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imparcial administracion de la justicia civil y | Voltaire, habia incorporado los calvinistas á la criminal, se erigirá en el parlameno de París nacion; lo cual no era otra cosa que rodearse una cámara particular, llamada Cámara del de enemigos; pero la autoridad, la bondad y la Edicto, que se compondrá de un presidente, destreza de aquel gran rey los contuvieron duquince consejeros católicos y uno protestante. rante toda su vida. » Muerto Enrique IV, el esOtros tres protestantes se nombrarán para las piritu republicano de los reformistas abusó de demas cámaras del parlamento. La jurisdic-sus privilegios contra la córte, la cual, aunque cion de la del Edicto se estenderá, no sola- débil, trató de restringirlos. En 1615 la asammente al distrito del parlamento de París, sino blea general del partido se atrevió á propotambien al de Normandía y Bretaña. Habrá en ner entre otras cosas no menos sediciosas que Burdeos 6 en Nerac una cámara compuesta de se reformase el consejo del rey. Al año siguienseis consejeros y un presidente católicos, y de te, con motivo de la incorporacion de la Naigual número de miembros reformados. La cá- varra á Francia, se manifestaron los hugonotes mara del Delfinado se formará del propio mo-dispuestos á renovar la guerra civil, y al fin todo. La de Castres, establecida desde 1595, y maron por pretesto un edicto de restitucion que constaba de diez y seis consejeros y dos dado el año siguiente para que se devolviesen presidentes, quedó tambien compuesta por mi-al clero católico todos los bienes eclesiásticos tad de católicos y protestantes.

Diez y siete dias despues de haber firmado el edicto, entregó el rey por ocho años á los protestantes las plazas de seguridad que les habian sido anteriormente concedidas, y prometió pagarles 80,000 escudos todos los meses, para el sostenimiento de las guarniciones. Esta fatal concesion no tardó en ser la pérdida del partido que la obtuviera.

de que habian sido despojados por los hugono-
tes. Convocaron varias asambleas, mas la cór.
te las prohibió, y aunque se les permitió en
1619 celebrar una en Lodun, como tratara de
ocuparse ante todo del edicto referido, el rey
decretó su disolucion. Esta asamblea se mostró
sumamente facciosa; pues parece que preten-
dió convertir la monarquía en una república
federativa compuesta de ocho estados,
da uno de los cuales deberia tener por ge-
fe à uno de los señores del partido protes-
tante.

ca

El edicto de Nantes encontró una viva resistencia en el parlamento de París, el cual se negó á registrarlo; y fué menester para vencencerla que el rey empleara de consuno la Como quiera, los reformados habian diviautoridad, la firmeza y la condescendencia. dido ya á la Francia en diez y ocho provincias "He deseado, dijo Enrique IV realizar dos en-óiglesias, enfrente de cada una de las cuales se laces; el uno es el de mi hermana, que ya está hallaba un general para mandar la fuerza arhecho, el otro el de la Francia con la paz; mada, con un consejo para auxiliarle. Mediamas éste no podrá llevarse á cabo sino se ron varias negociaciones entre ellos y la córte, confirma mi edicto. Os ruego, pues, que lo y por último Luis XIII les concedió tres cosas. confirmeis. Yo no quiero que nadie se diga 1.a la prolongacion por cuatro años del térmimas católico que yo; y á la verdad, que aque-no en que debian devolver sus plazas de sellos que lo pretendieren tendrán su designio.»guridad; 2.a la restitucion de Lectoure, que Al fin, fué registrado el edicto en el parlamen- los hugonotes habian perdido por la abjuracion to el 25 de febrero, en la Cámara de Cuentas del gobernador, que se habia hecho católico; el 31 de marzo, y en el tribunal de los Ai-3. la admision de dos consejeros calvinistas der el 30 de abril de 1599. Desde entonces en el parlamento; pero se negó á revocar el la religion reformada recibió en Francia una edicto de restitucion de los bienes del clero existencia legal, y las iglesias calvinistas católico, y fué á ejecutarlo en persona á la case reunieron en sínodos como la galicana, si beza de su ejército. Viendo los reformados bien no por derecho, sino solamente bajo la en este paso una violacion de sus derechos, autoridad del rey. Eran dichas iglesias en nú- celebraron una asamblea general en Rochela, mero de setecientas sesenta, y su intolerancia, y otras varias provinciales en Alais, Milhaud y siempre creciente, llegó hasta el punto de que Montoban, todas las cuales eran ilegales, pues en el sínodo de Gap, celebrado en 1603, redac-el edicto de Nantes exigia el permiso del rey taran los reformados una confesion de fé en para poder ser convocadas. Luis XIII prohibió la que se llamaba al obispo de Roma el Ante- la celebracion de la primera, declarando reos cristo y el hijo de la perdicion. Tenian ade- de lesa magestad á cuantos asistieren á ella; mas cuatro universidades, las de Montoban, So-y no obstante, gran número de calvinistas fuemur, Montpeller y Sedan; pero carecian de escuelas elementales y preparatorias, por lo que teniau que enviar á sus hijos à las de los católicos.

ron á Rochela, y ofrecieron el mando de sus ejércitos á Lesdignieres, despues condestable, quien por toda respuesta á sus ofrecimientos se hizo católico. Dirigiéronse luego al mariscal duque de Bouillon, el cual contestó que era

De la ejecucion del edicto de Nantes en tiempo demasiado viejo, y al fin dieron aquel infor

de Luis XIII.

tunado cargo (palabras de Voltaire), al duque de Rohan, que en union con su hermano Sou«El edicto de Nantes, segun la espresion de bise, osó hacer la guerra al rey de Francia:

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BIBLIOTECA POPULAR.

T. XV. 29

En abril de 1622, Luis XIII, acompañado del túvose, sin embargo, á los protestantes en el condestable de Luynes, marchó contra los libre ejercicio de su religion, y se dejó subprotestantes y les tomó á Gergeau y Saucerre.sistente el edicto de Nantes. Con la ejecucion El 27 de mayo publicó un edicto revocando del de Nimes perdieron los protestantes sus todas las gracias concedidas á los protestan- plazas de seguridad, entraron en la clase de tes, y ofreciendo su proteccion á los que no ciudadanos sometidos, y dejaron de formar tomasen parte eu las revueltas. Sometiéron-un estado en el Estado, y aunque conservaron se al rey mas de 50 ciudades, pero fracasó el libre ejercicio de su religion, no pudieron delante de Montoban: Rochela resistió igual- ya escucharse en sus templos sus sediciosos mente á sus armas, y el duque de Rohan pro- discursos. puso la paz á Luis XIII, en 19 de octubre de 1622. Esta paz, llamada de Montpeller, concedió una plena amnistía á los protestantes; confirmóse por ella el edicto de Nantes: la Rochela y Montoban quedaron como las únicas plazas de seguridad, y las otras debian ser desmanteladas. El rey devolvió al duque de Rohan sus pensiones y le pagó además 600,000 libras.

Pregúntase por qué Richelieu no abolió el edicto de Nantes. Sin duda en no hacerlo se llevó una mira mas propia de su alta inteligencia y mas conforme á los verdaderos intereses del catolicismo. El buscó la gloria de subyugar los espíritus, mas otros intereses y su muerte prematura le impidieron realizar un designio que hubiera presentado bien grandes dificultades.

Edicto de Nantes en tiempo de Luis XIV; sú revocacion y resultas hasta el año 1790.

Este edicto de pacificacion no fué observado ni por los católicos ni por los protestantes, y asi es que en 1625 estalló de nuevo la guerra. Los hugonotes fueron batidos por mary tierra; pero Richelieu, que tenia necesidad de hacer que Al advenimiento de Luis XIV los reformados cesase la lucha civil para afirmar su naciente no eran ya un partido político en Francia. Sus poder, se determinó á conceder la paz á los in-plazas habian sido desmanteladas, y se les surgentes de la Rochela, los cuales aceptaron el 5 de febrero de 1628 un tratado confirmatorio del edicto de Nantes. Semejante pacificacion escandalizó á los católicos, quienes mostraron con energia su disgusto á Richelieu por haber de tal manera retirado la mano que estaba preparada para aniquilar á los pro-libertad de su culto, y si bien el edicto de Nantestantes; y los autores de sátiras le proclamaron cardenal de la Rochela, pontifice de los calvinistas, y patriarca de los ateos.

habian retirado todos aquellos privilegios que los constituian en un estado dentro de la naciou. Como el edicto de Nantes sometia la convocacion de sus asambleas á la autorizacion real, impediaseles tener conventiculos politicos. Richelieu no les habia dejado mas que la

ras revolucionarias; «lo cual prueba, dice el historiador Schoell, que aquel partido no fué faccioso, tanto por espiritu religioso, como porque la ambicion de los grandes halló en el sistema de Calvino todos los elementos de insurreccion,» Y con efecto, si luego algunos reformados hicieron papel en las revueltas de la Fronda, los cuerpos protestantes no tomaron en las mismas parte alguna. El cardenal Ma

tes los declaraba capaces para todos los destinos, muy rara vez se les conferia alguno de importancia. Esto fué causa de que una multiNo tardó mucho en cesar el escándalo. tud de ambiciosos abandonaran las filas de los Richelieu, que meditaba la ruina de la Roche-reformados, y de que se hiciesen frecuentes la, último baluarte de los protestantes, y liga-las conversiones de los grandes señores, con da siempre con Inglaterra, la puso sitio, y lo que sus correligionarios depusieron sus midespues de once meses de una resistencia heróica, imploraron los rochelanos la clemencia del rey, que obtuvieron mediante las siguientes condiciones de sumision, el 28 de octubre de 1628: pérdida de todas sus inmunidades y privilegios; sometimiento al pago de tributos, abolicion del derecho de corregimiento y de municipalidad que disfrutaban; restablecimiento de la religion católica; desarme de los habitantes; destruccion de las fortifica-zarino se mostró tan satisfecho de la conducta ciones. En cambio se les concedia una àmplia de los reformados, que poco tiempo despues de amnistía, el pleno goce de sus bienes, y el li- su muerte nombró comisarios elegidos en núbre ejercicio de su religion. El duque de Rohan, mero igual en las dos religiones para visitar que no habia podido socorrer á la Rochela, todas las provincias, y poner remedió á las incontinuó la guerra durante un año en el Lan- fracciones del edicto de Nantes, hechas duranguedoc; hasta que viendo derrotados á sus te las turbulencias. Un edicto dado por Luis XIV correligionarios en todas partes, se sometió en el año 1643, primero de su reinado, habia en Alais el 27 de junio de 1629 en nombre confirmado todos los precedentes que concede todos los reformados. Al siguiente mes pu- dian á los protestantes el pleno goce de su reblicó el rey en Nimes un edicto de gracia. Las ligion; y á él siguieron otros que tenían igual fortificaciones de Anduze, Sauve, Nimes, Uzės, objeto. Ademas, parece cierto que despues de Milhaud, Castres, Montoban y de todas las po- la muerte de su primer ministro, no tenia blaciones, que habian enarbolado el estan- adoptado aquel monarca ningun plan para la darte de la rebelion, fueron arrasadas. Man-estirpacion de la heregia. Dedúcese, por el

contrario, del contenido de las memorias que dejarą, que no pensaba en reducir á los hugonotes por medio de ningun nuevo rigor; sino que queria observar estrictamente los edictos que habian obtenido de sus antecesores, sin conceder nada mas; recompensar á los que se convirtiesen; animar á los obispos para que se ocupasen en instruirlos, etc.

acuerdo del consejo de 6 de julio de 1663, que privó á los protestantes de la mitad del famoso colegio de la universidad de Sedan, la cual fué concedida á los jesuitas que no tardaron en ser sus únicos directores.

Muchos protestantes, ó por persecuciones verdaderas ó supuestas, emigraron por aquellos años, hasta que Colbert hizo que se publicase ¿Cómo, pues, se dirá, nació en los consejos un edicto en 1669, prohibiéndoles bajo pena de Luis XIV el proyecto de destruir el calvinis- de muerte, que saliesen del reinó sin obtener mo en Francia? De un modo muy sencillo: la permiso. Diéronse tambien varias providencias opresion de la heregia era reclamada por la encaminadas no siempre con el mayor acierto opinion pública; todas las clases del Estado, á atraer á los protestantes al catolicismo: una desde el clero hasta las populares, clamaban de ellas fué la que el pueblo designó con el contra los protestantes, y les atribuian todas nombre de DRAGONADAS (véase esta palabra.) las desgracias que ocurrian. El clero, que se Los católicos franceses se hallaban divididos congregaba cada cinco años, no votaba jamás en dos opiniones sobre este particular: los janun don al rey, sin hacérselo pagar con la abo- senistas recomendaban que se convirtiese á los licion de algun privilegio de que gozaban los calvinistas por medio de frecuentes instruccioprotestantes. Hasta la comision nombrada por nes; los jesuitas pedian que se hiciese un uso Mazarino dejó bien pronto de ser su protecto- enérgico de la autoridad real. Ambos medios se ra. Llenaríanse volúmenes enteros con los pusieron en práctica, dando por resultado aledictos y reales declaraciones que se dieron gunos cientos de miles de conversiones. En desde 1615 hasta el mes de octubre de 1685, vista de esto y para impedir que los nuevos en que se revocó el edicto de Nantes, para convertidos volvieran á sus errores, Luis XIV, acabar con la religion reformada. Demoliciones accediendo á los reiterados consejos é instande templos protestantes; prohibicion á los mi- cias de Colbert, el padre La Chaise y otros, nistros de aquel culto de predicar en mas de firmó el 22 de octubre de 1685, un edicto reun lugar, de cantar salmos fuera de los tem- vocando el de Nantes. En el preámbulo se inplos, de elegir individuos de ayuntamiento á dican sus motivos, á saber: que habiendo abracónsules de artesanos calvinistas, de enterrar zado el catolicismo la mayor parte de los súbcon pompa ó celebrar de la misma manera los ditos del rey que profesaran la pretendida rematrimonios entre protestantes; limitacion del ligion reformada, era ya inútil la ejecucion del número de notarios, médicos, mercaderes, etc.; edicto de Nantes, por lo cual se revocaba lo precedencia concedida á los funcionarios cató- mismo que el de Nimes de 1629. En su parte licos, respecto de los protestantes; autorizacion dispositiva se prohibia á los reformados que se á los muchachos de 14 años y jóvenes de 12 reuniesen para practicar su religion, y á los para convertirse al catolicismo aun contra la señores que lo ejecutasen en sus casas, se orvoluntad de sus padres, quienes por esto no po- denaba que saliesen del reino en el término de dian privarles de los alimentos; prohibicion à quince dias los ministros que no quisiesen los segundos de desheredar á sus hijos con- convertirse, y se ofrecian recompensas é invertidos; prohibicion impuesta á los protestan- munidades á los que lo verificasen. Los hijos tes de casarse con jóvenes católicas: todas estas de los protestantes debian ser bautizados por determinaciones y algunas otras mas se dicta- los curas de las parroquias y educados en la ron contra los hugonotes. No pertenece verda-religion católica. Los emigrados que volviesen deramente á esta série de decretos la declara- al pais en el término de cuatro meses, entracion del mes de agosto de 1663, que ordenabarian de nuevo en la posesion de sus bienes. El proceder contra los relapsos con arreglo al rigor de las ordenanzas. Dictada con el designio de mantener una prudente policia entre las dos religiones, no llenó su objeto por el esceso de celo con que los tribunales se dieron á aplicarla. Intentaronse procedimientos criminales en todo el reino contra no pocos ciudadanos pacificos, y fué menester para cortar el abuso que interviniese la autoridad soberana, la cual probibió por medio de un acuerdo del consejo, que se diese á la declaracion un efecto retroacfivo. Al poco tiempo hubo de determinarse lo que queria significar el rigor de las ordenan-y gozar de sus bienes, sin que se les incomode zas, prescribiendo que los relapsos serian des terrados para siempre del reino. Se debe tambien contar en el número de las medidas que prepararon la estirpacion de la reforma el

articulo 10 prohibia que saliesen del reino los reformados, sus mugeres é hijos, y que llevasen fuera del pais sus bienes y efectos, bajo pena de galeras para los hombres, y de la confiscacion de cuerpo y bienes para las mugeres. Confirmábanse las anteriores declaraciones sobre los relapsos. Por fin, el edicto concluia de esta manera. «Podrán ademas los dichos individuos de la pretendida religion reformada, en tanto que Dios quiera iluminarlos como á los demas, residir en las ciudades y lugares de nuestro reino, continuar en ellos su comercio,

à pretesto de la dicha pretendida religion reformada, con tal que no tengan ejercicios ni reuniones bajo escusa de culto de la referida religion, de cualquiera naturaleza que aquel sea bajo

las penas arriba espresadas, etc.» se ve, pues, I prender la demolicion de la gran pirámide que el edicto de revocacion no atacaba como Cheops, inmortal como los Pirineos y los Alpes? se ha dicho el ejercicio privado de la religion Pues segun Denon, necesita veinte y cuatro mireformada: y asi fué que muchos católicos se nutos un hombre á caballo para dar vuelta al mostraron descontentos. El duque de Noailles gran templo ó palacio de Tebas. Hay otros mudirigió al rey una memoria para probar que chos edificios egipcios, en su mayor parte araquel resto de tolerancia iba á perderlo todo; ruinados y cuya demolicion continuará necesay la consecuencia de esto fué que el edicto de riamente; pero todos ellos se componen de marevocacion no se ejecutase mejor que lo habia sas de piedra tan enormes, que será absolutasido en los treinta últimos años el de Nantes. mente imposible destruir los vestigios de su Luis XIV, amigo de la conciliacion, envió mi- existencia. sioneros á las provincias donde habia habido mayor número de calvinistas. El abate Fenelon partió por entonces para Poitou, acompañado del abate Fleury, el historiador eclesiástico. El mismo monarca le dió instrucciones, inculcándole que emplease sobre todo la dulzura y la persuasion. En efecto, la mision de aquel esclarecido pastor en las provincias que visitó, forma una de las mas bellas páginas de su vida. Su enseñanza, y sobre todo, el ejemplo de sus virtudes, produjeron una viva impresion en los corazones. Mas no todos sus compañeros tuvieron igual fortuna; y consiguientemente siguieron los protestantes, abjurando unos, emigrando otros y desobedeciendo todas las disposiciones que les concernian. El gobierno de Luis XV fué en estremo tolerante con ellos; el de Luis XVI paternal y protector; y sin embargo, el edicto de revocacion subsistió hasta que lo anuló la Asamblea constituyente en 10 de julio de 1790.

Los griegos, que hablaban el mas rico y hermoso de todos los idiomas, grandes escritores, grandes pintores, grandes escultores, divididos en pequeñas repúblicas, disputadores y viviendo siempre en una especie de anarquía perpétua, no han fabricado nada que bajo el aspecto de su grandeza y solidez, sea comparable á los edificios egipcios; pero bajo otros puntos de vista, sus arquitectos son infinitamente superiores á los de este último pueblo. Los griegos fueron mas pequeños en la arquitectura: sus templos eran, por lo regular, muy pequeños; pero ¡qué de gracia en sus proporciones y en sus adornos! Imaginese el Partenon de Atenas, todo de mármol blanco, ceñido de un peristilo de órden dórico estriado, del mas bello y acabado perfil: sus frisos y sus frontones enriquecidos con esculturas de la mano de Fidias ó de sus discípulos; y la profusion de sus adornos, llevada á tal estremo, que segun Mr. de Chateaubriand en su Itinerario, hasta las caras interiores de los arquitrabes fueron embellecidas por la mano del escultor. De los demas edificios notables de la Grecia solo conocemos las ruinas de muchos de sus templos y de algunos de sus anfiteatros. Parece que esta nacion, dividida en pequeños estados, no debió nunca construir grandes pa

EDIFICIOS. Voz derivada del verbo latino ædificare, edificar. Esta denominacion, hablando con propiedad, puede convenir á toda clase de construcciones; pero el uso la ha restringido á las obras de arquitectura, construidas á espensas del público, y que tambien se denominan monumentos. Esta regla tiene, sin embargo sus escepciones, porque los hay cons-lacios. truidos á espensas de particulares que reciben Esta ventaja quedó sin duda reservada paeste nombre, y los hay construidos á espensas ra los romanos. El pueblo conquistador del del público, que no reciben sin embargo la ca- mundo, atrayendo á su capital los tesoros de lificacion de tales edificios. Es innegable, sin él, tuvo medios y facultades para construir embargo, que esta palabra lleva consigo la idea edificios de grandes proporciones. Los griegos, de un templo, de un palacio, de un hospital, cuyo esquisito genio conservaba aun toda su de una escuela ó establecimiento público: y gallardia y su frescura, suministraban los arque despues de las letras, no hay medio mas quitectos, y los bárbaros vencidos, prestaban eficaz que los edificios para trasmitir la memo-el trabajo material ó la mano de obra. Los roria de un pueblo á las generaciones presentes y futuras.

manos seguian un sistema enteramente distinto del de los egipcios: generalmente formaban Los egipcios, ese gran pueblo que brilló so- sus murallas de mortero, de ladrillo ó de piebre la tierra desde la infancia del mundo, ha- dras pequeñas. El Panteon de Roma es un ejemblando en todas partes un idioma imperfecto; plo bien manifiesto de esta clase de trabajo ary que no teniendo ni pintores ni escultores quitectónico. Tambien tuvieron los dominadodignos del nombre de tales, quiso sin embargo res de Europa la ambicion de construir edifidejar á la posteridad pruebas indestructibles cios con grandes moles de piedra. El Coliseo de su permanencia sobre la tierra, fabricó pa- de Roma es un ejemplo de esta clase de conslacios, templos y pirámides, que por su masa, trucciones, que bajo el aspecto de grandeza y su tamaño y la escelencia de los materiales solidez, indudablemente fueron muy inferiores que los formaron, han resistido hasta ahora á á las de los egipcios: jamás tuvieron ellos el las injurias del tiempo, y parecen desafiar con pensamiento de hacer tallar un obelisco: todos impavidez al espíritu de destruccion que aque-los que se veian en Roma habian sido traidos ja á la humanidad. ¿Quien se atreveria á em

del Egipto.

Los mejores y mas grandiosos edificios de Roma, de los cuales aun se conservan ruinas, fueron la casa de campo del emperador Adriano, en la que se veian cuadros que representaban todos los templos de Grecia y del Asia; los palacios de los emperadores, muchos baños públicos, entre otros los de Caracalla, el Panteon, y sobre todo el Coliseo, gigantesco anfiteatro construido por Tito en dos años y nueve meses: tenia 156 pies de elevacion, y en sus gradas podian sentarse cómodamente 109,000 espectadores: aun se conserva una parte muy considerable de él, que basta para hacer conocer lo que era aquella obra estraordinaria.

Algunos pueblos del Oriente han levantado edificios dignos de llamar la atencion de los viageros. En Constantinopla se encuentran algunas mezquitas de un estilo particular, que tienen muchos puntos de contacto con el gótico y ofrecen un aspecto muy interesante por sus minaretes, sus cúpulas y sus pórticos, sostenidos por columnas muy elegantes y ligeras. La Solimania y la mezquita del sultan Acmet, pasan por los mejores edificios de la capital de los turcos: estos templos están imitados de la iglesia de Santa Sofía, construida en tiempo de Justiniano, monumento imponente, que debe su reputacion à la originalidad de su plan y á su gran tamaño: no tiene, por lo de

La Italia y la Roma de hoy dia, se distinguen por la hermosura y la belleza de sus edi-mas, adornos de gran mérito. ficios. Preséntase en primera línea la iglesia de San Pedro de Roma, edificio, que por su escelente construccion y la riqueza de sus adornos, es acaso superior al Coliseo. Todas las ciudades algo considerables de la península itálica poseen iglesias y palacios, que son objetos de admiracion para los estrangeros que vienen á visitarlas.

La Francia es en esta parte menos feliz. Si se esceptúan las iglesias llamadas góticas, no hay en este pais edificios notables de estilo moderno, sino en dos ciudades, París y Versalles. París, en punto á edificios, es una de las primeras capitales de los tiempos modernos: pocos palacios son tan bellos como el del Louvre, que en union de las Tullerías ofrece un conjunto digno de verse. El hotel de los Inválidos, con su magnífica cúpula, Santa Genoveva, la escuela de medicina, y sobre todo la iglesia de la Magdalena, merecen clasificarse entre los mejores edificios conocidos. Es ademas muy lindo y suntuoso el palacio de Versalles, esa inmensa morada del gran monarca Luis XIV.

Los edificios de los chinos son en su mayor parte de madera y de un estilo raro, como se puede conocer por algunos dibujos y vistas de ellos. Los europeos, tanto antiguos como modernos, deben haber gustado muy poco de este género de arquitectura.

Como hemos dicho al comenzar este artículo, los edificios son, despues de la literatura, el medio mas eficaz para perpetuar la memoria del pueblo que los ha construido, pero es una observacion atendible á nuestro juicio, y cuya exactitud puede apreciar todo el mundo en general; los pueblos que se distinguen por su superioridad en el arte de construir son tambien los que producen los mejores escritores, los mejores escultores y los mas afamados pintores. La Grecia, que dió cuna al cantor de la Iliada, á Euripides, á Sófocles y á Platon, tuvo tambien pintores admirables, y escultores, cuyas obras, que han llegado á nuestras manos mutiladas, hacen la desesperacion de sus imitadores, como sus templos son modelos eternos de la mas bella arquitectura.

Si adelantamos algo hácia el Norte, halla- Roma, al lado de la pompa de sus edificios, remos muchas iglesias y torres góticas nota-nos enseña las obras de Virgilio, de Ciceron, bles: en cuanto à edificios modernos, pocos de Horacio y de Tácito. La Italia moderna se hay que merezcan ser conocidos y estudiados: enorgullece con sus poetas, Dante, Ariosto, el citaremos entre ellos á San Pablo en Londres: Tasso, como con sus pintores Rafael y Miguel despues de San Pedro de Roma, es la mayor de Angel, y sus grandes arquitectos, Paladio y todas las iglesias que no son de estilo gó- Bernini. La Francia, que posee tan buenos editico. ficios, es tambien patria de grandes escritores y poetas.

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La Alemania no descuella por sus edificios. Esta vasta region no tiene un solo palacio, un La España no es acaso la nacion que mas solo templo moderno digno de ser visitado. Ig-abunda en grandiosos edificios; pero entre noramos la causa de tan notable falta, tratán-los que posee hay algunos de tal suntuosidad dose de un pais bien poblado, y por lo gene- y magnificencia, que bastan para colocar á ral tan rico, por lo menos, como muchas provincias de los estados italianos.

nuestra nacion en primera línea entre las modernas. ¿Cuál es sino de entre ellas la que Los rusos han hecho de un siglo á esta puede ofrecer una obra tan soberbia y maraparte esfuerzos laudables para adornar su ca- villosa como el monasterio del Escorial, cuya pital con bellos edificios: han hecho venir de imponente mole, cuyas gigantescas proporcioItalia y de otras naciones cultas de Europa, nes y severísima construccion fatiga el espíartistas hábiles en la arquitectura y la escul- ritu, que se reconoce inferior á una obra de tura. El gobierno ha hecho gastos considera- tan sublime y grandiosa concepcion? ¿Dónde bles, y sin embargo, los edificios de San Pe- existe un remedo de la Alhambra de Granada tersburgo no tienen la grandeza y la magni- | que naturales y estrangeros no se cansan nunficencia de los de Roma.

ca de admirar? ¿Dónde hallaremos tan lindas

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