Imágenes de páginas
PDF
EPUB

1

te,

4

que, sino tambien muchos adultos, pues à mas de los que se habian ido en seguimiento de aquel partido, que daron para desterrar, y perdonar; y estos no serían Ra meras, Panaderos, ni Cirujanos de los Hospitales, que tan diestramente, en pluma del Marques, habian manejado en servicio del Rey las armas de la luxuria, la avaricia, y la impiedad. Ni fueron tan medidos, que dexasen de executar los desórdenes, que hubo en la primera entrada de los enemigos, ya lo manifestó Staremberg en su carta de respuesta á Vandoma: y en esta segunda, aquel Caballero, de quien referí algunas cartas en asunto de Panaderos, fue de los que dexando su casa, siguieron al Rey, y despues, vuelto á la Cordió cuenta de ello al Cabildo Eclesiástico de Valencia con carta de 31 de Diciembre del mismo año 1710, y en ella refirió los trabajos de su familia, que se habia quedado en Madrid, ocasionados no de las tropas enemigas, sino de sus naturales vecinos, y añade: y esto á tiempo que yo he seguido la dilatada peregrinacion de la Corte, gastando, y empeñándome en lo que Dios sabe si puedo pagar, pero todo lo doy por bien emplea do, pues la divina misericordia me ha preservado del contagio, en que tantos han sido los comprehendidos. Asimismo en otra carta de 4 de Febrero 1711 escribió: Este Lugar (habla de Madrid) está entregado á la su ma melancolía; porque no estando los Reyes, es un ga nado sin pastor: á mas de eso, como los mas de los dias se executan destierros, y á otros se les tolera, que debian ser iguales en el padecer, engendra malos humores, de que nace estár los habitadores con poco gusto.

Vea el Marques de San Felipe si sin motivo expidió el Rey el siguiente Decreto: La peste de la desafeccion, y difidencia se ha extendido, y radicado tan lastimo

sa

samenté, que ni la experiencia de la templanza de castigo en algunos, el desprecio en muchos, y el disimulo en no pocos, ha bastado para extinguirla ; y quando la enmienda se debia esperar como fruto necesario de los horrores padecidos en el trato enemigo, y de las misericordias visibles de la liberal providencia de Dios en su confusion, y en nuestro amparo, se oye, no sin admiracion y escandalo, que el error se exâita en algunos á obstinacion no disimulable: y como la lentitud en el castigo, y en las providencias, á los protervos sirva de endudecerlos, y á los buenos y fieles de desconsuelos: He resuelto, que el Consejo séria y eficazmente trate, discurra, y consulte esta materia, y dividiendo los difidentes segun su estado, sexô y calidad en diferentes clases de los que se han ido con los enemigos, de 'los que han pretendido servirlos, y ser instrumento de su usurpada autoridad, de los que han solicitado sus gracias, de los que besaron la mano al Archi-Duque, y finalmente de los que gobernados de la necesidad y malicia, hablaban con desafeccion, y poseídos de la obstinacion, prosiguen en la maldad: me proponga el Consejo lo que segun Dios, y reglas de buen gobierno, sea licito, y conveniente executar con cada uno; teniendo presente, que la justificacion, por sumaria, la experiencia ha mostrado ser medio, no solo ineficáz á apurar la verdad, sino propio á desvanecerla, con imponderables perjuicios suyos, y descrédito de la justicia: y haciéndose cargo el Consejo de que si bien por mi propension à la piedad, haya declinado considerablemente á no castigar debidamente los delitos; por la obligacion de oficio de Rey no debo, ni puedo resistirme á rodo lo que consideráre remedio eficáz de los daños. Campo Real de Zaragoza 9 de Enero de 1711,

Que

Que este Decreto se encaminase a lo sucedido en la Corte, no admite duda, así por ser de donde acaban de salir los enemigos, como porque en Valencia no solo no hubo novedad, sino antes bien, como se dirá á su tiempo; no se exercitó en otro, que en repetidas rogativas por los felices sucesos de las Reales armas del Rey: no por Aragon, pues tambien se portó de manera, que estuvo S. M. con animo de consolar á ambos reynos; y tambien porque el conocimiento de aquellas causas se encargó al Consejo de Castilla, y no á las Chancillerías de Valencia, ni Aragon.

[ocr errors]

Y así en todas partes hubo de bueno y de malo, y aún no todo lo que pareció bueno, fue perfecto, segun el mismo Marques, pues refiriendo el gran consejo que se tuvo en Portugal en el año 1705, sobre por qué parte se habia de empezar la guerra, dice: Que el vos to de Gallobay fue, que por Lenguadoc: el del Prínci pe de Darmestad, que por Barcelona, y el del Almirante de Castilla, que por la Andalucía; y entre las razones con que éste esforzó su dictamen, escribe en la página 195, fueron: "Que nunca obedecería Castilla "Rey que entrase por Aragon: Que sería pertináz al Rey Felipe en el amor Castilla, si presumian los Rey"nos de Aragon darle la ley: Que si llegaba el Rey (esto es el Archi-Duque) á Madrid por el Betis, el Duero, y el Tajo, afianzaría su trono pero que si niba por el Segre y el Ebro, no podia permanecer en él.“ Y estas razones las confirma el mismo Marques en la pagina 264, diciendo: "Que mantuvo mucho el ánimo de los Castellanos la natural vanidad de no ser "conquistados.de Aragoneses y Catalanes, y ultrajados de Portugueses, á los quales despreciaban, y "aborrecian."

Pero la lealtad de los Castellanos tiene mas firmes fun

i

. Tom. XVIII,

N

da

damentos que los que expresa el Marques de San Feli pe: y por qualquiera parte que el Rey legítimo hicie se paso para sentarse en su trono, le hubiera servido Castilla con su natural constancia y fidelidad.

PUNTO SEGUNDO.

'Donde se refiere lo sucedido en Valencia en la pasada próxîma guerra, basta que volvió al dominio del Rey, y se verá quánto en su daño calló el Padre Miñana y erró el Marques.

Antes que en parte alguna de España se pensase, ní

pudiese pensar en Felipe V., ni en Carlos III.°, tuvieron origen las desgracias de Valencia; pues reynando Carlos II., fueron tantos los Lugares de la Marina en el año 1693 sedicionandos con el diabolico dictamen, esparcido entre ellos, de que eran injustos los derechos Dominicales que pagaban á sus legitimos Señores, que con el deseo de exîmirse de ellos, empezaron tumultuarse de suerte, que el Cabildo Eclesiástico, con escritura que recibió Juan Bautista Queito en 16 de Julio de dicho año, deliberó se hiciesen solemnes rogativas, implorando la divina misericordia; y el Marques de Castel-Rodrigo, Virrey de Valencia en aquel tiem

po,

hubo de aplicar la fuerza, viendo no bastaban las persuasiones, y juntando las milicias del Reyno contra ellos, consiguió amortiguar aquel fuego por entonces; pero quedando oculta la llama, pasó despues á incendio que abrasó todo el Reyno.

Reynando ya el Gran Felipe V.o, y declarada la guerra por la Casa de Austria y sus aliados, con pre. tension á la Corona de España para el Archi-Duque Carlos, aclamado Rey en Viena de Austria, y empezando la Armada Inglesa á invadir las costas de Espa

nas

ña; resolvió Valencia levantar a sus costas un tercio de, 600 hombres, para servir con él á S. M.; pusolo luego en execucion, nombrando para su Maestre de Campo Don Joseph Riera, soldado experimentado en Italia, donde habia servido mucho tiempo á Carlos II. : y Valenciano, como lo eran todos los demás Oficiales y soldados; y estando completo, fue entregado á S. M. en Abril de 1704; y por su Real órden se embarcó el tercio luego en el Grao de Valencia para Cadiz, y se mantuvo á expensas de la generalidad del Reyno, hasta que por haber ocupado las armas enemigas á Valencia, cesaron las pagas, y S. M. le tomó á su sueldo, mudándole el nombre de tercio de Valencia en Regimiento de Jaen, con el qual continuó en desempeñar su obligacion como antes, en quantas funciones se halló, siendo una la batalla de Almansa, hasta que habiendo muerto en el sitio de Xativa su Teniente Coronel con otros oficiales y soldados, y poco despues el Coronel Don Jo: seph Riera, tuvo por bien S. M. de reformarle con otros Provinciales, en la revista que pasó en la Villa de Cullera, del Reyno de Valencia, el Inspector Conde de Carni por Octubre de 1707.

En 12 de Mayo del mismo año 1704, estando congregado el Cabildo Eclesiástico en su Aula Capitular, por tener noticia que el Rey habia salido á campaña, y que se hallaba con su exército en las fronteras de Portugal, deliberó, segun Escritura que recibió Juan Symian, su Secretario y Escribano, se hiciesen rogativas por la felicidad de las Reales armas, deliberándose las mas solemnes, y quiso el Arzobispo celebrar el primer dia de Pontifical. Despues en 2 de Junio con otra escritura que recibió el mismo Symian, con el motivo siguiente, -traducido del Idioma Valenciano al Castellano: Atendiendo, y considerando que se han tenido diferentes

« AnteriorContinuar »