Costas y montañas: diario de un caminanteRenacimiento, 1921 - 429 páginas |
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... Fernando , a quien la voz común atribuye la res- tauración y auge de las iglesias de Cantabria ; y apoyan esa voz en algún modo ciertas partes de su arquitectura , la seme- janza en traza y no pocos detalles , y la advocación común a ...
... Fernando , a quien la voz común atribuye la res- tauración y auge de las iglesias de Cantabria ; y apoyan esa voz en algún modo ciertas partes de su arquitectura , la seme- janza en traza y no pocos detalles , y la advocación común a ...
Página 42
... Co- lección diplomática que acompaña a la crónica de Fernando IV , ordenada por el Excmo . Sr. D. Antonio Benavides y publicada por la Real Academia de la Historia . ción de sus acuerdos , fe que legitimaba sus providencias 42.
... Co- lección diplomática que acompaña a la crónica de Fernando IV , ordenada por el Excmo . Sr. D. Antonio Benavides y publicada por la Real Academia de la Historia . ción de sus acuerdos , fe que legitimaba sus providencias 42.
Página 44
... Fernando IV ( 1296 ) , y toca su apogeo y vigor sumo ( 1351 ) al inaugurar su reinado el tan desventurado como cruel Don Pedro . Alfonso XI , que sucedió entre ambos , hijo de Fernando , padre del Justiciero , necesitaba de todos sus ...
... Fernando IV ( 1296 ) , y toca su apogeo y vigor sumo ( 1351 ) al inaugurar su reinado el tan desventurado como cruel Don Pedro . Alfonso XI , que sucedió entre ambos , hijo de Fernando , padre del Justiciero , necesitaba de todos sus ...
Página 50
... Fernando IV , para salvar su inerme y desconsolada vida . Al morir obscurecidos , pobres y odiados , purificados por el martirio , podían ofrecerse a Dios , repitiendo la letra escrita en sus estandartes , letra de los hu- mildes y ...
... Fernando IV , para salvar su inerme y desconsolada vida . Al morir obscurecidos , pobres y odiados , purificados por el martirio , podían ofrecerse a Dios , repitiendo la letra escrita en sus estandartes , letra de los hu- mildes y ...
Página 64
... Fernando de Acevedo ( 2 ) . Hay cartas del arzobispo español que atestiguan su celo en servicio del rey y de la pa- tria ; mas no consta que tomase parte en ocasiones de sangre , como lo hizo el impetuoso francés . Amansada la fiereza ...
... Fernando de Acevedo ( 2 ) . Hay cartas del arzobispo español que atestiguan su celo en servicio del rey y de la pa- tria ; mas no consta que tomase parte en ocasiones de sangre , como lo hizo el impetuoso francés . Amansada la fiereza ...
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Términos y frases comunes
abad acaso agua Alfonso Alfonso VIII Alfonso XI alma Ambrosero ánimo antiguo apellido APÉNDICE NÚM Apostol armas arrimados Asturias de Santillana avia batalla Besaya blasón Burgos caballero camino cántabros Castilla Castro CASTRO-URDIALES caudal célebre cielo ción colindres concejo conde conserva corazón corre corregidor costa Crónica curioso cuyo dha villa dhos días domina donación doña enemigo Escalante escudo españoles espíritu Fernando Fernando IV gente gloria glorioso Gonzalo guerra halla hidalgos hijo historia humana iglesia labrado Laredo Liébana linaje llama llega luego mandamos mano marina marqués marqués de Santillana memoria misterio monasterio montaña montañeses monte muelles muerte mundo murió nave nombre obispo ojos orden paisaje parajes parece paso patria pecho Pedro piedra Prior pueblo puerto puesto reina roca ruesga salir Santa Santillana Santoña señorío siglo siglo XV siglo XVII soldados templo tierra todavía Toledo tomo torre Torrelavega trae Trasmiera Treceño valle vecinos Vega villae viva
Pasajes populares
Página 404 - E los unos ni los otros no fagades ni fagan ende al por alguna manera so pena de la nuestra merced é de diez mil maravedís...
Página 397 - Don Carlos, por la gracia de Dios Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalem, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Cordova, de Córcega, de Murcia, de Jaén...
Página 404 - Nos en la nuestra Corte, donde quier que nos seamos del día, que vos emplazare fasta quince días primeros siguientes, so la dicha pena, so la qual mandamos a qualquier Escrivano público, .que para esto fuere llamado, que dé ende al que vos la mostrare testimonio signado con su signo, por que nos sepamos en como se cumple nuestro mandado.
Página 392 - Cister, que, traducido del latín, se encabeza así: *Sea notorio á todos, así presentes como futuros, como yo Alfonso, por la gracia de Dios Rey de Castilla y de Toledo, en uno con la reina Doña Leonor, mi mujer, y con la infanta Berenguela, mi fija.
Página 397 - Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia de Jaén, de los Algarbes, de...
Página 15 - ... del monasterio... echando el apellido (como decían los banderizos de la Edad Media), no para homicidas empresas ni cruentas obras, sino para satisfacer la deuda sagrada que al nacer contrajo todo hombre con el suelo que le dió cuna: la de emplear en su servicio la mejor porción de su obra».
Página 48 - Mi amor me dice de usted y yo lo mismo le digo, y en estando los dos solos, de tú por tú nos decimos. Ya no se estila decir: ¡viva el oro, viva el oro!, que sólo se dice ahora: ¡viva la prenda que adoro! Viva Cádiz, viva el Puerto, viva quien sabe querer, viva quien pasa en el mundo penas por una mujer. He estado en el purgatorio y he visto todas las penas, y he visto que por querer ningún alma se condena. Yo quiero bien, y no puedo decir á quién quiero bien; tan sólo diré que quiero sólo...
Página 54 - No trocara esta vida de picaro por , la mejor que tuvieron mis pasados. Tomé tiento a la corte; íbaseme sutilizando el ingenio por horas; di nuevos filos al entendimiento, y viendo a otros menores que yo, hacer con caudal poco mucha hacienda, y comer sin pedir ni esperarlo de mano ajena, que es pan de dolor, pan de sangre, aunque te lo dé tu padre, con deseo de esta gloriosa libertad, y no me castigasen, como a otros por vagabundo, acomodéme a llevar los cargos que podían sufrir mis hombros.
Página 208 - Las aguas corrientes no son riqueza sólo; son vida del paisaje. Porque el agua posee los tres accidentes del vivir: luz, voz y movimiento; luz reflejada, como la luz de la pupila; voz ligera y amorosa, soñolienta y grave. como la voz de la garganta humana. No hay soledad donde el agua corre; no hay tristeza donde el agua mana; no hay desierto donde el agua vive. Fecunda el suelo y despierta el alma, arrulla el dolor, ensancha la alegría, es compañía y música, medicina y deleite; sobre sus ondas...
Página 289 - ... con voz plañidera, sin acompañamiento alguno y en un ritmo sencillo de dos frases, parecido al canto llano de la liturgia católica.