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corona, y proclamaron á su hermano Don Alonso. Con este motivo Don Enrique estrechó su amistad con el Rei de Portugal (1), y los grandes del partido aragonés llegaron á temer que se verificase el casamiento de este monarca con Doña Isabel, á quien tenia en su poder Don Enrique (2).

Don Juan Pacheco, caballero de extraccion portuguesa, que se habia criado de doncel del Rei de Castilla cuando era príncipe, llegando por su proteccion á ser marqués y señor del estado de Villena (3), que fue anteriormente del Rei Don Juan de Aragon, habia continuado en su valimiento despues de subir Don Enrique al trono. Menos célebre en la história de los validos que Don Álvaro de Luna, pero no menos árbitro de los negócios del réino, le excedió ciertamente en la habilidad con que supo formar y dejar á su familia un gran estado, mantener hasta la muerte su privanza y evitar los azares en que se perdió la del condestable. Disgustado por este tiempo del favor que el Rei mostraba dar á Don Beltran de la Cueva, se apartó por algun tiempo de su servício y se agregó al partido de los malcontentos, entre los cuales hizo uno de los principales papeles, como se ve por la peticion que en 29 de setiembre de 1464 dirigieron á Don Enrique los grandes, prelados y caballeros reunidos en Búrgos, quejándose de su gobierno, pidiéndole que separase de su favor á Don Belesforzando el derecho del infante Don Alonso á la › y sucesion del réino. Y en manos del marqués juró el Rey el concierto hecho el 30 de noviembre del mismo año entre 3° Cabezon y Cigales, por el qual capitulando con sus vasallos se obligó á pasar por lo que determinasen cuatro jueces árbitros, dos por su parte y dos por la contrária, siendo el marqués uno de estos últimos. Pero apesar de todo y de que tuvo tambien parte mui principal en la escena de Ávila, siguiendo en lo público la voz del infante Don Alonso, mantenia al mismo tiempo relaciones secretas con el Rei, á quien ofre

tran

(1) Enriquez del Castillo, cap. 75. (2) Paléncia crón. año XI.

(3) Crón. de D. Juan II cap. 81, año 45.

cia sus servícios, y le disuadió de retirarse á Portugal, como lo pensó cuando se verificó la escandalosa ceremónia de su des tronamiento (1). No queria, como escribió el cronista Paléncia, ver á Don Alonso vencedor ni vencido (2): su plan era hacerse necesário á ambos, y mandar enmédio de las turbuléncias y discórdias.

No paró en esto la ambicion del marqués de Villena. Su hermano Don Pedro Giron, uno de los cortesanos mas familiares de Don Enrique en los princípios de su reinado (3), era maestre de Calatrava, y por consiguiente uno de los sefiores mas poderosos de Castilla. Alonso de Paléncia refiere (4), que los dos hermanos mirando la pereza é mala gobernacion que el Rei Don Enrique tenia en estos réinos, y acatada la poca edad del Rei Don Alonso y de la infanta Doña Isabel su hermana, determinaron prender á su tio el arzobispo de Toledo Don Alonso Carrillo, á quien miraban como obstáculo para sus proyectos, y que el maestre, abocándose con Don Enrique y Don Alonso, les diese á entender que la prision se habia hecho por su servício y por la paz y con

(1) Paléncia año X.

(2) El mismo, año XI.

(3) Interea magister Calatravae Petrus Giron impudenter (quoniam pudor ab illa officina procul aberat) conabatur Rege caduceatore, maculare pudicitiam Reginae, quae post coniugis obitum reclusa in tenebris obmutuerat, et moestitiam suam ad speciem dementiae redegerat. Dedit Rex quam potuit operam: sed scelus haesit animis molientium absque nota castitatis vel detractione virtutis. Alonso de Palencia, década I, lib. 3, cap. 2.

Lorenzo Galindez de Carvajal, escritor mui autorizado, en el Memorial 6 registro breve de los lugares donde el Rei y la Réina católicos estuvieron cada año desde el de sesenta y ocho en adelante, dijo de Alonso de Paléncia que ornationem historiographum potuit habere Hispania, veraciorem neminem, recomendando en especial sus décadas latinas, á las quales dice se debe siempre recudir

como á fuente de agua límpia. Sin embar go esta obra permanece inedita y aun casi ignorada de nuestros bibliografos. D. Nicolás Antonio solo tavo noticia de 34 libros de ellas, pero entre los manuscritos de la biblioteca real de esta córte hai 39 y el principio del 40. Los 30 libros de las tres primeras décadas contienen la história de Castilla desde el casamiento del príncipe Don Enrique con Doña Blanca de Navarra en el año de 1440 hasta el año de 1477. La cuarta década, de la que el mismo Paléncia habla alguna vez como de obra separada y de plan diverso de la anterior, es la historia de la guerra de Granada hasta el año de 1489. El libro nono refiere ya la entrega de Guadix, y las pocas lineas que quedan del décimo y último tratan de las capitulaciones y tratos hechos con el Rei moro Audelí y el alcáide de Baza. (4) Crón. año XI.

córdia de todos: é así apoderado de los dos Reyes los prendiese, y con voluntad de la infanta ó forzosamente el maestre casasè con ella, á fin de poder haber estos réinos á su voluntad, creyendo que como quiera que muchos grandes en ellos obiese á quien desto despluguiese, por dádivas ó por fuerza

los atraeria á su voluntad.

El cronista Diego Enriquez del Castillo, conviniendo en la existencia del intento de casar el maestre con la infanta Doña Isabel, refiere sinó con positiva contradiccion á lo menos con alguna variedad las circunstancias. Dice (1) que estando el Rei Don Enrique por este tiempo en Segóbia, vino el arzobispo de Sevilla Don Alonso de Fonseca con un trato secreto, grave é no honesto, por parte de Don Pedro Giron, maestre de Calatrava, con acuerdo é consentimiento del marqués de Villena su hermano: diciendo, que si el Rei le daba á la infanta Doña Isabel su hermana por muger, que lo vernia á servir con tres mill lanzas á su costa é le prestaria setenta mill doblas, é su hermano el marqués de Villena prometia de se venir luego á su servicio y traer al príncipe su hermano é ponello en su poder en tal manera, que seria luego mas pacífico Rei que de primero. É como el Rei estaba deseoso de la paz segun su condicion. . . aceptó el trato con deliberada gana de lo hacer. . . . . É como el concierto del casamiento estuviese capitulado con las seguridades é firmezas que para ello convenian para entrambas las partes, el Rei con grand placer, esperando la venida del maestre de Calatrava, envióle á decir que se viniese lo mas presto que pudiese.

A consecuéncia el maestre, como continúa Enriquez del Castillo, partió luego de Almagro con grand poder así de gente como de dinero: pero acometido en el camino de una esquinéncia ó garrotillo, murió arrebatadamente en Villarrúbia cerca de Villa-Real, hoi Ciudad-Real, á los 43 años de edad, blasfemando, segun cuenta Paléncia (2), porque no le daba Dios cuarenta dias mas de vida. Enriquez del Castillo asegura (3) (3) Cap. 85.

(1) Cap. 85.

(2) Décad. I. lib. 9, cap. 1.

que de la muerte suya fue el Rei mui pesante; porque se tenia cierto que con su venida reccbraria su estado.

por

La nueva del viage é intenciones del maestre, habia sido para la infanta un motivo de afliccion y de amargura. Como la infanta Doña Isabel, dice Paléncia (1), fue se certificada del propósito con que el maestre de Calatrava venia, estuvo un dia y una noche sin comer ni dormir, en mui devota contemplacion, suplicando á nuestro Señor umilmente que le pluguiese de una de ́hacer matar á ella ó á él, porque este casamiento no

dos cosas,

hubiese efecto.

Si como indican las particularidades de los sucesos que vamos refiriendo, Doña Isabel profesaba inclinacion al príncipe Don Fernando, no padeceria poco su corazon cuando algun tiempo después vió tratarse y estar á punto de efectuarse su casamiento con Doña Beatriz Pacheco, hija del marqués de Villena. Los apuros en que por este tiempo se hallaba el Rei Don Juan de Aragon, continuando los catalanes en negarle la obediencia, y aguardándose por momentos que entrase por los Pirineos á sostenerlos el duque de Lorena hijo, del de Anjou á quien habian proclamado Rei en Barcelona, le forzaban á solicitar socorros de los grandes castellanos de su parcialidad, que eran los que seguían el bando del infante Rei de Don Alonso. Mas el précio que ponia á estos socorros el marqués de Villena era el matrimónio del príncipe de Aragon con Doña Beatriz. No habiendo podido hacer Rei de Castilla á su hermano, trataba de hacer Réina de Aragon á su hija. Tuvo la infanta Doña Isabel el disgusto de que el príncipe consintiese tambien en este proyecto, y de que lo apoyase el almirante Don Fadrique, que hasta entonces habia sostenido siempre con teson el desígnio de casarla con su nieto: y estuvo concertada la boda, señalado el plazo para realizarse y nombrados los testigos que habian de presenciarla (2). Esto era por el mes de júnio de 1467. Pero fuese que el marqués temió la odiosidad y la envídia de los demás grandes que le habia de suscitar este enlace; ó que el Rei Don Juan que preferia (1) Año XI. (2) Zurita anales lib. 18, cap, 19.

en su interior el de Doña Isabel, diese largas; ó que las revueltas de Castilla y la batalla de Olmedo acaecida el 20 de agosto durante estos tratos, hicieron lugar á otras trazas é ideas; o que el marqués, levantando todavia mas sus deseos, pensase en casar á su hija con el infante Rei Don Alonso, como algunos creyeron; lo cierto es que no pasó adelante el concierto, y que volvió á nacer y promoverse el de la boda entre Isabel y Fernando.

El principal agente para su conclusion era en este tiempo Don Alonso Carrillo, arzobispo de Toledo; y el Rei de Aragon para conciliar mas autoridad á su hijo, le dió el título y dignidad de Rei de Sicília. En tal coyuntura sobrevino el fallecimiento del infante Don Alonso á 5 de júlio de 1468: y este incidente por el cual se acercaba Doña Isabel á la sucesión del cetro castellano, aumentó, como era natural, el interés del Rei Don Juan en efectua r el enlace (1).

Todavia fue mayor este interés cuando á poco mas de dos meses de la muerte del infante, el Rei Don Enrique, avistándose con su hermana Doña Isabel el 19 de setiembre en los Toros de Guisando, la reconoció por heredera de Castilla con exclusion de la princesa Doña Juana, de quien afirmó con juramento no ser hija suya (2). Entre los artículos del concierto que entonces hicieron Don Enrique y Doña Isabel (3), se estipuló que ésta hubiese de casar con quien el dicho señor Rei acordare et determinare de voluntad de la dicha señora infanta, et acuerdo et consejo de los dichos arzobispo (de Sevilla Don Alonso de Fonseca) et maestre (de Santia go Don Juan Pacheco) et Conde (de Plaséncia D. Alvaro de Estúñiga). Por otros artículos el Rei se obligó á solicitar su divórcio con la Réina Doña Juana y á hacerla salir de sus réinos, poniendo todos los médios para que no llevase consigo á su hija; quedando la persona de ésta en poder del Rei para disponer de ella

(1) El mismo, lib. 18, cap. 16.

(2) Paléncia crón. de Don Enrique, parte II.

(3) Hai cópia en la biblioteca real

en el manuscrito señalado Dd 131, al fol. 25, de la coleccion diplomática de Burriel. La fecha del concierto es del 18 de setiembre, víspera de las vistas.

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