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cantidad de arsénico basta para hacer quebra-te de la longitud absoluta de las cuerdas, es dizos casi todos los metales.

tal, que haciéndolas dos, tres ó cuatro veces mas largas, una misma fuerza produce un alargamiento dos, tres ó cuatro veces mas considerable, y por consiguiente, la duracion de sus vibraciones llega á ser doble, triple

cen las mismas circunstancias, y pueden compararse á una agregacion de fibras de igual naturaleza y longitud colocadas al lado unas de otras.

La naturaleza de los cuerpos, el estado en que se hallan, y el modo con que se atacan determina la elasticidad de que son susceptibles; hay por ejemplo, hilos metálicos que se prestan á la estension y otros la torsion; cier-ó cuádruple. Los muelles de acero ofretas membranas tendidas, láminas de vidrio, de acero ó de marfil ceden á la flexion, y las sustancias aeriformes se dejan comprimir ó estender hasta el punto de ocupar un espacio considerable ó quedar encerradas en límites muy estrechos. A primera vista seria posible que no se comprendiese la analogía que existe entre esos diferentes modos de ser; pero cuando se analiza cada una de ellas en particular y se comparan los resultados obtenidos, presto se adquiere la conviccion de que las acciones desarrolladas bajo la influencia de una ley comun, deben ser determinadas por una misma potencia.

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Coulomb ha dado á conocer con una numerosa série de esperimentos, las leyes del modo de elasticidad que hemos designado bajo el nombre de torsion, y no hay cosa mas sencilla que el aparato que usó. Consiste en un hilo de metal, del cual se cuelga un peso cilindrico de eje vertical; mientras el hilo no se tuerce, el peso queda mantenido en reposo; pero si se hace dar vueltas á éste, se verifica una torsion que comunica al hilo tendencia á volver á su anterior estado, de tal suerte, que abandonado el peso á si mismo, oscila mas o menos tiempo, segun sea mas ó menos perfecta la reaccion elástica, lo cual se puede conocer por la amplitud de las oscilaciones, porque la disminucion que esperimentan gradualmente no puede atribuirse mas que á la resistencia del aire por una parte y à la imperfeccion de la elasticidad por otra.

Los cuerpos elásticos, distendidos, doblados, torcidos ó comprimidos, no vuelven á su estado primitivo sino despues de haber oscilado mas o menos tiempo alrededor de la posicion fija en que se detienen. Este movimiento oscilatorio, que puede compararse al del péndulo, es la consecuencia inmediata de la continuidad de acciones que se desarrollan mientras dura la distension de un resorte; y bajo este punto de vista, las vibraciones de una cuerda musi-Las fórmulas del movimiento oscilatorio dan á cal dan una idea de lo que pasa; separada de su posicion natural, la cuerda vuelve á ella con un movimiento acelerado, y adquiere una velocidad que la hace pasar de su punto de descanso; su movimiento se retarda entonces algo, y la reaccion elástica consume gradualmente la fuerza de que estaba animada; cuando llega á este segundo límite, se encuentra de nuevo en la condicion en que estaba cuando empezó á vibrar, y hace en sentido inverso una escur-inversa de la raiz cuadrada de su longitud y sion semejante á la primera. En la hipótesis de una elasticidad perfecta, y prescindiendo de la resistencia de los medios, esas idas y venidas sucesivas, que son isócronas, tendrian tambien igual amplitud, y por conguiente durarian indefinidamente; pero la esperiencia enseña cuán lejos de esta verdad aparecen los resultados, aun para cuerpos que miramos como muy elásticos.

conocer por otra parte las modificaciones producidas por la masa mas o menos considerable de peso suspendido, la longitud y el grueso de los hilos de suspension, respecto de lo cual, los resultados obtenidos por Coulomb, dan lugar a las siguientes consecuencias. La reaccion elástica de torsion es proporcional al ángulo de torsion; crece como la cuarta potencia del diámetro de los hilos, es en razon

recíproca á la raiz cuadrada de los pesos estensores. Tales son los principios, segun los cuales Coulomb ha ejecutado un instrumento propio para medir fuerzas muy pequeñas, dándole el nombre de balanza de torsion. Este instrumento se compone esencialmente de un hilo metálico fijo por su parte superior, tendido por un peso que lleva lateralmente una Una cuerda convenientemente tendida, no obrar la fuerza que se quiere medir. La sensiaguja ó palanca, á cuya estremidad se hace puede dejar de ser recta sin alargarse, y por bilidad de este aparato, es, por decirlo asi, eso debemos creer que el movimiento vibrato-ilimitada, puesto que se puede aumentar á vorio de que es susceptible, es producido por una luntad, tomando hilos de metal de diámetro série de estensiones y reducciones alternati- muy pequeño, dándoles una longitud mas vas. Ahora bien, algunos esperimentos hechos considerable, cargándolos de pesos mas débipor Gravesand, han probado que en semejanteles y alargando la palanca con que se ejecuta caso el aumento de longitud es siempre pro-la torsion del hilo. Esta balanza, cuya utilidad porcional al esfuerzo ejercido para hacer salir la cuerda del estado de reposo; de suerte que si tendencia á volver á su posicion, ó su reaccion elástica, crece con la prolongacion que se le da, lo cual esplica el isocronismo de las vibraciones. En cuanto á la influencia proceden

es indisputable en la mayor parte de las investigaciones eléctricas y magnéticas, se ha empleado tambien para medir ia adherencia que las particulas de fluidos tienen entre sí. Cavendisk hizo de ella la aplicación mas ingeniosa, empleándola para hacer tensible la atrac

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ELASTICIDAD-ELBA

El jugo del fruto, clarificado por el reposo y la filtracion, y espesado hasta consistencia de estracto, constituye el elaterio ordinario de la farmacopea francesa. En otro tiempo, despues de haber separado el depósito que se formaba en el jugo, se le ponia sobre un harnero y se le rociaba con un poco de agua: decantada la porcion del líquido, se hacia secar al sol, ó á un fuego suave, la materia precipitada. Este estracto debia resultar muy amargo, ligero y muy blanco, color que los falsificadores lograban darle incorporandole almidon. Segun el doctor Paris, cien partes de elaterio del comercio contienen cuatro de agua, veinte y seis de extractivo, veinte y ocho de almidon, cinco de gluten, veinte y cinco de materia leñosa, y doce de elatina y principios amargos.

cion que todos los cuerpos de la naturaleza ejercen unos sobre otros, proporcionalmente á su masa y reciprocamente al cuadrado de las distancias, y comparando la energía de la pesantez con el resultado de sus esperimentos dedujo que la densidad media de la tierra es 5,5, siendo la del agua 1. Esta evaluacion es algo mayor que la obtenida por otros procedimientos. Los fisicos se han esforzado mucho, pero inútilmente, en descubrir cuál podria ser la causa física de la elasticidad; y de todas las ideas emitidas con este motivo, la mas plausible es la que considera dicha propiedad como una modificacion de la atraccion molecular. Esplica bastante bien de qué manera ciertas condiciones de equilibrio pueden obligar á ciertas partículas desviadas á recobrar su posicion natural, luego que quedan libres para obedecer á las fuerzas interiores que las solicitan; pero no se comprende por qué en ciertos cuerpos apenas es la elasticidad sensible, al paso que en otros es muy enérgica. En fin, no se alcanza por qué motivo la misma operacion da elasticidad á un cuerpo y maleabilidad á otros. La naturaleza de las sustancias, la forma de sus moléculas integrantes y el modo de agregacion que las une, encierran, no lo dudamos, el secreto de ese enigma y el de otros muchos: mas para hallarlo, seria menes-asi es que el elaterio de Dioscorides obraba ter que poseyésemos sobre la constitucion intima de los cuerpos, nociones mucho mas ciertas que las que tenemos.

La voz elaterio ó elateria, formada del verbo elaunein, que quiere decir empujar, echar, se dió á esta sustancia tal vez porque los griegos la miraban como un poderoso purgante. Como sea, los autores antiguos, y señaladamente Plinio, la creyeron capaz de curar los males de ojos, de oidos y de muelas, la gota, las herpes, la sarna y otras muchas enfermedades. Modificaban su forma y su acti vidad por medio de diversas preparaciones, y

enérgicamente, mientras que la accion del de Teofrasto era apenas sensible. Mas moderna➡ mente, los médicos han preconizado el esLos efectos que produce la elasticidad son tracto del cohombrillo amargo como bueno mucho mejor conocidos que su causa; asi es contra las hidropesías pasivas y otras afeccioque su influencia en los fenómenos de la co- nes graves, recetándolo en la dosis de uno á municacion del movimiento (véase CHOQUE), seis granos, segun las edades y los temperapuede calcularse, asi como el modo con que mentos. Esta sustancia, si bien podria ser de contribuye á la produccion y propagacion de gran recurso en las hidropesías serosas, es los sonidos. (Véase SONIDO.) Las sustancias aeri-hoy poco empleada como no sea unida con formes le deben sus mas nótables propiedades, otros medicamentos, en lo cual ha influido y algunas veces nos procura la ventaja de de- quizás la opinion de Mr. Orfila, quien la conbilitar gradualmente la violencia de los cho-sidera como venenosa: su efecto es purgar y ques, al paso que en otras circunstancias, por hasta provocar vómitos. la continuidad de su accion nos facilita el medio de acrecentar gradualmente la velocidad de los cuerpos.

La elatina, á la cual se debe toda la virtud medicinal del elaterio, es un principio blando, verde, de olor aromático, mas pesado que ELATERIO. (Farmacia). Con este nombre el agua; pero sin disolverse en ella, al paso designan los farmacéuticos el estracto obteni-que soluble en el alcohol y los álcalis. No tiedo del fruto de una planta de la familia de las ne amargor, pero está combinada con princicucurbitáceas y llamada cohombro silvestre ópios amargos que aumentan su actividad. ELBA. (Geografia.) Albis. Es uno de los cohombrillo amargo. Es planta vivaz, de tallo carnoso, echado, ramoso, sin zarcillos, con mayores rios de Alemania. Nace en Bohemia hojas alternas, casi acorazonadas, con pecio- cerca de la frontera de Silesia, al pie de las los erectos, flores monoicas que salen de la mas altas montañas del Riesengebirge. Corre axila de las hojas bajo forma de espigas soli-primeramente hacia el Sur, luego hacia el Oestarias, con frutos ovoideos, del tamaño del te, mas adelante con direccion al Norte, y desdedo pulgar y cubiertos de muchos pelos eri-emboca en el mar del último nombre, en El Elba tiene numerosos tributarios: recibe zados y ásperos al tacto. Los frutos tienen Cuxhaven, despues de un curso de 148 millas. tambien de particular que cuando se desprenden de la planta las semillas, salen con rapi- las aguas de 53 rios y de mas de 300 arroyos, dez por el agujero que forma la base del pe- Entre los primeros, merecen ser citados el dúnculo de cada uno de ellos, carácter que Iser, Adler, Moldau, Eger, Mulde, Saale, Elsterindujo al profesor A. Richard á establecer el Negro y Havel, cuyo caudal aumentan el Spree, Ilmenau y Oste género ecbalsion elaterium.

Está defendida la isla por notables fortificaciones. Cuéntanse en ella tres ciudades, que son: la capital, Porto-Ferrajo, Rio-Ferrajo y Porto-Longone.

Esta isla despues de haber pertenecido sucesivamente a los etruscos, cartagineses, ro manos y bárbaros, sufrió la dominacion de las ciudades italianas sus vecinas, tales como Pi

El Elba en su largo curso, atraviesa una, tal. Tambien se encuentra alguna cantidad de gran parte de los territorios alemanes, á sa- oro, plata, plomo, iman, azufre y vitriolo; hay ber: la Bohemia, el reino de Sajonia, la Sajo- canteras de granito, mármol, pizarra y amiannia prusiana, los ducados de Anhalt, la provin- to, fuentes minerales y salinas. cia de Brandeburgo, el Hannover, Meklemburgo, Lauenburgo, la república de Hamburgo y el Holstein. En cada uno de los mencionados paises, baña ciudades considerables, como son: Josefstad, Kolin, Koenigingrolz y Leutmeritz, en Bohemia; Dresde y Meissem, en el reino de Sajonia; Torgau, Wittemberg, Magdeburgo y Taugermunda, en Prusia; y mas adelante, Hamburgo, Aitona y Glackstadt. Son cé-sa, Génova y Luca. Mas tarde la poseyeron los lebres sus orillas por su belleza en una gran parte de su curso, sobre todo en Bohemia y Sajonia; y ciertamente no hay en todo el mundo un paisage mas admirable que el que ellas | ofrecen, con especialidad, en la parte montañosa de la Sajonia, á que se da el nombre de Suiza Sajona.

El número y riqueza comercial de las ciudades que el Elba y sus tributarios atraviesan y enlazan, hacen en estremo importante la navegacion del rio, si bien por desgracia su configuracion solo se presta á ello con mucha dificultad. Ademas de ser poco profundo, cortan el lecho en algunos parages numerosas islas, y se forman á cada paso bancos de arena, lo que hace cada dia mas difícil la navegacion, á pesar de los grandes trabajos que se empren den para obviar tal inconveniente. Los barcos, que en otro tiempo atravesaban la Sajonia en direccion de la corriente, con un cargamento de 1,500 á 2,000 quintales, no pueden llevar hoy arriba de 1,000 á 1,200. Sin embargo, el Elba constituye para toda la Alemania una via comercial de primera clase. Principia á ser navegable para barcos bastante grandes en Melwick, perteneciente á la Bohemia; y los buques mercantes suben por él hasta Hamburgo con la marea. Finalmente, ademas de los paquebotes de vapor por medio de los cuales hay establecidas comunicaciones directas y regulares entre Hamburgo é Inglaterra, Holanda y Francia, hace algunos años que se ha organizado un servicio de piróscafos entre Hamburgo y Dresde.

ELBA. (ISLA DE (Geografia é historia.) Ethalia, Ilva. Isla del Mediterráneo, situada á tres leguas y media de la costa de Toscana, de que se halla separada por el canal de Piombino. Su superficie es de 12 leguas cuadradas geográficas, y su poblacion de unos 13,000 habitantes.

La isla de Elba forma una mesa elevada, cuya mas alta cima, la Cabaña, tiene 3,600 pies sobre el nivel del mar. Su clima es muy templado y sano; y su fértil suelo produce aceite, vino y escelentes frutas. Abunda la pesca en sus costas, y se coge principalmente la sardina y el atun. Pero la principal riqueza de la isla consiste en sus minas de hierro, esplotadas ya en tiempo de los romanos, y que dan aun anualmente 36,000 quintales de me

españoles y luego los napolitanos. Los ingleses se apoderaron de ella en 1796, y el general francés Thurreau recibió en 1800 la órden de quitarles tan importante posicion, como lo verificó, declarando en seguida un senado-consulto del 8 fructidor, año X, la reunion de la isla de Elba á la república francesa.

En 1814, despues de la abdicacion de Napoleon, las potencias aliadas le cedieron la isla de Elba con una renta de 6.000,000 de francos. A ella llegó el 3 de mayo, y alli estuvo cerca de un año ocupándose en acrecentar la prosperidad de su reino en miniatura, tanto para dar alimento à su poderosa actividad, como para ocultar á la Europa las gigantescas esperanzas que abrigaba. En fin, cuando sono la hora fijada por su prevision, el 26 de febrero de 1815 montó en el bergantin Inconstanle con los generales Bertrand y Drouot y 600 hombres de su guardia, atravesó los cruceros ingleses, habló él mismo á un buque que encontró, y el 1.o de marzo, á las tres, entró en el golfo Juan y desembarcó en la playa de Canas.

Hoy la isla de Elba pertenece al gran ducado de Toscana, y forma parte de la provincia de Pisa.

ELEA (ESCUELA DE) ó escuela cleática. (Filosofia é historia.) Secta de filósofos griegos que negaban toda pluralidad, toda diversidad, todo cambio y no admitian mas que una unidad y una inmovilidad absoluta. Procedia su nombre del de la ciudad de Elea, colonia griega de la Italia Meridional donde residieron sus principales representantes Jenófano, Parmėnides y Zenon. Se fundó en el siglo VI antes de Jesucristo por Jenofano de Colofon en Jonia, quien espulsado de su patria por la guerra, segun se supone, fué á fijarse en Italia, ya bastante adelantado en años.

Muy poco posterior á Pitágoras, la escuela de Elea exageró la tendencia idealista de la pitagórica. «Pitágoras, dice Cousin en su Curso de la historia de la filosofia, leccion 7.*, habia señalado ta armonía que reina en el mundo y que revela la unidad de su eterno principio; preocupado Jenofano con esta idea, la armonía del mundo, comienza ya á tener mas en cuenta la unidad que la variedad como elemento de la composicion de las cosas, y mantiene, aunque bastante mal, el término

medio entre la unidad señalada por los pitagó- rio se consulta la razon, se concibe el ser puro ricos, y la variedad que Pitágoras no habia y sin mezcla, uno é idéntico, que no tiene ni negado y á la que únicamente habian atendi- puede tener principio ni fin, que es invariable, do Heráclito y los jónicos. Muy luego, Parmé-indivisible. Se reconoce que esta unidad pernides, sucesor de Jenofano se preocupa como fecta es la única cosa que realmente existe; su maestro hasta tal punto de la idea de la todo lo que está fuera de ella, carece de exisunidad, que sin negar quizá la de la variedad tencia propia, es el no ser, tú μå öv; por conla abandona del todo. Zenon avanza mas, no siguiente toda pluralidad, todo cambio, todo descuida la idea de la variedad, sino que la movimiento es pura apariencia. niega y por consiguiente niega, la idea de movimiento y la existencia del mundo. »>

Para señalar mejor sus grados en la marcha progresiva de los filósofos eleáticos, volvamos á cada uno de ellos en particular.

Jenofano (617-518), que habia pasado gran parte de la vida en Jonia, adoptó primero ideas análogas á la de los filósofos jónicos Tales y Anaximandro; tenia tambien él su sistema sobre el mundo, sobre el sol, sobre los astros, sistema que no era ni mas razonable ni mas ridículo que los de sus antecesores; pero mas tarde, cuando se familiarizó, durante su permanencia en Italia, con las teorías de Pitágoras, conoció la insuficiencia de esta filosofía material, y se entregó á las mas elevadas abstracciones de la metafísica.

Parménides habia constituido el sistema; restaba defenderle y destruir los sistemas opuestos, lo cual fué la tarea de Zenon de Elea (504-450.) Hombre activo y esforzado, se encargó de propagar las doctrinas de sus maestros con el mismo ardor que empleó despues en defender la libertad de su pais. Para esto, recorrió la Grecia, y fué con Parménides á Atenas (hácia 460), donde encontró numerosos oyentes.

Conociendo que el sistema de la unidad absoluta chocaba al sentido comun, y debia parecer absurdo á casi todos, quiso demostrar que el sistema del realismo empírico es mas absurdo todavia y que no puede admitirse con los jónicos, la pluralidad, el cambio, el movimiento, la estension, la divisibilidad, sin inPartiendo de este principio: Nada procede currir en las contradicciones mas marcadas. Lude nada, Ex nihilo nihil, principio que al pa- chando incesantemente con sus adversarios, recer fué el primero en enunciar y que despues adquirió la mayor habilidad en la argumentahizo tanto juego en la filosofía, dedujo que na-cion y llegó á convertir la disputa en arte, soda podria pasar de la nada á la existencia y bre el cual dió esplicaciones, siendo asi el que por consiguiente todo lo que existe real- creador de la dialéctica. mente es eterno, inmutable, y que todo es uno (év tó öv xat nav.) Este ser uno y eterno, único posible, es el mismo Dios, que no puede concebirse ni como limitado ni como ilimitado. Es blasfemar de él idearlo bajo la forma humana: no tiene forma alguna, es todo sensacion, todo pensamiento; es un ser perfecto.

Jenofano admitia asi dos sistemas enteramente opuestos, uno físico y empírico, otro metafisico é idealista, fluctuando entre los dos, ó tal vez no viendo claro su incompatibilidad. Ni aun se sabe si esa unidad á la cual lo reducia todo era material ó espiritual.

Parmenides (530-450.) Parece por el contrario haber visto bien las contradicciones en que habia incurrido Jenofano. Se dedicó á dar una forma mas rigurosa al sistema de su maestro, y se esforzó en orillar las contradicciones que ofrecia.

Para ello distingue dos medios de conocer: la razon, que es la que da la verdad, la realidad; los sentidos que solo dan una apariencia engañosa, doa. Si solo se consultan los sentidos, existen séres múltiples, variables, y aun puede reconocerse que se derivan de dos principios, el calor ó la luz (el fuego etérco), el frio ó las tinieblas (la tierra); el primero es sutil y penetrante, el segundo grueso y pesado; el primero es el positivo, el real, cl elemento inteligente (onvovpyos); el segundo pura materia (ú), es negativo y ciego; no es mas que la limitacion del primero. Si por el contra1011 BIBLIOTECA POPULAR.

Se han conservado algunas objeciones de las que oponia á sus adversarios. Si se admite, decia, muchas realidades, es menester atribuirles cualidades que se escluyan mútuamente, la unidad y la pluralidad, la semejanza y desemejanza, el movimiento y el reposo. Si se admite la estension, hay que suponerla divisible; pero la divisibilidad no puede concebirse sin contradiccion; es menester que las partes sean simples ó compuestas; en el primer caso, el cuerpo no tiene magnitud y no existe; en el segundo no tiene unidad, está en contradiccion consigo mismo, siendo á la vez finito é infiuito (finito porque es uno, infinito por tener una infinidad de partes.) El movimiento presenta dificultades que no son menos insuperables. Si el movimiento fuese posible, seria menester que el espacio en que se mueve el cuerpo que es infinito en las partes (puesto qne todo espacio es divisible hasta el infinito), fuese recorrido en los límites de un tiempo determinado; pero este tiempo, que no puede ser mas que limitado ó finito, no igualará nunca al espacio infinito.

En apoyo de estos argumentos contra el movimiento, que Aristóteles ha conservado, hacia muchas suposiciones que han llegado á ser célebres; conócese especialmente el Aquiles. «Supongamos, dice Baile, que se complacio en reproducir y desenvolver los argumentos del escepticismo, supongamos una tortuga á veinte pasos de Aquiles y fijemos la velociT. XV. 60

dad de la tortuga y de Aquiles en la propor- tas abrigan dudas sobre la existencia de los cion de uno á veinte. Mientras que Aquiles da- cuerpos y de las propiedades sensibles, creen rá los veinte pasos para alcanzar la tortuga,firmemente en la del ser uno é inmutable. esta habrá andado uno, por consiguiente se ha- Tampoco es el nihilismo, puesto que no se ata llará aun mas adelantada que él. Mientras el ca la realidad de los seres aparentes sino para primero da el paso de diferencia, la segunda levantar sobre sus restos al ser inmutable y habrá dado la vigésima parte de un paso, y si absoluto, único que tiene la plenitud de la Aquiles anda esta vigésima parte, la tortuga existencia. andará tambien el vigésimo de esta fraccion, y asi sucesivamente, manteniéndose siempre delante de su perseguidor, sin que jamás pueda ser alcanzada.»

Reducido á lo que es, á un puro idealismo, el sistema eleático se refuta fácilmente con la conciencia y el sentido comun; todos, reconcentrándose sobre sí mismos pueden asegurarse de que creen tan firmemente en la existencia de los seres contingentes y variables como en la de los necesarios y absolutos, aun cuan

En suma, puede caracterizarse el papel de cada uno de los tres filósofos en los cuales se resume toda esta filosofía, diciendo con monsieur Cousin que Jenofano es el fundador de lado no sea fácil esplicar la coexistencia de estos escuela de Elea, Parménides su legislador y Zenon su soldado.

dos órdenes de seres ó de hechos, ni comprender el lazo que los une. La falta de los eleatas, A estos tres nombres, célebres los historia- y aun de los que disputaban con ellos, consis. dores de la filosofía añaden otro, el de Meliso tia en sustituir el raciocinio á la esperiencia, ó de Samos, que florecia por los años 450 antes al simple sentimiento natural. Dicese que Dióde Jesucristo. Pero en las pocas líneas que los genes, oyendo un dia á Zenon, ó mas bien á un autores antiguos le han consagrado, nada en-discípulo suyo (porque Diógenes vivió unos contramos que amplifique el sistema de sus cien años despues que aquel) disertar contra predecesores ó que lo modifique gravemente. la existencia y la posibilidad del movimiento, Despues de estos filósofos, las teorías de echó á andar delante de él; todavía es ese el los eleatas cayeron al parecer en descrédito; mejor modo de argüir en el dia contra semese confundieron por algunos con los vanos jue-jantes locuras teóricas. Basta apelar al sentido gos de los sofistas y sucumbieron como ellos á comun del género humano, á la esperiencia los ataques de Sócrates. Se conservaron, sin diaria y de cada momento. embargo, en parte, en la escuela de Megara, No poseemos monumento original de la estan célebre en el arte de la disputa y que to-cuela de Elca. Jenofano y Parménides habian mó de aqui el nombre de eristica (disputado-compuesto cada uno un poema De la naturalera); ademas, se encuentra en Platon, y sobreza, del cual solo citan algunos versos los antitodo en Plotino y otros neoplatónicos, una par-guos; Zenon habia escrito en prosa algunos te de sus ideas sobre la unidad absoluta, sobre la distincion de los seres reales y de los aparentes.

tratados que no han llegado hasta nosotros. Lo que sabemos de su doctrina está tomado de · Platon y de Aristóteles; el primero puso en el Antes de someter à la critica las doctrinas Parménides en escena al filósofo mas imporde los elcatas, es necesario determinar bien su tante de dicha escuela, y el segundo nos dejó carácter. Nacida entre las contradicciones que un tratadito precioso De Xenophane, Zenone ofrecen la unidad y la pluralidad, la inmovili-et Gorgia, y consagró á la discusion de algudad y el cambio, los datos sensibles y las con- nos puntos de la filosofia eleática, varios trozos cepciones intelectuales, colocada entre dos de su Metafisica y de su Fisicą. Diógenes mundos que parecen escluirse y destruirse re- Laercio, Sesto Empirico y los comentadores de ciprocamente, la filosofía eleática cree orillar Platon y Aristóteles, y especialmente Simplicio, las dificultades suprimiendo uno de los mun- suministran tambien útiles datos. Entre los modos, el de lo múltiplo, de lo variable, para de-dernos, los que se han ocupado mejor de la fijar subsistir solamente lo que es uno, inmu-losofia eleática, ademas de los historiadores table, indivisible, mundo ideal que se confun- Brucker, Tennemann y Ritter, son Brandis, de con Dios. quien en sus Commentationes eleatico (AltoEste, á todas luces, es un sistema de idea-na, 1813, reunió los fragmentos que nos quelismo, un idealismo escesivo; pero la mayor parte de los autores, han visto ademas en él el panteismo y algunos el escepticismo y aun el uihilismo.

Mr. Cousin ha dicho muy bien que no era ese el verdadero panteismo, puesto que el panteismo absorbe toda existencia en Dios, confunde á Dios con el mundo, al paso que aqui hay, no absorcion, sino negacion, destruccion del mundo; es mas bien un teismo exagerado; un teismo esclusivo. Tampoco es un sistema de escepticismo universal, puesto que si los elea

dan de sus obras; J. Gottfried Walther, que publicó un libro con el titulo singular de Tumbas de los eleáticos abiertas; Fulleborn y Spalding, que comentaron el libro de Aristóteles sobre Jenofano; Riaux, que ha tomado por asunto de tésis á Parménides de Elea, y sobre todo Mr. Cousin, cuyos articulos sobre Jenofano y Zenon de Elea (en la biografia universal) ofrecen un modelo de investigaciones, de erudicion y de discusion filosófica.

En las obras de Bacon hay un tratadito titulado de Parmenidis et Telesii philosophia;

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