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CAPÍTULO VII

Exterior de la catedral nueva.

Noticia del señorío de Jaraicejo que disfruta el obispo.

Confirmación de los fueros de Plasencia y noticia de la iglesia parroquial de San Nicolás.-La leyenda de doña María la Brava. Memoria de los Monroyes y Almaraces.-La población judía en Plasencia.

Plasencia moderna

I

EMOS hablado en el capítulo anterior de la antigua catedral de Plasencia, comenzada en últimos del siglo xiv y terminada en 1438, por el obispo D. Gonzalo de Santa María. El tra zado de la moderna, su interior, como la parte terminada de su fachada, es notable. Esto hace que sea este un edificio suntuoso y como tal el mejor de Plasencia, el más bello, el más bonito también de toda aquella comarca. Si estuviese terminado, fuera mejor que la catedral de Avila y más monumental aún que la de Salamanca. ¡Qué columnas tan majestuosas! ¡Qué portada de ingreso tan notable! ¡Qué arcadas tan magníficas!

Una catedral en España es un siglo, es una generación, es una época: señala todo un período. La catedral de Plasencia es un boceto, mejor dicho, un cuadro delineado, sin color en el fondo y con las figuras casi terminadas. Esto basta para que el inteligente lo adivine en su mente tal y como el artista lo había de concluir.

Dentro de aquel edificio á medio terminar se levantó en tiempos anteriores un templo dedicado á María. Poco después de su origen fué catedral. Pero el siglo xv, más esplendoroso para la Iglesia, encontró pequeño el edificio para metrópoli del obispado placentino, y en 1478 lo destruyó en parte para edifi· car el que hoy existe. Su estilo es del Renacimiento, y ofrece el carácter frío de su época: en el conjunto, ojival; en los detalles, plateresco. Representa la lucha de las antiguas ideas con las nuevas. Es la catedral de Salamanca frente á la de Strasburgo; es la catedral de León frente á la de Córdoba.

La catedral de Plasencia no contiene obras de arte fuera de su altar mayor y el coro, que hemos descrito. No obstante, su fachada moderna, especialmente en la portada principal, sor. prende sobremanera con los cuatro órdenes de columnas en cada uno de los cuerpos en que está dividido su trazado, no menos que los cuerpos salientes de los costados, coronados de elevadas agujetas, que dan al edificio el tono general de las catedrales de Alemania, por sus esculturas delicadísimas, por sus altos relieves y menudas filigranas en dura piedra berroqueña. El célebre arquitecto Juan de Alba hizo el trazado de este edificio y la capilla mayor, como la fachada que hemos descrito, terminada en 1494, en tiempos del obispo D. Gutierre Alvarez de Toledo; Diego de Silva prosiguió las obras, que continuaron bajo la dirección de Alfonso de Covarrubias, suspendiéndose en fines del siglo XVII, y quedando sin terminar este edificio que pudo ser de los mejores de España, á estar completo, según el trazado de Juan de Alba.

No omitiremos la circunstancia de tener el obispo placentino

a

el título de señor de Jaraicejo, por donación que de esta villa le hiciera á su muerte el poderoso caballero D. Pedro Sánchez de la Cámara, secretario que fué del rey D. Sancho el Bravo, á quien sirvió largos años. En Plasencia se casó con D.a Sol, comprando la villa de Jaraicejo á D. Alonso Godínez y á su madre D. María, que la poseyeron por consentimiento de la ciudad, á quien perteneció esta aldea, aprobando esta venta Fernando IV. D. Pedro y D.a Sol fueron señores de muchas heredades en tierras de Medellín y campos de Meajadas ó de las Majadas, donde, tiempo andando, se fundó la villa de Miajadas, y como al morir no tenían sucesión, dejaron por heredero al obispo don Domingo II, que fué el IX de los prelados placentinos, como consta por la escritura otorgada en 11 de Julio de 1296, y por la carta real de D. Fernando IV, según el privilegio que se con servaba en el archivo de la Iglesia Catedral. La laguna que hoy mismo lleva el nombre de D.a Sol, y el título de los obispos de Señores de la villa de Faraicejo, nos confirman estos hechos, y nos recuerdan al secretario de D. Sancho el Bravo, buen caballero y piadoso placentino D. Pedro Sánchez de la Cámara y D.a Sol, su mujer.

II

Á la muerte de D. Alfonso el Sabio sucedió D. Sancho el IV, llamado el Bravo, por cuyo tiempo Plasencia levanta gente de guerra (así peones como caballeros), y con el maestre de Alcántara D. Fernán Páez, fueron contra D.a Margarita de Narbona, mujer del infante D. Pedro, hijo del rey D. Alfonso el Sabio (que tenía el señorío de Granadilla, Galisteo, Ledesma, Miranda y Sabugal), el cual se había confederado con el infante D. Juan contra D. Sancho, y por fuerza de armas le tomaron las

villas de Granadilla y Sabugal, cercando á D.a Margarita en Galisteo, que una noche se salió secretamente de esta villa y se fué á Ledesma, cesando con esto la guerra que D.a Margarita y sus confederados hacían al rey D. Sancho, en tierra de Coria y Ciudad-Rodrigo (1).

Sábese que de esta época datan los mercados semanales que se concedieron á Plasencia, y para cuya celebración había reglas, según Fuero. En una de ellas se preceptúa lo siguiente: Que á honor y provecho de la Ciudad se manda: que todos > los menestrales, zapateros, herreros, vaineros, peliteros, co>rreonceros, olleros, hueseros, peineros y ballesteros, salgan el > dia del mercado á la plaza con sus obras; pero que los maestros de los frenos y de las armas vendan en sus casas.›

Estos Fueros eran tan amplios y liberales, que pocas ciudades los gozaron iguales. Su extensión no nos permite darlos en este capítulo.

D. Fernando IV los confirmó en Toro, el 9 de Noviembre de 1335 (2), ampliándolos en parte, como pueden verse por el original que de ellos se custodia en la Casa Ayuntamiento (3).

(1) Historia de la Orden de Alcántara, cap. XV del tomo I.

(2) 1297 de nuestra era.

(3) Nos conformamos con dar en esta nota el Indice de estos fueros, que es el siguiente:

TITULOS de los 242 capítulos de estos fueros:-Afirmamiento del fuero.-Del que tuviere casa poblada. - De los infanzones y caballeros.-De los pobladores.Del que hiciere de moros cristianos.-De heredar el hijo. - De ir en hueste el Concejo.-Del Señor só el Rey.-De los Infanzones.-De dar casa con prenda.- Del cuarto.- Del justar en bodas.-De Clérigos no facer facendera.-De dar raíz á fiadores.-Del que tesoro hallare.-De no pagar multa de cimiterio ó religiosa.—Que el Señor no meta mano sobre vecino.-Del castillo.-De no responder por ninguna cosa. De heredar los bienes del pariente.-Dar cristiano por moro.-Del que tomare orden. De no hacer poblacion.-Del que prendiere aves.-Del que dannado ha de ser.-Del que quiera tener pesos y medidas.-De no dar portazgo sin derecho.-Del otorgamiento de ferias.-De ser convenible á los ricos y á los pobres.Quien quisiere quebrantar fuero.—Cualquier hombre estraño que fuere muerto.— Del que hiciere mandado del Concejo.- De partir fieldat ante los hombres.-Del que querellare al Concejo.-De no hacer prenda.- Del que sacare corambre de la villa.-Del que metiere querella de Escribano, de Alcalde ó de Juez.-De los Escribanos. Del que se echare al Viernes ó á la carta.-Del que sacare armas.-De ar

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