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Quintiliano, en su admirable curso de Retó

ha de manejar? No hay profesion, no hay off- Inidades no producen la virtud, sino que discio, no hay carrera que no exija un aprendiza- ponen el terreno en que ha de sembrarse y floge largo, dificil y laborioso; mas largo, mas recer.» difícil, mas laborioso en aquellas situaciones de la vida sembradas de oposiciones, de resis-rica, nos hace ver, con la mayor lucidez, el tencias y de contrastes. Pues bien, en la car- alto precio que se daba en su tiempo á la e lurera moral que hemos de recorrer desde la cacion moral. Desde luego declara que no puecuna hasta la huesa, la sociedad nos presenta de ser orador perfecto el que no es hombre de innumerables oposiciones, en el odio, en la en- bien, y por consiguiente que no solo debe povidia, en la persecucion, en la injusticia y en seer el talento de la palabra sino todas las virla tiranía de los demas hombres; nuestra in- tudes: omnes animi virtutes erigimus. Son clinacion al mal, innumerables resistencias á esmeradas las precauciones que toma para la las leyes de la probidad, de la moderacion y de educacion del que se destina á tan noble ejerla prudencia; la suerte, innumerables contras- cicio. Atento á su alumno desde la cuna, y tes en las alternativas de prosperidad y des- convencido de la fuerza de las primeras impreventura, de ensalzamiento y humillacion, desiones, sobre todo, de las malas, quiere que en placer y dolor Lanzad á ese campo de batalla todo lo que se le acerque, en todo lo que le un combatiente inerme y bisoño, y lo conde- rodea, nodriza, criados, compañeros, se fije nais á la perdicion y á la muerte. Los prodi- ante todo la atencion en las buenas costumgios de esta civilizacion asombrosa que por bres. La ciega indulgencia de algunos padres todas partes nos rodea, los adelantos admira- con sus hijos, y su negligencia en conservarbles de las ciencias y de las artes, la gigantes- les el precioso tesoro del pudor, le parece el ca estension de las manufacturas y del comer- manantial de los mayores desórdenes que aflicio, la facilidad inaudita de las comunicacio- gen y turban la sociedad. Se irrita contra ese nes, han trasformado la sociedad de tal mane-sistema de blandura y tolerancia, mal llamado ra, que el siglo presente se diferencia tanto bondad y ternura, que solo sirve para enervar del de nuestros abuelos, como el de estos de el cuerpo y el espíritu. Recomienda que se los feudales, y como los feudales de los de eviten en la casa paterna las malas palabras y Grecia y Roma. Todo va cambiando de as-los malos ejemplos, para que no contaminen pecto en el mundo menos el hombre, menos el alma del mancebo, antes de que pueda conolos elementos de su ser moral é inteligente, cer su peligro, antes que el hábito del mal menos las condiciones y los impulsos de su na- se convierta en segunda naturaleza. Discunt turaleza. Estamos muy lejos de afiliarnos bajo esclama, hæc miseri, antequam sciant vilas banderas de los laudatores temporis acti, tia esse. Prescribe que se refrenen los pricomo lo espondremos mas ámpliamente en meros estallidos de la pasion; que se aprovenuestro artículo FILOSOFIA DE LA HISTORIA; chen todas las ocasiones posibles de inculcar profesamos el dogma consolador de la perfec- en el ánimo del mancebo el amor á lo justo, á tibilidad indefinida de nuestra especie, y cree-lo elevado, á lo puro; que los modelos ó sen. mos que en moralidad, en inteligencia, en tencias que se le den á copiar, encierren máinstituciones, en legislacion, en administracion ximas útiles para el arreglo de la conducta, y de justicia, la mayoria de las naciones cristia- que se encomienden á su memoria las palabras nas y civilizadas es tan superior à la genera- célebres de los grandes hombres de la anticiou contemporánea de Cárlos V, como esta lo güedad. En la eleccion de un preceptor, aconfué á la de Carlo-Magno y la de éste á la de seja el mas escrupuloso estero, no contentanConstantino. Pero en un ramo á lo menos ce- dose sino con el hombre mas virtuoso, eliger e demos la palma de la superioridad á nuestros sanctissimum quemque, y se funda en una predecesores, y este ramo es la educacion mo- razon de alta importancia: « á fin, dice, que ral. Por lo mismo que han adelantado tanto las la sabiduría del maestro preserve la inocencia ciencias, por lo mismo que estamos tan pren- en la tierna edad, y que cuando el alumno dados de nuestra civilizacion, y por lo mismo llegue á la época en que su gobierno es mas que el fundamento, la gloria, el distintivo de difícil, la gravedad del maestro le imponga esta civilizacion es el cultivo del entendimien-respeto, y lo contenga en los límites del deber.» to, hemos llegado á creer que el entendimiento constituye á todo el hombre, y al entendimiento solo aplicamos todos nuestros esmeros, y en su enriquecimiento y enseñanza empleamos todos nuestros afanes. De este sistema en general podemos decir, lo que Séneca decia de las humanidades. Las enseñamos, no porque ellas nos hacen virtuosos, sino porque nos preparan á la virtud. Del mismo modo que el alfabeto y el deletreo no enseñan las artes liberales, sino que suministran los instrumentos necesarios para aprenderlas, asi las huma

Cuando trata de la lectura de los autores; advierte que esta materia requiere grandes precauciones, à fin de que los jóvenes, en una edad en que todo lo que entra en el alma deja profundas impresiones, no aprendan nada que no lleve en sí el sello de la probidad y de la belleza moral. Tal era el principio dominante en el sistema de educacion de los antiguos, y es digno de notarse que en medio de la corrupcion del imperio romano, en medio del olvido de las tradiciones antiguas, despues de los desórdenes que siguieron á las proscripcio

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nes y á las guerras civiles, todavía quedaron [tos al tipo de una moral purísima, aun cuando semillas de las virtudes de los dias gloriosos careciesen de la sancion divina de la inspirade la república, y los hombres que en aquellas cion. Bien dirigida esta lectura debe consideeras de degradacion restablecieron el buen rarse como un elemento indispensable de toda gobierno, y dieron en el trono el ejemplo de buena educacion, no solo por su influjo directo la moderacion, de la prudencia, de la genero-en el alma, sino porque abraza en su esfera, sidad, como Marco Aurelio, Tito y Alejandro Severo, fueron todos educados en los principios y máximas que formaron á los Fabios y á los Scipiones.

y purifica y ennoblece todos los otros estudios, y los encamina, por un comun impulso, al gran objeto que todo hombre debe proponerse en la vida, que es la perfeccion de su ser interior. Asi es que el sabio y piadoso Rollin opina que la lectura de los clásicos profanos, y especialmente de aquellos que nunca han perdido de vista la moralidad de las acciones humanas, como los Oficios de Ciceron, los Anales de Tácito, las Epistolas de Séneca y la Etica de Aristóteles, pueden contribuir en gran manera á

cristianos y las virtudes propias del cristianismo. «Con el auxilio de la antorcha de la fé, dice, descubriremos en los escritos de los pa ganos las preciosas centellas de verdad que lucen en ellos, con respecto á la divinidad y á la religion, y los errores groseros que con ellos mezcló la supersticion: porque la revelacion es la única guia que puede conducirnos con seguridad en medio de tantas tinieblas y luces. Sin este socorro ¿qué han sido los pueblos mas estimados por su inteligencia y por su saber, sino una reunion de hombres ciegos, insensatos, privados de la verdadera razon y de la verdadera sabiduría? Esta es la idea que nos da de ellos la Escritura en muchos de sus lugares. Los griegos y los romanos eran naciones civilizadas, cultas, fecundas en hombres sobresalientes en las ciencias y en las artes. Han dado al mundo oradores, filósofos, eminente políticos, grandes legisladores, intérpre

Si asi pensaban los paganos, y si con los débiles auxilios de la ética humana lograron llevar á tanta perfeccion la moral práctica y presentar al mundo tan brillantes ejemplos de rectitud, de abnegacion y de heroismo já qué no podemos aspirar nosotros, favorecidos por la Providencia, con una religion, que es por si sola un elemento de purificacion y de santi-fortificar en el alma del jóven los sentimientos dad, y la mas sublime coleccion de doctrinas y preceptos encaminados todos á la elevacion de nuestro ser, y á la perfeccion de nuestras facultades! En los pueblos cristianos, la idea religiosa debe ser la base de la educacion; no ya una parte de ella, como lo es la gramática, sino el cuadro general, en que entren todos los otros ramos de enseñanza, y cuyo espíritu anime todo lo que se aprenda y todo lo que se practique. Aqui se ofrece la resolucion de un problema, que nos parece harto descuidado en las prácticas generalmente usadas en el dia. ¿Cómo ha de enseñarse la religion? ¿Bastan para el desempeño de tan grave tarea el catecismo y el rezo? ¿Son estos los únicos medios de que podemos hacer uso para inculcar en la niñez y la juventud el conocimiento de las verdades santas y de los preceptos religiosos? Respondemos decididamente que no bastan, y que en este ramo debemos aspirar á una gran mejora, reclamada imperiosamente por el estado pre-tes de las leyes, ministros de justicia, y sin sente de nuestra sociedad y por las necesidades del siglo. El rezo es una práctica santa; el catecismo es una base indispensable de la instruccion religiosa; pero ni el primero encierra por si solo todo lo que debe comprender la verdadera devocion, ni el segundo llena el vacio de la Historia Sagrada. La devocion debe ser ilustrada, inteligente, sincera, emanada del corazon, y nada de esto se consigue por medio de la pronunciacion mecánica y formularia de algunas palabras de un sentido á veces dema-su Historia Natural, la miseria, la impotencia, siado elevado y misterioso para no necesitar esplicaciones y comentarios. Y en cuanto á la Historia Sagrada ¿quién dirá que sabe la religion si ignora su origen, sus progresos, los sucesos del pueblo en que debia nacer y que le preparó el camino, la vida y los padecimientos de su fundador y la de los hombres escogidos que esparcieron la semilla de su palabra en el mundo? Todo esto se halla en la Biblia, libro admirable, que no solo es el fundamento de nuestra fé y la regla de la vida, sino que abunda en cuadros interesantes, en narraciones variadas y edificantes, capaces de formar el corazon y de amoldar los sentimien

embargo, en medio de tantas personas sobresalientes à los ojos de los hombres, Dios no vé sino puerilidad é insensatez. Dominus de cœlo, dice David, prosperit super filios hominum, ut videat si est intelligens: non est usque ad unum. Es verdad, sin embargo, que columbraron algo sobre las consecuencias del pecado original: pero no llegaron á comprender su raiz. ¿Quién ha descrito con mas viveza que Plinio en su admirable prefacio del libro VII de

la desnudez en que nace ese soberbio animal destinado á dominar al mundo? Ciceron, en un libro que se ha perdido, y del que San Agustin nos ha conservado algunos fragmentos, habia hecho, antes que Plinio, una pintura casi semejante de la naturaleza del hombre, añadiendo algunos rasgos que caracterizan mejor todavía las consecuencias del pecado original, descubriendo en el alma el avasallamiento en que nace à todas las pasiones, y la fatal inclinacion que la conduce á toda clase de destemple y de vicios, sin desconocer por esto algunos rayos de luz y algunas centellas de razon. Jenofonte en la Ciropedia habla de un jóven magnate

el alumno está continuamente empleado en algun ejercicio, debe ser mucho mayor que la que puede comunicar un maestro con su ayudante, obligado á instruir uno á uno ó por pequeñas series à todos los discípulos. En este segundo caso, es inevitable que, mientras los unos aprenden, los otros permanezcan ociosos. Ademas, los monitores, mancebos de la misma edad que los otros individuos de la escuela, enseñan mejor que los maestros, porque simpa

persa, que habiendo sucumbido á una tenta- escuelas estrangeras y británicas, y mas cocion, de la cual no desconfió al principio, con- munmente de Borough Road, del nombre del flando en sus fuerzas, confesó á Ciro su debi- sitio en que está el establecimiento central de lidad, y reconoció que habia en él dos almas, esta admirable institucion. La principal ventaja una que lo impulsaba al bien, cuando estaba del sistema monitorial es la gran facilidad que presente aquel príncipe, y otra que, en su au- presenta de mantener el orden y la regularidad, sencia, lo inclinaba al mal. Esto es indicar bas- asegurando la constante ocupacion de los alumtante claramente la doctrina de la concupiscencia nos, divididos en series, cada una de las cuaEs verdad que muchos filósofos percibieron es- les está siempre bajo la inmediata inspeccion te contraste que existe en el corazon del hom-y vigilancia de sus monitores respectivos. Es bre, y se acercaron á la fé cristiana, como lo igualmente evidente que la masa de conociobserva San Agustin, al contemplar los erro-mientos que se adquiere en una escuela en que res y miserias de que está llena la vida, y que atribuian á la justicia divina, que castigaba de este modo ciertas faltas cometidas en otra vida, de cuya existencia no era posible dudar, aunque fuese desconocida su naturaleza. Esta combinacion asombrosa que en nosotros sentimos de bajeza y de grandeza, de fuerza y debilidad, de amor á la verdad y credulidad del error, de deseo de felicidad y sujeción á la miseria, que es el estado del hombre desde el pecado de Adan, era para los antiguos un mis-tizan mas fácilmente con sus compañeros, coterio inexplicable. Sentian en sí mismos todas nocen por su propia esperiencia las dificultaestas contrariedades; pero ignoraban su cau- des que hay que vencer, y saben encontrar los sa, como San Agustin lo observa de Ciceron: medios de sobrepujarlas. «Los monitores, dice Rem vidit, causam nescivit. ¿Y cómo podrian el profesor Pillans, conocen todas las asperezas şaberla, sin el conocimiento de la palabra re- por las que acaban de pasar, y generalmente velada que es la que desata estas dificultades, las esplican de un modo mas inteligible y famienseñándonos la caida de nuestro primer pa- liar que el maestro, cuyos hábitos y modos de dre, y la cadena de males que en ella tuvic- pensar se diferencian tanto de los de la edad ron origen? Pero, una vez cimentados los prin- tierna.» Los monitores se afianzan y perfecciocipios que la revelacion nos manifiesta sobre nan lo que saben, porque no hay mejor modo estas materias, los escritores profanos, con de aprender que enseñar. Para comunicarideas, algunas ligeras alteraciones en sus espresiones se necesita tenerlas claras y decididas; para y en sus sentimientos, pueden llegar á ser lec-instruir á otros, es indispensable instruirse & turas cristianas, como el mismo San Agustin sí mismo. El monitor siente escitado su amor observa: paucis mutatis verbis atque sententiis, christiani fierint.

propio, por la autoridad que ejerce en su banco y en su círculo; no está harto ni fastidiado De frente con la instruccion religiosa, pro- de enseñar, como el maestro; no enseña macede la iniciacion en las letras, la cual parece quinalmente ni por rutina, teniendo otros tanprimera vista un ejercicio trivial y mecánico, tos jueces cuantos son los alumnos que se le y del cual se puede sin embargo, sacar un gran confian. La posicion intermedia que ocupan partido, para enriquecer el entendimiento sin entre el maestro y las muchachos, les facilita esfuerzo, sin atormentar la memoria, sin oscu- los medios de ser útiles á aquel y á estos, recer la razon con nociones ininteligibles. Mu- ahorrando un inmenso trabajo al primero, y cho se ha trabajado estos últimos años en per- haciendo que estos no pierdan el tiempo, y feccionar los métodos de la primera enseñanza, tengan siempre fija la atencion en algo interey nadie ignora el acierto con que han emprendi- sante y provechoso. La institucion de monitodo su reforma Pestalozzi, Fellemberg, Bell y res está fundada en el gran principio de la diLancaster. Dos grandes fines son los que debe vision del trabajo, que es uno de los descuproponerse esta parte rudimental de la educa-brimientos más luminosos de la moderna ecoeion literaria: suavizar la aspereza del aprendizage, y hacer de los primeros ensayos de lectura y escritura un vehículo no solo fácil, sino agradable de la instruccion acomodada á la edad tierna. En cuanto al primero, la gran dificultad es la eleccion del método, y ya la opinion pública se ha decidido generalmente por el monitorial, mas o menos modificado; pero teniendo por base el ministerio de los monitores, en lugar de un solo maestro. El mejor modelo que existe en este ramo es el adoptado en las escuelas inglesas llamadas

nomía política. ¿Como podria un maestro solo mantener el órden en una escuela numerosa? Solo con el auxilio de muchos ayudantes; pero estos, ademas de aumentar considerablemente los gastos, carecerian de todas las ventajas que los monitores poseen. Dividida la escuela en series ó clases, cada una ocupa un banco, y á la cabeza de cada banco, se sitúa el monitor, y tiene continuamente á la vista á sus subalternos, observando sus menores movimientos, y en perpétua aptitud de corregirlos, En las escuelas de Borough Road, hay las si

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zon natural está diciendo que antes de saber el nombre de una cosa, es preciso conocer la cosa misma y sus usos. ¿Cuál es el uso de las letras escritas? No es otro que representar con signos visibles las diversas modificaciones que á la locucion sus órganos respectivos: enséñcse, pues, antes de todo la relacion entre el signo y el sonido, que es el problema que se trata de resolver. Un niño dice quiero pan, mucho antes de saber que quiero es verbo y pan es sustantivo, y á pesar de ignorarlo hace un uso inuy correcto de aquellas palabras. Mas es; un niño emplea tan acertadamente como el adulto todos los tiempos de un verbo, y aplica los adjetivos en la terminacion femenina á los sustantivos femeninos, sin te

guientes clases de monitores. 1. Monitor ge- | faena, y cuanto tiempo tardan algunos piños 476 neral de órden, que es el delegado inmediato en vencerlas. El alfabeto no sirve mas que padel maestro, y responde del buen órden gene-ra enseñar los nombres de las letras, y la raral de la escuela. Este se coloca en pie sobre un banquillo ó pequeña plata-forma, enfrente de toda la escuela, y desde alli observa todo lo que en ella pasa; da la voz de mando en las operaciones generales y comunica sus órdenes á los otros monitores. 2." Monito-dan res generales de lectura, que tienen á su cargo esta parte de la enseñanza. 3. Monitores generales de aritmética, que responden del órden de los semicirculos, cuando se forman para este ejercicio, y examinan tambien y corrigen las planas de los que escriben en papel. 4." Monitores de clases, que enseñan á escribir. 5. Monitores de inspeccion, que corrigen á los que escriben en pizarras. 6. Monitores de semicirculos, que enseñan en ellos la lectura, la gramática, la aritmética, la geo-ner la menor idea de lo que es conjugacion y grafía, y en muchas escuelas, los elementos de la historia y de la fisica, de la zoología, etc. 7. Monitores auxiliares, quienes, como lo indica su nombre, ayudan á los otros en sus respectivos departamentos, y suplen las faltas de los ausentes, enfermos ú ocupados en sus estudios ulteriores. De este modo, el maestro casi no hace mas que presenciar las diferentes operaciones de la escuela, de la cual suele ausentarse horas enteras, sin que por esto se altere el órden un solo momento, ni se eche de ver su falta.

concordancia. Ademas, la práctica de empezar por el alfabeto, tiene otro inconveniente, y es confundir las ideas del niño, el cual no tarda en observar las anomalías que presentan los nombres de las letras, nombres insignificantes y arbitrarios, comparados con el uso que de ellos empieza á hacer en el deletreo. ¿Qué tienen que ver los nombres ele, erre, equis, zeta, con los sonidos de estas letras en las palabras ley, ramo, exámen y loza? Si, por el contrario, la enseñanza de las letras empieza El segundo fin que se propone la enseñan-binaciones, esto es, en las de dos letras, basta por su sonido en la mas sencilla de sus comza primaria, es convertir los ejercicios de lec- que una vez sepa el niño como se pronuncia, tura y escritura, pero especialmente el prime- por ejemplo, la b delante de la a, para que sero, en fácil vehículo de una instruccion aco-pa como se ha de pronunciar delante de la e y modada á la edad de los alumnos, y este resul- de las otras vocales. tado se logra con la observancia de uua máxima preciosa, á saber: que no se dé ninguna leccion sin comunicar alguna idea nueva y un conocimiento útil. Asi, los semicirculos de lectura llegan á ser unos semilleros fecundos de aquella clase de instruccion que prepara el entendimiento á toda clase de estudios. En una escuela bien montada, como son las de Prusia y las inglesas que ya hemos citado, se aprende insensiblemente la mayor parte de los ramos que se enseñan en nuestros establecimientos de segunda enseñanza, y muy especialmente la gramática, la geografia descriptiva, la historia, y los rudimentos de las ciencias naturales. La llave de estos conocimientos, como ya hemos dicho, es la lectura, la cual se divide en cuatro clases, correspondientes á los cuatro géneros de lecciones que en ellas se leen. Desde luego se suprime el alfabeto, y las letras se aprenden en palabras de dos letras: innovacion debida al célebre francés Jacotob, y que se funda en la lógica y la esperiencia. El alfabeto, en efecto, es el primer suplicio que se impone à la niñez, y todo el que tiene alguna esperiencia en estas materias, todo el que ha visto escuelas ó tiene hios, sabe cuantas dificultades encierra esta

de en cuatro clases, y en cada clase, los tesLa lectura, como ya hemos dicho, se divitos de las lecciones se acomodan al grado de instruccion de los discípulos que á cada una corresponden. En la primera clase se leen palabras monosilábicas, bisilábicas, todas ellas de ideas significativas, de ideas familiares á la mas tierna edad, como yo, tú, el, sol, pan, dos, cal, sal, y luego se pasa á la de dos silabas, como raton, caña, bota, pera, empezando siempre por lo mas fácil y sencillo, y asi, las combinaciones de dos consonantes, como preso, plomo, tres, y las de tres consonantes, como entra, postre, costra, rastro, serán las últimas que en esta clase se presenten. No es difícil componer para ella lecciones sencillas y breves que tengan significados claros y que puedan servir de fundamento á las esplicaciones de que despues hablaremos, como: Dios creó al mundo de la nada. El globo consta de agua y tierra. El sol da vida á las plantas. Pocas son las aves que cantan de noche. En esta clase se aprenden tambien los nombres de los números, y los de la linea recta, la curva, el ángulo, el círculo y la elipsis. Tambien empieza á cultivarse la memoria aprendiendo coplas de cuatro versos, que encierran alguna

verdad moral ó algun conocimiento útil. Las
lenguas del Norte, en que abundan palabras
monosilábicas, se prestan mucho mas que las Muralla.
nuestras del Sur, á esta clase de composicio- Recinto.
nes; sin embargo, no carece la española de Torre.
recursos para el desempeño de este trabajo, Troncra.
como puede verse por los ejemplos siguientes. Foso.

El ser que dá luz al dia
Y al hombre fuerza y salud,
Al logro de la virtud

Los pasos del hombre guia.

Dios hizo al sol, y con sus rayos dora Cielos, y tierra, y mar, y llano, y sierra; De galas cubre el globo de la tierra,

Y en alto sólio mora.

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El ejercicio de memoria de la segunda clase se compone de estractos escogidos y fábulas de los mejores poetas, para lo cual nuestra literatura puede suministrar copiosos matcriales.

Las lecciones de la tercera clase se componen de ideas elementales y claras sobre la religion y la moral, la gramática, la historia nacional, paises estrangeros, historia natural, economía política é higiene. Sin necesidad de Las lecciones de la segunda clase com- acudir á composiciones nuevas, nuestra literaprenden palabras de dos, tres ó cuatro sílabas tura posce ámplios tesoros de los que podrian que significan especies y clases, operaciones sacarse preciosas lecciones sobre la mayor manuales, clasificaciones y divisiones, como parte de estos asuntos para la religion y la las partes del cuerpo, las de una ciudad y una moral, las obras de Granada, Leon y Ribadecasa, nombres de plantas, astros, piedras, ma- neira; para la historia natural, la Esplicacion deras, etc., y palabras homónimas, como tien- del simbolo de la fé, por el mismo fray Luis de da, amo, ama, córte, vino, y las que tienen Granada, y la escelente traduccion de Buffon, alguna semejanza en la pronunciacion, como por Clavijo; para la historia nacional, los capítusiento, ciento, poyo pollo, botar, votar. Las los mas notables de Mariana. Lo mismo decimos sentencias de esta clase son mas complicadas de las composiciones poéticas para los ejerciy largas que las de la primera. Por ej emplo: cios de memoria. No costaria mucho trabajo Esas luces que vemos brillar de noche en el hacer una escelente coleccion compuesta de firmamento, son de tres clases; planetas, es- las mejores odas religiosas y morales de Leon trellas fijas, y cometas. Los actos de nuestra y Melendez, de algunos de nuestros mas verivoluntad son apetitos, afectos y pasiones. Los dicos romances antiguos, y de las muchas libros de la Biblia se dividen en libros del An- preciosidades que encierra la Floresta españotiguo Testamento y libros del Nuevo Testa-la de don Juan Nicolás Bohl. En esta clase se mento, y todos fueron inspirados por Dios. hace forzosamente mucho uso de palabras que En esta clase se forman grupos de palabras representan ideas abstractas, y se agrupan del que pertenecen a un objeto, á una produccion | mismo modo que se ha hecho con las mas sende la naturaleza, á una profesion, á una nacion cillas y concretas en la segunda clase por ó á una localidad. Sirvan de ejemplo los si-ejemplo, palabras pertenecientes guientes.

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