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tiplicidad de motivos que solicita nuestra actividad es regla práctica dividir para vencer, en la síntesis de la realidad se impone como exigencia distinguir y dividir (por medio de la abstracción) para conocer las complejas sinuosidades de lo concreto, ó, como se dice, el prisma de infinitas caras de la realidad.

No es, pues, la abstracción una división real efectuada en las cosas, separando materialmente sus partes congruentes, como acontece en el análisis químico; es una división intelectual que aplicamos á las ideas que tenemos de los objetos, al discernir sus elementos constitutivos. Por analogía y amplificación de sentido, se aplica también esta operación intelectual á las ideas demasiado vagas y qui méricas, que se diluyen en la utopia ó la enajenación del ánimo en los inspirados y en los místicos cuando padecen distracciones (atención negativa ó abstracción) por la tensión excesiva del pensamiento en relación con un solo objeto y, además, al desvío del medio en que vive aquel que padece hastío y hostalgia, ó se siente dominado por el egoismo. Finalmente, la abstracción se emplea para preparar lo que los lógicos denominan método de eliminación; procedimiento en virtud del cual se van restan do ó abstrayendo de objetos é ideas aquellas cualidades que no les son adecuadas, y aun sirve de auxiliar poderoso para la definición cuando se necesita recurrir á sus grados imperfectos, y entre ellos á la definición negativa, que consiste en exponer lo que no es lo definido, para dejar ante el pensamiento (por ministerio de la abstracción) aquellas notas ó cualidades características de lo que se pretende definir. Abstrayendo, descubrimos las relaciones de semejanza que existen entre los objetos y nos elevamos á la noción de lo que les es común (ideas generales), siendo digno de notarse que la abstracción prepara el uso de la generalización, dispone el análisis y es requisito indispensable de la sistematización ordenada de nuestros conocimientos. Ya se viene repitiendo de tiempo inmemorial con Aristóteles, Nulla fluxorum est sciencia (no es posible constituir ciencia de lo individual).

Todo el conocimiento humano, en cuanto aspira á ser científico, tiene por base la abstracción y el progreso del pensamiento, como puede observarse en la inteligencia del niño y del salvaje, muy concreta y poco abstracta. Precede la abstracción, que se desarrolla á medida que el niño va dominando el lenguaje, á la generalización y al raciocinio; pero depende de la percepción exterior y del recuerdo (de la experiencia, ayudada de la memoria). Por tal razón, Larocniginère denominaba los sentidos «máquina de la abstracción.» Es, en efecto, cada uno de nuestros sentidos un instrumento natural de la abstracción, porque, mediante ellos, se perciben determinadas propiedades de la materia, con exclusión ó abstracción de las demás (así es la vista sensible al color y no á la resistencia, en lo cual se funda después la distinción hecha por los escolásticos entre lo sensible propio y el sensible común). Como conocemos empíricamente, imponiéndonos la misma experiencia, la necesidad de abstraer, podemos afirmar que siempre tenemos ideas abstractas, porque nuestra percepción no llega nunca al fondo y al infinito detalle de las cosas, ni conoce el todo de nada. Conocemos, pues, siempre, mediante la abstracción, y ésta, una operación espontánea, natural y congénita con nuestro pensamiento. Es, además, reflexiva (verdadero auxiliar de la ciencia), cuando fijamos premeditadamente la atención en determinada propiedad, prescindiendo de las demás. Casos notables de abstracción, en el sentido de atención negativa respecto á los objetos que nos rodean, se citan á granel por los psicólogos, como prueba de la concentración de nuestro pensamiento y de su energía intensiva. Entre los más notables, se puede recordar el de Arquímedes, absorto ante la resolución de un problema, y muerto en Siracusa sin advertir la refriega que libraban los que defendían y atacaban la ciudad.

Además de la abstracción espontánea y reflexiva, se enumeran por psicólogos y lógicos múltiples clases de abstracción y aun variedad de grados en su desarrollo. La escolástica, que es la filosofia de la abstracción, la que revistió de formas abstractas una realidad creída, que no libremente investigada, llegó á

TOMO CXV

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distinguir tres clases correspondientes á las órdenes de lo inteligible (Física, Matemática y Metafísica), distintos á su vez del orden real, en el cual comprendía otras ciencias filosóficas (Lógica y Moral). La escolástica funda con Santo Tomás, y mares, la facultad de abstraer en la inmaterialidad del espíritu (P. Klentgen, La Philosophie scolostique, tomo I), y llevada, en sus derivaciones naturales, por una tendencia creciente é invasora de divisiones y subdivisiones, faltó con excesiva frecuencia á la regla fundamental de la abstracción. Consiste esta regla en precavernos contra la invasión de la imaginación (que pretende erróneamente identificar lo concreto con lo inteligible) en el dominio de la abstracción, convirtiendo arbitrariamente fenómenos en seres (así consideraba la antigua Física al aire, al fuego y á la humedad), y prestando una existencia sustancial á puras modalidades (especies sensibles é inteligibles y otras entidades escolásticas). «La imaginación-dice la anti»>gua Enciclopedia-convierte la abstracción en causa de error, >>porque tiende á dar una existencia real á las concepciones >>abstractas de nuestro espíritu (así es como la poesía personi>>fica el amor, la belleza, la sabiduría, etc.)» Contribuye en primer término al error de realizar las abstracciones el lenguaje.

Separadas mediante la abstracción las cualidades del todo á que pertenecen, reciben de momento una existencia aislada, aparte que el signo completa y fija con caracteres permanentes. Además, muchas ideas de modos ó cualidades (color, forma) son expresadas por sustantivos; y como en muchos casos los sustantivos significan objetos concretos y sustancias reales, el hábito nos lleva á considerar erróneamente las abstracciones como sustancias y cosas entre sí. De esta suerte, el carácter de nuestros actos espirituales, ser consciente, considerado aparte y expresado por el adjetivo consciente y después por el sustantivo conciencia, se ha elevado después à una entidad real con existencia propia é independiente. De esta ilusión de tomar abstracciones por realidades, procede el error del Realismo de la Edad Media. Pero, á veces, no sólo se realizan, sino que se personifican las abstracciones; así acontece en la Psico

logía, señaladamente en la escocesa, donde el polismo indefinido de facultades es considerado como un enjambre de personas ó entidades que constituyen aquella ciencia en especie de psicología sendal, según dice St. Mill, y su objeto en verdadera danza Macabra de representaciones entitativas que, cuando no riñen cruendas batallas, declinan con inflexible rigor lógico en su formalismo estéril. Y aún puede seguir su marcha la lógica del error, llegando á divinizar las abstracciones; así para los Eleatas, los pitagóricos y los alejandrinos el Dios Supremo es la Unidad; es decir, una abstracción. De estas abstracciones divinizadas está lleno el Olimpo griego. Aparte este peligro del abuso de la abstracción, imputable principalmente al desarreglo de nuestro poder imaginativo, implícito queda en lo dicho que la razón discursiva no puede obtener fruto para la organización del conocimiento en sistema científico sin el eficaz auxilio de la abstracción.

U. González Serrano.

ESTUDIO HISTÓRICO

DE LA VIDA Y ESCRITOS DEL SABIÓ ESPAÑOL

ANDRÉS

LAGUNA (1)

PARTE SEXTA

Estudio bibliográfico de la obra de Dioscórides, anotada.-Generalidades acerca de éste libro. Importancia del mismo en la historia de la ciencia española.-Su estilo, ediciones, carácter de sus láminas, tipografía, parte material y otros detalles.-Fama que proporcionó á Laguna esta obra.-Motivos de haber trascrito algunas de sus más importantes páginas, y consideraciones acerca de las mismas.-Significación de la obra en diversos conceptos.

Análisis de la obra de Dioscórides, comentada é ilustrada por el doctor Andrés Laguna.

I

La importancia de esta obra exige que se forme con su estudio capítulo separado de todas las demás, para poder apreciar con exactitud hasta dónde llegaban los conocimientos científicos de Laguna y juzgar con acierto el estado de las

(1) Véanse los números del 25 de Enero, 10 y 25 de Febrero.

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