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goza. Al dia siguiente se verificaron los desposorios en aquel Real Sitio por palabras de presente y en virtud de plenos poderes delegados á este efecto al infante don Cárlos María, y se hizo el acto solemne de la entrega de la princesa por medio de los correspondientes plenipotenciarios, presenciando todas estas ceremonias los reyes de Nápoles. Al otro dia pasó el rey á Aranjuez, segun el ceremonial acordado. Fernando halló á Cristina aun más agraciada y seductora que su retrato, y con gusto unos y con pesar otros, calcularon ó previeron que le habia de rendir su corazon y su voluntad. Por la tarde se volvió á la córte.

La entrada de ambas familias reales en Madrid se verifico el 11 de diciembre (1829), con todo el aparato y ostentacion que el programa acordado prescribia. El rey, que con brillante comitiva habia salido á recibirlos, acompañó á la reina á caballo al estribo derecho del coche, viniendo al izquierdo los infantes. El pueblo madrileño celebró tan fausto suceso con trasportes de alegría. Realizáronse aquella noche las bodas, y en los siguientes las velaciones y los festejos públicos, todo con las ceremonias y solemnidades y en el órden que anterior y oportunamente se habia anunciado en la Gaceta. Solo acibaró el júbilo de aquellas fiestas la noticia fatal que entonces llegó de la derrota de la espedicion á Tampico de que antes hemos hablado.

Sentada la reina María Cristina de Nápoles en el trono de los Alfonsos y de los Fernandos, presentía todo el mundo, aunque afectando los ánimos las contrarias sensaciones del temor y la esperanza, que iba á abrirse una era nueva para la nacion española. En los capítulos sucesivos veremos hasta qué punto fué siendo realidad aquella especie de vaticinio ó presentimiento.

CAPITULO XXIII.

NACIMIENTO DE LA PRINCESA ISABEL.

INVASIONES DE EMIGRADOS.

1830.-1831.

María Cristina. Circunstancias y oportunidad de su venida.-Su talento y conducta.-Embarazo de la reina.-Esperanzas y temores de los partidos.-Pragmática-sancion sobre el derecho de las hembras á la sucesion del trono.-Disgusto y enojo del bando carlista.-Actitud de los realistas y del gobierno francés.-Síntomas de un conflicto en Francia.-Sistema de resistencia.-Colision entre el rey y la cámara.-Elecciones.-Piérdelas el gobierno. -Suspende la libertad de imprenta.-Disuelve el parlamento.Atropello de imprentas.-Insurreccion popular.-La fuerza armada.-Revolucion de París.-Las jornadas de julio.-Triunfo del pueblo.-Caida de Cárlos X. y de la dinastía Borbónica.Elevacion de Luis Felipe de Orleans al trono. Gobierno constitucional. Reconocimiento de las potencias.-Impresion que causa en España.-Aliéntanse los emigrados españoles.-Su impaciencia.-Juntas en Inglaterra y en Francia.-Proyectos frustrados.-Mina nombrado general en jefe.-Planes.-Discordias entre los emigrados.-Precauciones de Fernando y de su gobierno. -Decreto sangriento y cruel.-Diferentes invasiones por el Pirineo.-Mina, Butron, Lopez Baños, Valdés, Mendez Vigo Grases, Gurrea, Milans, San Miguel y otros jefes.-Resultados desastrosos.

-Muerte de Chapalangarra. -Accion de Vera.-Apuros y reti rada de Mina.-Espíritu de Navarra, de Aragon y de Cataluña.— Tropas y voluntarios realistas.-Refúgianse de nuevo en Francia los invasores. Causas de haberse malogrado sus tentativas.Reconoce Fernando á Luis Felipe.-Los emigrados españoles son obligados á internarse en Francia.-Nuevas crueldades de Calomarde con los vencidos.-Distintos caractéres y diversas tendencias de Cristina y de Fernando.-El Conservatorio de Música, y la Escuela de Tauromaquia.-Nacimiento de la princesa Isabel.Satisfaccion de Fernando.-Sentimiento de los realistas.-Exterior.-Nápoles, Roma, Bélgica, Portugal.-Suerte que corren nuestros emigrados en Francia.-Invaden otros emigrados la España por el Mediodía.-Son derrotados.-Frustrada rebelion en Cádiz.-Alzamiento de la marina en la Isla.-Ríndese á las tropas. Traicion que se hace á Manzanares.-Su muerte.Prisiones y suplicios en Madrid.-Muere ahorcado el librero Miyar.-Fúgase Olózaga de la cárcel.-Triste episodio de doña Mariana Pineda en Granada.-Otros suplicios en Madrid.-Torrijos. Sus planes.--Es llamado con alevosía á España.-Su espedicion. Trágico fin de Torrijos y de sus cincuenta compañeros. -Infamia de Gonzalez Moreno.-Discreta conducta de Cristina.Regala unas banderas al ejército.-Padecimientos del rey.-Tiranías de don Miguel de Portugal.-Satisfacciones que exigen Francia é Inglaterra.-El ex-emperador don Pedro del Brasil prepara una espedicion para restablecer á doña María de la Gloria en el trono lusitano. Ofrécensele en París los emigrados españoles.— Mina.-Mendizabal.-Fin del año 1831.

Vino la princesa María Cristina de Borbon á ser reina de España en la ocasion más propicia para que pudiera prepararse aquella nueva era que se presentía. Era aquél el período menos funesto y más tolerable del reinado de Fernando VII. Comparado con épocas anteriores, y salva tal cual escepcion que hemos señalado, habia en el gobierno más espansion

y en el pueblo más respiro, como cansados uno y otro de revueltas y desventuras. Los últimos desengaños habian hecho al rey mismo menos preocupado con sus antiguas ideas, y al parecer menos insensible y menos sordo á la voz del buen consejo. Los aires de Francia no soplaban, como ántes, impregnados de absolutismo, y por en medio de las nubes que aun encapotaban el cielo se entreveía un horizonte más claro. Habíase regularizado la administracion española; la hacienda alcanzaba cierto desahogo de largo tiempo no conocido; y aunque el presupuesto para el año 1830 resultaba algo más subido que el anterior, correspondian los gastos á los ingresos, y era conforme al sistema de economías que se habia venido planteando ""). Dictáronse medidas y se espidieron decretos para mejorar la suerte de los acreedores del Estado; y eran un buen síntoma, al mismo tiempo que de progreso material, de que no se habia abandonado y perdido del todo la senda que conduce á la civilizacion, los premios concedidos, y que entonces se adjudicaban y publicaban, á los autores de los artefactos de más mérito que se habian presentado en la esposicion de la industria nacional: pensamiento estraño, y por lo mismo más digno de loa, en aquellos tiempos. La Providencia prepara maravillosamente los medios

(1) El presupuesto para 1829 habia sido de 448.488,690 reales. El de 1830 subió ya á 592.756,089. Verdad es que en éste se com

prendió el de la real caja de Amortizacion, segun se dispuso por decreto especial.

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