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encomendar la gestion de la hacienda pública, en reemplazo de don Manuel Lopez Araujo, al célebre don Martin de Garay (23 de diciembre, 1816), como al único que podia remediar el deplorable estado de la administracion y levantar de la postracion el crédito, por su fama de buen rentista, no obstante ser conocido por afecto al sistema constitucional y á la monarquía representativa con dos estamentos, como perteneciente á la escuela de Jovellanos.

Con este nombramiento, y con las esperanzas que se habian fundado en la influencia y suave ascendiente que se suponia habia de ejercer en el ánimo del rey la bella alma y el natural atractivo de su agraciada esposa, sustituyendo al maléfico influjo de vulgares y corrompidos palaciegos, alentáronse los hombres ilustrados y de ideas templadas, creyendo y como presagiando un cambio feliz en la marcha del rey y del gobierno en direccion opuesta á la que hasta entonces habian llevado. Pronto veremos cómo en el año entrante salieron fallidos los cálculos de los que así pensaban y táles mudanzas manifestaban preveer.

CAPITULO III.

FUNESTO SISTEMA DE GOBIERNO.

NUEVAS CONSPIRACIONES.

De 1817 & 1820.

Laudable conducta de la reina.-Mala correspondencia del rey.Escenas deplorables.-Lozano de Torres ministro de Gracia y Justicia. Elevacion escandalosa.-Sigue el sistema de opresion.Conspiracion de Lacy en Cataluña.-Trágico fin que tuvo.-Censurables manejos en el proceso y en la ejecucion de la sentencia. -Muere Lacy arcabuceado en Mallorca.-Fallecimiento del infante don Antonio.-Eguía segunda vez ministro de la Guerra.-Infructuosos esfuerzos de Garay para la mejora del crédito y el arreglo de la hacienda, y sus causas.-Lastimoso estado del reino.-Miseria pública. Plaga de malhechores y bandidos.--Medidas para su persecucion.-Estancamiento de los elementos de riqueza por efecto de las absurdas leyes prohibitivas.-Lamentos de los pueblos. -Política esterior.---Remédiase en algo, aunque tarde, el derecho de España lastimado en el Congreso de Viena.-Malhadada compra y adquisicion de una escuadrilla rusa.-Interior: clasificacion de la deuda del Estado.-Bula pontificia para aplicar á su extincion ciertas rentas eclesiásticas.-Disgusto y enemiga del clero y del partido absolutista contra Garay.-Su caida y destierro.-Salida y reemplazo de otros ministros.-Dolorosa y sentida muerte de la reina Isabel de Braganza.-Triste situacion en que otra vez se encuentran los liberales, Tiranías y atropellos de Elío en Valencia,

-Conspiracion de Vidal.-Suplicio de Vidal y de otros compañeros de conjuracion.-Heroismo del jóven Beltran de Lis.-Luto grande en Valencia.-Muerte de María Luisa y de Cárlos IV., padres del rey.-Su hermano el infante don Francisco casa con la princesa Luisa Carlota de Nápoles.-Tercer matrimonio de Fernando VII. con la princesa María Amalia de Sajonia.-Carácter de Ja nueva reina.-Empréstito de 60 millones.-Malestar del reino. -Mudanza de ministros.-Salida de Lozano de Torres.-Ministerio de Mataflorida.-Antecedentes y conducta de este personaje. -Auméntase el disgusto público.-Conspiracion en el ejército.Síntomas y esperanzas de una sublevacion general.

La reina Isabel de Braganza hacia en efecto laudables esfuerzos, no solo por captarse el cariño de su régio esposo, sino tambien por apartar de su lado y alejar del alcázar las maléficas influencias que conducian á Fernando por los malos caminos. Para ello empleaba los recursos lícitos de la mujer y de la esposa, haciendo valer las gracias de que estaba dotada, y estudiando los medios de agradar á su marido, y de satisfacer hasta sus caprichos. Pareció no mostrarse indiferente Fernando á sus atractivos y á sus caricias, y advertíase haber acertado Isabel á inspirarle cariño.

Mas por una parte, queriendo Fernando huir de las privanzas que habian perdido á su padre, habíase propuesto no dejarse dominar ni por un favorito ni por su propia esposa, no advirtiendo que por apartarse de este peligro habia caido en otro no ménos funesto, cual era el de dejarse encadenar por una baja camarilla de su servidumbre. Por otra, apoderados ya estos serviles aduladores del corazon de Fernando, y acos

tumbradas á explotar sus flaquezas de hombre, especialmente Alagon y Chamorro, que eran al propio tiempo los negociadores y los confidentes de ciertas aventuras nocturnas que llegaron ya á ser objeto y pasto de las lenguas del vulgo, continuando en su propósito no solo lograron entibiar el amor conyugal, sino que llevaron sus malos oficios hasta producir escenas lamentables de familia, dolorosas para la reina, deshonrosas para el rey y sus satélites; escenas en que intervinieron personas de alta y baja esfera, cuyos nombres estampan algunos escritores, y cuyos pormenores refieren, pero que nosotros no hacemos sino apuntar, por parecernos más de carácter privado y doméstico, que asunto propio de historia.

Si por este lado veian defraudadas sus esperanzas los que habian creido en un cambio favorable de influencias debido á la bondadosa Isabel, no vieron más cumplidas las que fundaron respecto á mudanza política en el ministerio de don Martin de Garay. Pues si bien en 29 de enero (1817) le confirió el rey la propiedad de la Secretaría de Hacienda, «come una prueba, decia, de lo satisfecho que se hallaba de su buen desempeño,» en aquel mismo dia neutralizó la siguificacion de este acto, dando á Garay por compañero en el ministerio de Gracia y Justicia al famoso don Juan Lozano de Torres, hombre ignorante y de malévolos instintos, que ni era togado, ni siquiera sabia latin, y que por la adulacion y la bajeza, fingiendo un

entusiasmo exagerado y

ridículo por la persona del rey, se habia encumbrado desde la esfera mas humilde hasta el puesto de consejero honorario de Estado. Para venir á este funesto nombramiento habia hecho la camarilla que el rey destituyese de una manera nada digna al ilustrado don Manuel Abad y Queipo, obispo de Mechoacan, nombrado pocos dias hacia ""). Con esto y con haber conferido otra vez la capitanía general de Castilla la Nueva al terrible Eguía, puede deducirse cuán poco durarian las ilusiones concebidas por los liberales con la elevacion de Garay al ministerio.

Iguales causas producian idénticos efectos. El sistema de opresion traia las conspiraciones, cuyo hilo no se habia cortado, y cuya madeja estaba en las sociedades secretas. Introducidas estas asociaciones en España por los franceses, y adhiriéndose á ellas los parciales del gobierno intruso, anatematizadas al prin

(1) Este ilustre prelado habia venido de América á Madrid enviado por la Inquisicion bajo partida de registro. El rey, con noticia que tenia de su talento é instruccion, quiso informarse de él acerca del verdadero estado de las provincias de Ultramar. De tal modo agrado el obispo al monarca, y de tal manera pareció convencerle con razones verbales y escritas de que para terminar las guerras que allí ardian no habia otro remedio que el sistema de dulzura y de transaccion, que despues de haber mandado al Consejo de la Suprem sobreseer en su causa, puesto que de ella no resultaban

cargos, le confió el ministerio de Gracia y Justicia. Mas al presentarse al dia siguiente á tomar posesion de su cargo, hallóse con un decreto de destitucion, como pendiente de proceso y fallo inquisitorial. Una noche habia bastado á la camarilla para representar al prelado como sospechoso, y como peligrosa su elevacion al poder, y para obligar al rey á revocar su nombramiento. Abochornado el señor Abad y Queipo, retiróse á su casa, y no volvió á palacio, lamentando en silencio la situacion de un monarca á quien así envolvian sus cortesanos en las redes de la intriga.

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