Imágenes de páginas
PDF
EPUB

ro de plata e vna toualla, para quel Principe se lauase; e si era inuierno, thenia aparejado un brasero enel rretrete e asi mismo el almuerzo, tal qual el camarero le avia mandado, consultado con su alteza. Para el qual almuerzo estauan preuenidos el mayordomo y el veedor, e era por la mañana a su tiempo entregado al del rretrete, e aquel lo thenia a punto a la ora conuiniente.

Eneste tiempo estauan defuera, atendiendo hasta quelos llamauan, el çapatero y el baruero, e en vn mismo tiempo los mandauan entrar, e el vno le calçaua y el otro peynaua al Principe. Era el baruero Gutierre de Lunaar, ombre de bien e parlero donoso, e algunas uezes contaua algunas façeçias e cosas rridiculas, con quel Principe holgaua y los que le ohian; pero no interponia malicias ni dezia palabra perjudicial a nadie. Al çapatero llamauan Diego de Valençia, y era natural desta villa de Madrid, al qual por otro nombre le dezian Diego Trampillas. Al tiempo que el Principe se calçaua los borzeguís, se hincauan de rrodillas a los lados dela silla, en que su alteza estaba sentado, dos moços de camara para tenerla queda, a causa del estribar del çapatero, e hasta este tiempo no entrauan señor ni grande alguno, ni otro cauallero delos açeptos e que acostumbrauan entrar al vestir, o que fuesen mas familiares.

Enel retrete estaua un baçin de plata, en quel Principe se sentaua, para lo que no se puede escusar; (pero como açesorio) este es officio particular del moço del baçin, pero con otro baçin e aquese tiene cargo dele lleuar e traer debaxo de su capuz, quando conuiene, assi el baçin del rretrete, que llaman el oculto, como el público con que este viene a seruir. E eneste officio adelante se dirá algo

mas.

Despues quel Principe se ha peynado e calçado, se sa

lian luego el çapatero y el baruero, e su alteza se acabaua de vestir, de mano del camarero, aquellas rropas quelos moços de camara, echa la salua, le dauan, que como dicho es, avian ellos alli lleuado (1).

Acabado el vestir o ante que se acabare, entraua el Obispo de Salamanca, su maestro, e en tanto que el altar se aderesçaua por los dela capilla, rrezaua el Principe conel dicho Obispo, su maestro, e acabado de rrezar, ohia misa, e despues de dicha, estudiaua vna ora e estaua solo con su maestro; e salido el Obispo, almorzaua el Principe enel rretrete, e el camarero le daua el almuerzo e seruia de maestresala e copero e trinchante, o su ayo don Sancho de Castilla, si el camarero por algun impedimento no lo hazia. Por quelos officios de maestresala e trinchante e copero no eran para esto en tal tiempo admitidos, sino que como es dicho, el camarero los suplia, e esto era secreto e a solo él permitido; e el rrepostero de plata e copero era el moço de camara del rretrete, e thenia aquel en vna delas arcas del rretrete todo lo que para eso conuenia; e aquella estaua enel cargo del camarero cargada, e a él avia de dar cuenta e rrazon deso e de todo lo demas el rretretero (2).

Si acaescia que fuera de palaçio, en algun monasterio o jardin en parte secreta, el Principe merendaua, el camarero le seruia, como es dicho, o su ayo, si el camarero ay no estaua; pero si era pública la merienda, seruian el

(1) T. 88 añade: «Eneste tiempo se salian los dotores medicos suyos, que eran el dotor Soto y el licenciado de Guadalupe, los quales acostumbrauan entrar a qualquier tiempo que viniesen, despues quelos dela camara entrauan; y platicauan con el Prinçipe de cómo hauia dormido y de sus digestiones y cosas conuinientes a la conseruaçion de su salud.»

(2) T. 88; «e de todo lo demas del rretrete.»>

maestresala semanero, e si aquel no se hallaua alli, seruia otro maestresala, e si no le avia, seruia el camarero e otro no; e asi delos oficios de trinchante e copero. Al tiempo del vestir, quando se lauava el Principe las manos, si se hallaua presente el condestable de Castilla, don Bernaldino de Velasco, o el almirante de Castilla, don Fadrique Enrriquez, o el duque de Medinasidonia, don Johan Alonso de Guzman, o el duque del Infantadgo, don Yñigo Lopez de Mendoça, o el marqués de Villena, don Diego Fernandez Pacheco, o el conde de Benauente, don Rodrigo Alonso Pimentel, a qualquiera destos seys, por la orden ques dicho, daua el camarero Johan de Calatayud el agua, e hazia lo quel camarero hauia de hazer; e si todos estos grandes, ques dicho, se açertauan ay, hazialo el Condestable, por ques el camarero mayor delos rreyes de Castilla, e el camarero hazia la salua, e luego el Condestable otra, e echaua el agua enlas rreales manos, estando vn moço de camara hincado de rrodillas theniendo la fuente e el camarero theniendo la toualla, la qual besada, la daua al Condestable, e él haziendo lo mismo, la echaua sobre las manos de su alteza para que selas enxugasse. Enla noche, quando el Principe se queria rretraer, venia el camarero conlos dela camara, segun es dicho, e despues que se avie desnudado, por mano del camarero, hasta quedar en calças e jubon e ençima vna rropa forrada en martas, o tal segun el tiempo conuenia, asentauase en su silla e descalçauale los borzeguies vno delos moços dela camara. Fecho esto, salianse dela camara, e vn poco antes, los rreposteros de camas, e guardauan la puerta por de fuera; e quedauase el camarero solo e descalçauale las calças, e quitado el jubon, dauale la camisa de noche e comunicaua con su alteza el vestido dela mañana para el dia siguiente.

Asi como el Principe se començaua a desnudar, daua los memoriales o peticiones que se le avian dado aquel dia, o que estonces tenia, que no avia destribuydo, e lehia cada vno, primero para si; e segun la calidad del negocio, asi los mandaua lleuar, a los moços de camara o a los rreposteros de camas, al secretario o al del Consejo, o a los alcaldes a quien pertenescia conoscer o proueer en aquello de quela peticion tractaua, o por ventura al limos

nero.

Teniase otra cosa por estilo, y era que se vsauan entonçes vnas bolsas, llamadas escarçelas, en quel camarero solo ponia la moneda e cantidad que el Principe en secreto le mandaua: e para esto e otros efectos thenia el camarero siempre dineros en su poder e libro aparte, e quando el Principe se quitaua la cinta, el camarero tomaua esa escarçela e sela metia enla manga o la daua a vno delos dela camara (qual él queria) quela lleuase quando él se yua a su aposento (que siempre era en palaçio), e llegado, mandaua al moço de camara delas llaues que touiese aparejado el vestir del dia siguiente, segun que ya lo trahia el camarero con su alteza consultado; e los otros moços de camara yuanse a sus posadas a dormir, e rretrahiase comigo el camarero, e abria la escarcela, e sacaua el dinero que alli hallaua, e lo que faltaua, delo que metio, sola mente sabia el Prinçipe, e no otro alguno, como se avia destribuydo, e a vezes no avia quedado ningun dinero, e rraras vezes estaua todo e a la ora se asentaua de mi mano lo que se hallaua, y lo firmaua el camarero, y sobre aquello que avia rrestado se asentaua lo que se añadia para el dia siguiente. Este libro, al cabo del año, vehian sola mente el Principe y el camarero, e visto, el camarero, por su mandado y en presencia de su alteza, le hazia dos o tres peda

ços de alto abaxo, e me le daua a mi, e despues yo el mismo dia y con poco interualo de tiempo, en presencia del camarero, lo quemaua, y ya thenia otro aparejado de nueuo para lo ques dicho. Y enel libro del descargo del camarero, que yo asi mismo escreuia, e el camarero lo thenia debaxo de su llaue, e en rrazon del rremate del libro oculto, por descargo asentaua vna partida que dezia asi: «Pagué yo Johan de Calatayud, camarero del Principe, nuestro señor, por mandado de su alteza, en diuersas uezes, tantas mill mrs., como paresçe por su çedula rreal, que es fecha a tantos de tal mes e de tal año e rrefrendada de tal secretario. >>

Tambien se dauan dela camara dineros quando alguna vez el Principe jugaua, y destas tales partidas generales el escriuano dela camara hazia descargo asi mismo al camarero, como se dirá adelante, quando en particular se hable enel officio del escriuano dela camara, el qual de todo lo que entra e sale enella tiene rrazon e haze cargo e descargo al camarero. Pero no por esso el camarero dexa de thener su libro, concertado e conforme al de el escriuano dela camara.

Tambien diré adelante del officio delos moços de camara, por ques officio muy preheminente; tanto, que dezia el Principe, mi señor, que si él no fuera Principe y le hiziera Dios vn hidalgo, no procurara aver enla casa rreal, sino ser moço de camara del principe de Castilla, por questos son los mas ordinarios en su seruicio, e con los que con mas conosçimiento ha de tener de contínuo cerca de su persona (1).

Quando el camarero manda hazer algun vestido o rro

(1) T. 8: «y con los que mas conocimiento ha de tener de continuo, y mas cerca están de su persona.»>

« AnteriorContinuar »