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pronta partida, y yo confio que no retardarás mas esta prueba de que es tan cierta como creo la resolucion que manifiestas de hacer mi voluntad. — A Dios, mi querido Carlos. Siempre conservas y conservarás el cariño de tu amantísimo hermano. — Fernando."

Respondió el infante ofreciendo obedecer las órdenes del rey cuando hubiese pasado el Corpus.

"Ramalhao 27 de Mayo de 1833. Mi muy querido hermano de mi vida, Fernando mio de mi corazon: Antes de ayer 25 recibí la tuya del 20, y tuve el consuelo de ver que no habia novedad en tu salud, ni en la de Cristina y niñas; nosotros todos estamos buenos, gracias á Dios por todo. — Voy á responderte á todos los puntos de que me hablas: dices que has respetado mi conciencia; muchas gracias: si yo no hiciese caso de ello y obrara contra ella, entonces sí que estaba mal y tendria que temer mucho, y con fundamento: que no has pronunciado sentencia contra mi conducta, sea lo que quieras; lo cierto es que se me carga .con todo el peso de la ley, porque dices que es una consecuencia forzosa de la posicion en que me he colocado; quien me ha colocado en esta posicion es la divina Providencia mas bien que yo mismo. No es tu ánimo acusar mi conducta por lo pasado, ni recelar de ella en adelante; tampoco á mí me acusa mi conciencia por lo pasado; y por lo de adelante, aunque no sé lo que está por venir, sin embargo tengo entera confianza en ella, que me dirigirá bien como hasta aqui, y que yo seguiré sus sabios consejos: mucho se me ha acusado, pero Dios por su infinita misericordia ha permitido que no tan solo no se haya probado nada, sino que todos los enredos que han armado para meter cizaña entre nosotros y dividirnos, por sí mismos se han deshecho y han manifestado su fal51

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T. III.

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sedad; solo tengo un sentimiento que penetra mi corazon, y es que estaba yo tranquilo de que tú me conocias, y estabas tan seguro de mí y de mi constante amor, y ahora veo que no; mucho lo siento: en cuanto á las proclamas, no he desaprobado en público esos papeles porque no venia al caso, y creo haber hecho mucho favor á sus autores, tan enemigos tuyos como mios, y cuyo objeto era, como he dicho arriba, romper ó cuando menos aflojar los vínculos de amor que nos han unido desde nuestros primeros años; y en cuanto á las copias de mi carta y declaracion que se han difundido en gran número al momento, yo no puedo impedir la publicacion de unos papeles que necesariamente debian pasar por tantas manos. Té daré gusto y te obedeceré en todo; partiré lo mas pronto que me sea posible para los estados Pontificios, no por la belleza, delicia y atractivos del pais, que para mí es de muy poco peso, sino porque tú lo quieres, tú que eres mi rey y señor, á quien obedeceré en cuanto sea compatible con mi conciencia; pero ahora viene el Corpus y pienso santificarlo lo mejor que pueda en Mafra, y no sé por qué te admiras que yo prefiriese quedarme en Portugal, habiéndome probado tan bien su clima, y á toda mi familia, y no siendo lo mismo viajar que estarse quieto: yo no te dije que temiese el perecer yo y toda mi familia, sino que si nos ibamos á embarcar á Lisboa, podia cualquiera contagiarse al pasar por aquella atmósfera pestilencial, y despues declararse en el buque, donde podiamos perecer todos: ahora con tu permiso de podernos embarcar en cualquier otro punto, espero ver á Guruceta, que aun no se se me ha presentado, para tratar con él: te doy las gracias por las órdenes tan estrechas que has dado á la tripulacion; es regular que asi las cumpla: mientras tanto el

buque se está impregnando de los aires precisamente de Belen adonde está fondeado; y las personas que me han rodeado en Mafra son las mismas que aqui y en todas partes, que son las de mi servidumbre.-Me parece que he respondido á todos los puntos en cuestion, y me viene á la memoria Mr. de Gorset: no te parece que tiene bastante analogía? Esto te lo digo porque no siempre se ha de escribir serio, sino que entre col y col viene bien una lechuga.—A Dios, mi querido Fernando; da nuestras memorias á Cristina, recíbelas de María Francisca, y cree que te ama de corazon tu mas amante hermano. - M. Carlos."

Mas en vez de cumplir el infante su palabra, y cuando ya se hallaba surta y preparada la fragata Lealtad, partió secreta y precipitadamente de Ramalhao, en compañía de su esposa é hijos y de la princesa de Beira, para Coimbra, ciudad vecina á la raya de España. Antes de partir don Carlos participó el viaje á su hermano en la siguiente carta, pretestando el deseo que tenia de despedirse de don Miguel y de las infantas sus cuñadas.

"Ramalhao 28 de Mayo de 1833.- Mi muy querido hermano mio de mi corazon, Fernando mio de mi vida: Me alegraré que continúes sin la menor novedad en tu salud, y Cristina y niñas; nosotros todos estamos buenos, gracias á Dios, y de viaje: el segundo motivo que tuvimos para pedirte permiso para este viaje fue el de que María Francisca tuviese el gusto de volver á ver y abrazar á sus hermanos; el mismo deseo nos ha manifestado Miguel siempre, diciéndonos que sentia tanto que las circunstancias no le permitiesen venir á vernos, pero que lo deseaba mucho; nos hemos estado tranquilos, y mas habiéndome manifestado Córdoba que no era tu voluntad que fuésemos á Braga; pero habiendo recibido tu or

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Visita don Car

los á don Miguel.

den de ir á Roma, me pareció muy justo despedirme de él, y hacerle ver mi sentimiento de no haber podido aprovecharme de esta ocasion de conocerle y de abrazarle, y que esta ya no volveria, y asi que le deseaba todas las felicidades, y que le estaba muy agredecido de la buena acogida que habiamos tenido en Portugal: á esto me ha contestado últimamente, que pues que nos íbamos, queria que antes que nos embarcásemos fuesemos á Coimbra, adonde tendríamos el gusto que tanto deseábamos todos, y que para él sería el mayor sentimiento que habiéndonos estado nosotros tanto tiempo, fuesemos sin habernos visto; ya ves que á una invitacion como esta, y siendo á Coimbra, hubieramos sido muy groseros sino consentiamos gustosos, y estoy muy convencido que penetrado tú de estas razones, lejos de desaprobárnoslas, te hubiera disgustado que no lo hiciésemos, y asi hoy vamos á Mafra, y mañana, Dios mediante, continuaremos.-A Dios, Fernando mio de mi corazon; memorias como siempre, y cree que te ama de corazon tu mas amante hermano. M. Carlos."

El embajador Fernandez de Córdoba desplegó una actividad y firmeza superiores á todo elogio; y á su celo é inteligencia se debió el que los carlistas no pudiesen llevar á cima los planes que atizaban en Tolosa Calomarde y el conde de España, que desde Italia habia pasado á Francia. Fernando convino en que su hermano pasase el dia del Corpus en Mafra, y le escribió asi:

"Madrid 1.° de Junio de 1833.-Hermano mio de mi corazon, Carlos mio de mis ojos: He recibido tu carta del 25, y me alegro infinito de ver que gozabas de completa salud, igualmente María Francisca y tus hijos; nosotros no tenemos novedad, gracias á Dios, con un calor bas

tante fuerte: te doy muchas gracias por los dias que me das de San Fernando; nunca he dudado del interes que tomas por mí; puedes estar seguro que tomo yo el mismo por tí. Voy ahora á responderte á la tuya del 27, y hablarte del negocio de tu viaje. Si crees que la divina Providencia es quien te ha colocado en la posicion que lo motiva, debes atribuir á la misma Providencia los efectos necesarios de esta posicion. Estoy muy seguro de tí, y de tu amor inalterable; diré mas, estoy muy seguro de la fidelidad y decision de los españoles; pero con ese mismo amor de tu parte, y con esta fidelidad nunca desmentida por ellos, se han hecho tentativas repetidas para inquietar los á nombre tuyo, cuando no habia pretesto alguno como ahora, que tus pretensiones son conocidas, y circulan y se imprimen las cartas que recibo selladas y escritas de tu mano. No bastan tus buenos deseos ni los mios para la tranquilidad, es necesario poner los medios, alejando todas las ocasiones de discordia; y yo no puedo sacrificar á tu cariño esta obligacion sagrada, de que soy deudor á Dios y á mis pueblos. Ten en buen hora el gusto de pasar el dia del Corpus en Mafra, pero es menester que no dilates mas el viaje, que puedes realizar, y yo quiero que realices para el 10 ó 12 del corriente. Debes entenderte con Córdoba, que está autorizado para recibir las órdenes y trasladarlas al comandante de la fragata. Este ha designado la bahía de Cascaes como punto mas proporcionado para el embarque. el embarque. A Dios, mi -A querido Carlos. Da á María Francisca nuestros recuerdos afectuosos, y vive seguro del cariño de tu amantísimo hermano. -Fernando."

Al siguiente dia, sabida la partida á Coimbra, el monarca se esplicó de este modo:

"Madrid 2 de Junio de 1833.- Mi muy que

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