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dose también el singular fenómeno de desandar á veces el camino andado para volver á lo antiguo, justificándose la sentencia del gran Horacio:

Multa renascentur quæ jan cæcidere,

caduntque, quæ nunc sunt in honore.

Es el achaque general de la humanidad, y no había de exceptuarse en este asunto ni diferenciarse en el presente caso. Las ideas progresan; pero esos adelantos simulan á veces el círculo, que cuando más lejanos nos creemos, nos hallamos. casi en el punto de partida. Sin embargo, el progreso es ley del hombre y debe aceptarla con júbilo y beneplácito.

Las anotaciones hechas por Laguna en cada capítulo del libro son de tal modo detenidas y minuciosas, que superan en el mayor número de casos, en extension y detalles, al original griego, en que solamente se exponen algunas generalidades, sin descender à multitud de pormenores que en la obra española se especifican y concretan, llegando, desde las ideas propias y peculiares de la ciencia, hasta los conceptos más vulgares y las más populares manifestaciones, propias de las personas faltas de instrucción y de cultura. Pero esto mismo hizo que la obra fuese leida, de igual manera que por el botánico, el farmacéutico y el médico, por aquellos cuyas profesiones y aptitudes distaban mucho de las referidas especialidades, Casi puede decirse que era un libro para todos.

En medio de revelarse de una manera evidente el rudimentario y empírico estado de la terapéutica en el siglo xvi, resultado natural de las ideas predominantes en la época y de la falta absoluta del poderoso auxilio que suministran la fisica y la química, entonces casi desconocidas, sobre todo la última, se observa en el Dioscórides, y más todavía en los comentarios del ilustre español, una copia de datos alcanzados en la práctica y recogidos por la observación propia y, por tanto, más apreciables que los adquiridos en la lectura de obras cuya confianza y crédito suelen ser muy discutibles. Empléase estilo

llano y vulgar en las descripciones; poro no es obstáculo á reconocer el mérito que muchas encierran y la originalidad de los múltiples conceptos que en las mismas se exponen.

Los grabados son, como no puede menos de acontecer, tratándose de una época en que no se conocían los adelantos de hoy, bastante defectuosos, principalmente en la parte zoológica. En cuanto á las plantas, puédese formar idea aproximada del porte de las mismas por las figuras representadas; pero hay no pocas inexactitudes, que indudablemente el perfeccionamiento artístico habría de corregir, á fin de poner en armonía los dibujos con los objetos naturales que representan. Sin embargo, refiriéndose á la época en que salió á luz el libro, eran un delanto, aun cuando, como ya se ha dicho, estaban tomados de la obra de Matiolo. Con motivo de las extensas adiciones hechas á la obra por el sabio español, refiere gran número de datos interesantes y dignos de ser anotados por el biógrafo. Ya es una conferencia con un personaje; ya el hallazgo de un ejemplar raro; ya la relación de una curiosa anécdota; ya la enumeración de las costumbres de un pueblo; ya los datos históricos acerca de una sustancia, son motivos en los que figura el escritor tomando una parte más o menos activa, pero siempre muy digna de figurar al hacer la relación de los hechos notables de su vida.

VIII

Para formar cabal idea de una obra que puede calificarse como la de más importancia entre las de Laguna, forzoso es copiar, como ya se ha dicho, muchas de sus páginas, para identificarse con los pensamientos de quien las escribió y hacer acto seguido los juicios y comentarios que surgen de su lectura. Esta es la razón de haber trasladado á este sitio los párrafos aludidos, que ofrecen, como se verá, motivos suficientes para no escasos comentarios.

Ideas acerca del aire.

La impuridades del aire, producidas por causas diversas, no pasaron desapercibidas en el libro, puesto que se indican diversos medios para combatirlas. Claro es que los procedimientos indicados adolecen de grandes imperfecciones, y aun cuando pudieran incluirse entre los desinfectantes las sustancias expresadas, dando á esta palabra una acepción y un sentido extraordinariamente latos, no deben, sin embargo, aspirar á otro efecto que al de desodorizantes. Pero no es obstáculo á consignar que Laguna procuró dar á las sustancias que describía el valor que en la higiene y terapéutica, á su entender, poseían. Veamos algunas frases relacionadas con este asunto:

Hablando del rábano, dice: «Cortado en ruedas menudas y remojado en vinagre toda la noche, si se come por la mañana en ayunas, preserva del aire pestifero y tiene fuerza contra veneno.»> «Del resto son los rábanos inimicisimos de los dientes y encías y engendran hediondo anhélito.»>

En el capítulo del smirnio, se expresa así: «Resiste valientemente á cualquiera veneno mortífero, preserva los cuerpos de toda corrupción de aire y de la pestilencia, y esto no solamente bebida, pero también traída en la boca.»>

Del romero, dice: «Hace la flor azul y algún tanto descolorida, la cual, por grande excelencia, suele llamarse en las boticas simplemente anthos, que significa flor. Es el romero caliente y seco en el segundo grado. Su sahumerio sirve admirablemente á la tos, al catarro, al romadizo; preserva la casa del aire corrupto y de la pestilencia, y hace huir las serpientes. della, » etc. Del benjuí, que «administrado en perfume, resuelve toda la corrupción, infección y malignidad del aire, por donde es muy útil contra la pestilencia.»

De igual manera pagó también su forzoso tributo á muchas de las ideas quiméricas y absurdas de su tiempo, no siéndole posible en muchas ocasiones contrarrestarlas ú oponerse de

una manera terminante á su influjo, por consideraciones fáciles de concebir. Á esta especie corresponde el adjunto párrafo, copiado del capítulo en que se trata de los venenos:

Tiénese por cosa probada que, atado un diamante oriental, ó una esmeralda, ó un jacinto al brazo izquierdo, entre el codo y el hombro, de suerte que llegue á la carne, embota la fuerza de los venenos y resuelve todo aire corrupto. Maestre Juan Portugués, médico excelente (el cual pasaba de noventa años el día que murió), me dijo en Roma por gran secreto que, mientras tuvo cargo del hospital de San Juan de Letrán, á do mucho tiempo reinó una gran pestilencia, trajo siempre un pedazo de solimán, tamaño de una nuez, atado al sobaco izquierdo y á raíz de la carne, por medio del cual se preservó, no solamente de aquel peligro, pero de muchos otros; de suerte que me exaltó por único el tal remedio, así contra el aire pestifero como contra toda ponzoña.»>

<<Lo cual-continúa Laguna-aunque parezca gran disparate, puede ser todavía posible que aquel veneno mortífero tenga propiedad y natura de atraer á sí los vapores malignos y venenosos, que inficionan el corazón, por razón de la semejanza, como vemos que la piedra imán trae el hierro; la cual razón, si no satisface, busque quien quisiere, que á mí me basta.»>

Todo esto da á entender que, en medio de las ideas erróneas y faltas de razón de la época, había algún fundamento respecto á la manera de obrar químicamente algunos desinfectantes, neutralizando los efectos miasmáticos, cambiando la composición de un aire determinado contenido en un espacio.

(Continuará.)

TOMO CXV

Joaquin Olmedilla y Puig.

7

LA NACIÓN

E. Renán: ¿Qu'est ce qu'une nation?-Deloche: Du principe des nationalités. -Hovelacque Langue, race, nationalité.-J. Novicow: La politique internationale.-Meinhold: Das nationalillees-Principe.-Mancini: La vila dei popoli nell umanità, y otras obras.-SerpaPimentel: Das nacionalidades é do goberno representativo.-Pí y Margall: Las Nacionalidades.-Giner: El Estado nacional (Boletín de la Institución Libre. Madrid, 188).)—». Cánovas: Discurso de apertura del Ateneo de Madrid, 1882, etc., etc.

I

Un libro nuevo sobre la Nación. << La politique internationale, » de J. Novicow.

Va siendo extraordinario tropezar con un libro optimista en los tiempos que corren. Mucho más si trata de asunto sociológico. El triunfo que, con aires de profecía, auguraba Schopenhauer para su teoría, ante el desdén con que la recibían sus contemporáneos, es casi un hecho. Aquellos optimismos honrados y sanos que caracterizaron largo tiempo á la filosofía de sistema, y que, como quien no dice nada, produjeron la patria alemana, van en derrota. Hoy la ciencia se manifiesta fría é indiferente en muchos de sus representantes, y en otros con tonos sombríos que espantan. Así que produce verdadero placer en nuestro ánimo tropezar, ante los mil libros que las fati

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