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nistas extremeños ver en la actual Alcántara á la histórica Licitania (hoy Villavieja, en la dehesa de Castillejo), ó por otro nombre Lancia in Vettonia; pero todas estas afirmaciones son erróneas, como prueba el escritor Cristóbal Celorio y el erudito Viu (1) con testimonios irrecusables.

Norba-Cæsarea, una de las cinco colonias que contó la Lusitania, estuvo en el radio de dos leguas del punto que hoy ocupa Alcántara, en la izquierda del turbulento Tajo. Acaso en las ruinas de Miras deba buscarse á Norba-Cæsarea, como claramente lo indican los escombros de que está su suelo sembrado, y los que á ciertas distancias se descubren por sus inmediaciones; sus destrozadas columnas ó capiteles; el puente, que á 12 kilómetros, en dirección á Julia Contrasta (Valencia de Alcántara) y Meidóbriga (Arameña), tenía el destino de una comunicación recta desde Norba, y la proximidad del gran cementerio que hubo en la destruída ermita de San Jordán, según se deja conocer por sus muchas lápidas allí aparecidas. Es evidente que Norba, como su vecina Lancia, dejaron de existir á fines del siglo i, cuando se concluyó el puente sobre el Tajo, trasladándose ambos al nuevo pueblo creado junto al puente y llevándose á él el nombre, con los privilegios y prerrogativas de que gozaba Norba Casarea, como colonia que era. Con estos hechos, que no pueden ser más evidentes, no hemos de discutir si Lancia in Vettonia 6 Licitania fué Alcántara, porque la situación de este pueblo (que es más antiguò que Norba), está determinada mucho antes que existiera la Colonia Cesarina, situada á seis kilómetros al S. O. sobre la izquierda del Tajo, con el nombre de Lancia, pues así se le domina con ocasión de las guerras en tiempos de Augusto y de Julio César, cien años antes de construirse el puente.

Cuándo y por quién se diese al pueblo el nombre de NorbaCæsarea y los fueros coloniales transmitidos á Alcántara, no

(1) En su Extremadura, al tomo I, págs. 133 á 154.

consta, ni lo dice ninguno de sus historiadores, porque Barrantes Maldonado (1) no está muy verídico en la fundación y orígenes de la villa, y Arias Quintanadueñas (2) apenas si presta atención más que á los asuntos eclesiásticos y fundaciones religiosas; pero no anda desacertado á nuestro entender Viu suponiendo que por haber seguido el país la parcialidad de Julio César, en la primera guerra civil que tuvo con los pompeyanos Petreio y Franio, 60 años antes de Cristo, alcanzara su agrade. cido protector grandes exenciones para Norba, si no se las otor. gó al verse frente á la República romana, aunque tal vez no fuese Julio César el que la hiciera colonia, sino el propio Augusto, tomando ésta el nombre del famoso Cayo Norbano Flaco, pacificador de España, y su gobernador, por Octavio Augusto, en los años 33 á 35 antes de Cristo. En este caso la colonia NorbaCasarea fué coetánea, en su creación, á Emérita Augusta, Cæsar Augusta y á otras fundadas por los legendarios romanos, sin que para ello la Colonia Cesarina tuviese que llamarse Augusta, porque existieron muchas colonias fundadas por Augusto, que llevaron el nombre de Casarinas y Julias, aludiendo á Julio César, por causas de servicios á éste prestados.

Suponen algunos autores que esta colonia gozó del privile. gio de acuñar. Las siglas N. C. que aparecen en algunas monedas, han sido bastante para que multitud de mumismáticos crean que corresponden á Norba Cæsarea, cuando en realidad son de Nova-Cartago (Cartagena), que acuñó, como el lector puede consultar en otra obra nuestra (3).

Es inútil que se esfuercen los cronistas extremeños en dar mayor antiguedad á Alcántara que la que cuenta su famoso

(1) Historia y antigüedades de la villa de Alcántara, por Pedro Barrantes Maldonado (Ms. en fol. de D. Pascual Gayangos).

(2) Antigüedades y santos de la muy noble villa de Alcántara: dedicase á la misma villa, por el licenciado D. Jacinto Arias Quintanadueñas, su hijo y autor. (Madrid, 1661.)

(3) Apéndice XV de nuestra Historia de Talavera la Real (Madrid, 1879) á las págs. 387-90.

puente, porque esta es la obra más antigua de la villa. Las inscripciones que copian sus historiadores, como halladas en ella, fueron importadas de Miras, Lancia y Arameña, por donde pasaba la Via lata, en una de sus tres comunicaciones que tenía entre Olissipone (Lisboa) y Emerita (Mérida), la más al N. (1), señalada por Antonino Pío con el número XIV de las de su Itinerario.

Por otra parte, en Alcántara jamás se han descubierto monumentos, ni inscripciones, ni monedas anteriores al puente, en tanto que en Miras, Licitania y Arameña á cada paso se encuentran restos é inscripciones del tiempo de la República y de los primeros emperadores (2).

Pero no amengua en nada la mayor antigüedad de estos pueblos para la importancia que logró la colonia Norba Casa

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Esto es: El General Cayo Julio César recibió en su amistad á Lancia, sita junto el Jartín (Sarcinum) y el Tajo (Tagus).

OCT AVG IMP ACCEP· LANCIAM

IN LVSIT SVPRA· TAGVM ET SAR
CINVM IN AMICIT PERP.

Puede leerse así: Octavio Augusto César hizo perpetua amistad con Lancia en la Lusitania, situada entre (ó sobre) el Tajo y el Jartín.

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.

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SVPRA TAGVM IN LVSITAN IN AMIC,

Que puede traducirse: El Emperador Julio César recibió en su amistad á Lancia Lancetania, que está situada sobre el Tajo en la Lusitania.

rea, de fines del siglo II. Ciudad muy principal, desde principios del mismo; Priorato Vere nullius, desde 1183; cuna y asiento de la Orden de Caballería de Alcántara, desde 1221, ha sido historiada por muchos autores que han narrado sus antigüedades y han descrito su historia civil y política, ora bajo el aspecto de su importancia en las dominaciones romana y árabe; ora durante el período de la Edad Media, cuando por los caballeros alcantarinos jugó gran papel en las guerras y conquistas de reyes, príncipes, prelados y ricos-homes. Digna es, por tanto, esta población de figurar en esta obra y que de una manera sucinta describamos los principales rasgos que más la distinguen de entre los demás pueblos extremeños.

II

En primer término aparece el puente, el mejor monumento que nos queda en España, no solamente de Trajano sino de la época romana y sobre el cual se ha escrito muy largamente por españoles y extranjeros (1).

(1) Conocemos las siguientes obras que tratan exclusivamente de este famoso puente:

1. Descripción de la suntuosa y célebre fábrica de la insigne puente de piedra que está sobre el caudaloso rio Tajo, que pasa por junto à la villa de Alcántara. (Ms. B. N.-V, 159, fól. 96).

2.a Descripción de la puente de Alcántara. (Ms. B. N. le. G. n.o 77).

3.a Ruina da famosa é fortisima ponte de Alcántara, feita por Don Sancho Manuel, gobernador das armas da provincia da Beira. (Lisboa, 1648).

4

4. El Puente de Alcántara en 1700, por O. M. P. (Ms. de nuestra propiedad). 5.a Solemne inauguración del puente monumental de Alcántara, verificada en de Febrero de 1860; su autor D. Juan Miguel Sánchez de la Campa. (Cáceres, 1860). 6.a Breve descripción de las solemnes funciones que han tenido lugar en la villa de Alcántara el dia 4 de Febrero de 1860, por la inauguración de su puente monumental; hácela D. Juan Bautista Peset. (Ms.)

7. Sermón que en la solemne función para inaugurar la restauración del puente

Á unos 400 metros al O. de Alcántara, se halla edificada, sobre el Tajo, esta famosa obra que de antiguo celebraron Alonso Morgado (1) y Fr. Bernardo Brito (2), el primero diciendo «que es el puente más soberbio y memorable del mundo,» y el segundo afirmando «que entre todos los edificios que llevan > el nombre de Trajano, este fué el más grande y el de más per<<fecta arquitectura». Viu afirma (3) que es mejor que el que Trajano hizo construir sobre el Danubio, obra muy justamente celebrada por todos los historiadores y con especialidad por el célebre Dión Casio, que sin haber visto el de Alcántara le creyó el mejor del mundo (4)

Manuel Faria y Sousa (5), Esteban de Garibay (6), Diodorus Marineo Siculus (7), el P. Juan de Mariana (8), Ambrosio de Morales (9), Fr. Diego de Yepes (10), Andrés Rescende (11),

de Alcántara, pronunció en la iglesia de San Benito de dicha villa, el presbitero que suscribe (D. Antonio Valiente), primer cura párroco del lugar de Cedillo. (Ms.)

8. La ponte d'Alcántara, trattato di E. Hübner.-Estratto dagli «Anuali dell' Instituto di correspondenza archeologica. T. XXXV.» (Roma, 1863).

Y 9. Álbum fotográfico del Puente de Alcántara. (Colección de 13 grandes vistas fotográficas, por Mr. Clifford, dedicada á S. M. la reina Isabel II.)

(1) Historia de Sevilla, lib. I, cap. XII.

(2) Monarquía Lusitana, lib. V, cap. X.

(3) En su Extremadura, al tomo I, pág. 140.

(4) Medía nada menos que 3,090 pies de longitud y tenía 20 pilares de 1 20 pies de elevación, por 60 de anchura. Lo mandó construir el Emperador para unir la Mesia con la Dacia (hoy Servia y la Valaquia) y poder combatir á los dacios. Lo hizo el célebre arquitecto Apollodoro. En los pretiles y arcos triunfales que coronaban esta obra cuidó de dejar Apollodoro grabadas varias curiosidades relativas á las artes antiguas; pero el puente fué cortado por orden de Hadriano, para impedir el paso de los germanos y godos, y pereció, al fin, con las noticias en él grabadas, siendo lo más particular que sólo tenemos conocimiento de lo que era esta gran obra por lo que de ella nos refiere Dión Casio, que en persona la conoció, pues los historiadores de Trajano se conforman con citar el puente, unos, otros con celebrarlo como obra notable, pero ninguno, á excepción de Casio, nos da las mensuras de la obra y todos sus detalles arquitectónicos. (5) Epitome de las historias portuguesas. (Bruselas, 1677).

(6) Historia de España, cap. XIV, pág. 199.

(7) Bibliothecæ historeiæ, fol. 10 y 20. (Lugduni, 1559).

(8) Historia general de España, lib. IV, cap. V.

(9) Descripción de las ciudades de España, pág. 94.

(10) Crónica de San Benito, cap. II, flo. 458.

(11) Antiquit. Lusit., lib. I, pág. 29.

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