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ymbié al capitan Pero de Gamez a tomarlo para asegurarlo, e a tomar maiz que abia entonces necesidad dello; tomose cierta xente, la qual parescerá por el repartymiento que della se fizo; fecha la dicha cabalgada, el dicho Qricombe ymbió a decir que queria venir de paseo, è vino luego otro dia, e ansi mismo otro gran pryncipal que se decia Copocho, a los quales se les fizo, todo el tiempo que allá estobimos, muy buen tratamiento, e se les dieron camisas e bonetes, e yban e venian al Real todos los más dias que allí estobimos; e se les dieron todos los yndios e yndias que pydieron, de las que se le abian tomado; e doce o quinze yndios que les pedí, que abian dellos necesidad para las cargas e maiz, me los truxeron; e al tiempo que nos partimos de allí para yr adelante en seguymiento e prosecucion deste viaxe, los dichos pryncipales salieron con nosotros; e porque tenia dos crystianos muy enfermos e non podian caminar, el uno que se decia Miguel Sanchez e otro que se decia Pero de Arevalos, se los dexé a los dichos pryncipales, uno a Chyri e otro a Qricombe, los quales al parescer los rescebieron con tanto placer como si les dieran una gran cosa, e se ofrecieron de los curar e tener muy gordos para quando tornase; e agora a la vuelta que volvimos de París, sopimos por cierto e aquí lo pueden Vuestras Señorias saber de los yndios si quysieren, que non fuimos ydos, quando luego los dichos caciques o yndios fycieron sus asientos; e taxada a taxada, e

poco a poco, les fueron cortadas las manos e brazos, fasta. que los mataron.»

Deste capítulo se pueden Vuestras Señorías e Mercedes ynformar del Capitan Pablo Mexia e de Pero de Gamez, e del Padre Diaz e de los otros compañeros que con ellos andobieron continuamente.

«Estando en la dicha provyncia de Chiama, porque los dichos pryncipales Chyri e Qricombe me dixeron, preguntándole por el cacique Chiama, quel dicho cacique con muchos pryncipales estaba uido en la tierra e provyncia del cacique Mae, e a esta cabsa e porquel dicho Mae acoxia e favorecia al dicho Chiama, yo con los capitanes Pablo Mexia e Pero de Gamez e Bartolomé Hurtado, con el dicho Chyri que dixo que queria yr con nosotros a la dicha provyncia, fuimos a la dicha provyncia, demás questá como de acá vamos, sobre la mano yzquierda, tres leguas de la Mar del Sur, e allí llegamos; se tomó e prendió al dicho cacique con otros ciertos yndios, el número de los quales parescerá por el repartymiento que dellos se fizo; e ansí tomado el dicho cacique e la dicha xente, le fize todo el buen tratamiento que yo pode, asentandolo a comer a mi mesa; e porque cierta ynformacion quel dicho cacique de ciertas havas de oro dempues de haberle fecho el requerymiento que sus Altezas mandan que les sea fecho, e de aber respondido el dicho cacique que queria ser vasallo e servidor de Sus Altezas e dar el oro que abia, aunque era poco, e facer

servycios para los crystianos, e ymbiando ciertos yndios que abia, para que los truxesen, los quales uon truxeron más de fasta obra de veinte o treinta castellanos, le eché una cadena para amedrentallo para que nos diese el dicho servicio doro, en la qual estobo uno o dos dias; e dempues el dicho cacique me pidió que lo soltase, quel traería el oro e su xente para que me vyniesen a ver, e yo le solté e pose en su libertad e le dí lycencia para que se fuese, el qual fué e vino luego otro dia con fasta veinte yndios gandules, e el dicho cacique e yndios traerian de presente hasta otros treinta o quarenta castellanos doro e perlas; e ansi traidos, dempues de aber porfiado que truxese más, e visto como el dicho cacique non lo quiso traer aunque teniamos al parecer, muy ciertas noticias adondel dicho cacique tenia su boyo e sus muxeres e fixos e oro, e los capitanes e xentes que consigo estaban, me ymportunaban que les diese lycencia para yrlos a tomar, nunca lo quise facer porquel dicho cacique dixo que queria ser vasallo de Sus Altezas, e servir a los crystianos e facelles servycios, e que la xente que le habiamos tomado, aquella daba para servir a los crystianos; antes lo dexé libre a él e a todos los yndios que con él vynieron, e muy alegre e contento al parecer; e ciertos yndios que me dió para traer cierto maiz, que llegando a Chiama, se los torné a ymbiar e con ellos le ymbié a decir que vyniese a ver; e ansi mismo quando el dicho caci- .

que partió, se lo dixe, el qual lo fizo ansi e vino a verme a la dicha provyncia de Chiama, e allí estobo dos dias con un fixo suyo olgando, quera muchacho, el cual truxe e entregué al Padre Vysitador para que lo tobiese en San Francisco, e lenseñase Nuestra Sancta Fée Católica, certificando al dicho cacique, que se lo volveria dentro de veinte e quatro lunas con el fixo del cacique de las Perlas, ques taba ansi mismo en San Francisco, ques vecino del dicho cacique. De mas, cerca de lo contenido en este capítulo, se pueden Vuestras Señorias e Mercedes ynformar de los dichos capitanes que conmigo fueron, e de Diego de Mixaras, Veedor, e de Martín Esarte e del Padre Diaz, e de todos los demás compañeros que fueron en el dicho viaxe.»

«Venidos de la dicha provyncia de mas a Chiama, a donde quedó el capitan Diego Alvise con la carga, e despachado el Padre Diaz para facer saber a Vuestra Señoria como nos ybamos a la via de Chiyavare e Pacora con yntencion de castigar e reformar todos los caciques questhan en el camino, que son Caraame e Paruzaca e Tabanama, por aber sido en la destrucion del pueblo de Sancta Cruz e muerte de los crystianos, e de alli pasar a la provyncia de Naca e París a castigar, ansi mismo e a reformar e pacyficar e quebrantar la soberbia con que los caciques e yndios de aquellas partes quedaron del desbaraxuste e muertes de crystianos, e presa que fycieron al capitan Gonzalo de Badaxoz e a los crys

TOMO XXXVI

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tianos que con él fueron, segund que por las cartas que sobresta razon a Vuestra Señoria e Mercedes escrebí mas largamente, serian ynformals, nis partimos, creo que fue a nueve o a diez de Marzo del año que pasó, de mill e quynientos e trece años, en seguymiento del dicho viaxe, e fuimos, la una parte de la xente por la una parte del Rio Grande, questá entre Chiama e Pacora; e la otra, por la otra parte; e corrimos el dicho Rio, porque nos dixeron questaba alli acoxida mucha xente de Puturosa e Tomance; e por esta manera llegamos a la provyncia de Tom tace, que se disce Pacora. Abia ymbiado antes dende Chiama, al Capitan Diego Alvise con fasta ochenta ombres, con una ynstrucion que de suso en este prosceso se contiene, el qual estando allí, tomó cierta xente del dicho cacique, que le ymbió a llamar que vyniese de pazes, faciéndoles el requerymiento que Sus Altezas mandan que les sean fechos, e ymbia lo un pryneipal quel dicho Capitan tomó, que se descia Abray, el qual fué e vino munchas veces del dicho Capitan al dicho cacique e del dicho cacique al dicho Capitan, e ymbiaba por rempuesta el dicho cacique, que non queria venir, e otras veces que non osaba venir por miedo del cacique Potorosa que le ymbiaba amenazar; de manera que con él nunca se podo acabar que vyniese nin con los pryncipales e yndios del dicho cacique. Estobimos allí el dia que llegamos e otro dia syguiente, por non tener

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