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CAPÍTULO VI.

Como entendiendo en cobrar el condado de Ruisellon, dieron al Rey una cuchillada en Barcelona.

Espacio de cuatro meses estuvieron el Rey y la Reina en la cibdad de Granada, y proveido lo ya dicho se partieron della la vuelta de Aragon por el mes de mayo deste año, que se contaron mill y cuatrocientos y noventa y dos del nascimiento de Cristo, y diez y nueve de su reinado. Y llegados á la cibdad de Zaragoza les fué hecho gran rescibimiento, y mandaron allí celebrar córtes en las cuales sirvieron los reinos de Aragon con trescientas mill coronas que le debian al Rey de Francia por las cuales tenian empeñado el condado de Ruisellon. Y al principio del mes de agosto deste año se partieron para Barcelona donde estuvieron todo el restante dél, y enviaron al Rey de Francia mill coronas, de las cuales hizo gracia á la Reina Doña Isabel.

Al principio de los mill y cuatrocientos y noventa y cuatro años (*) del nascimiento de Cristo, y veinte años del reinado destos Príncipes, celebrándose córtes en Barcelona con los catalanes y valencianos, cierto dia de cuaresma bajando el Rey por una escalera de las córtes, se llegó á él denodadamente un catalan de tierra de Barcelona, llamado Joan de Cañamares, y dió al Rey por detrás una cuchillada en el pescuezo sin decir palabra, con un puñal largo que traia debajo la capa, afilado; y si el Rey no trujera jubon con collar alto, le cortara la cabeza. Y como esto vió un trinchante del Rey que allí se

(*) No aconteció la tentativa de asesinar á Fernando V en 1494 sino en 1492 segun Zurita.

halló, arremetió con él y dióle dos puñaladas, y el Rey mandó que no le matasen; y los que estaban allí, lo prendieron. Y fué tal la cuchillada, que el Rey no pudo ir á palacio donde estaba la Reina y se quedó en esta casa. Y en la cibdad hobo luego grand alboroto porque se dijo haber muerto el Rey. Y como la Reina lo supo tomó grand espanto, y mandó á un paje suyo llamado Hernando Euguarte, que fuese á la posada de D. Sancho de Castilla, ayo del Príncipe D. Joan, y le dijese que trujese al Príncipe á palacio, y D. Sancho así lo hizo. Y como Martin de Tábara maestresala de la Reina, vió al Rey, á gran priesa volvió á palacio, y dijo á la Reina como el Rey no era muerto ni estaba tan peligroso, de lo cual la Reina recibió grand consolacion, y mandó llamar sus secretarios y despachó muchos correos para Italia, Francia y España, haciendo saber lo acaescido al Rey, y como no era peligroso; y esa misma noche la Reina se fué á la posada donde el Rey estaba, y le duró la mala dispusicion cerca de cincuenta dias, donde continuamente salia la Reina á estaciones y plegarias que se hacian por la salud del Rey, é hizo voto que nunca mas en su casa, ella ni sus hijas ni damas se afeitarian ni traerian verdugados de brocado ni de seda, ni otros trajes deshonestos.

El alboroto deste dia fué muy grande en la cibdad, porque los cortesanos tomaron armas contra los catalanes, y los unos decian que los otros habian muerto al Rey, y avisados de su buena dispusicion, cesó. Y el que hirió, fué curado de las puñaladas, y como estuvo sano fuéle preguntado ¿por qué habia herido al Rey, ó quién se lo habia mandado? Y diéronle nuevos tormentos, y hallaron ser loco; mas nunca confesó sino haberlo hecho por acertar un buen tiro de su mano. Y como el Rey supo su sim

pleza, quisiera que lo soltaran, lo cual no consintieron los catalanes. Y este hombre fué atenazado y cortados sus miembros hasta que murió (").

Y como el Rey fué sano, partióse para Girona, y de allí envió á Perpiñan á D. Enrique Enriquez de Guzman, hijo de D. Alonso Enriquez Conde de Alba, al cual entregó el condado de Ruisellon Musiur de Aveni (**); y luego llegó correo de Francia del Rey mandándole que no le entregase; mas ya tenia la fortaleza de Perpiñan Mosen Joan de Albió, y D. Enrique mandó salir los franceses de allí y se apoderó de todo el condado de Ruisellon en donde quedó con mill y quinientas lanzas.

Y fecho esto el Rey se volvió para Barcelona, y de ahí se partió el Rey y la Reina para Valladolid adonde entendieron en la gobernacion de sus reinos, y Baldovinos bastardo de Borgoña, hermano del Duque, con los embajadores del Emperador Maximiliano, trató en que hobiese efecto el casamiento de la Infanta Doña Joana con D. Felipe Archiduque de Austria, primogénito del Emperador, y de Madama Margarita su hermana con el Príncipe D. Joan. Ansí mismo llegó á esta villa Aben Conixan moro, embajador del Rey de Granada, y por virtud de cierta ciencia quieren decir que persuadido por el Comendador mayor de Leon D. Gutierre de Cárdenas, dijo este moro que holgaría el Rey de Granada de se pasar en Africa dándole en recompensa por los vasallos y rentas que habia dejado, grande sustentacion; y fuéle dado toda la recompensa que este moro concertó. Y enviaron á mandar

(*) Ferreras apoyado en historiadores antiguos dice que la piedad de Isabel la Católica, hizo que le diesen garrote, y que la pena de cortarle la mano y ser atanaceado se ejecutase en su cadáver. (**) Quizá Aubigni.

al Conde de Tendilla que aderezase navíos para que pasase este moro en Africa, y él puso en órden tres navíos en Almería. Y como lo supo el Rey de Granada, tomó grande espanto, y envió á decir al Rey y á la Reina que él no queria pasar en Africa ni habia mandado tal á Bencomixa; mas fuéle mostrado como lo hizo por su creencia, y visto que tenia poco remedio, rescibió los dineros y embarcóse con los principales moros por el mes de mayo del año siguiente (1), y pasóse en Africa adonde vivió miserablemente, y le privaron de la vista de los ojos.

CAPÍTULO VII.

Como el Rey de Francia se apoderó de Nápoles.

El Rey Cárlos de Francia teniendo paz con los Reyes de España é Ingalaterra, despues que se hobo visto con el Emperador Maximiliano acordó de pasar en Italia con dos mill lanzas gruesas y veinte y cinco mill peones, y entre ellos dos mill arcabuceros. Avisados de su venida el Papa y Rey Fernando de Nápoles, y venecianos, y otras Señorías de Italia, hicieron entre sí liga contra él y enviaron embajadores á los Reyes de España para que entrasen en ella. Y halláronlos en Tordesillas, y acordaron descrebir al Rey de Francia haciéndole saber como el de Nápoles era su amigo, y confederado y pariente: que guardase los capítulos que con ellos tenia jurados. A lo cual ninguna cosa respondió el de Francia. Y vista su disimulacion, enviaron á mandar á Antonio de Fonseca su embajador, que apretase al Rey de Francia hasta que res

(1) Seria en mayo de 1493.

pondiese, lo cual Fonseca muchas veces importunó; mas el Rey de Francia dilataba el negocio y apresuraba su camino la vuelta de Roma. Y antes que llegase, el Papa le envió un legado que no entrase en la cibdad; mas no se pudo acabar con él, y prometió de no meter consigo mas de mill lanzas y cuatro mill peones, ninguna cosa de lo cual complió; antes se apoderó de Ostia y Civita Vieja, y entró con todo su campo en Roma, y el Papa se acogió al castillo de Santangel á do se concertó que el Papa hobiese por bien la conquista de Nápoles, y entregó un hermano del Gran Turco, y envió con él por legado al cardenal de Valencia.

Concluido esto salió con su ejército de Roma la vuelta de Nápoles, y llegado á Velitre que es veinte millas de Roma, Antonio de Fonseca visto que el Rey de Francia proseguia su camino y no guardaba lo capitulado, acordó de le hablar delante de ciertos capitanes españoles que andaban en su campo, y eran estos D. Joan Cerbellon, Don Joan Petite, Antonio de Grado, Pedro de Murcia, y díjole estas palabras: "Señor-Yo veo que V. M. no guarda lo capitulado con el Rey y la Reina mis Señores, en nombre de los cuales requiero á V. M. no pase adelante de aquí ni entre en el reino de Nápoles, porque haciendo al contrario los Reyes de España mis Señores tomarán la voz y con ellos se habrá de proseguir la guerra. Por ende suplico á V. M. mire lo que hace." El Rey de Francia respondió con mansas palabras que él habia comenzado aquella jornada, y no cumplia á su honra dejar de proseguirla, y que su primo el Rey de España hiciese lo que quisiese. Visto esto por Antonio de Fonseca, dijo al Rey de Francia estas palabras: "Pues V. M. no guarda lo asentado, no es necesario haber capítulos ni otra escrip

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