Imágenes de páginas
PDF
EPUB

de N. á S. desde las sierras de Gata hasta Sierra-Morena, 168 de latitud de E. á O. en su mayor anchura, con 43,229 kilómetros de superficie cuadrada.

Estos límites son naturales, formados sólo por una cadena de montañas que por todas partes rodean el territorio y la separan de las demás comarcas; por el S. la Sierra Morena, que corre de E. á O. hasta internarse en Portugal; por el E. un ramo de la misma sierra que corre de S. á N. desde los confines de Extremadura y los de Sevilla y Córdoba hasta el río Guadiana, en los de Extremadura y la Mancha; las montañas de Guadalupe, que se extiende entre los ríos Guadiana y Tajo, y una línea que corta el territorio de la Vera de Plasencia, desde el Tajo hasta la sierra de Gredos; por este punto y en dirección de E. á O. la sierra de Tornanacas y la de Béjar, y la que corre desde Baños de Monte-mayor por Valdelajeve y Lagunilla hasta las Batuecas y sierra de Francia; por el O. y en dirección de N. á S. la sierra de Gata, la ribera de Eljas hasta el Tajo; desde este río al de Guadiana la sierra de Puertalegre hasta incorporarse otra vez con Sierra-Morena en las fronteras del reino de Sevilla: de estas sierras principales se desprenden otras subalternas que corren por el interior de la provincia, siguiendo el curso de los ríos que nacen en ellas.

Este inmenso territorio, que en lo antiguo fué poblado por 600,000 almas, y hoy lo ocupan 748,600 según los últimos datos oficiales (1), formó casi siempre una sola provincia; pero antes como ahora se reconoció la necesidad de subdividirlo en dos ó más regiones, porque tan gran extensión de terreno, las anchas cordilleras y los caudalosos ríos que le cruzan, han sido constantemente un impedimento para el buen gobierno de los pueblos. La mayor dificultad para vencer estos males ha sido

(1) La estadística de 1877 daba á la provincia de Badajoz 428,015 almas en su población de derecho y 432,809 en la de hecho, y á la de Cáceres 297,969 y 306.594 respectivamente, lo que da un total de 725,984 de derecho, y 739,403 de hecho, en las dos provincias.

poder fijar de una manera conveniente cuántas habían de ser las subdivisiones, y cuáles también las capitales de las nuevas pro. vincias. Las sierras de Guadalupe, Montanches y San Pedro, que son los límites naturales de las cuencas de los ríos Tajo y Guadiana, dividen naturalmente el territorio en dos partes casi iguales y esto era ya bastante al objeto. Por otra parte, el curso de los ríos la dividen en tres regiones, que también guardan proporción. En la actual división ha prevalecido el primer medio, atendiendo solamente á la dirección de las montañas. Había quien lo sacrificaba todo al segundo medio y pedía hacer tres provincias, en vez de dos, porque, según los que esto deseaban, los ríos son los límites más claros é incuestionables, y cuando estos ríos son caudalosos, como sucede á los dos mencionados, el fraccionamento del territorio produce inmensos males difíciles de remediar. Pero razones de economía mayormente fueron causa de que triunfasen los primeros, y en vez de tres se hiciesen dos provincias de Extremadura, eligiendo como capitalidad Badajoz y Cáceres, que son poblaciones principalísimas, la primera plaza inexpugnable, situada á cuatro kilómetros de la frontera portuguesa, y la segunda colocada en el centro de la región alta de Extremadura, y por consiguiente en proporción igual para todos los pueblos de su comarca. Hubo también quien pensó en hacer cuatro provincias, cuyas capitales eran Badajoz, Mérida, Cáceres y Plasencia; pero este fraccionamiento daba por resultado la existencia de cuatro provincias microscópicas, más pequeñas que Ávila, Segóvia ó Soria, y despertó también la idea de reclamar para Trujillo otra provincia, con la que resultarían entonces cinco de las dos en que actualmente se divide Extremadura.

Conocida ya la antigua geografía de esta comarca, justo será que el lector sepa la de las actuales provincias.

La de Badajoz, compuesta de 15 partidos judiciales, 162 ayuntamientos y 432.809 habitantes, repartidos en 22.475 kiló. metros cuadrados, linda por el N. con Cáceres y Ciudad-Real;

por

a

a

el E. con la última y Córdoba; por el S. con ésta, Sevilla y Huelva, y por el O. con Portugal. Por la parte N. se extiende la cordillera Oreto-Herminiana, y por el S. la Mariánica. El mapa de esta provincia ofrece un plano irregular, sobre el que pueden tirarse cinco líneas: 1.a de San Vicente á Cheles que da frente á Portugal, en la parte más alta de este reino; 2.a de Cheles á Encinasala, línea que parte del Guadiana, á su entrada en Portugal, y termina recta en el lugar en que une Huelva con el vecino reino; 3.a de Encinasala á Fuente del Arco, límites extremos que tocan con Huelva y Sevilla; 4.a de Fuente del Arco á los montes por cima de Herrera del Duque, fronteras de Córdoba y Ciudad-Real; y 5. desde Herrera del Duque hasta San Vicente, que la divide de Cáceres.

a

Cuenta con los partidos judiciales siguientes: Alburquerque, Almendralejo, Castuera, Don Benito, Fregenal de la Sierra, Fuente de Cantos, Herrera del Duque, Jerez de los Caballeros, Llerena, Mérida, Olivenza, Puebla de Alcocer, Villanueva la Serena, Zafra y el de la capital, con cuatro audiencias de lo criminal: las de Don Benito, Llerena, Badajoz y Almendralejo.

La provincia de Cáceres, que ocupa una extensión de 20,754 kilómetros cuadrados, con 13 partidos judiciales, 224 ayunta mientos y 304.594 habitantes, tiene por límites al N. Salamanca; al E. Ávila, Toledo y Ciudad-Real; al S. Badajoz y al O. Portugal. Está atravesada por las cordilleras Carpeto-Vetónica y Oreto-Herminiana, y la riegan los ríos Tajo, Tiétar, Alagón, Río del Monte y Salor. El mapa de esta provincia ofrece cinco líneas: la 1.a de la Sierra de Gata que la separa de Salamanca y comprende desde Valverde del Fresno hasta Baños de Montemayor; la 2.a desde este punto á Madrigal, límites de Ávila; la 3.a desde dicho punto hasta el confín de la Sierra de Altamira, que forman las fronteras con Toledo; la 4.a desde dicha Sierra hasta Valencia de Alcántara, límites con Badajoz; y la 5.a desde dicha villa hasta Valverde del Fresno, frontera arriba de Portugal.

a

Sus partidos judiciales los tiene situados en Alcántara, Coria,

Garrovillas, Granadilla, Hoyes, Jarandilla, Logrosán, Montánchez, Navalmoral de la Mata, Plasencia, Trujillo, Valencia de Alcántara y la capital, donde reside la audiencia territorial, y también la audiencia de lo criminal, como en Plasencia, donde existe otra.

II

Extremadura geológica, geognóstica y prehistórica

Examinada la topografía del suelo extremeño, se verá que no existe en la Península otra comarca que tenga relieve más complicado que la que se extiende al E. de la frontera de Portugal entre los ríos Tajo y Guadalquivir; pues la multitud de accidentes é interrupciones de esta región montañosa se presenta de un modo sorprendente al viajero que acaba de atravesar las monótonas llanuras de Castilla la Nueva, llanuras que se continúan, salvo pequeñas distancias, por toda la cuenca del Guadiana, hasta muy entrado en Portugal.

La parte central del país, entre Talarrubias, Cabeza del Buey, Castuera, Garlitos, etc., la forma una explanada cuya altura media sobre el nivel del mar se eleva á 1600 pies. Puebla de Alcocer, edificada sobre una colina de 150 pies, y 1800 sobre el nivel del mar, está á la altura de Madrid, y por consiguiente á la de la llanura de Castilla la Nueva, que baja insensiblemente hacia el O. en las inmediaciones de Extremadura.

M. Le Play, ingeniero de minas y profesor francés, que ha hecho estudios geognósticos por diversas regiones de España, afirma que el nivel de las altas regiones en la llanura central de Extremadura se asemeja sobremanera á las que limitan la orilla derecha del río Tajo en las cercanías de Aranjuez y Ta

lavera la Reina. Y estas altas márgenes formarían, si estuviesen situadas en las llanuras del N. de Alemania, un verdadero país de montañas. En efecto, su nivel es el mismo que el de los llanos del Hartz occidental, con el cual presenta Extremadura otros puntos de semejanza, pues si el cielo pardusco y la vegetación del Norte se encontrasen también á 13° hacia el S., el paisajista y el geólogo confundirían los llanos de Talarrubias con los de Clausthal y Zellerfeld, al mismo tiempo que el minero podría entrever esperanzas de hallar los filones que después de tantos siglos hacen la riqueza del Hartz hannoveriano, como hoy la hacen también en los de Cantuera los filones que explota en su rico sub-suelo, según explica bien al pormenor Somoza de la Peña (1).

Alburquerque, Trujillo, las cercanías de Llerena, hasta más arriba de Almadén, ocupan la misma altura. Su suelo es de rocas antiguas, de estratos muy inclinados y aun diseminados de rocas cristalinas. El valle del Guadiana, desde los límites de la Mancha hasta la altura de la Puebla de Alcocer, el río tiene su curso por una caja estrecha de 75 metros de profundidad bajo los llanos de transición, y el lecho de canto rodado se ve entre las orillas formadas por lo común de un muro casi vertical de esquistos ó de grauvacas. Poco después de Alcocer las llanuras del río descienden por toda la parte izquierda, en tanto que por la derecha siguen las colinas elevadas hasta el Zuja, escapando el Guadiana después por ancho cauce sobre terreno terciario, hasta más allá de Elvas, y viéndose en su cauce á Lobón, sobre una meseta de 48 metros; á Badajoz, á unos 55, y al Castillo de San Cristóbal, sobre roca caliza, á más de 60.

El Guadalquivir corre entre Córdoba y Sevilla, bajo una caja de 35 metros, y el nivel de esta parte de Andalucía no

(1) Nuevos tesoros. Opúsculo geógrafo-topográfico-geólogo-minero-histórico de una parte de la provincia de Badajoz, con una rápida ojeada á la memoria española, por D. B. Somoza de la Peña. (Madrid, 1875.)

« AnteriorContinuar »