y

en su posada para salir desde ella á las ocho en la forma acostumbrada; y pasados á dicho fin los avisos correspondientes concurrieron con efecto á la misma hora los Ilustrísimos Señores D. Rodrigo de la Torre Marin, D. Pedro Josef Perez Valiente, Caballero del Orden de Calatrava, D. Juan Acedo Rico, Caballero pensionado de la distinguida Real Orden de Cárlos III, D. Santiago Ignacio de Espinosa, Caballero de la propia distinguida Real Orden, Ministros del Consejo y Cámara, y como tales Asistentes de Córtes; el Señor D. Manuel de Aizpun y Redin tambien Caballero pensionado de la misma distinguida Real Orden de Cárlos III, del Consejo de S. M., su Secretario de la Cámara por lo tocante á Gracia y Justicia y Estado de Castilla, y nosotros D. Agustin Brabo de Velasco Ꭹ Aguilera, dueño propietario de uno de los dos oficios de Escribanos mayores de Córtes, y D. Pedro Escolano de Arrieta del Consejo de S. M., su Secretario, Escribano de Cámara mas antiguo de Gobierno del Consejo, nombrado por S. M. para servir el otro de los oficios de Escribanos mayores de Córtes que se halla vacante; y estando todos juntos en la misma sala interior en que se celebraron las juntas los dias antecedentes, luego que pareció á S. I. ser la hora correspondiente dió la órden para salir, y en su conformidad tomamos el coche los dos Escribanos mayores de Córtes, yendo delante dos Alguaciles de Casa y Corte, montados con sus varas en las manos: seguian á nuestro coche el Señor D. Manuel de Aizpun y Redin en el suyo; á este los Señores D. Juan Acedo Rico y D. Santiago Ignacio de Espinosa, y en el último lugar iba la carroza del Ilustrísimo Señor Gobernador del Consejo, sentado S. I. al testero, y al vidrio los Señores D. Rodrigo de la Torre Marin y D. Pedro Josef

Perez Valiente, llevando delante de la carroza cuatro Alguaciles, montados con sus varas en las manos, y detrás un coche de S. I. con sus pajes. Y en esta forma fué la comitiva por la calle de la Platería, Puerta de Guadalajara, calle Mayor, Puerta del Sol, carrera de San Geronimo hasta el Monasterio de este título, á cuya puerta se apearon todos, habiendo encontrado en el pórtico de la iglesia á los Señores D. Josef de Contreras, Marqués de Contreras, y D. Miguel Joaquin de Lorieri, Marqués de Roda, Caballero pensionado de la distinguida Real Orden de Cárlos III, Ministros dei Consejo, nombrados para asistir en calidad de testigos al acto del juramento del Serenísimo Príncipe D. Fernando, nuestro Señor. Entraron todos juntos en dicha iglesia que se hallaba dispuesta en la forma siguiente:

Ocupaba toda la capilla mayor por sus cuatro partes un tablado hecho para esta funcion, que igualaba con el suelo del altar mayor, y estaba todo cubierto de alfombras; en medio habia una grada de ocho escalones para subir, y á los dos lados una barandilla. El ámbito de la misma capilla estaba cubierto de tapicerías, y las tribunas y balcones de la capilla mayor é iglesia, y las paredes de la misma se hallaban adornados de follajes de tafetan en forma de pabellon: al lado de la Epístola, mas abajo del ángulo ó esquina del altar colateral del mayor estaba el Trono Real, y en él dos sillas debajo del dosel para el Rey y Reina, nuestros Señores, con sitial delante: al lado izquierdo del dosel por la parte del cuerpo de la iglesia estaban dos sillas de brazos, una para el Serenisimo Príncipe D. Fernando y otra para el Señor Infante D. Antonio Pascual: entre el altar mayor y el trono de S. M. se hallaba una silla de terciopelo carmesí para el

Excmo. y Emmo. Señor D. Francisco Lorenzana, Cardenal de la Santa Iglesia Romana, Arzobispo de Toledo, Caballero Gran Cruz de la distinguida Real Orden de Cárlos III, que habia de celebrar la misa de pontifical.

Al lado del Evangelio estaba un banco raso cubierto de damasco carmesí para los Prelados nombrados por S.M. para dicho acto; y en seguida con algun espacio ó claro habia una silla de brazos cubierta de terciopelo carmesí, y delante un banco pequeño cubierto tambien de tercio-. pelo carmesí para el Emmo. y Excmo. Señor D. Antonio Senmanat, Cardenal Patriaca de las Indias, Caballero Gran Cruz de la Real y distinguida Orden de Cárlos III, y detrás otro banco en la misma forma para los Señores Asistentes y Ministros del Consejo, que concurrieron en calidad de testigos, y para el Secretario de la Cámara.

Con alguna distancia ó claro de la silla del Cardenal Patriarca, y en la misma línea por la parte del cuerpo de la iglesia, estaba una silla con un banquito delante cubiertos de terciopelo para el M. R. Arzobispo de Corinthio, Numpcio de su Santidad en estos reinos.

En el cuerpo de la iglesia con inmediacion al tablado por la parte de la Epistola estaba un banco para los Grandes; en la misma linea á corta distancia se hallaba otro para los Títulos. Por la parte de Evangelio estaba otro banco para los Prelados, porque debian bajar á él despues de concluida la misa, y seguia con algun espacio ó claro otro banco para las ciudades excepto la de Toledo, que se puso al fin de las dos líneas en medio frente del altar.

Luego que entraron en la iglesia los Señores Asistentes y testigos subieron la grada del tablado, y despues que el Ilustrísimo Señor Gobernador del Consejo, Presi

dente de las Córtes, pasó al banco de los Titulos de Castilla por ser el primero entre ellos, en virtud de especial nombramiento de S. M., ocuparon el suyo dichos Señores Asistentes y testigo, poniéndonos detrás en pie nosotros los Escribanos mayores de Córtes; delante estaban ya en su banco los Prelados, y en su silla el M. R. Cardenal Arzobispo de Toledo, revestido ya para celebrar la misa, y muchos de los concurrentes estaban igualmente en sus respectivos lugares.

Muy cerca de las nueve bajó aviso de órden del Señor Marqués de Santa Cruz, del insigne Orden del Toison de Oro y Gran Cruz de la de Cárlos III, Mayordomo mayor de S. M., para que los Títulos y Procuradores de Córtes subiesen al cuarto del Rey para acompañar á S. M. que venia ya á la iglesia, lo que ejecutaron, y dadas las nueve entraron en ella por la puerta que sube al Palacio y cuarto de S. M.: 1.° los Alcaldes de Córte D. Josef Lopez Oliver y D. Josef Joaquin Colon: 2.° los Caballeros Pajes de S. M. con su Ayo: 3.o Gentiles-hombres de Casa y Boca: 4.° los Diputados Procuradores de las treinta y siete ciudades y villa que tienen voto en Córtes: 5.° los Títulos de Castilla nombrados por S. M. para este acto: 6.o los cuatro Maceros: 7.° los Mayordomos de S. M.: 8.o los Grandes de España: 9.° cuatro Reyes de Armas que lo fueron D. Julian Brochero, D. Ramon Zazo y Ortega, Don Pascual de la Rua y D. Gabriel Ortiz: 10.o el Duque de Alba como Conde de Oropesa, Caballero Gran Cruz de la distinguida Real Orden de Cárlos III, llevando en la mano el estoque desnudo y levantado: 11.° el Señor Infante Don Antonio Pascual que llevaba de la mano al Serenísimo Príncipe D. Fernando: 12.° el Rey y Reina nuestros Señores: detrás del Rey el Príncipe de Maserano, Caballero

Gran Cruz de la misma distinguida] Real Orden de Cárlos III, y Capitan de Guardias de Corps de la compañía flamenca: detrás de la Reina llevando la falda de S. M. D. Manuel Pacheco, tambien Caballero de la misma distinguida Real Orden y Capitan de Guardias de Corps de la compañía española, y seguian el Cardenal Patriarca, el Reverendo Numpcio, Embajadores, Gentiles-hombres de Cámara, y por último la Guardia de Corps, la Señora Camarera Mayor y damas de S. M.

Sentados los Reyes nuestros Señores en las sillas colocadas debajo del dosel, puso en la suya al Príncipe de Asturias, nuestro Señor, su teniente de Ayo D. Juan de Rio Estrada, Caballero de la Orden de Santiago y Brigadier de los Reales ejércitos; y el Señor Infante D. Antonio Pascual ocupó igualmente la que le estaba preparada: detrás del Rey estuvo el Príncipe de Maserano como Capitan de Guardias de Corps, y detrás de la Reina nuestra Señora D. Manuel Pacheco para tener la falda á S. M.: inmediato á la silla de S. M. por la parte de la Epístola hácia el altar mayor estuvo el Duque de Alba como Conde de Oropesa, y un poco mas adelante por el mismo sitio el Marqués de Santa Cruz, Mayordomo mayor de S. M., ambos en pie. Desde el dosel hasta la creencia se ocupó por los Capellanes de honor, y delante de estos estuvo la silla У sitial para el Excelentísimo y Eminentísimo Cardenal Arzobispo de Toledo celebrante, y junto á él los ministros del pontifical.

Al lado del Evangelio y cerca del altar estuvieron los Prelados en su banco mas abajo, y frente al dosel el Ex-celentísimo y Eminentisimo Señor Cardenal Patriarca. En la misma línea y con algun claro el M. R. Nuncio con silla y un banquillo delante, á quien siguió el Príncipe de