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ñor Galiano. Yo no sé si se ha avisado al gobierno con este objeto; pero hubiera deseado, que se hallara presente á una discusion tan franca como la de un gobierno representativo. Me acuerdo que S. S. al concluir ayer su discurso, dijo: que si el ministerio actual arreglase su conducta á los principios que habia manifestado, se comprometeria representar el papel de ministerial; ni yo soy ministerial, ni tengo relaciones ningunas con los actuales secretarios del despacho; sin embargo, voy á tomar la defensa del gobierno, dejando todo lo que sea personal, para que los individuos que lo componen contesten á los cargos que se les hacen, si lo creen conveniente. . . .

El Sr. Galiano en su discurso de ayer insistió mas sobre la conducta del ministro de la Gobernacion de la Península, que sobre ningun otro; y yo confieso que no encuentro datos, sobre los cuales se le pueda hacer cargo al individuo que desempeña este ministerio. El único que existe es la remision á las Córtes de un proyecto de reglamento sobre la Milicia Nacional local, proyecto que yo nunca consideraré sino como la opinion de aquel ministro; y datos de esta clase, jamas los consideraré ni comprenderé en la categoría de los datos administrativos; ademas de que cuando una comision del seno del Congreso lo tome en consideracion, y proponiendo lo que crea conveniente lo discutan las Córtes, entonces se verá su conveniencia ó inoportunidad, y entretanto yo no veo mas que una circunstancia particular, por la cual no puede hacerse cargo al secretario del despacho; y cualquiera que sea el mérito de los dignos individuos y corporaciones que hayan representado á las Córtes contra este reglamento, no tendrán para mí mas derecho que el que tiene todo el que representa al Congrèso; y este debe proceder en el negocio de modo, que se conozca que lo ha discutido con toda imparcialidad. »

Ha dicho S. S., que en algunas provincias se confian los empleos á determinadas personas, con esclusion de otras; es decir, que divididas las opiniones en algunas clases, el gobierno protege á unas personas que debian merecer su desprecio, al paso que mira con indiferencia á otras que eran acreedoras á su

TOMO II.

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aprecio. Pero ó las opiniones tienen por base los principios constitucionales, ó nó: si lo segundo, preciso seria que se demostrase esta preferencia que se supone se da á una clase con respecto á la otra; porque para calificar la conducta del gobierno en esta parte, ¿será bastante el que se diga que tal ó cual sugeto es de tales opiniones, y que pospone los principios constitucionales? Ninguno de los señores que han hablado sobre este punto, ha presentado pruebas evidentes, ni datos con que poder hacer cargo al gobierno; se han oido elogios á unos, y á otros censurar la conducta del ministerio, ó usando de una espresion mas vulgar, se han dicho favores y disfavores respecto del gobierno..... Se ha dicho que los monarcas están espuestos al influjo de personas, que solo desean la ruina de la patria; yo no negaré que esto pueda ser cierto; pero á mí ¿qué me importa que un monarca tenga una aficion particular á esta ó á la otra persona, si al dar la órden para cualquier cosa, ha de tener un ministro que le diga, yo no la firmo, y cuando este ministro ha de ser responsable de las consecuencias que acarree dicha providencia? Yo no puedo menos de sostener al gobierno en esta lucha, y tomar su defensa, no solo por las razones que llevo dichas, sino por otras que en mi opinion son poderosas é incontestables, á saber: 1. Que no hay ningun dato de administracion del gobierno, que pueda justificar la censura que se ha querido hacer de sus operaciones, desde 1.° de marzo de este año; y 2.o Porque debe tenerse presente, que el gobierno actual ha tomado las riendas de él con una tesorería exhausta, con un ejército no muy bien organizado, en fin, con muchos vicios en la administracion. .

» Yo quisiera que el señor preopinante designase cuáles son esas clases privilegiadas por el gobierno, y yo seria el primero que pidiese á S. M., que removiese á esas personas que no son adecuadas para el manejo de los negocios de la nacion; para mí son los secretarios del Despacho unas personas que han correspondido á la opinion pública, y que no han desmentido hasta ahora su deseo de consolidar el benéfico sistema que nos rige... Seria absurdo creer que en ningun pais libre de Europa, en

ningun gobierno representativo, el poder ejecutivo pudiese perseguir á los patriotas impunemente; no: desgraciado el gobierno que faltase en ellos á las leyes prescritas. Es preciso no perder de vista, que esta nacion abunda de personas dedicadas á pretender empleos, y que hallándose con las puertas cerradas para obtenerlos, tratan de echar abajo por otros medios á los que los ocupan.

A esto me parece que se han reducido los cargos del señor Galiano: por lo demas, yo desearia que desde luego nos ocupa semos de si el mensage efectivamente comprendia ó no comprendia todos los puntos que las Córtes debian manifestar á S. M., y digo francamente que me conformaria con él, porque á la verdad contiene un punto, que es el relativo á la conducta y carácter que debemos mostrar con respecto á una nacion estranjera, porque tenemos realmente en las fronteras una guerra civil escitada y sostenida, no solo por los enemigos de nuestra Constitucion, sino apadrinada por ese gobierno estranjero, que si no tiene intenciones hostiles, no parecerá mal se le exigiese una declaracion categórica y auténtica, que nos ponga á cubierto de todo cuidado. Hay mas; las Córtes para este objeto deben manifestar al Rey, que cuente con toda su firme cooperacion, y con cualquier sacrificio que él necesite de la nacion para repeler esta clase de agresiones, pues que está pronta á hacerlos para imponer á sus enemigos interiores, que débiles y miserables, buscan un apoyo inútil en las esteriores. Si señor; repito, que es miserable este recurso de los enemigos de nuestro sistema de apelar á las huestes estranjeras, para que, como ellos dicen, restablezcan el órden en España. »

>Este solo hecho de apadrinar esa nacion vecina á nuestros enemigos, ha dado lugar á que muchos ilusos se presten á esas conmociones que hemos visto estallar en algunas partes, y asi hay una obligacion por parte de las Córtes de escitar al gobierno, para que por medio de nuestros agentes en las cortes estranjeras, represente con energía contra la ́ conducta que observan, tratando de poner en ridículo á la nacion

española, ó bien de encender la guerra civil entre nosotros.»

» Asi que, insisto en que en este mensage subsista el punto que manifiestan las Córtes á S. M. acerca de la conducta de ese gobierno estranjero, y lo aprobaria en su totalidad, sino fuera porque, como ha manifestado el Sr. Falcó (uno de los que le impugnaron), contiene algunas espresiones y cláusulas que me parece no deben tener lugar en él; por todo lo que soy de dictámen, que volviendo á la comision para que modifique estas cláusulas, lo presente nuevamente á la deliberacion de las Córtes; pues si dichas cláusulas se refiriesen á la época anterior al actual gobierno, no tendria inconveniente en admitirlas; y creo por último, que debe pasar íntegra á S. M. la parte relativa á los asuntos diplomáticos, tal cual la presenta la comision. >

A pesar de los deseos del Sr. Argüelles, no volvió á la comision el dictámen; y sin alteracion alguna, fué aprobado en votacion nominal por 81 contra 54, hallándose entre los primeros el mismo Argüelles, y los Sres. Valdés (D. Cayetano), Gil de la Cuadra y algunos otros, que votaban ordinariamente á favor del ministerio. Que el mensage envolvia un voto de censura, tanto por su contesto como por el origen de que procedia, aparecia claro á los ojos de amigos y enemigos.

CAPITULO XXX.

Sucesos en Aranjuez el 30 de mayo.—Sublevacion de la ciu ladela de Valencia el mismo dia.-Sesiones de las Córtes con este motivo.-Conducta del gobierno francés.-Toma de la Seo de Urgel por los facciosos.-Vuelta del Rey á Madrid.-Reseña de las últimas tareas de las Córtes.-Ciérranse el 30 de junio.-Refriega á las inmediaciones de Palacio.-Asesinato de Landaburu.-Agitacion.-Sublevacion de los batalloues de Guardias.-Su salida de Madrid.-Estado de la capital.-Actitud del ayuntamiento.-La Milicia nacional y las tropas de la guarnicion sobre las armas.-Morillo nombra lo coronel de Guardias.-Desórdenes en Palacio.-Situacion de los ministros.Negociaciones. Planes frustrados.-Movimiento del general Espinosa.-EL SIETE DE JULIO.- -Desenlace del drama.-Nota del cuerpo diplomático.Respuesta. Te Deum en la plaza Mayor de la Constitucion.-Esposicion del ayuntamiento.-Cambio de ministerio.

Los sucesos se agolpaban. Se hallaban ya las cosas en el pun

to que podian desear los enemigos de la patria. El monarca dando cada vez mas muestras de su descontento en Aranjuez; el ministerio acusado de apático y de imprevisor, luchando en las Córtes con una oposicion animadísima; la imprenta periodística convertida en una arena entre los insidiosos acusadores de la Constitucion y los que la defendian con tono acalorado, mientras otros contribuian á quitarle partidarios con la violencia de sus sátiras, y la procacidad de sus acusaciones: los ánimos de muchos, consternados con la idea de los peligros de que todo el mundo hablaba; suspirando otros por modificaciones, que consideraban como una condicion indispensable del reposo público: mas temibles los facciosos. que hasta entonces: entregados los enemigos todos de la Constitucion, como nunca, á sus halagüeñas esperanzas; sin cabeza, sin pendon conocido los liberales exaltados, que se contentaban con violentos é imprudentes des

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