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Para tratar este asunto con el fundamento que se requiere, se buscan y solicitan todas las noticias que pue dan contribuir al acierto, valiéndose de autores, y de personas eruditas que las subministren con seguridad, y siendo yo sabidor de las acreditadas circunstancias de vmd. contemplo que ninguno podrá mejor exponer su sentir en esta materia, ni informar de las antigüedades que se inquieren, esperando yo deber á vmd. el favor de que satisfaga en esta parte á mi deseo.

Los monumentos que nos han quedado de los Romanos, son los únicos testimonios en que se pue'de fiar la investigacion de las medidas que usaron así en sus edificios, como en la determinacion de sus millas.

Comunmente concuerdan los Escritores Valencianos, en que la tercia de la vara, ó el pie de Valencia es igual al Romano del Congio; pero hallándose en Roma 'diversos pies de que usaron los antiguos, importa saber con fundamento de donde se tomó el Valenciano, y con que formalidad, que segun se cree fue de órden del Rey Don Jayme el Conquistador.

Igualmente importaria saber si este pie Valenciano ú Romano, es el que estilaron los mismos Romanos en España en sus medidas así de arquitectura como de

caminos. .

Estas particularidades son por ahora las que se desean, y de que pido á vmd. me instruya con las noticias que tuviere adquiridas, y las que de otras antigüedades le constasen, ó puedan indagarse de las ruinas de Sagunto, ú otros semejantes vestigios.

Ofrezco mi voluntad á la disposicion de vmd. rogan. do á Dios guarde su vida muchos años. Madrid 14. de Mayo de 1757. B. L. M. de vmd.su seguro servi

dor

dor = El Conde de Aranda = Señor Don Gregorio Ma yans y Siscar.

La respuesta que dió nuestro autor es la siguiente:;

EXCELENTISIMO SEÑOR,

SEÑOR

Vuestra Excelencia manda á quien años há que desea

emplearse en su servicio. Recogere los apuntamientos que tengo sobre la legua Española, pie Valenciano, y su origen, ý conformidad con el Romano, Será dicha mia tener á V. E. por censor; y en todos tiempos y ocasiones procuraré acreditar á V. E. mi siempre pronta obediencia.:

Dios guarde á V. E muchos años como desco y he menester. Oliva á 21. de Mayo de 1757. = B. L. M. de V. E. ± su mas obligado servidor Don Gregozio Mayans y Siscar Excelentísimo Señor Conde de Aranda. E

En consequencia de este encargo, y de la sincera vo Juntad con que ofreció satisfacerle Don Gregorio, luego que le tuvo concluido, lo remitió en carţa á S. E, que es la siguiente :::~

-1M choys✪ noⱭ ri?=alam?, EXCELENTISIMO SEÑOR.

- SEÑOR, carroun bil omp an Egoi mă Habiendo Dios con su inefable bondad,

sabiduría y poder, dado ser extendido á todas las cosas materiales; consiguientemente las hizo medibles, como nos lo enseña su misma sabiduría en el cap. II. vers. 21. diciendo: que ordenó todas las cosas con medida, número y peso. Y siendo la medida la grandeza y cantidad de cada una de las cosas, notable por ciertos y continentes términos, puso Dios en ella la justicia, como lo ad vició Isaías en el cap. 28. vers. 17 porque segun su divina providencia su uso es necesario para la igualdad de los contratos, como se lee en el Levitico cap. 19. vers. 3.5. Es tambien necesario el conocimiento de las medidas para el uso, y explicacion de las cosas materiales, porque sin él ni se haria juicio de la perfeccion de las naturales, ni ésta se pudiera imitar en las artificiales, por no haberse entendido y observado en aquellas. Habiéndo-se pues introducido en el mundo muy desde su princiepio las artes necesarias para el sustento y comodidad de la vida humana, como la agricultura,. Genesis cap. 2. vers. 10. 16. 17. 23. cap. 4. vers. 2. la vestuaria, vers. 21. la pastoril el mismo cap. vers. 2. la arquitectura vers, 20, la herreria vers. 22., y otras, sin las quales no se podria, vivir acomodadamente; fue necesario que los hombres tuviesen un facil modo de explicarse en óden á las medidas. Y como en todas las cosas lo mas frequente es valerse de lo que está mas expuesto á los sentidos, y es mas usual; hallando en sí mismos las medi

A

das,

das, y observando el mas fácil modo de hacerlas entend der, se valieron de ellas para su explicacion, como agu damente lo observó el mas célebre Maestro de los Arquitectos Marco Vitrubio Polion, en la prefacion del list bro tercero de Arquitectura, y el eruditisimo San Isidoro en el lib. 15. de sus etimologias cap. 15. usando los hombres para señalar las medidas de sus propios dedos, palinos, codos, brazas, pies, pasos y trancos, par tiendo, ó multiplicando estas medidas, y dándoles sus distintos nombres de la manera que lo explicaron el mismo Santo en el dicho capitulo y en el siguien té, el Maestro de todos los Españoles Antonio de Nebrija, en su eruditisíma repeticion de las medidas, y el doctísimo Guido Morel en su abreviada cuental del As de Budeo para la moneda, pesos y medidas de España.

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2 Como los caminos, pues, són necesarios para el trato, comércio y uso de la vida humana, ha sido cosa practicada en todas las naciones usar en ellas de ciertas medidas notando las distancias, cuya “observacionalis via la fatiga de los viajeros, y da alientos para proseguir su camino, como lo dixo bien Quintiliano en el lib. 4. de sus Instituciones oratorias cap. 5 y Rutilio Numaciano en su Itinéfario lib. 2. cap. 7. y así diœœ San Geronimo en el cap. 3. sobre el Profera Joel (á quien siguió San Isidoro en el lib. 15. de sus etimologias cap. 16.), que no era cosa de adiniracion, que cada nacion señalase con ciertos nombres propios de sus lenguas ciertos espacios de los caminos, diciendo (pongo por exem pró) los Latinos mil pasds', los Gallos leguas, los Persas parasangas los Egipcios esquenos cada una de las quales medidas tenia su propia extension. De la India Ôfiental réfiere Estrabon en el lib. 15 y del sulgeografid

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pag.

(

pag. 487. que los Magistrados que cuidaban de las vi
tuallas, mandaban hacer los caminos, y que á cada diez
'estadios ponian una piedra, que señalaba los apartamien-
tos de los caminos, y las distancias. Y de los Peruanos
dice el Inca Garcilaso de la Vega en el lib. 6. de los Co.:
mentarios Reales cap. 7. que á cada quatro leguas tenian
dos chozas, donde habia quatro ó seis mozos ligeros,i
que servian de correos para llevar las noticias de Im-,
portancia.v

15361 Alabo pues la atencion que pone V. E. en la ave-

riguacion de la legua Española para la inteligencia

de los historiadores, conocimiento de las situaciones de

las poblaciones antiguas, extension de los territorios,

regiones, y provincias, y para el uso de hoy: materia de

que hay mucho escrito, poco dicho, y menos averigua-

do. Yo quedaré muy satisfecho con la gloria de haberse

dignado V. E. de mandarme que diga mi sentir, y con

el gusto de obedecer á V. E. ofreciendo á su censura lo

que he recogido, y encomendando á su gran juicio el

acierto de la resolucion.

4 Supuesto pues lo que dixo San Isidoro en lib. 15.

de las etimologías cap. 16. que los Españoles llamaban

millares (hoy millas) á la medida de los caminos, en cu

yo lugar despues se substituyeron las leguas, con ma

yor extension de medidas; tratemos primeramente de

las millas, y, despues de las leguas, para ver si se pue

den observar, sus justas medidas, y la proporcion que

tienen entre sí.40.1 cmon conte nos solive

5 Polibio natural de Megapolis de Arcadia, histo

riador gravísimo, que escribió en España en tiempo de

la guerra contra Numancia, como Griego que fue, ha-

blando de las medidas de los caminos, usó de los esta-

dios y tratando de las cosas de España en el lib. 36

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