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»entonces manifestaré de donde le hube, en que Archivo permanece, y daré las demas pruebas necesarias para su legitimidad. Ahora baste asegurar que esté Chronicon le tuvo el insigne Español Benito Arias "Montano, el qual de órden de Felipe II. escribió al "gunos pliegos disfrutándole, y últimamente un epito»me de los Reyes que expresa, el qual de la propia letra de Benito Arias tuvo y conservó por preciosa memoria suya un Canónigo de Zaragoza, y una copia: ,,de él vino á mis manos, que cotejada con el Chronicon de Pedro concuerda enteramente en nombres de Reyes "y años, excepto dos que no puso en la linea Benito, "por las razones que dirá la historia á su tiempo. - iz

Estas alusiones tan misteriosas me obligan á hacer algunas consideraciones. Teniendo ya el Doctor Don Francisco Xavier de la Huerta el Chronicon en poder su yo, sin que nadie tenga accion para quitarselo; ¿qué ra zon puede haber para no decir de donde le hubo, y en qué archivo permanece, y las demas pruebas nece sarias para su legitimidad? Por cierto que no puede ha ber prueba alguna de legitimidad, siendo así que el. mismo Chronicon manifiesta su propia suposicion. El Doctor la Huerta le hubo del original de Pellicer, y lo calla. El Doctor Benito Arias Montano no tuvo en su poder tal Chronicon; pues no le citó en una de tantas; obras, como imprimió, y dexó manuscritas, y aunque no he leído todas éstas ; lo afirmo con seguridad de que un hombre stan erudito en todo. género de letras y no podia citar con aprobacion (segun se supone un Chrom nicon tan delirante. Fuera de esto no le enseñó á su amigo 'Ambrosio de Morales, á quien sabemos prestó la historia de Lucas Obispo de Tuy. Y siendo tan amigos.como testifica Morales en su Chrónica, y Montano en su Retórica, no le ocultaría tan gran, tesoro ; y mucho menos Tom. XVII

I

á su eruditísimo Discipulo Pedro de Valencia; y finalmente no se halla en la librería de San Lorenzo, siendo así que el Don Benito Arias leyó sus manuscritos al Señor Don Felipe II.o para que se colocasen en ella. Digo mas: habiendo muerto aquel insignísimo varon en el año 1598. no pudo escribir algunos pliegos disfrutando este Chronicon: porque como mas adelante probaré, en tonces aún no se habia fingido. Los pliegos pues que se alegan, si son legitimos de Arias Montano, fueron anteriores. El Canónigo de Zaragoza, que se afirma tenia di chos pliegos originales; no se dice quien es, y quando se publique su nombre, será de alguno ya difunto, que si no se aparece, no parecerá para dar testimonio. Lo que el Doctor Don Francisco dice que tiene, es una copia simple, copia que no hace fé. Vuestra Alteza juzgue si todas estas reflexiones persuaden que hay oculto algun engaño.

Yo entiendo que facilmente puede descubrirse por otro medio, que es observar, el origen del Chronicon, que se conserva en la Biblioteca Real, porque sien do el mismo el que piensa publicar el Doctor la Huer ta, averiguada su ficcion, está averiguada la de en◄ trambos.

-og En la Biblioteca pues de manuscritos del Rey nues tro señor, entre otros muchos originales de Don Josef de Pellicer hay uno en quarte, que es el quarto de sus obras varias, todo escrito de su mano, cuya letra conoz co; y he reconocido; el qual dibro empieza de esta manara: Ex pervetusto exemplari Dom. Laurentii Ramirez de Prado 1649. Petri cæsaraugustani oratoris Chronicon‹ Res gum seu Imperatorum Hispania.

Anni Mundi.

2777: Primus Tharsis &

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De esta suerte va continuando la série de los Reyes de

Es

España hasta Filocoro, á quien pone por Rey en el año 44. de la era christiana.

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Habiendo yo cotejado las fragmentos que cita el Doctor Don Francisco Xavier de la Huerta, en el primer tomo de su España primitiva en nombre de Pedro, con el original que se conserva en la Real Biblioteca; he hallado entre ellos una total conformidad. Asentado esto empieza Don Josef de Pellicer suponiendo que su copia estaba sacada de un antiquísimo exemplar del Señor Lorenzo Ramirez de Prado, y pone la fecha en el año 1649.

cada una,

Siento acordar á vuestra Alteza el malogrado ingenio y erudicion de Don Lorenzo Ramirez de Prado,capaz de ser uno de los mas ilustres varones de esta Monarquía, como él mismo no hubiese sido artifice de su propia infamia, pues siendo hombre que podia volar con su propia pluma se apropió las agenas, sin advertir, que siendo postizas, y sacadas de diferentes pájaros, habian de manifestar con la tal variedad de los estilos de la diversidad de sus dueños. No fue esto lo peor. Fue un hombre de espíritu tan corrompido, que por ostentar que entendia las impurezas de Marcial, quiso ser Maestro público de ellas, y Catedratico del dėmonio. Fuera de esto tuvo una extravagante inclinacion de urdir, y texer embustes agenos y propios, como se dexa ver en el Chronicon Adversarios, y descripcion de los Hermi torios de España, que hizo publicar en París año 1628.. en nombre de Julian Perez, Arcipreste de Santa Justina, y en las obras fingidas que hizo imprimir en Antuerpia año 1640. en nombre de Luitprando, Subdiacono de Toledo, Diacono de Pavía, y Obispo de Cremona, añadiéndole sus notas, y las que dexó escritas el Padre Gerónimo Roman de la Higuera sobre el Chronicon de Luitprando; siendo así que Roman de la Higuera fue

el mismo que ideó, y forjó las obras que corren en nombre de Flavio Dextro, de Marco Máximo, de San Braulion y de Heleca , y las que andan supuestas en nombre de Julian Perez, y de Luitprando, interpretadas y notadas por Ramirez, habiendo éste ocasionado, que se malograse el grande ingenio, y doctrina de Fray Francisco de Vivar, á quien por esta causa aplicó no sé quien el antiguo y verdadero adagio: mali corvi malum ovum. Juzgue vuestra Alteza que fé debe darse á tal depositario.

Don Josef de Pellicer da á entender, que copió este Chronicon en el año 1649. quando ya Don Lorenzo Ramirez habia executado tan indignas fechorias. Y esta es la primera vez que se halla noticia del Chronicon de Pedro. De manera, que habiendo éste sido insigne Orador, y Maestro de Oratoria en la Ciudad de Zaragoza desde el año 358. de la era christiana, pasaron 1291. años sin que escritor alguno Eclesiástico ó Secular, hiciese memoria de tal Chronicon, conteniendo tales, y tan extrañas novedades, que por su extravagancia pudieran ser la admiracion de los necios, particularmente en siglos barbaros; y por la misma razon, causa de risa, y desprecio de los hombres doctos. San Gerónimo, que celebró á Pedro treinta y siete años despues que habia merecido ya que le llamase el Santo Orador insigne, no dió noticia alguna de tal Chronicon, ni en la continuacion que hizo del Chronicon de Eusebio Cesariense, ni le habia contado antes en el eruditísimo libro de los varones ilustres, como lo hubiera executado, si Pedro hubie ra sido Chronólogo christiano como Julio Africano. Ni tampoco dió noticia de Pedro, Gennadio, Presbítero de Marsella en sus Escritores Eclesiásticos, ni Casiodoro en su instruccion de la divina Escritura cap. 17. donde trató de los Escritores Eclesiásticos, ni Honorio Augustodu.

pen,

nense, ni Sigiberto Gemblacense, ni Enrique Gandavense, ni el Anónimo Melicense, ni el Abad Juan Trithemio; y lo que es mas, no tuvieron noticia de tal Chro nicon San Isidoro, y San Ildefonso, Escritores Españoles, habiendo escrito de propósito de los claros varones, y especialmente de los de España.

Don Lorenzo Ramirez de Prado fue á quien tocó la dicha de tal tesoro, que ciertamente lo sería, á no haberse convertido en negros carbones que tiznan la memoria de quantos quieran valerse de ellos para hacerse famosos.

Con ser tantas y tan vehementes las sospechas de falsedad que tiene este Chronicon, por suponerse que vie ne de las manos de Don Lorenzo Ramirez de Prado; aún son mucho mayores por venir por medio de Don Joseph Pellicer, cuya memoria para mí muy ven ras ble, ni quiero, ni pienso ofender. Y por eso dis ingo en Don Joseph Pellicer dos personas muy diversas: un engañada y engañadora siendo mozo, otra de engañ.da y desengañadora habiendo entrado en mis elad Distincion es esta que hizo de sí el mismo Pellicer en va rias ocasiones. En su eruditisimo Sincelo pag. 277. número 102. hizo esta confesion: "Quando tomé la pluma en la profesion que elegi, no fue en retiro ó sole"dad alguna, sino en Madrid, donde Palacio, la Calle Mayor, el Prado, los dos Teatros de Comedias, "los Trucos, la Pelota, y otros exercicios cortesanos, "divierten tanto como embarazan, y en medio de tan"tos estorbos pude formar las obras que andan públicas "hasta el año 1635. Despues quando ya con la edad se "fue apagando aquel espíritu de la mocedad, sucedie"ron los cuidados de mi familia, aumentándose mas y mas cada dia." Fuera de esto, quando Don Joseph em

pe

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