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Sonetos espirtuales. (1914-15). Madrid, Calleja, 1917. 2 ptas.
Estio. (1915) Madrid. Calleja, 1917. 3.50 ptas.
Diario de un poeta recién casado (1916). Madrid, Calleja,

1917. 3.50 ptas.

Platero y yo (1907-1916). Primera edición completa. Madrid,
Calleja, 1917. 3.50 ptas.
Juderías, Julián. La leyenda
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La Fontaine, Las Fábulas de.

negra. Estudios acerca del concepto de
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Escogidas y Traducidas en Verso por E.
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1.50 ptas.

León, Fray Luis. De Los Nombres de Cristo. de Enrique de Mesa. Biblioteca Calleja. torial Calleja. Madrid, 1917. 1.50 ptas.

Edición, Prólogo y Notas
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Machado, A. Páginas escogidas. Madrid. Calleja, 1917. 8vo, 325 págs. 2 ptas.
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Poesias completas.

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Morente, Manuel G. La filosofía de Henri Bergson. (Public. de la Resi-
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La filosofía de Kant. Una introducción a lafilosofía. Madrid.
Suárez, 1917. 5 ptas.

Ortega y Gasset, José. Personas, obras, cosas. . . . Madrid, Renacimiento,
1916. 1 vol. 8vo. 3.50 ptas.

El espectador. I. Mayo, 1916. II. Mayo, 1917. Madrid. 8vo. 3.50 ptas.

Crueta, R. de. Berruguete y su obra, con 166 fotograbados, Madrid, Calleja,

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Herman encadenado. Notas de un viaje a los frentes del

Isonzo, la Carnia y el Trentino. Madrid, 1917.

Perrault, Cuentos de. Adaptacion de Kathleen Fitz-Gerald. Illustraciones de Margaret Tarrant. Casa Editorial Calleja. Madrid (s. a.). Copyright 1918. Pp. 77. Cuentos de Calleja en colores. Tercera Serie, No. 1.

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Quevedo y Villegas, Francisco de. Páginas Escogidas. Selección, Prólogo y Comentarios de Alfonso Reyes. Casa Editorial Calleja. Madrid, 1917.

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Reyes, Alfonso. El suicida. Libro de ensayos.

Cervantes. Tomo V.) 3.50 ptas.

Madrid, 1917. (Colección

Rodó, José Enrique. Páginas Escogidas. Prólogo de J. R.-C. Biblioteca Nueva. Madrid, 1917. 3 ptas.

Rojas, F. De. La Celestina. Tragicomedia De Calisto y Melibea.

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1.50 ptas.

Ruiz, Juan (Arcipreste de Hita).
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IntroCasa Editorial Calleja. Madrid, 1917.

Libro de Buen Amor. Edición, Prólogo y
Biblioteca Calleja. Segunda Serie. Casa

Editorial Calleja. Madrid, 1917. 1.50 ptas.

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Vega Carpio, Lope Felix de. Peribáñez y el Comendador de Ocaña. Tragicomedia famosa. Publicala Adolfo Bonilla y San Martin. Clásicos de la Literatura Española. Ruiz Hermanos. Madrid, 1916. 1.50 ptas. Villaespesa, Francisco. Andalucía. Madrid, Sanz Calleja, 1917. 1.50 ptas. Judith, Tragedia. Madrid. Sanz Calleja, 1917. La maja de goya. Madrid, Sanz Calleja, 1917. 3.50 ptas. Paz. (Poesias.) Madrid, Sanz Calleja, 1917. 3.50 ptas.

1.50 ptas.

Zárate, Rodrigo. España y America. Proyecciones y problemas derivados de la guerra. Madrid, Calleja, 1917. 3.50 ptas.

Zorrilla, José. Sancho García. Composición Trágica. Publicala Adolfo Bonilla y San Martin. Clásicos de la Literatura Española. Ruiz Hermanos. Madrid, 1917. 1.50 ptas.

HISPANIA

VOLUME I

September, 1918

NUMBER 3

THE TERM LATIN AMERICA

During the last ten years writers from France, the United States and Spanish America, and, although rarely, also in other countries, have begun to use the terms Latin America, Latin American, for the old and proper terms Spanish America, Spanish American. A third term, Ibero America, Ibero American, is also used by recent writers. Which are the proper terms? Which should we use? In the following article I beg to discuss this matter briefly.

For the last four centuries, that is from the discovery of the new world until the end of the XIXth century, no writer, historian, or philologist of importance used the terms Latin America, Latin American. The French used for four centuries the term Amérique Espagnole, the English and North Americans the term Spanish America, the Italians the term America Spagnuola, etc. We have always said and still say The Spanish Peninsula. The term Latin America, therefore, is a new term, an intruder, and must prove a right to exist. The manner in which it has been adopted by some distinguished writers in our day is surprising. The new name is not only vague, meaningless, and unjust, but what is much more, it is unscientific. It has been argued by some that the term Latin American was introduced on account of Brazil. It is a fallacy: because Brazil is Portuguese in origin, in culture and language, and comes from Portugal, an integral part of the Spanish peninsula, Hispania, Spain; and therefore Hispanic America includes Brazil as well as Argentina and other South American countries. Every schoolboy knows that South America was discovered, colonized, civilized, and developed by Spain (including Portugal), in the same way as

the region now known as the United States was for the most part discovered, colonized, and civilized by England or peoples coming from England (including Scotland and Wales). The terms that have been used for the last four centuries, Spanish America, Spanish American, are, therefore, correct. Where and why the necessity of adopting the new and incorrect terms?

In a note to the excellent article by Menéndez Pidal on this subject (Inter-America, April, 1918, page 195), the editor says:

the writer (Menéndez Pidal) undertakes to show that it is not only improper but inadmissible [the new term]; and he offers certain substitutes, which he considers irreproachable." The editor of Inter-America considers the terms Spanish America, Spanish American, which have been used by all intelligent men for four centuries, as mere substitutes. Even now, when the advocates of the new term use the words Latin America, Latin American, in many worthy publications, the older and correct.

are more

widely used. Menéndez Pidal, therefore, was not offering substitutes. He was defending the well-known, traditional, and scientifically correct terms. The term Latin America is in fact the substitute which has been recently introduced.

To my best knowledge, the first one who protested against the new and improper terms was the distinguished Hispanist, Mr. J. C. Cebrián, of San Francisco. In a letter printed in Las Novedades, New York, March 2, 1916, Mr. Cebrián expressed himself so clearly and emphatically on the subject, and showed so conclusively the absurdity of the use of the new terms Latin America, Latin American, that we cannot refrain from reproducing it at this late date almost in its entirety:

"Al recorrer las páginas de Las Novedades noto con placer el espíritu de españolismo que las anima; y esto me inspira confianza. para someter a la consideración de ustedes una cuestión vitalísima para nuestra España, y es el nuevo nombre, o apodo, que algunos están usando ahora con nuestros pueblos hermanos, con las repúblicas hispano-americanas, que ahora quieren bautizar la América Latina. Y con qué razón? Con ninguna: porque América Latina significa un producto o derivado latino; y latino hoy día significa lo francés, italiano, español y portugués. Ahora bien, esos países son hijos legítimos de España, sin intervención de Francia ni de Italia: España, sola, derramó su sangre, perdió sus hijos e hijas, gastó sus

caudales e inteligencia, empleó sus métodos propios (y a menudo vituperados, sin razón sea dicho), para conquistar, civilizar, y crear esos países España, sola, los amamantó, los crió, los guió maternalmente, sin ayuda de Francia ni de Italia (más bien censurada por estas dos latinas), y los protegió contra otras naciones envidiosas: España, sola, los dotó con su idioma, sus leyes, usos y costumbres, vicios y virtudes: España transplantó a esos países su civilización propia, completa, sin ayuda alguna. Una vez criados, y habiendo llegado a su mayoría, esos países hispanos siguieron el ejemplo de los Estados Unidos, y se separaron de su Madre España, pero conservando naturalmente su idioma, sus leyes, usos y costumbres, como antes; imitando en esto también a los Estados Unidos que conservaron su idioma patrio inglés, su 'Common Law,' sus leyes, usos y costumbres ingleses, a pesar de la diversidad y gran número de inmigrantes que han estado admitiendo. Así vemos que después de haber sido colonias españolas, todo el mundo ha continuado llamando aquellos países por su propio apellido, que es: español; y hasta hace cinco años han sido conocidos como países hispano-americanos, repúblicas hispano-americanas, América española o hispana; 'Spanish America' han dicho siempre los yanquis; y cuando un hispano-americano de cualquier zona anda por los Estados Unidos todo el mundo, doctos e indoctos, grandes o chicos, los han llamado y llaman Spanish; jamás se les ocurre decir: he or she is Latin. Véanse los escritos e impresos de los Estados Unidos anteriores a 1910, y siempre se hallarán los apelativos Spanish, Spanish American, Spanish America, the Spanish Republics: y lo mismo en Francia, antes de 1910, en todos los periódicos y libros han impreso les pays hispano-américains, les hispano-américains, l'Amérique espagnole.

"Además de las 18 repúblicas españolas, tenemos el Brasil, creado por Portugal, en donde se habla portugués, y se rige por leyes, usos y costumbres portugueses. Pero hay que notar que ese país es también hispano, porque Hispania, como Iberia, comprendía, Portugal y España, y nada más. De suerte que el apelativo hispanoamericano comprende todo lo que proviene de Portugal y de España. Y ahí va un ejemplo: los yanquis que tienen fama de inteligentes, lógicos, justicieros, fundaron en Nueva York una Sociedad para el estudio de la Historia Americana relacionada con España y Portugal, y escogieron por nombre The Hispanic Society of America: no

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