que alentó el abatido espíritu de los carlistas (2).

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12 Regimiento de lanceros de Navarra.

13 Primer batallon de Navarra.

14 Medio batallon del 11 de Navarra.

15 Cuartel general y cuatro compañías del

batallon 11 de Navarra.

(2) Al efecto publicó esta proclama:

Tercera division.-Batallon de Vizcaya.

id.

9. de Castilla.
10.° de id.

25 Dos batallones de Alava.

27 5. de Vizcaya.

28. 1.o de id.

«Voluntarios; ensoberbecido el enemigo con las ventajas que ha conseguido últimamente, se prepara a atacarnos, marcha á Estella, despues de haber organizado una division sobre nuestras líneas, espera encontrarnos abatidos y se promete vencernos fácilmente: probémosle que se engaña. Acordaos de que en todos los combates, aunque inferiores en número, siempre habeis sido vencedores; recordad las glorias de Asarta, Alsasua, Artaza y Gulina, las batallas de Descarga, de Arquijas, de las Rocas de San Fausto y las llanuras de Vitoria, de la que se dió en las alturas de esta ciudad y de otras muchas no menos brillantes.

>>>El enemigo no ha olvidado de la manera con que le recibísteis en Arrigorriaga. Espartero,

TOMO IV.

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Mucho acreció este al ver que Espartero desistia de atacar á Estella, atribuyéndolo más bien á temor que á la causa que decimos; y si aumentaba la fuerza moral de los carlistas, disminuia tambien su union, porque mirando muchos con disgusto la reputacion que adquiria Maroto, escitaba rivalidades, y los más avisados, fingiéndose mayores amigos, trataron de dominarle é imponerle dañada é hipócritamente su voluntad. Pero no pensaba así el gobierno, y sin que dejemos de dar crédito á lo que asegura Maroto de que el mismo Teijeiro trataba de envolverle como á Guergué, tenemos á la vista algunas cartas particulares de aquel, escritas en el seno de la amistad y de la confianza, y no es posible dudar con su lectura de estas cualidades (1).

Pero ya es tiempo de que demos á conocer al que iba á dirigir el ejército carlista, y á representar uno de los papeles más difíciles é importantes, y que le ha colocado en una de las posiciones más críticas en que pueda verse un hombre. No es para nosotros muy obvia la tarea de retratarle: tenemos que luchar con las pasiones de partido, con vulgares preocupaciones, con errores históricos, y hallaremos á cada paso en el personage que nos ocupa obras y palabras que sirven para formar encontrados juicios. Afortunadamente no vamos á juzgar á Maroto solo por sus acciones y sus escritos; vamos á hacerlo por sus palabras y podemos retratar hasta sus intenciones. Hoy que la eternidad nos separa de él, podemos revelar más adelante importantes secretos que le prometimos conservar mientras viviese.

De buena familia nació en Lorca don Rafael Maroto el 18 de Octubre de 1783; estudió latin y filosofía en Cartagena, y siguiendo la carrera de su padre y abuelo, ingresó de cadete de menor edad en el regimiento infantería de Asturias. Al comenzar el siglo tomó parte en la guerra

á pesar de sus veinte batallones y la legion inglesa, hubiera visto su ejército destruido à no haber sido por una circunstancia imprevista que se opuso á nuestro completo triunfo; y sin embargo tuvo necesidad de buscar amparo ante los muros de Bilbao.

>>Obedeced mis órdenes, tened confianza en vosotros mismos, y el triunfo es seguro; presentaos, pues con valor al enemigo. Por esperiencia sabeis la suerte que os espera á vosotros y á vuestras mujeres, madres é hijos; todos sereis sacrificados: quemarán vuestras casas y destruirán vuestras cosechas; ya sabeis que el enemigo está sediento de sangre y no se satisfará sino con la muerte de todos vosotros. El que muere huyendo à la vista del enemigo, es un cobarde; los que teman, salgan de nuestras filas, pues no queremos con nosotros sino valientes. Confiad en vuestro general y sed vencedores ó morid en el campo del honor.-Rafael Maroto.» Tal importancia se daba á la defensa de Estella, que hasta el obispo de Leon, como delegado apostólico, dispuso que el 25 de Julio, dia de Santiago, «implorasen todos por su mediacion los auxilios del Dios de fos ejércitos, prra que los hechos de armas que confiadamente ocurririan en los campos de Estella, fueran propicios á la santa causa.» A las diez de la mañana habia de celebrar cada cabildo eclesiástico una misa solemne de rogativa con el Señor manifiesto, cantando á su final, y antes de la reserva, la letanía y preces.

(1) Véase documento núm. 32.

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