Congreso nacional y eucaristico celebrado en esta ciudad de Guadalajara: en octubre de 1906, bajo los auspicios del Ilmo. y Rmo. Sr. arzobispo Lic. D. José de Jesús Ortíz, Volumen2

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Tip. y encuadern, 1908

Dentro del libro

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 24 - En verdad, en verdad os digo: que SI NO COMIEREIS LA CARNE DEL HIJO DEL HOMBRE, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros.
Página 202 - Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.
Página 25 - Domino quod et tradidi vobis. . . . , que el Señor Jesús en la noche en que fue entregado tomó el pan y dando gracias lo partió y dijo: tomad y comed: este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros: haced esto en memoria de mí.
Página 541 - Que lo que verdaderamente es vergonzoso e inhumano es abusar de los hombres, como si no fuesen más que cosas, para sacar provecho de ellos, y no estimarlos en más que lo que dan de sí sus músculos y sus fuerzas.
Página 437 - ¡Las madres! Pensadlo bien: ellas son las que cubren de ángeles la Tierra. No sería difícil conocer a los hombres que se han criado sin madre, como se conocen las plantas que no reciben los rayos del Sol. Así como Dios ha puesto en el alma del hombre una chispa de su inteligencia, de la misma manera ha puesto en el corazón de la madre un relámpago de su amor.
Página 23 - Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.
Página 30 - ... —Santo, santo, santo ¡Señor Dios de los Ejércitos! Llenos están los cielos y la tierra de la majestad de vuestra gloria.
Página 439 - Qui manducat meam carnem et bibit meum sanguinem, in me manet et ego in illo.
Página 24 - Yo soy el pan vivo, que descendí del cielo. " Si alguno comiere de este pan, vivirá eternamente, y el pan que yo daré, es mi carne, por la vida del mundo.
Página 542 - Luego, aun concedido que el obrero y su amo libremente convienen en algo, y" particularmente en la cantidad del salario, queda, sin embargo, siempre una cosa que dimana de la justicia natural, y que es de más peso y anterior a la libre voluntad de los que hacen el contrato, y es ésta que el salario no debe ser insuficiente para la sustentación de un obrero, que sea frugal y de buenas costumbres.

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