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D. Diego Hurtado de Mendoza. II.-Noticias: Subasta de obras en la Biblioteca Nacional. - Organizacion del Archivo y de la Biblioteca del Ministerio de Estado.-Idem del Archivo del de la Guerra.-- Decreto creando Bibliotecas populares en los presidios y casas-galeras.→ Reorganizacion de la Comision científica del Pacifico.Nombramientos de Archiveros de protocolos.-Fondos de los establecimientos: Comision de reconoci. miento y busca de tratados internacionales en el Archivo de Simáncas.—Variedades: Los Pertigueros de la Iglesia de Santiago. I.- Relacion de la entrada pública del Príncipe de Gáles en Madrid, en 1632.- Preguntas: Mañería, mañero. -Esclavo. -Zaticarius.-Respuestas: Vuelta. - Friso.-Ogiva.-Anuncio.

DON DIEGO HURTADO DE MENDOZA,

PRIMER CONDE DE LA CORZANA.

II (1)

En este estado nombróle el Rey, por decreto de 14 de Setiembre de 1623, su embajador extraordinario en Inglaterra con el objeto, segun las Instrucciones originales que tenemos á la vista, de saber «la salud que lleva (el Príncipe de Gáles) en su jornada, la con que llega á Londres y á dar asimismo la enhorabuena á su padre de la llegada de S. A.» En dichas Instrucciones se

(1) Véase el número 11 de este mismo tomo de la REVISTA,

le advierte ademas lo siguiente: «En las materias del casamiento no tendréis para qué embarazaros; pero si todavía os habláre el Rey en ellas, le diréis que siendo la cosa que más he deseado el abreviar el efecto deste negocio por su mayor satisfaccion, no ha sido posible, pero que espero en Dios que este contento le ha de ver logrado con toda brevedad, en que le tendré yo bien grande por lo que deseo ver satisfechos de mi voluntad á padre y hijo.

>Con mucho recato y secreto procuraréis entender el estado en que estuvieren las cosas de Inglaterra, la forma en que se habla de este casamiento, qué se siente general y particularmente dél, el camino que toman las cosas de la religion, la esperanza que se puede tener del

aumento della en Inglaterra, y habiéndoos informado muy particularmente de todo lo que á esto toca para darme dello entera noticia, os podréis volver con la bendicion de Dios, despidiéndoos del Rey y del Príncipe.>>

les de la córte de España y con él D. Diego Hurtado de Mendoza camino de Santander, en cuyo puerto les esperaba la flota inglesa. Poco despues de haberse embarcado toda la comitiva, pasó el Príncipe desde su Capitana Real á visitar al Emba

Jorge, donde S. A. le tenía hospedado. El 15 de Octubre, despues de haber sufrido un fuerte temporal en alta mar, desembarcaron en Portsmouth en medio de mil entusiastas aclamaciones, y el Príncipe, sin detenerse un momento, se dirigió con Buckingham á Lóndres. Nuestro Embajador tuvo allí la agradable sorpresa de encontrarse con su amigo el caballero John Finett, que era el encargado de acompañarle y agasa

Al mismo tiempo que estas Ins-jador español en el galeon de San trucciones recibió el Sr. Hurtado de Mendoza una carta del Rey dirigida al Capitan general de la provincia de Guipúzcoa, al alcaide de Fuenterrabía y á los aduaneros de la frontera para que le dejasen pasar libremente, así como á su bagaje, en el que entre otras cosas llevaba las siguientes especificadas en dicha cédula: «mil marcos de plata labrada, blanca y dorada de servicio, quinientos botones de oro con diamantes, muchos de ellos con cada trein-jarle. Mendoza, fuese por casualita y un diamantes y otros con ménos, cuatro cadenas de diamantes, otras cuatro de oro, cuatro veneras con diamantes, tres bandas de diamantes, cuatro rosas tambien de diamantes para sombreros, vestidos de su persona de paño, raja, terciopelo y otras diversas sedas, ropa blanca de su persona y cama, mesa y criados, que va en cofres, baules y maletas, adrezos de espadas doradas, pabonadas y de otras maneras, cuarenta hojas de espadas y asimismo guantes, bolsas, y cosas de ámbar y cient mill reales para su gasto en moneda de oro ó plata, que valen tres quentos y quatrocientos mill maravedises. >>

Partió, pues, el Príncipe de Gá

dad ó por premeditacion, ni desembarcó ni partió tan presto como el de Gáles. «El Príncipe, dice el mismo Finett (1), salia de Portsmouth por una puerta y todavía nosotros no habiamos conseguido entrar por la otra. Tres dias pasamos alojados en la ciudad ántes de poder proveernos de carruajes, carros y caballos para ir á Londres. Tantos eran los obstáculos que allí encontramos.»

Por fin, el 20 de Octubre (2) llegó Mendoza á Lóndres, saliéndole á recibir en Exeter-House los dos

(1) Guizot.-Un projet de mariage royal. (2) Carta del Marqués de la Hinojosa al Secretario Ciriza.- Archivo de Simáncas, Leg. 2.603, f. 76.

embajadores ordinario y extraordinario de España, D. Cárlos Coloma y D. Juan de Mendoza, marqués de la Hinojosa. Apénas supo el Rey de Inglaterra su llegada le envió tres veces á visitar y dar la bienvenida con diferentes príncipes y señores, y singularmente con su mayordomo mayor para ofrecerle hospedaje durante su estancia; pero D. Diego lo rehusó cortésmente diciéndole que siendo pariente suyo el marqués de la Hinojosa se hospedaria en su casa, y que en cuanto á lo demas viviria por su propia cuenta, añadiendo que harto honor era para él que el Rey le proporcionase los muebles y las colgaduras de su cama.

Ya ántes de su arribo á Lóndres se hallaba el Sr. Hurtado de Mendoza resentido del de la Hinojosa, porque en dos cartas que le dirigió al punto de su desembarco le titulaba embajador extraordinario cerca del Serenísimo Príncipe de Gáles», siendo así que como se ve en las Instrucciones le dió Felipe IV, su que mision era no sólo acompañar al Príncipe, sino tambien y principalmente felicitar al rey Jacobo por la visita de su hijo y feliz regreso á su patria. Reunidos los dos embajadores extraordinarios creció la rivalidad y competencia sobre la primacía de lugar en el acto de presentarse al Rey, que á la sazon se hallaba á cincuenta millas de la córte.

Alegaba D. Diego Hurtado que debia el de la Hinojosa asistirle á dar su embajada y que como en este

acto le tocaba hablar al Rey de Inglaterra en representacion del de España, juzgaba que nadie podia anteponérsele, aviniéndose al fin á reconocer en cualquier otro caso de córte, que no fuese este de su comision particular, el derecho del Marqués á ocupar el primer lugar. A esto replicaba el de la Hinojosa que representando él á S. M. y siendo de su Consejo de Estado no podia dejar de precederle. Hubo fuertes contestaciones por una y por otra parte; y resolvióse el Marqués, visto el propósito decidido de D. Diego, á no acompañar á éste al acto de entregar la carta real al rey Jacobo, pero quejóse amargamente en carta de 30 de Octubre (1) del proceder de D. Diego al Consejo de Estado. Reunido éste y discutido el caso, inclinóse de la parte del Marqués, como individuo que era de su seno, y acordó se escribiera al Sr. Hurtado de Mendoza que al Consejo parecia que se excedió mucho en no haberse acomodado con lo que el Marqués le ofreció, áun sin tocarle aquello, y que se le escriba que V. M. lo ha extrañado mucho y que lo debiera excusar; y teniéndolo entendido así, si cuando llegase este

(1) Hállase esta carta en el Archivo de Simáncas, Leg. de Estado núm. 2.559, así como tambien los pareceres de los Consejeros, emitidos con el objeto de venir al acuer do que resultó sobre este particular, fólios 80 al 84.-A la amabilidad y celo de nuestro amigo el Sr. Castilla y Perosso, Secretario del referido Archivo, debemos estos datos,

despacho á Lóndres se halláre allí, se deje preceder del Marqués.»

Llegado el caso de dar su embajada al Rey británico, le envió éste toda la guardia real de su persona, con su capitan á la cabeza y otros muchos señores y caballeros lujosamente vestidos, para que le acompañasen desde la casa que habitaba hasta Palacio y le volviesen luégo á ella, cosa hasta entónces jamas hecha con príncipe ni embajador alguno (1). Obsequióle con un gran banquete, y le hizo sentar á su lado en la mesa debajo del dosel. A la extremidad derecha de la mesa se colocó el Príncipe de Gáles, y á la izquierda D. Cárlos Coloma, gobernador de Cambray y embajador de S. M. C., y el Sr. D. Diego Mexía, capitan general de la artillería de Flándes y embajador de la infanta doña Isabel cerca del mismo Rey.

Hubo despues de la comida un magnífico sarao, bailando doce caballeros vestidos de máscara, primorosamente ataviados, y muchas señoras invitadas al festin.

Conferenció largamente nuestro personaje con el Rey de Inglaterra acerca del proyectado matrimonio

(1) Las fiestas y singulares favores que á D. Diego Hurtado de Mendoza se le hicieron en la jornada que de España hizo acompañando al Principe de Gales. Madrid, 1624. Esta relacion, impresa y bastante rara, que posee nuestro buen amigo D. Manuel R. Zarco del Valle, tiene, entre el título arriba expresado y el pié de imprenta, un grabado en cobre que representa el banquete dado por Jacobo II al Sr. Hurtado de Mendoza.

del Príncipe su hijo, haciéndole ver D. Diego que el principal obstáculo á su realizacion era el Pontífice (2), por cuya razon, en la carta que Jacobo II le dió para Felipe IV, escrita de su mano, decia aquel Rey: No SE ME META EL PAPA EN LO TEMPORAL, QUE YO LE CONFESARÉ, NO SÓLO OBISPO DE ROMA, SINO DE TODO EL MUNDO, Y PRÍNCIPE DE LOS OBISPOS, COMO LO FUÉ SAN PEDRO (3); y en el mismo sentido escribió al Conde de Bristol, su embajador en Madrid, y al Conde-Duque de Olien creencia de lo que de su

vares,

parte le dijese el Sr. Hurtado de Mendoza.

De lo satisfecho y complacido que debió quedar el Rey británico, así de su embajada, en cuyo desempeño gastó diez y seis mil ducados, como de su comportamiento, puede juzgarse por el regalo que le hizo al tiempo de su despedida, consistente

(2) La irresolucion de Felipe IV y la di versidad de opiniones de los consejeros y teólogos consultados sobre la conveniencia de este enlace por la diferencia de religiones de los contrayentes, contribuyeron tanto ó más que la repugnancia del Papa á que no llegase á realizarse este matrimonio. Mas como al mismo tiempo descaba la córte de España mantener buenas relaciones de amistad con la de Inglaterra, tenemos por muy probable que la política del Conde-Duque en esta ne. gociacion se redujo, segun leemos en unos papeles manuscritos de la época, existentes en la Biblioteca Nacional, señalados H-10, á dilatar la plática, tratando de ella sin que llegase á efecto.

(3) Estas palabras están tambien en el Memorial de servicios en letras grandes,

en una preciosa cadena de brillantes de la que pendia su retrato, evaluada en diez mil ducados.

(Se continuará.)

A. R. V.

NOTICIAS.

En el periódico oficial se anuncia para el dia 18 del actual la subasta de las obras de un salon de lectura en el jardin de la Biblioteca Nacional, bajo el presupuesto de 73.124 pesetas, 90 céntimos.

En la nueva organizacion dada al Ministerio de Estado por decreto de 9 del actual, encontramos la del Archivo y Biblioteca de aquel importante centro, que dice así:

Artículo 3.- El Archivo y Biblioteca del Ministerio de Estado estará á cargo de uno de los Secretarios de primera clase, con el siguiente personal administrativo: un Oficial primero, con 5.000 pesetas; un Oficial segundo, con 4.000 pesetas; un Oficial tercero, con 3.500 pesetas; dos Oficiales cuartos, con 3.000 pesetas; dos Oficiales quintos, con 2.500 pesetas, y dos Oficiales sextos, con 2.000 pesetas..

El Decreto de 9 del corriente organizando nuevamente el Ministerio de la Guerra, dice así en su

Art. 7. Los Archivos de las dependencias que se suprimen pasarán á formar parte del que existe en el Ministerio de la Guerra.▸

Las supresiones á que se refiere el inserto son las Direcciones generales de Estado mayor, Infantería, Ingenieros, Caballería y Administracion militar.

Precedido de una extensa exposicion publica la Gaceta de Madrid del 9 del actual el siguente

DECRETO.

De acuerdo con lo propuesto por el Ministro de Fomento, el Gobierno de la República ha tenido á bien decretar lo siguiente:

Artículo 1. En todo presidio y casa-galera habrá una Biblioteca popular para instruccion y recreo de los penados.

Art. 2.° Por el Ministerio de Fomento se pondrán á disposicion del de la Gobernacion las colecciones de libros necesarias para cumplir lo dispuesto en el artículo anterior, procurando que las obras que en ellas figuren se distingan por su carácter de moralidad y por su inmediata aplicacion á las necesidades de la vida moral y material, y sean acomodadas á las condiciones especiales de cada sexo.

Art. 3. El Ministro de Fomento queda encargado de la ejecucion de este decreto, poniéndose de acuerdo para ello con el de la Gobernacion.-Madrid, 8 de Julio de 1873. El Presidente del Gobierno de la República, Francisco Pi y Margall.-El Ministro de Fomento, Ramon Perez Costales.

Por decreto de 8 de este mes se ha dispuesto por el Ministerio de Fomento la clasificacion y trabajos de publicacion acerca de los objetos procedentes del Pacífico.

Insertamos á continuacion las disposiciones adoptadas en su consecuencia. Artículo 1. La Comision científica del Pacífico queda incorporada al Museo de Ciencias naturales.

Art. 2.o Una vez clasificadas las colecciones mineralógicas, botánicas y zoológicas procedentes de la Comision del Pacífico, serán trasladadas al Museo de Ciencias naturales, prévio el comun acuerdo de la Comision del Pacífico y de la Junta directiva del Museo.

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