Mandóme

andóme V. S. los dias pasados, que pues yo habia visto la mayor parte de las escrituras antiguas de aqueste Estudio, y tenia algunas noticias de las historias de España, y antigüedades de ella, hiciese una breve relacion de lo mucho que esta Universidad de Salamanca fue siempre, y de las ilustres cosas que aquí se han hecho, y como en ella mas que en otra' ninguna - del mundo se han conservado hasta ahora la lealtad, la religion, y la entereza de la fé católica, por donde ha merecido tantas y tan grandes mercedes, como los Sumos Pontifices en todo tiempo le han hecho, y tantas gracias y privilegios como los Reyes le han dado: porque le parece que importaría que nuestro muy Santo Padre tuviese noticia de esto, para que con mayor voluntad concediese, lo que V. S. le envia á pedir, y suplicar acerca de la provision de las Dignidades, y parte de Canongías de la Iglesia de Salamanca á personas graduadas de Doctores y Maestros por esta Universidad. Yo, aunque entiendo lo poco que para ello valgo, todavia por cumplir el mandamiento de V. S., y por ser gra

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las

to en algo a esta Universidad de lo mucho que de ella he recibido, determiné hacerlo, y no con poco trabajo he sacado de las Bulas y Privilegios, que en su Aṛchivo tiene, y de las Historias de Castilla, y Libros del Claustro de este Estudio, que son, como V. S. sabe, donde se escriben todas las cosas dignas de memoria, que en él cada dia pasan, este breve discurso, desde el tiempo que se fundó hasta ahora, donde se verán en particular las muchas gracias y privilegios que los Reyes de Castilla á esta Universidad han dado, y grandes rentas de que en tiempos pasados la dotaron, de las quales, aunque al presente ninguna tiene por las causas que diré abaxo, no se ha de mirar sino la voluntad y animo con que los Reyes las daban, por los muchos y muy léales servicios que de este Estudio recibian, como ellos lo dicen en sus cartas y privilegios. Verse há tambien el mucho caso que de ella siempre hicieron, y la gran. de reputacion en que la tuvieron; pues quando se juntaban los Procuradores de Ciudades, y los Grandes del Reyno á jurar los Reyes y Principes, como es costumbre en Castilla, á sola esta Universidad enviaba el Rey carta, para que con solemnidad se hiciese aquí el homenage y juramento de fidelidad, como que allí junto se tomaba el homenage á mucha parte de la nobleza de España. Asimismo se entenderá, como toda la renta que hoy tiene ha sido dotacion de los Sumos Pontifices, que aplicaron para ello parte de los diezmos del Obispado, y como tuvieron esta Universidad por tan principal cosa, que mandaron que á ciertos tiempos se juntase Concilio Provincial, para que en él se proveyesen las Cátedras, y se tratase de las demás cosas que al buen gobierno de ella pertenecian; y como despues por le dar - mas autoridad enviaban Cardenales Legados, á que la visitasen, y reformasen, ó cometian la visita á muy

principales Prelados de España: y como no contentos con esto ellos mismos, mostrando afecto de verdaderos padres, sin serle pedido por la Universidad de Salaman ca, hacian constituciones para el bien y acrecentamiento de ella, como hoy las tiene y guarda, y se gobierna por ellas. Entenderse há tambien, como luego que eran electos Sumos Pontifices, lo que no suelen hacer sino con Emperadores y Reyes, enviaban sus mensageros propios á esta Universidad, avisándola de sus creaciones, y encargándola que rogasen á Dios por ellos, teniéndola siempre por la mas devota y obediente hija que en la Christiandad habia. De todo lo qual, y de otras cosas que contaré, se entenderá la razon que su Santidad tenia de hacer á esta Universidad la merced que ahora se le suplíca. No pienso ocuparme en contar los grandes hombres que en todos tiempos ha habido en aqueste estudio, ni las excelentes obras que se han escrito, porque sería muy larga historia. Solo diré de algunas cosas, que aunque le son accesorias, todavia le dan lustre y autoridad. Y porque algo de lo que aquí he contado, hasta ahora no ha habido mucha noticia, ó se tenia entendido lo contrario, me pareció poner las mismas palabras de las Bulas y Privilegios que de ello hablan, en el lenguage que están escritas, y en lo demás alegar los lugares de donde se tomó ; porque el que algo de ello dudare, pueda si quiere ir á verlo. Y porque los que hasta aquí han escrito las cosas de España, por no haber visto los privilegios de esta Universidad, tienen creído que fue trasladada aquí de Palencia, será bien desengañar de ello al principio, y mostrar como entrambas se hicieron juntas: una en el Reyno de Leon, y otra en Castilla, aunque algunos despues la Universidad de Salamanca, como la Vaca gorda del sueño de Faraon, se tragó el flaco estudio de Palencia.

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Es, pues, así que cerca de los años del Señor de 1200, como se cuenta en la Historia General de España, Don Alonso Rey de Castilla VIII., hijo del Rey Don Sancho el Deseado, y nieto de Don Alonso el VII. (a), que se llamó Emperador de las Españas, envió por todas tierras por Maestros de todas artes, é fizo escuelas en Palencia muy buenas é muy ricas, é daba soldadas cumplidamente á los Lectores, porque los que quisiesen aprender no lo dexasen por mengua de Maestros. A este mismo tiempo, segun se cuenta en un Privilegio del Rey Don Fernando el Santo, Don Alonso el IX.o, Rey de Leon, hijo del Rey D. Fernando el II.o, y nieto del mismo Emperador D. Alonso VII.o, ordenó de hacer él tambien escuelas en su Reyno, porque sus naturales no tuviesen necesidad de salir fuera de él á aprender, y escogió para el asiento de ellas la Ciudad de Salamanca, por ser lugar sano, de buenas aguas, y pro veido de muchos y buenos bastimentos, que son las calidades que el sábio Rey Don Alonso pone en sus Partidas (b) que ha de tener el donde estudio general se hi

cie.

(a) Don Alonso VII., Rey de Castilla y de Leon, que se llamó Emperador de las Españas, tuvo dos bijos, al ma· yor, que fue Don Sancho el Deseado, dexó los Reynos de Castilla, y á Don Fernando, que era el segundɔ, el Reyno de Leon. Don Sancho murió desde á un año que comenzó á reynar, y sucedióle su bijo Don Alonso VIII., que hizo la Universidad de Palencia. A Don Fernando heredó su bijo Don Alonso el IX. que bizo la Universidad de Salamanca. Este fue casado con Doña Berenguela, bija de su primo Don Alonso VIII., Rey de Castilla, y de ella hubo al Rey Don Fernando el Santo, que tornó á juntar en uno los Reynos de Castilla y Leon.

(b) En la ley 2. tit. 31. Partida 2.