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MEMORIA DEL DESCUBRIMIENTO DEL DORADO POR EL MAESTRE DE CAMPO DOMINGO DE IBARGOIEN Y VERA, LUGARTENIENTE POR S. M., Y EN NOMBRE DE ANTONIO BERRIO GOBerNADOR (1).

De sesenta años á esta parte, muchos capitanes, con mucha gente, caballos y ganados, se han perdido diversas veces buscando la entrada de estas nuevas provincias, por las relaciones que de los indios circunvecinos tenian de su grande anchura, fertilidad y riqueza; pero no se pudo hallar la entrada, por causa de las montañas y ser-. ranías altísimas y asperísimas y los rios tan grandes, que más propiamente se podian decir mares de agua dulce, que de una y otra parte las rodean, hasta que el año de 1593 concedió Nuestro Señor esta ventura á mí el Maestro de campo general desta jornada, que con treinta y cinco soldados hallé la entrada muy fácil y sin dificultad alguna y anduve dentro de la tierra, que por la parte donde yo entré la llaman Guayana (2), cosa de treinta y

(1) Biblioteca Nacional. Tomo de papeles MSS.-J. 89.-El epígrafe de este documento está copiado exactamente del original.

(2) Guayana, comarca de la parte septentrional de la América meridional, limitada al N. por el Orinoco y el Atlántico, al E. por este último, al S. por el Rio de las Amazonas, y al O. por el Sapura y el Orinoco. La Guayana está dividida en cinco partes, que toman sus nombres de las diversas potencias que las domiTOMO VI. 36

cinco leguas, en la cual ví muchas y grandes poblaciones de indios bien dispuestos y proporcionados, que todos, hombres y mujeres, andan desnudos en carnes, cubiertas solamente aquellas partes que honestamente no se pueden nombrar. La tierra es sana, templada, apacible, fértil de los frutos de Indias, y sobre todo amenísima, y que parece una perpétua foresta. Tiene mucha caza, mucha pesca, y entre todas las que he visto más aparejada para recreacion y deleites. Es muy rica de oro, y los naturales me querian mostrar el lugar de donde lo sacan; mas yo, per no mostrarme codicioso, no lo quise ver, diciendo que mi jornada no era buscar oro, sino hacer amistad con la gente de aquella tierra; sólo tome diez y siete piezas de oro labrado, que traje áS. M., y tres hachas de armas de piedra, que sólo ellas muestran que aunque aquellas gentes son bárbaras, no les falta ingenio para dexar de serlo, en teniendo buena doctrina. Diéronme relacion que siete jornadas más adentro hay infinita cantidad de oro, y que en las minas dél á nadie es lícito sacarlo sino á los caciques y sus mujeres, y que los sacan con grandes supersticiones, ayunando primero tres dias; pero que en los rios, que llevan mucho, lo puede sacar quien quisiere, con que dé de tributo al señor ó cacique los granos que fueren tan grandes como los de el maiz y desde ahí arriba. Hallé la gente amigable, cortés y liberal y nos trataron y regalaron muy bien. Y de allí, por tener tan poca gente; me volví á la isla de la Trinidad,

nan ó dominaron, y son la inglesa, brasileña, portuguesa, española, francesa é irlandesa. Sabido es, por otra parte, que en los primeros tiempos del descubrimiento se buscaba sin cesar el Dorado ó tierra del oro y se aplicaba este nombre á toda comarca que parecia al pronto abundante en aquel precioso metal.

de donde me habia partido por órden de nuestro capitan general y gobernador de las dichas provincias, Antonio de Berrio. Confina la dicha provincia por una parte con la Tierra-Firme, qué está frontero á la dicha isla Trinidad, y por otra con la gobernacion de Cumaná, de la Margarita y Venezuela, y despues con el nuevo reino de Granada, con la gobernacion de Popayan y Quito; de manera que es una de las más cercanas tierras, de cuantas se han descubierto en las Indias, tanto que pueden venir de allá á España en menos de treinta dias.

Memoria de lo que pueden esperar los que fueren á esta jornada.

Han de saber que vamos á poblar y habitar estas provincias, que son de la calidad que he dicho; y lo que pacificáremos ó conquistáremos y pobláremos, nuestro general y gobernador, Antonio de Berrio, con facultad y autoridad que tiene S. M., lo ha de repartir entre nosotros como se hizo el Pirú y Nueva-España, lo cual se hace en esta forma. Si apaciguamos una provincia que tiene cien pueblos de á mill y dos mill y de diez mill indios y más y menos, destos pueblos se reparten conforme á lo que cada uno trabajare, mereciere y le cumpliere la suerte; estos pueblos y repartimientos los han de gozar por tres vidas, que son la del conquistador y la de su hijo y nieto, llevando de ellos las rentas que por S. M. y sus ministros fueren tasadas y señaladas, lo cual se hace conforme á la riqueza, abundancia ó esterilidad de la tierra. Y esto se les dá y concede en recompensa de sus trabajos y para que tengan cuidado con industriar los indios en las cosas de nuestra santa fée, amparándolos y

defendiéndolos como á sus propios hijos, de manera qué reconozcan y estimen la merced que Nuestro Señor les hace en reducirlos á su grey y traerlos á la obediencia y proteccion de S. M. Por eso han de entender los que allá quieren ir, que van á poblar á aquellas tierras y no á despoblarlas, á ganarlos y no á engañarlos, á reducirlos y no á destruirlos; porque el que así no lo hiciere, advierta que vendrá sobre él la ira de Dios, que claramente habemos visto permitir que los que roban y maltratan los indics, perecen en la tierra que pretendieron asolar, y sus haciendas, como adquiridas con engaños y tiranías, se han hundido en la mar y acabádose sus casas y memorias miserablemente, de que cada dia se ven en Indias manifiestos exemplos.—(Hay una rúbrica) (1).

CARTA DE D. FRANCISCO RAMIREZ DE ARELLANO, OFRECIENDOSE AL DESCUBRIMIENTO Y CONQUISTA DE LAS CALIFORNIAS (2).

El nombre, que V. S. tiene tan confirmado en sus obras insignes y cristianas, me da animo para suplicar á V. S. pase los ojos por esta carta, y me tenga y conozca por criado de su casa y como tal se sirva V. S. de honrar

(1) En el sobre de esta carta original dice: Treslado de las Indias nuevas.

(2) Biblioteca Nacional.-J.- 89.-La vieja California que, en union con la nueva, forma una vasta peninsula, provincia que era en otro tiempo del reyno de Méjico, fue descubierta por Her

me, y hacerme merced. Por el memorial y papeles que se verán en el Consejo y las cartas que desta ciudad ha escrito á S. M. en que da aviso de mi persona en conformidad de lo que dicen le está mandado por Real cédula, conocerá V. S. las obligaciones que tengo de servir á S. M., de que siempre he tenido muy grandes deseos y en las ocasiones que se han ofrecido lo he procurado. El padre fray Antonio de la Ascension, 'carmelita descalzo, persona de muy gran virtud y santidad, de quien se tiene noticia en ese Real Consejo que se halló en el descubrimiento de las Californias y como cosmógrafo las demarcó y hizo esa pintura de ellas y los mares que hay; y relacion que envió, me ha dado entera noticia deste descubrimiento, y de cuán gran servicio seria de Nuestro Señor y de S. M. que esta tierra se redujese á la Real Corona por sus muchas riquezas y por la conversion de tanta multitud de indios. Y pues V. S. es tan gran cristiano y tan celoso por honra de Dios y servicio de S. M., convendria mandase se viesen los papeles que D. Sebastian vos envió al Consejo, tocantes á este descubrimiento, que son los mismos que yo remito, aunque más sucintamente. Como ha diez y ocho años que se trató desto por órden de S. M., siendo virrey desta Nueva España el de Monte

nan Cortés en 1526, cuando andaba buscando paso del mar del N. al del S., y reconoció el golfo que desde aquella época se ha llamado justamente Mar de Cortés. Intentóse despues varias veces su conquista, pero sin ningun resultado hasta 1679, en cuyo año, de órden del Rey, pasó el almirante D. Isidro Otondo á aquel pais, donde se establecieron los misioneros jesnitas bajo la direccion del P. Eusebio Francisco Kino, que empezó la reducion de estos infieles. Las Californias se constituyeron en república independiente en 1836, y sabida es su historia posterior.

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