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refiere, sirvió á los Reyes Católicos, y despues de ellos á la Casa de Austria, para establecer su poder sobre la nobleza y resistir á Roma; y la misma ayudó igualmente à los Monarcas de la Casa de Borbon á consumar la unidad política y á llevar á cabo las concordias con la Santa Sede, en que se introdujeron y triunfaron los principios de la escuela regalista. A esta clase, media entre grandes y pequeños, perita en letras legales, y en ocasiones amiga de estender su autoridad hasta producir grandes inconvenientes, perteneció y llegó en ella á ser de los más célebres D. Melchor Rafael de Macanaz, de cuya vida y escritos nos proponemos dar breve noticia á la cabeza del interesante volúmen que hoy publica la BIBLIOTECA JURÍDICA.

Objeto de apasionadas censuras, como de ardientes elogios, ni los que le aplauden, ni los que le vituperan llegaron á conocer bien la vida de aquel Magistrado, limitándose por lo comun á lo que dejaron escrito sus coetáneos, ó juzgando solamente por las escasas obras suyas publicadas. Expatriado durante treinta y cuatro años, en los que pesó sobre él el edicto de Inquisicion, y encerrado en una prision á orillas del Océano otros doce, el nombre de Macanaz fué más conocido que su persona de los españoles de su época. Atribuyéronsele obras que no eran suyas, pensamientos y planes distintos de los que en el período de su mando y favor sostuvo, y su nombre, respetado del público, sirvió para amparar otros proyectos y otras ideas de tiempos posteriores; pero esto mismo demuestra cuán fuerte impresion hicieron su carácter y su política en el breve período de 1710 á 1714, en el que ocupó elevados cargos y disfrutó la confianza y estimacion de su Soberano.

Tiempo hacia que, considerando como un deber el publicar una noticia exacta de la vida y escritos de Macanaz, me preparaba para ello con la lectura de sus obras, con

las que me familiaricé al salir de la infancia; pero la multitud de éstas, la magnitud y delicadeza de las cuestiones que entrañan, su diversidad, y, en algunas, el apasionamiento, juntamente con cierta oscuridad acerca de las -causas de su prision en 1748, me retrajeron hasta el presente de una empresa que requiere vasta instruccion, elevado é imparcial criterio, y en la cual servia de obstáculo, á más de la carencia de aquellas dotes, el afecto, natural en quien lleva su sangre, que el nombre y el recuerdo de las persecuciones de Macanaz me inspiraba. Los años pasan, y no en balde, la juventud con ellos, y áun cuando mis fuerzas no basten para desempeñar satisfactoriamente tan difícil tarea, temiendo que quede sin realizar, y yo sin cumplir la obligacion que mi nombre me impone, y recordan do lo que Mariana dice: «que si todas las cosas se cautelaran, no se escribiria la historia,» aprovecho la coyuntura de publicarse el libro Regalías de los Sres. Reyes de Aragon en la BIBLIOTECA JURÍDICA DE AUTORES ESPAÑOLES, así como la de hallarme libre de embarazosas y absorbentes tareas oficiales, para trazar una reseña de la vida de Macanaz y dar noticia circunstanciada y fidedigna de sus escritos, enumerando los que sin motivo le han sido atribuidos.

La vida de Macanaz, por lo que se relaciona con un período muy interesante de la historia pátria, en el que se plantearon y resolvieron difíciles problemas, y por la importancia que áun en el dia conservan las materias que trató en sus escritos; regalismo, jansenismo, Inquisicion, jesuitas, fueros de Aragon, Valencia y Cataluña, unidad política, organizacion administrativa, historia de la dominacion de España en América, cuestiones críticas de literatura, historia, etc., requiere un libro. Todas esas cuestiones conservan gran interés, siquiera sea histórico, respecto de la mayor parte de ellas; todas siguen siendo debatidas en el dia, quizá con tanto ardor, como cuando se publicaba la

bula Unigenitus, ó cuando se incoaba la causa del maestro Fray Froilan Diaz, ó se negociaba el concordato de 1735. Reservando para más adelante ese libro que la materia, para ser tratada bajo su aspecto crítico, requiere, me limito al presente, accediendo á la galante invitacion que en interés de la literatura nacional, y de la ciencia del derecho me han dirigido los señores editores de la BIBLIOTECA Jurídica, á dar aquí una noticia biográfico-bibliográfica suficiente, concentrando mis recuerdos y utilizando apuntaciones de otros dias, pero sacadas todas de los escritos de Macanaz.

El Marqués de San Felipe en sus Comentarios á la guer · ra de España, entre otras especies poco favorables á Macanaz apunta la de haber el célebre Fiscal general pertenecido á una familia oscura. Hubiera sido más exacto decir; «de la clase media,» ó, como Hurtado de Mendoza expresa «<gente media entre los grandes y pequeños, sin ofensa de los unos ni de los otros.» En un legajo de notas á la Historia del Padre Mariana y su continuador Miñana, así como á las obras de Fray Hernando Camargo y del Padre Baren de Soto, D. Melchor Macanaz hablando de la famosa batalla de Lepanto, dice lo que sigué: «Se dió en 7 de Octubre de 1571. En Toledo se celebra fiesta; y en la villa de Hellin del Reino de Murcia se celebra asimismo, como la del Corpus. Fué muy señalado el valor de don Juan de Austria, y el de D. Alvaro Bazan, Marqués de Santa Cruz. De la expresada villa de Hellin, mi pátria, se hallaron doscientos soldados y cuatro capitanes; Juan de Valcárcel, Francisco Herrera, Damian Macanaz, mi bisabuelo, y Luis Fernandez de Ribera mi bisabuelo materno.» Y en el cuaderno décimo de las mismas apuntaciones tropezamos con esta otra noticia: «Año de 1641, fortifican los catalanes á Lérida y sitian á Tarragona. Dice el autor que los castellanos que la defendian llegaron á comer ratones. Yo he leido muchas cartas del capitan D. Ginés Ma

canaz, mi abuelo, que se hallaba dentro con cuatro compañías que mandaba, de las milicias de Hellin, Tobarra, Las Peñas y Lietor, y refiere que por muchos dias se mantuvieron con un cuarteron de habas, hasta que el Duque de Fernandina les socorrió por mar.»

En lo que no cabe duda es, en que la familia de Macanaz no era abundante en bienes de fortuna, y que D. Melchor hizo su carrera de abogado con estrechez; y lo que es más estraño, tropezando al principio con grandes dificultades para el estudio. Pero es tiempo de dejar la palabra al mismo D. Melchor de Macanaz, quien en 1739, desde París, dirigia al Sr. D. Andrés Gonzalez de Barcia, célebre editor de los Historiadores primitivos de Indias, y autor del Ensayo cronológico para la historia de la Florida, lo que podemos considerar como una auto biografía, escrita en idioma francés y comprensiva de los hechos de su vida, como de sus escritos, y destinada á publicarse en la continuacion de la Biblioteca Hispana Vetus de D. Nicolás Antonio, que el Sr. Barcia trataba de dar á la estampa y para la que reunia

materiales.

La auto-biografía, á que nos referimos, es como sigue:

MEMORIA DE LOS ESCRITOS DEL SR. MACANAZ,

ASÍ COMO DE LOS MOTIVOS QUE HA TENIDO PARA HACERLA (1).

El Sr. D. Andrés Gonzalez de Barcia, del Consejo y Cámara de Castilla, su Presidente de Sala, indivíduo de la Academia de la Lengua Española etc., conocido en la república literaria y mencionado muchas veces en las Memo

(1) Se encuentra en un vol. in fol. perg. dividido en dos partes, la 1a de 439 págs. y la 2a de 183, titulado: Memorias para la historia civil y eclesiástica de España y el Nuevo Mundo. De mi propiedad. Comprende este escrito desde la pág. 423 á la 439 de la 1a parte.

rias de Trevoux y en otras por las diferentes obras que contínuamente ha hecho imprimir, habia enviado á Macanaz su Biblioteca Oriental y Occidental de Indias, Náutica Geográfica, en tres volúmenes en fólio, publicada recientemente como continuacion de un pequeño libro en 4° que D. Antonio de Leon Pinelo, Cronista de Indias, del Consejo de S. M., etc. escribiera sobre el mismo asunto mucho tiempo ántes. D. Andrés de Barcia hacía tiempo que se hallaba empeñado en dar nuevamente á luz la célebre Biblioteca Hispana de D. Nicolás Antonio, aumentada con seis tomos, y no habiendo podido hasta entónces obtener de Macanaz sus escritos, ni áun los títulos de ellos, despues de haber manifestado que no los incluiría en esta biblioteca, sino con órden del Rey, el Sr. Macanaz convino al cabo en enviarle en 7 de Enero de 1739 un extracto, que es el que sigue:

El 16 de Febrero de 1670 nació D. Melchor de Macanaz, de una familia noble, en la ciudad de Hellin, reino de Múrcia, Obispado de Cartagena, y fué el cuarto de muchos hermanos. Sus padres (1) le enviaron al estudio de las humanidades, en el que empleó siete años; pero al cabo de este tiempo no era sino mediano gramático, por lo que descuidó el aplicarse, hasta que, siendo por primera vez Presidente de Castilla el Conde de Oropesa, éste, engañado por D. Juan de Medina, Corregidor de la villa, que temia que se descubriesen sus abusos si llegaban á noticia de D. Melchor, padre de nuestro D. Melchor Macanaz, que por causa semejante habia hecho privar del mismo empleo á alguno de sus predecesores, temiendo que hiciese lo mismo con él, se condujo de tal manera que, sor

(1) Lo fueron D. Melchor Macanaz, Regidor perpétuo de la villa de Helin, y Doña Ana Ribera, de noble familia de la misma poblacion. (N. del Ed.)

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