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asesinado, lo mismo que Hakem, por los ene-Idio de espresar dignamente la unidad del migos de aquella nueva secta. Criador.

Hamza-ben-Ahmed, uno de sus discípulos, La confesion del dogma de la unidad do esparció la doctrina de Hakem con un celo in- Dios es el carácter esencial de la religion de los fatigable en Egipto, en Palestina y en las cos-druzos, por lo que á esta religion se le da el tas de Siria. Los druzos consideran hoy á este nombre de Tewhid, esto es, confesion de la personage como la manifestacion de la inteli-unidad, y á sus sectarios el de mouwahhidoun, gencia universal, que es la primera de las cria- es decir, unitarios. Este dogma, del modo que turas de Dios, y por cuyo ministerio se han le enseñan los libros de los druzos, no admite instituido todas las demas. Hamza, dicen ellos, ni aun en Dios las consideraciones de cualidad es aquel á quien Hakem confió su rayo paraó atributo alguno. Esta manera de considerar hacer triunfar su religion, vencer todos sus ri-la unidad de Dios, se halla esplicada por la pavales, y distribuir las recompensas y los casti- labra tenzih, que significa propiamente aclaragos, segun los méritos de cada uno. cion, la accion de desembarazar, de quitar todo fárrago, y que equivale en este caso á confesar la unidad de Dios con abstraccion de toda cualidad ó modo de ser.

Espongamos ahora brevemente los principales puntos de la doctrina mística que es peculiar de esta religion. Dios es único, y el solo ser que debe ser adorado. Su divinidad es incomprensible, y no puede ser definida. Se manifiesta muchas veces á los hombres bajo una forma humana semejante á la suya.

En la última de sus personificaciones ha aparecido bajo el nombre de Hakem, y hecho acciones estraordinarias llenas de una profunda sabiduría, Desde la desaparicion de la persona de Hakem ya no debe esperarse ninguna otra manifestacion de la divinidad hasta la época en que Hakem debe aparecer de nuevo entre los hombres para hacer triunfar la religion unitaria y castigar á los incrédulos.

Los druzos rechazan el modo de considerar que tienen los musulmanes de las diferentes escuelas, la divinidad, y su doctrina en este punto está tomada en parte de los motazales y de los schitas.

Por una singular contradiccion, admiten, sin embargo, que la divinidad puede unirse à la humanidad, y distinguen esta humanidad divina de la figura sensible bajo la que la ven los hombres. Esta forma humana es la de Hakem, la última de las encarnaciones. Entre las precedentes distinguen los personages Ali, Albar, Kaim, etc.

Dios, dice Hamza, es el eterno, el antiguo, La humanidad divina del Señor es una y el Señor lleno de liberalidad, el Señor miseri- siempre la misma en estas diversas manifestacordioso. Es único sin estar sujeto á ninguno ciones, aunque aparezca bajo formas diferen→ de los atributos de los seres únicos; es solo, tes. El Señor y la figura humana que le sirve pero sin asemejarse à los seres de quienes se de velo están de tal modo unidos, que las acdice que son solos (esto es, que no es solo por ciones y las palabras de esta figura son verdaprivacion); se halla à demasiada altura para que deramente las acciones y las palabras del Sepueda ser designado por semejanzas, es dema-ñor. El mérito de la fé consiste en creer que siado grande para que puedan atribuirsele muger é hijos; ningun hombre puede definirle de un modo que corresponda á su esencia; la vista de aquellos que le miran no puede llegar hasta él; su esencia no puede ser comprendida por la reflexion y la meditacion mas profunda... A él solo pertenece la divinidad.

el Señor, haciéndose accesible á los sentidos por medio de la figura que le sirve de velo, no deja de ser infinito, incomprensible é inaccesible á los sentidos; asi que à pesar de la diversidad y la sucesion de estas manifestaciones, la humanidad divina del Señor es anterior á todas las cosas creadas, y el prototipo de la figura hu. Dios no puede ser definido por ninguna demana: el modo de que le ven los hombres en la las cualidades que convienen á los seres creados, de manera que tiene alguna semejanza con los seres que parecen ser de su mismo género; el espíritu y la imaginacion no pueden compreuderle; es demasiado magnífico para que puedan descubrirle las miradas mas penetrantes, ó para que se le atribuya el movimiento y el reposo.

Dios, añade Hamza, es bien distinto de todas las falsas opiniones que los hombres han tenido de él; no son bastantes ninguna de las denominaciones que los hombres imaginan para designarle, y que solo convienen á sus criaturas. La razon humana no puede llegar al conocimiento de sus obras, y confiesa su impotencia y la imposibilidad en que se halla de comprenderlas; la lengua permanece muda y en el silencio, porque no reconoce ningun me

figura de que se reviste, es proporcionado al grado de pureza de cada uno y á su adelanto en el conocimiento de la religion unitaria. Era necesario que la divinidad se manifestase asi bajo una forma humana, para que los hombres pudiesen llegar á adquirir una plena conviccion de su existencia, y que la justicia divina pudiera recompensar á aquellos que hubiesen creido y castigar á los incrédulos; estas manifestaciones debian al mismo tiempo tener algo de oscuro é incomprensible, a fin de que la fé llegara á ser un mérito y un libre asentimiento de la imaginacion del hombre á la verdad; en fin, la última manifestacion, la que lleva el nombre de Hakem, es la mas perfecta, y de la cual no eran en cierto modo sino una sombra y un bosquejo las manifestaciones anteriores.

Los druzos no reconocen los siete mandamientos establecidos por el islamismo, que dicen haberles sustituido Hamza por estos otros siete:

1. La veracidad en las palabras, el primero y mas grande de los mandamientos. 2. Velar mútuamente por la seguridad de sus hermanos.

Adviértese que la religion de los druzos, tar trasmigraciones, y se reunen definitiväofrece mas de un rasgo de semejanza con el mente al iman. Mas, segun el ilustre intérprecristianismo; y en efecto, muchas de las sec-te de la doctrina druza, Silvestre de Sacy, las tas que precedieron á la de los druzos, habian almas no permanecen sujetas á trasmigra tomado bastante de las ideas cristianas. Pero ciones sucesivas sino durante un tiempo deaunque ciertamente bien inferior al cristianis- terminado. mo, la religion de los druzos parece, no obstante, dar de la divinidad ideas mas elevadas, mas racionales y menus antropomórficas que las de la Biblia, y esto es lo que resalta de los principios que acabamos de dar á conocer. No nos es posible desenvolver aqui todo el cuadro que los sectarios de Hakem trazan de la vida, de los discursos llenos de sabiduría, y de los actos estraordinarios de este personage. Exis- 3. Renunciar á toda otra religion que no ten entre los druzos una multitud de leyendas, sea la de Hakem, considerándola como el culcon la ayuda de las cuales han hecho una his-to de la nada y de la mentira. toria toda ideal del califa Fatimita. Por otra parte, esto no debe admirarnos, pues que es un hecho que se presenta en los anales de todas las religiones: por la continuacion de los tiempos, la vida del fundador se rodea de una aureola mas y mas maravillosa, y se sustituye gradualmente un hombre, tipo de perfeccion y prodigio de sabiduría, al visionario ó á lo menos al filósofo, que ha arrojado los fundamentos de la nueva creencia.

Segun la idea que al parecer se formaban los druzos de la creacion de este universo, todas las cosas se formaron en su primitivo orí gen, tal cual hoy las vemos. El Criador, que ha aparecido, desde los tiempos mas remotos, bajo la figura humana, para formarnos sobre este modelo, ha creado las almas con su luz, y manifestádose bajo figura humana en Hamza, hijo de Alí. El número de almas es fijo, y no aumenta ni disminuye en el trascurso de las edades y de los siglos.

Los druzos admiten, al parecer, una especie de metempsicosis. Segun la doctrina de Moktana, los apóstatas que despues de haber abrazado la doctrina unitaria del tiempo de Hamza, renunciaron á ella haciéndose infieles, son almas que, en las revoluciones precedentes, se hicieron culpables de la misma apostasía, y que desde su origen fueron discipulos ó ministros de Iblis, de Satanás, del rival de la inteligencia.

4. Separarse enteramente de los demonios y de aquellos que viven en el error. 5. Reconocer la unidad de Dios en todos los siglos.

6. Contentarse con las obras de Dios, cualesquiera que fueren.

7." Abandonarse y resignarse á sus órdenes, asi en la dicha como en la adversidad.

A estos preceptos generales se agregan otros que pertenecen á la moral, al derecho civil, y que tienen por objeto la pureza de las costumbres, el matrimonio, el divorcio y la sucesion.

Los druzos reconocen hoy una especie de vida monástica; pero Silvestre de Sacy no ha hallado ningun indicio de ella en los escritos de los primeros unitarios.

La gerarquía sacerdotal hace gran papel en la religion de los druzos; uno de los principales deberes del sectario de Hakem, es el de conocer los ministros de la religion, respetarles y obedecerles segun el rango que ocupan. Los ministros unitarios, pero mas especialmente los cinco ministros principales, se designan en general con el nombre de hodoud. Esta palabra, que es el plural de hadd, significa propiamente límites, confines, y por metáfora leyes, preceptos, reglamentos, en el estilo del Coran. La gerarquía de los ministros, como la mayor parte de los dogmas de la religion de los druzos, trae su origen de la secta de los batenis.

Sucede con los ministros lo que con la divi

res puramente espirituales, ó como unidos á un alma y un cuerpo, y convertidos en personas sensibles. Bajo este primer punto de vista, tienen siempre los mismos nombres, bajo el segundo varían estos en las diversas épocas de su manifestacion.

Los doctores druzos distinguen en el hombre tres sustancias diferentes: 1." La inteligen-nidad misma: puede considerárseles como secia ó sustancia activa: 2." El alma noble, ó sustancia pasiva y activa: 3.o La materia que es solo pasiva y no tiene de ella ninguna accion. El alma pasa sucesivamente á diversos cuerpos, y forma de este modo diferentes personas. La reunion de todas las personas forma un mundo ó una clase de seres, distintos en el mundo superior y en el mundo inferior. Siendo fijo el número de las almas, el de las personas es siempre el mismo en todos los siglos: no aumenta ni disminuye.

Cuando por su union con los dogmas de la religion unitaria, han llegado las almas al último grado de perfeccion, cesan de esperimen

El primero de todos los ministros, el solo de quien la creacion sea la obra inmediata de la divinidad, es la inteligencia universal; ella encierra en sí misma todos los dogmas, todas las verdades de la religion, ó mejor dicho, la inteligencia universal es la reunion de todas estas verdades personificadas que recibe inmediatamente de la divinidad. Cuantos conoci

mientos de estas verdades poseen los demas | las tropas que los pachás enviaban contra ministros y todos los fieles, no son sino ema- ellos. Al fin, en 1588, reinando Amurato III, naciones de la inteligencia, impresiones producidas por su accion inmediata ó mediata. Obsérvase, pues, que este ministro supremo corresponde en muchos puntos al papa de los católicos.

El segundo ministro se llama el alma universal. El alma procede de la inteligencia por una especie de emanacion, ocupa el rango femenino con respecto á la inteligencia, que ocupa asimismo el rango masculino relativamente á los ministros inferiores, y de ella obtienen su existencia los demas ministros: asi es que se halla á mucha mayor altura que los demas seres creados, por la operacion fecunda de la inteligencia, inferior á la inteligencia sola.

El tercer ministro es la palabra; el cuarto, el Anterior (el sabek.) Tiene este nombre porque en el sistema de la secta musulmana de los batenis, ocupaba el primer lugar. El quinto es el Siguiente (el tali.)

Ibraim, pachá del Cairo, logró atacar á los druzos y maronitas en sus guaridas, y aprovechó la discordia que se introdujo entre sus gefes, para sacar una contribucion exhorbitante, é imponerles un tributo que ha durado hasta nuestros dias.

Hasta entonces los druzos vivieron en una especie de anarquía, bajo el mando de diferentes chaiques. La nacion estaba dividida en dos bandos: el de los Kaïsi ó de la bandera encarnada, y el de los Samain ó de la bandera blanca; division que se encuentra en todos los pueblos árabes. Ibrahim trató de que todos los druzos tuviesen un solo gefe ó gran emir cou responsabilidad y encargado del gobierno; pero esta medida desagradó á los otomanos porque el titulo de Hakem dió quizá á toda la nacion un poder fuerte y compacto. Cuando FakrEddin, de la casa de Maan, que desde tiempo inmemorial gozaba de gran poder entre los Estos cinco ministros forman la gerarquía druzos, fué nombrado hakem á principios de los ministros superiores. A estos siguen los del siglo XVII, libró al llano de Balbek y á daï's ó gefes de las misiones esparcidas en las los paises de Sour y de Acre de los áradiferentes provincias; los madhouns, subordi- bes que los infestaban; la Puerta supo con nados á los daïs, y que ejercen el mismo mi-agrado estas espediciones y hubo de aprobarnisterio; los mocasers, subordinados á los madhouns. Las tres últimas clases de la gerarquía se designan tambien con tres nombres alegóricos: el daï se llama la aplicacion, el madhoun la apertura y el mocaser el fantasma.

Tal es, en resúmen, la religion que profesan los druzos. La ignorancia que ha existido largo tiempo acerca de su verdadero culto, habia dado lugar á que sobre este punto se emitieran las opiniones mas absurdas. Tal era principalmente el pretendido culto tributado á Hakem bajo la forma de un becerro, grave error en que incurrieran tomando por la forma de este personage divino la de Iblis su rival. Este desprecio recuerda el error de los griegos y latinos, no menos ignorantes de la religion hebraica, que los que no ha mucho han juzgado asi de la de los druzos, y que creian que los judíos adoraban una cabeza de asno.

Los sectarios de Hakem, perseguidos por los verdaderos musulmanes, se refugiaron á las montañas del Líbano, en donde podian defenderse mejor. En efecto, poco tiempo despues, se les encontró alli establecidos y formando una sociedad independiente, como los maronitas sus vecinos. Espuestos à los mismos peligros, se toleraron mútuamente aunque divididos por la religion. Desde entonces se les balla casi siempre reunidos, unas veces contra los cruzados ó los sultanes de Alepo, y otras contra los mamelucos y los otomanos.

Olvidados por los turcos, que se ocupaban á la sazon en disposiciones importantes, los druzos se envalentonaron y constituyeron una nacionalidad cada vez mas sólida; descendieron con frecuencia de las montañas para saquear á los súbditos turcos, y derrotaron á

las cuando luego depuso al agá de Beiront, que habia llegado á hacerse odioso por sus exacciones, pues hasta el mismo Fakr-Eddin, pagaba un tributo considerable. Mas tarde consiguió obtener el mando de toda la costa maritima desde Latakia hasta Jaffa. La Puerta, sin embargo, empezó á alarmarse de los progresos de los druzos, é hizo preparativos para destruirlos. Fakr-Eddin, inquieto por estas amenazas y contrariado por la faccion de los yamani, que le era enemiga, resolvió ir á buscar socorros á Italia, con cuyo pais mantenia relaciones, y dejó el gobierno en manos de Ali, su hijo mayor.

La llegada de un príncipe oriental á la Europa cristiana, despertó la atencion pública. Buscóse el origen del nombre de druzo; pero las nociones sobre su historia eran tan dudosas, que no se supo si tenerlos por musulmanes ó por cristianos, acabando por creerles descendientes de los cruzados. Fakr-Eddin, muy lejos de desacreditar una opinion que debia serle favorable, se apoyó reclamando al propio tiempo supuestas alianzas con la casa de Lorena. Secundáronle los misioneros y mercaderes; pero ya no existian las ideas del tiempo de las cruzadas. Despues de permanecer nueve años en Italia, Fakr-Eddin volvió á Siria, no trayendo á su pais sino la pasion de las artes costosas y de poca utilidad. Su hijo Ali, entre tanto, habia rechazado á los turcos, tranquilizado los ánimos y mantenido los negocios en bastante buen órden. Fakr-Eddin disgustó á todo el mundo con sus frívolos gas. tos y su boato inusitado, dando lugar á que levantara la cabeza la faccion Yamani, y á que los pachás turcos empezaran de nuevo las

hostilidades. Alí fué muerto despues de haber | cuentan hasta treinta y siete grandes pueblos vencido dos veces á los turcos; Fakr-Eddin, y aldeas, habitadas enteramente por los drudespues de solicitar en vano la paz, se vió zos, mezclados con- cristianos: en el AntiLiobligado á refugiarse en una caverna, de don-bano, los druzos solos ocupan sesenta y nuede no habiéndole podido desalojar sus enemi-ve aldeas ó lugares, y otro gran número de gos, despues de un año de sitio, tuvieron que estos se hallan poblados á la vez por druzos, dejarle libre. Poco tiempo despues, fué entre-maronitas y griegos cismáticos. gado á los turcos, quienes le condujeron á Constantinopla, y alli le hizo ahogar Amurat, en el año 1641.

Despues de su muerte, su familia siguió reinando, hasta que su último vástago fué muerto á puñaladas por el emir Melhem, de la casa de Schaab, à quien los emires reunidos confirieron el poder. Bajo el gobierno de los Schaab, los druzos volvieron á ganarse momentáneamente la consideracion de que habian sido despojados despues de los reveses de Fakr-Eddin; pero sus disensiones intestinas les fueron siempre funestas. Por lo demás, frecuentemente guerrearon contra los turcos, y á veces con ventaja.

Los principales centros de poblacion de los druzos son Ammatur y Bachlin, que forman en cierto modo las capitales del Libano; Hasbeya y Racheya, que constituyen asimismo las capitales del Anti-Líbano. Estos lugares son para aquellos sectarios lo que eran Jerusalen para los judíos, y Samaria para el reino de Israel. En cada uno de estos puntos reside una gran mezquita (khalué) que es el depósito de los libros sagrados y de los estandartes de guerra.

En el último siglo, quinientas ó seiscientas familias druzas se retiraron á las montañas del Hauran, en los confines del desierto. La emigracion de estas familias remonta hasta el año 1757, época de disturbios civiles y de guerras de partidos suscitadas por el cheik Omar-elDaher.

De la interesante obra de Mr. Fernando Perrier, tomamos los detalles siguientes acerca del pueblo druzo.

Los Schaabs son una familia de gefes, cuyos príncipes han ofrecido hasta ahora el singular espectáculo de nacer cristianos, vivir musulmanes y morir druzos. A pesar de su origen estrangero, los príncipes Schaab gozan de una especie de inviolabilidad entre las po- El druzo, asi como los demas pueblos de la blaciones soberbias y crueles que les rodean. Siria, tiene un tipo de cara particular; los orienEl ascendiente que ejercen en el Libano es tales distinguen á primera vista un druzo, un tal, dice Mr. F. Perrier, que jamás podria ocur- metuali, con tanta facilidad como nosotros en rírsele á un cristiano, á un musulman ó á un Europa distinguimos á un judío. El aspecto de druzo, la idea de poner una mano sacrilega los druzos es noble, severo, y á veces ofrece sobre un miembro de esta familia, á pesar de una vivacidad algun tanto adusta: son en genelas exacciones y concusiones de que se habia ral de buena estatura, bien formados, robustos, hecho culpable. Este respeto religioso provie- sóbrios é infatigables. Las mugeres, de quienes ne en parte de que los Schaab están considera-sus maridos son en estremo celosos, tienen una dos como descendientes por linea femenina del profeta Aboubekr, y que al propio tiempo son oriundos de los antiguos emires druzos, Rachaya y Asbeya, nietos de Saf-Eddin (el sable de la ley.)

tez fresca, blanca y sonrosada; su estatura es mas alta, proporcionalmente, que la de los hombres, y todas por lo comun son bien formadas y vigorosas. En Siria se observa con frecuencia entre las mugeres druzas ese carácter especial y magnífico de un rostro casi desconocido en Europa, esto es, una cabellera espesa de un negro hermoso, y ojos azules debajo del brillante arco uegro que describen sus pobladas cejas.

El emir Beschir, que pertenece á esta familia, ha hecho desde hace medio siglo un papel importante en la historia de los druzos. Cuando la insurreccion de este pueblo en 1840, le vendió indignamente, y fué á entregarse á los ingleses, abandonando cobardemente la Aun cuando los druzos se manifiestan hosSiria á la anarquía y á los desórdenes que han pitalarios, atentos y generosos, son á veces, reinado sin cesar desde entonces en aquel pais. sin embargo, sanguinarios, feroces y vengatiOcultando bajo las mas respetables apa- vos. Frecuentan poco á los cristianos, jamás se riencias el mas pérfido corazon, el emir Bes-alian con ellos, y les aborrecen, ó mejor dicho, chir, como todos los déspotas del Oriente, ha esplotado á un pueblo cuya independencia estaba llamado á consolidar con su talento y autoridad; pero víctima de sus propias intrigas y de su perfidia, ha terminado por perder completamente un poder de que habia sido despo-da por los musulmanes, y los turcos solo han jado en parte muchos años antes por la conquista que Ibraim-Pachá habia hecho de la Siria en nombre de Mehemet-Ali.

Los druzos ocupan actualmente la parte meridional del monte Líbano, un lado del AntiLíbano y el Djebel-Cheik. En el Libano se

les desprecian altamente; viven, sin embargo, en buena armonia, y rara vez turban las luchas aquella aparente concordia. Su secta religiosa, fundada bajo el imperio de la ley musulmana y en un pais donde domina, no ha sido reconoci

tolerado á los druzos porque no era sana política esterminar una raza entera de buenos trabajadores, ya numerosos y fuertes cuando conquistaron la Siria; mas por una prudencia necesaria á su tranquilidad y á su conservacion individual, los druzos hubieron de someterse

desde el principio al disimulo y á la malicia. Entre las mugeres hay tambien algunas Afectan alabar públicamente todas las demas iniciadas, y se llaman las acclats ó modestas; religiones, y algunos de entre ellos, para ha- pero no pueden pertenecer á este número las cerse estimar de los cristianos que les rodean, que no han llegado á cierta edad. No participan fingen una gran veneracion á Kadra-Mariano, sin embargo, de todos los misterios, y permala Virgen María, mas fuera de su pais toman necen siempre cubiertas con el velo en el las apariencias y costumbres de los fieles mu-khalué. sulmanes, esceptuando, sin embargo, las abluciones y la oracion. A pesar de que los druzos no han conservado como los naplousianos, la antigua division de kaisi ó kess, y de yamani | ó yesmeni, las familias influyentes que se hallaban á la cabeza de estas facciones, siempre continuaron desunidas. Del desacuerdo entre individuos de un mismo bando, resultaron mas tarde diversos partidos, contándose en el siglo Limitaremos á lo espuesto los apuntes que anterior hasta cinco casi igualmente poderosos, hemos tomado de Mr. Fernando Perrier. Hacada uno de los cuales tenia sus emires ó gran-biendo vivido entre los druzos, este oficial ha des chaiques, su bandera y sus distinciones. El primero y mas fuerte, hace algunos años, el de los jimbelats, era adicto á los emires Schaab, y contaba bajo sus banderas otras cuatro familias numerosas é influyentes.

Ninguna consideracion de casta, de posicion ni de fortuna puede influir para ser admitido en la iniciacion de los âckals; la igualdad religiosa es completa y el mas pobre de los druzos, si reune las cualidades requeridas de discrecion, de prudencia y de buena conducta es recibido âckals lo mismo que el rico, despues del tiempo que se exige de prueba.

En las relaciones comunes de la vida y fuera de toda accion religiosa, los druzos se hallan divididos en tres castas bien distintas: 1." los emires ó príncipes, bastante numerosos; 2." los chaiques, especie de nobleza; 3." los zalemats Ó gente del pueblo.

estudiado todo lo concerniente à aquella curiosa poblacion. Aconsejamos pues que se procuren su importante obra, á todos los que deseen adquirir nociones mas completas de tan poco conocido pais.

Los druzos, formando un pueblo aparte, teniendo su religion propia, fundada sobre el principio de la unidad divina, ocultando los dogmas á los ojos de las demas naciones, perteneciendo á una raza distinta, divididos en grandes familias ó tribus, reproducen en los tiempos modernos el singular fenómeno ethnológico que los israelitas nos ofrecieron en la antigüedad. Desde entonces la existencia aislada de aquella poblacion del Libano no deja ya ver en la nacion hebrea un milagro histórico. Es un hecho que halla su esplicacion natural en las condiciones físicas y morales, con las que asi los judíos como los druzos se constituyeron en nacion.

Los druzos, asi como los judíos, con quienes tienen muchos puntos de semejanza, observan entre sí una moral estremadamente severa, y una estraordinaria buena fé; pero no tienen el menor escrúpulo en engañar al que pertenezca á otra secta. No pueden casarse sino con una sola muger, à la que tienen derecho de repudiar; pero esto sucede rara vez, y el divorcio sin motivo grave es casi desconocido. Cualquier infidelidad de la muger se castiga con la muerte, no por el marido, sino por los parientes de la misma muger, mostrando estos en semejante caso una atroz severidad. Cuanto de Mehement-Ali jusqu'en 1840, Paris, 1812, en 8." Fernando Perrier: La Syrie sous le gouvernement mas ama un padre á su hija, tanta menos es- Silvestre de Sacy: Esposé de la religion des druperanza abriga esta de obtener su perdon, sizes, Paris, imprimerie royal, 1838, 2 vol. in-8.° ha faltado á la fé jurada; y el deshonor no recae, como en Europa, sobre el marido, sino sobre la familia de la muger culpable.

Ph. Wolff: Druzen and the Worlanfer, Leipzig, 1843, in 8.0

DUALISMO. (Filosofia antigua.) Se mira como el sistema mas antiguo el dualismo ó la doctrina de los dos principios coeternos, causas del bien y del mal, lo mismo moral que físico, doctrina que ha estado muy generalizada en diferentes naciones.

Los druzos tienen una especie de mezquitas que llaman khalués, cuya decoracion se reduce á una estera de junco y una pila llena de agua. Los muros de algunas están cubiertos de grotescos signos de muchos colores, y casi Segun Plutarco (en su Tratado de Isis y siempre de la tabla adivinatoria ó zairgeh, con- Osiris), los sacerdotes egipcios adoptaron esos junto de cuadritos de diversos colores llenos de dos principios como base de su doctrina partidiferentes nombres y palabras que forman cier-cular; lo mismo sucedió en la Caldea, la Meto sentido arreglándolos de este ó el otro modo, para lo cual tienen sus reglas.

Fuera de las distinciones civiles de castas, todos los druzos, bajo el aspecto religioso, están divididos en dos clases principales: 1. los iniciados en los misterios, llamados ákals, esto es, hombres de saber y raciocinio; 2. los uo iniciados, á quienes dicen djabels, es decir, los sencillos ó ignorantes.

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dia, y especialmente en Persia, con la diferencia de que el dualismo era mas general que en Egipto y constituia un punto de religion. Plutarco, que atribuye el origen de este sistema á los teólogos y legisladores de los siglos mas remotos, pretende que los poetas y filósofos, tanto griegos como bárbaros, lo adoptaron é hicieron de él uno de los principales artículos de su creencia; ademas no hay sistema mas T. XV. 3

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