mente la autorizacion de establecer sobre el | Inglaterra hizo perder á Dublin el título de caLiffei un puente que era muy necesario á la pital, y quedó suprimido el parlamento local industria (1215). La creciente importancia de (1651). Al subir al trono de sus mayores, Cáresta ciudad fué contenida por varios incendios los Estuardo confirmó todo lo hecho, y al resque estallaron en 1283 y en 1304; de este úl-tablecer el parlamento le compuso de hombres timo no se libró ni la célebre abadia de Santa enriquecidos por Cromwel; los irlandeses enMaría, donde se hallaban entonces los papeles tonces corrieron á las armas, y el tratado de mas preciosos de la cancillería. Aun no habian Limerick les aseguró derechos que conocieron tenido tiempo los habitantes de reparar sus bien pronto no cran sino ilusorios. Un solo hepérdidas, cuando se vieron precisados á defen- | cho dará á conocer la mísera condicion de los derse en 1312 contra las escursiones de O'Byr-habitantes de Dublin: en 1720 el mayor Johnsne y de O'Tool; en 1316 fueron sitiados de nue-ton llamó á sus hijos, el uno de diez años y el vo por Eduardo Bruce, hermano de Roberto, rey de Escocia; pero merced á su energia y valor lograron el triunfo, y su ciudad no cayó en poder de sus enemigos. otro de doce, los coloca al uno enfrente del otro, y poniéndoles una pistola cargada en las manos, les mandó hacer fuego; obedecieron los niños, y ambos cayeron bañados en su sangre. Al ruido de esta doble detonacion acude la madre, su marido la hiere con un puñal, y acto continuo se atraviesa á sí propio el corazon, cayendo sobre los tres cadáveres. Sin embargo, en medio de la miseria pública, el merosas para poderlas citar todas, y los hospitales, colegios, puentes, canales, templos, palacios, protestaban al parecer contra los desas. tres de la guerra. Efectivamente, desde 1711 hasta 1753, se edificaron 4,000 casas en la ciudad y los arrabales, lo cual podria inducir å creer que en cuarenta y cuatro años aumentó la poblacion de Dublin en mas de 32,000 almas. Durante el siglo XV Dublin fué fortificada esmeradamente, y los únicos hechos importantes de aquel periodo fueron algunas guerras intestinas. Sabido es que el siglo XVI fué una época desgraciada para la Irlanda, á quien dividian dos partidos, los católicos y los partida-siglo XVIII vió en Dublin fundaciones harto nurios de la reforma adoptada por Enrique VIII; Isabel, proclamada en Dublin en el mes de noviembre de 1584, resolvió pacificar la Irlanda y perseguir de muerte á los que ella llamaba desidentes, esto es, los católicos. Enviáronse soldados ingleses à aquel pais; las provincias de Munster, Leinster y Ulster fueron devastadas, y el hambre, consecuencia terrible de tan desastrosa guerra, no tardó en aumentar la A pesar de todo, no reinaba la paz en el desolacion de los habitantes. Sorprendido en pais, los niños blancos (white-boys), los del medio de un festin que le daba el conde de derecho y los corazones de acero (tales eran Essex, favorito de la reina, Fedlim-Oneil, uno los sobrenombres que adoptaron los insurgende los principales gefes católicos, fué conduci- tes), le recorrian en todas direcciones, escitando á Dublin juntamente con su muger, en don-do al pueblo á tomar las armas por la religion de despues de haberles arrastrado por la plaza | y la independencia. Los habitantes de Dublin pública, fueron ajusticiados y sus cuerpos he- no fueron los últimos en asociarse á este mochos menudos pedazos. Tal era el estado de abatimiento á que habian llegado los habitantes de aquella ciudad, que no se alzó una sola voz para criticar este acto de crueldad. Dublin presenció durante este reinado la creacion de una universidad dedicada á la santa é indivisible Trinidad; triste reparacion de las pérdidas que la escesiva severidad de Isabel habia hecho esperimentar á aquella ciudad. Jacobo I, llamado á suceder á Isabel en 1603, siguió la misma linea de conducta, y veinte años despues hizo publicar en las plazas públicas de Dublin, asi como en las demas ciudades de Irlanda, que los miembros del clero católico abandonasen la isla en el término de cuarenta dias. No es Situada admirablemente en el fondo de una esta ocasion de repetir las persecuciones ejer-gran bahía, á la que da su nombre, Dublin, cacidas contra los nobles, las ejecuciones que ensangrentaron la ciudad de Dublin, ni los es fuerzos de los irlandeses insurgentes (véase IRLANDA); contentémonos con dejar sentado que Cromwell fué aun mas cruel que los presbilerianos sus antecesores. Los irlandeses fueron arrojados de los bosques à donde se habian refugiado; el territorio de su isla se repartió entre los vencedores, como un dominio legalmente confiscado: la reunion de la Irlanda á vimiento. La juventud ardiente se reunió bajo el título de voluntarios-unidos; coronaba á la la bandera irlandesa el gorro de la libertad, y el 14 de julio de 1790 celebró la ciudad con gran pompa la fiesta de la Confederacion francesa. Los insurgentes, sin embargo, no se atrevieron desde luego á atacar las ciudades; concentráronse en las montañas de Wicklow, y enviaron á pedir socorros al Directorio francés; mas luego que se creyeron bastante fuertes para obrar, atacaron á los ingleses cerca de Fara, venciéronles é hicieron una tentativa sobre Dublin (1798), la que habiendo fracasado perjudicó mucho á la causa irlandesa. pital de Irlanda, es la segunda ciudad de la Gran Bretaña. El Liffei, que la atraviesa de Oriente á Poniente, está orillado por espaciosos muelles formados por murallas de piedra labrada, y seis puentes, uno de los cuales es todo de hierro y de un solo arco, facilitan la comunicacion entre ambas orillas. Hermosas calles, entre las que debemos citar las de Gardiner's row, North-Great-George-Street, SackvilleStreet, notables por la belleza de sus edificios de Gulliver; los pintores Carlos Jervas y Tomás Fry; los actores Cárlos Macklin ó Maclanglin, muerto en 1797 á los ciento siete años de edad; T. Sheridan, Stranger Barry; la hermosa é inspirada actriz Margarita Woffington, apellidada por sus contemporáneos la Lovely peggi de Garrick; Santiago Cautfield, conde Charlemont, elegido por gefe de los vo y por su anchura desde setenta á noventa pies; | pa; Santiago Ware, Arturo Anesley, conde de sus espaciosas plazas, como las de Rutland, Anglesey, autor de curiosas memorias sobre el Merion-Square y Saint-Stephen's-green, ador- siglo XVII; Jonathan Swift, autor de los Viages nada con la estátua ecuestre de Jorge II y una de las mayores de Europa; vastos diques, capaces de contener muchos centenares de buques; anchos canales que desaguan en el Shannon, facilitando asi las relaciones con el resto de la isla; la construccion de dos moles inmensas sobre las cuales existe un hermoso faro, y que se han levantado para evitar la reunion de dos grandes bancos de arena, (North y South bull),luntarios irlandeses desde su formacion en que amenazaban interceptar la entrada del Lifrei, todo esto contribuye á la belleza y asegura la importancia de Dublin, cuya marina mercante cuenta mas de diez y ocho mil toneladas y á lo menos treinta barcos de vapor. Entre los edificios públicos mas notables, citaremos el castillo donde estuvieron detenidos varios prisioneros de importancia, entre otros Ricardo Nugent, lord Delvin y el conde de 1783; Edmundo Burke, gran orador, hombre Christophen Pembridge: The Annales of Ireland. A briet historical memoir of the city of Dublin from the carliest period to the present lime, with a notice of its present aspect and condition, in the Illustrated London Nevvs, june, 1849. DUCADO (Numismática.) Por ducado sé entiende en el lenguaje monetario una moneda de oro, real y efectiva, cuyas varias especies, sumamente multiplicadas, circulan, desde muy antiguo, en una gran parte de Europa. Los primeros ducados fueron acuñados en Italia West-Meath: actualmente es la residencia del viThe history and antiquities of the collegiale and rey; el banco de Irlanda, la aduana, cuya cons-cathedral church of S. Patrick, near Dublin, from truccion costó unos 50.000,000 de reales, el the foundation in 1490 to the year 1819, by Will. Monck Masson, Dublin, 1820, in 4. fig. banco nacional, la bolsa, (Royal Exchange), empezada en 1769 y concluida en 1779, con arreglo á los planos de Tomás Cooley, á quien Dublin debe muchas de sus mas elegantes construcciones; la audiencia, llamada Four Courts, porque alli existen cuatro jurisdicciones judiciales; el tribunal del Banco de la Reina, que es el primero por su clase y la importancia de sus funciones, el tribunal del Comun, el tribunal del Echiquier y el tribunal de Cancillería, la tercena de tabacos (King's tobacco Warehouse), edi-con el busto de los duques soberanos de la parficio cubierto todo de hierro, la casa de postas, (general post-office), cuyos cimientos se echaron en 1815, las iglesias dedicadas á San Patricio y á la Santisima Trinidad, el real hospital de Kilmainham, en el que están asistidos quinientos enfermos entre oficiales ó soldados; el de los calenturientos (house of recovery), en donde pueden estar bien cuidados hasta mil enfermos; el de las mugeres (Lyin in hospital), utilísimo establecimiento en donde reciben eficaces consuelos unas tres mil quinientas cada año, etc., etc. Dublin es residencia de dos arzobispados, uno católico y otro anglicano; encierra esta ciudad muchos establecimientos científicos y literarios, y su poblacion es de unos 280,000 habitantes. te septentrional de dicho pais, y desde alli empezaron á ponerse en circulacion en todo el continente, en Suiza, en los estados germánicos, en Rusia, en Suecia, en Dinamarca, en Holanda y aun en nuestras provincias españolas, si bien el ducado, propiamente dicho, no es actualmente en esta nacion mas que una moneda imaginaria. De lo que acabamos de decir relativamente á la multiplicacion de los ducados, se deduce fácilmente cuan variado ha debido ser su peso y su título, y en consecuencia su valor, siendo asi que se han fabricado en mas de cien puntos diferentes y que aun una misma ciudad ha cambiado, mas de una vez, su fabricacion monetaria. Como que el conocimiento de las monedas antiguas es de poca importancia, relativamente Entre los hombres célebres, hijos de su sue-á la que tienen las modernas, á la esplicacion lo, citaremos los siguientes: San Lorenzo de estas pensamos limitarnos en nuestro trabaO'Tool, arzobispo de Dublin (1100-1180), ca-jo; y para la aplicacion que de ellas pueda nonizado por el papa Honorio III, en 1225; Cris-hacerse en las operaciones de cambios ó cotóbal Pembridge, historiador, nació en 1347; merciales, damos á continuacion como datos Santiago Stanituorst, autor de obras ascéti- interesantes y útiles la lista de todos los ducas; Ricardo, su hijo, comentador y erudito, cados antiguos y modernos, reales é imagina(1535-1618); Santiago Usher (1580-1665), cu- rios conocidos en los diferentes paises de Euroyas obras de teología y de controversia, tuvie-pa, con su equivalencia en reales y maravediron grande éxito; Guillermo Malone (1586-ses, la indicacion de su ley en milésimas y su 1659); Enrique Fitzs Simons; Juan Perrot, equivalencia en dracmas, granos y milésimas que hizo un viage á Roma para convertir al pa-l de granos en peso español. El ducaton, (ducatone) no es mas que una | AGREGACION Y COHESION) Y como por otra parte subdivision del ducado de oro, que acabamos los fenómenos de la CRISTALIZACION (véase esta de valuar, ó pequeño ducado de plata. Esta mo- palabra) nos muestran en estas partículas una neda circula poco y su curso no está ya admi- tendencia que las arrastra á unirse preferentetido en parte alguna mas que en Parma, en mente en ciertos sentidos, era de creer que enVenecia y en Holanda. Los ducatones de Parma tre la solidez y la liquidez no pudieran existir pasan por 21 liras, y valor aproximadamente grados intermedios. No obstante, la esperien20 rs. vellon. El ducatone ó giustina de Venecia acredita que la energía de la fuerza atracticia de 11 libras venecianas, vale algunos maravedises mas. El ducaton holandés ó ryder de Amsterdam pasa por 3 florines y 3 estives, y vale unos 26 rs. 20 mrs. El de Amberes que tiene en moneda esterlina un valor de 5 shelines, y un dinero por onza de plata, equivale á 23 rs. 20 mrs. DUCTILIDAD. (Fisica.) Cuando las particulas materiales son mas fuertemente solicitadas por su atraccion recíproca que por el calórico cuya influencia espansiva tiende á desviarlas, constituyen un cuerpo sólido (véanse ADHESION, va no sujeta de tal modo las partículas que no puedan sin cesar pertenecer á la misma masa, deslizarse las unas sobre las otras, de tal manera que cambie su situacion respectiva, ó ser colocadas á distancias mas o menos considerables. Las sustancias que se llaman ductiles, asi como los metales maleables, nos ofrecen ejemplos de la primera especie de modificacion, y los cuerpos elásticos (véase ELASTICIDAD) nos los presentan de la segunda; de suerte que á decir verdad el desarrollo de las fuerzas que determinan la solidificacion no es de tal modo limitada que no pueda tener mas de una condicion de equilibrio capaz de constituir el estado sólido. La mayor o menor facilidad con que los metales se prestan á la operacion de la hilera, se aplastan bajo el martillo y se estienden al someterlos al laminador, viene á ser la medida de su ductilidad. No obstante, como los que se reducen fácilmente á hilos muy sutiles no siempre son á propósito para suministrar las láminas mas delgadas, nos inclinamos á creer que existe alguna diferencia entre la ductilidad y la maleabilidad. entendimiento cuando no puede adherirse ni negar su asentimiento á un juicio que concibe. Es por ejemplo una cuestion dudosa para los que habitamos la tierra la de saber si la luna y los demas planetas están habitados. La duda perfecta será, pues, aquella en que el pro y el contra se apoyen ó parezcan apoyarse on razones de igual fuerza. Distinguese la duda de la ignorancia en que la primera concibe una idea posible y razones iguales ó proximamente tales en un sentido y en el opuesto. Hay duda escéptica y duda metódica: la primera no es otra cosa que un partido que se A mayor abundamiento, cualquiera que toma para negarlo todo (véase ESCEPTICISMO); pueda ser la causa de esta propiedad y de las la duda metódica por el contrario nunca pasa modificaciones á que se presta, varios minera de ser provisional; se la mantiene para salir logistas han creido que podria suministrar las legitimamente de ella, y aun para tener tiembases de una clasificacion metálica, y conse-po de examinar la cuestion, de ver el lado cuentes con esta idea han compartido estas fuerte y el lado debil, á fin de poder en vista sustancias en tres secciones: metales ductiles, de ello decidirse. metales semi-ductiles y metales ágrios ó quebradizos. La duda supone siempre algun conocimiento y á veces la idea de la cosa misma de que Esta distribucion presenta una dificultad: se duda. La duda perfecta sino se la confunde varios metales cuya fundicion es quebradiza con la ignorancia completa de la cuestion, ó se hacen ductiles cuando, despues de haberlos sea cuando no es una duda negativa, absolucalentado vivamente, se les somete á una fuer-ta, es un estado ideal que dificilmente se ente compresion; otros hay que no disfrutan de cuentra. En efecto, es raro que el entendimienesta propiedad sino á una temperatura mas ó to perciba rigorosamente tantas razones en menos elevada: por último, se encuentran va-pro como en contra ó vice versa, y no sucerias sustancias que el temple hace quebradi-diendo esto, existe una probabilidad mas ó zas, mientras que otras, bajo la misma influencia, resultan malcables ¿de dónde procede esta estraña diversidad? Lo ignoramos, y en esta, como en otras muchas circunstancias, nuestro papel se limita á recoger los hechos. Una esplicacion aventurada nada añadiría á nuestros conocimientos reales, y para hacerla plausible tendriamos sin duda que vencer mas de una dificultad, porque no parece existir relacion alguna entre la ductilidad de los metales y las demas propiedades físicas ó químicas que los caracterizan. Muchas ventajas y algunos inconvenientes son las consecuencias inevitables de la ductilidad del oro. Asi, por un parte, el lujo le es deudor de ese aspecto de riqueza que ostentan ciertos muebles, cuya superficie se cubre con una capa de este metal cuyo espesor casi es imperceptible (véase BATIHOJA Ó BATIDOR DE ORO Y DORADOR); y por otra parte, para evitar la deterioracion que el frotamiento haria esperimentar á las piezas de oro puro, nos vemos en la necesidad de ligar este metal con el cobre. (Véase MONEDAS.) menos grande, pero no una duda. Empero si la probabilidad no es bastante grande para que el entendimiento pueda decidirse, este estado intelectual se llama todavía duda, aunque solamente por estension. Cuando hay lugar á dudar y uno se apercibe de ello, es el dudar cosa muy fácil; lo dificil es advertir las razones para hacerlo. El precepto, pues, del método relativo á la duda es menos este: En la duda abstente de juzgar, que este otro: Mira si en la apariencia de la certeza ó aun de la probabilidad, puedes encontrar alguna razon para dudar. ¿Mas cómo advertirlo? de ningun otro modo sino examinando todos los lados de la cuestion. ¿Y cómo se ha de hacer este exámen? El método podria quizás dar algunas respuestas á estas preguntas sucesivas, pero al fin tendria que abandonar al entendimienio á sí solo, á su propio método, á su peculiar saber. Lo que puede formar la enseñanza, tanto en este punto como en otros muchos, no es enseñar á ver sino aconsejar que se mire. No es, pues, fácil dudar á propósito, porque las prevencioTambien por estension se ha dado el nom- nes tienen tambien su tiranía, y una tiranía bre de ductilidad á la especie de blandura que tanto mas grande cuanto que se percibe meciertos cuerpos adquieren cuando se les calien-nos. La duda viene de la desconfianza, y la ta ó cuando los penetra un líquido: todo el desconfianza del error y de las reflexiones mundo sabe en efecto que amasando la cera que ha despertado una vez que ha sido recose le hacen tomar todas las formas posibles, nocida. que se puede hilar el vidrio fundido, y que el arte del modelador se apoya en la ductilidad de la arcilla humedecida. DUDA. (Filosofia). La duda es el estado del No duda, por consiguiente, el que quiere sino el que puede; y para poder dudar es preciso haberse corregido de la estremada facilidad en creer por los inconvenientes mis Todo juicio que traspase las razones en que se funda, ó que no tenga cuenta con las opuestas, es contrario á la duda legítima. mos de la credulidad, el error. La esperiencia la recoleccion de trigos y llevados por su hijo y el tiempo son tambien buenos maestros en Ruben. (Génesis, cap. XXX, v. 14-16.) Los punto al método. No se aprende en un dia á Setenta y la Vulgata traducen la palabra en dudar, porque en tan corto espacio no es mu- cuestion por mandragora. Pero el dudaimo se cho lo que puede aprenderse, y sin embargo, cita aun en los Cánticos de los Cánticos (casaber dudar, segun dice Malebranche, es sa- pitulo VII, v. 14) por el buen olor de sus ber mucho. flores, con las cuales se hacian ramos, en tanto que la mandragora carece de estas cualidades. La esperiencia ha demostrado que esta mas bien ha causado el letargo y entibiado el amor, que producido los efectos á que Maquiavelo y La Fontaine la destinaban, el uno en su comedia y el otro en sus cuentos. Otros autores han buscado ese precioso dudaimo, propio para facilitar hijos, en una especie de melon pequeño, amarillo y de olor suave, que para adorno se cultiva en Persia, bajo el nombre de destenbuje: esta especie de melon es el cucumis dudaim, de Lineo, introducido en algunos jardines, y cuyos frutos, del tamaño de las coliquintidas, se conservan en las habitaciones ó entre la ropa, á causa de su olor aromático. Hay lugar á dudar mas ó menos, segun que las razones en pro y en contra, son mas o menos fuertes. Si no hay razon en pro ó razon en contra, y por el contrario toda razon es en uno u otro sentido, no cabe la duda. Seria ser escéptico dudar en semejante caso. La duda metódica es, pues, esencialmente diferente de la duda escéptica: la una se conforma al comun sentido, la otra lo niega. No se puede ni comenzar ni acabar por la duda absoluta ó universal; porque si el hombre da en dudar de todo no conservará el recuerdo de ninguna verdad, ni aun de la de su propia existencia. Si por otro lado no se duda de todo en principio, á lo menos permanecerá en el entendimiento aquello de que no se haya dudado. La duda absoluta seria el suicidio de la inteligencia; por eso está prohibido decir á los escépticos yo dudo, sin que por el mismo hecho digan yo no dudo. Otros eruditos han buscado el célebre dudaimo en las trufas, en otros varios frutos y en algunas flores suaves. La etimologia podia dar útiles ideas para encontrar ese maravilloso remedio á que Rachel debió el nacimiento de su hijo José. El término hebreo dudaimo viene de dadem, mamellas, ó de dodim, gemelos, cercanos, didyme, lo cual indica que este vegetal tiene partes agrupadas, dos á dos. Florece en tiempo de la cosecha de cereales, en Mesopotamia, es decir, en mayo; su olor ¿En qué circunstancia especial es menester dudar y hasta qué punto? El método no responde á estas preguntas, porque las reglas que da son generales, y como sin embargo no se aplican sino en circunstancias determina-es suave, y con sus flores se hacen ramos; das, un entendimiento irreflexivo podrá desconocerlas siempre, al paso que uno justo está en todo caso dispuesto á conformarse á ellas. Todo lo que en tesis general puede decirse sobre esto es que se necesita velar grandemente sobre sus juicios, y saber dudar cuando no se pueda tener certidumbre. Nescire quædam magna pars sapientiæ. tiene en fin, ya lo hemos dicho, cualidades afrodisiacas. Nada de esto puede aplicarse á las raíces de la mandrágora, ni á los frutos y otros vegetales citados por los mas doctos comentadores; pero todos sus caractères convienen perfectisimamente con las orchideas, y particularmente con aquellas de las cuales se saca el salep de Oriente. El nombre orchis (lestis testiculus) indica suficientemente á que se comparan los dobles bulbos de sus raices; el olor que ellas exhalan contribuyen á la opinion de su virtud, estimada por los orientales, desde muy antiguo. DUDAIMO. (Botánica). Nombre de un vegetal citado en la Biblia como favorecedor de la concepcion, ó como medicamento afrodisiaco, y sobre el cual han disertado una multitud de sabios comentadores. Tales son Heideggius, De Dudaim Rubeins; Crist. Rabins, Dist. de El dudaimo nos parece, pues, evidentemenDudaim; Miguel Liebentaus, De Rachelis Deli-te una orchidea de aquellas con las cuales se ciis, Dudaim; Olaus Rudbeck, Olaus Celsius, prepara el salep ó salebie. Sabido es que el sa. Deusing Thomassius, Grotius, Lemnius, Fu- lep de Oriente nos llega con la reputacion de ller, etc. y despues José, San Gervino, San restaurativo y de analéptico para las debilidaAgustin, San Cipriano y los rabinos. des grandes. Ni es precisamente à causa del olor El deseo mas vehemente de las mugeres ni de las analogías de forma por lo que se del Asia es tener hijos: da mihi pueros alio- han creido afrodisiacas las orchideas, ni por quin morior, decia Rachel á Jacob, porque lo que se ha dado el nombre de satyrion, zala esterilidad es un oprobio. Rachel recurrió, pato de Venus, á varias de ellas: sábese que pucs, á este afrodisiaco famoso por la dificul- la vainilla, que pertenece á esta familia, tietad que han encontrado los intérpretes de la ne propiedades enardecientes, muy marcadas, Biblia para descubrir la especie de planta que como de ello se aperciben las personas que lo produce. la toman en el chocolate. Una especie de ofris Rachel pide á Lia, su hermana, los dudai- | (unilateralis de Lineo) en infusion, tiene las mos encontrados en los campos, al efectuar mismas propiedades, siendo ademas diurética |