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Estados y provincias en departamentos: division que tan benéfica ha sido á aquel pais; que han conservado todos los gobiernos que se han sucedido desde la Asamblea nacional, y que está hoy ligada con todo el sistema administrativo de aquella nacion.

Las mismas razones que se presentaron y á que tanto peso se dió cuando se estableció la federacion, para considerar esta conveniente y aun necesaria, obran en este caso, pues por la demasiada extension de los Estados, hay en ellos diversos climas y producciones, variedad de costumbres, dificultad y extravío de comunicaciones. Para contraerme á pocos ejemplos, citaré solo los de Méjico y Veracruz: en el primero, la diversidad de climas caliente, templado y frio, da lugar á la produccion de los frutos que son propios de los paises situados entre los trópicos, de las cereales europeas, y de los licores y alimentos indígenas, lo que ha obligado á establecer un sistema diverso de contribuciones en estas diferentes regiones, pagando las fincas rústicas en los paises templados y frios, contribucion directa sobre su valor, y en los paises calientes, contribucion directa sobre los frutos que se gradúa que cada finca puede producir, naciendo de aquí tambien la frecuente contienda en la alternativa de las elecciones, entre los diputados nombrados por estos diversos distritos, que pretenden favorecer cada uno los frutos del suyo, en perjuicio de las producciones de los demas. Para los negocios administrativos y judiciales, así como para las elecciones de diputados y concurrencia de estos al congreso, los vecinos de la ardiente Cuernavaca y del templado Tulancingo, tienen que ocurrir á la helada Toluca, pasando

y

todos por Méjico, el cual situado con su pequeño distrito en el centro del Estado, interrumpe el territorio de este tiene que depender de las autoridades de él para sus caminos, sus desagües y todas las primeras necesidades de la vida, así como los dueños de las principales fincas del mismo Estado, siendo vecinos de la capital de la república, tienen que ir á Toluca á que se les administre justicia, con perjuicios y gastos que no tendrian que sufrir residiendo los tribunales en la misma capital. La propia desigualdad se nota en la aplicacion é inversion de las contribuciones en los diversos distritos que componen los Estados, que la que era motivo de queja en las provincias en tiempo del gobierno de los vireyes. Todo es para Méjico, se decia entónces: todo es para Toluca, dice ahora Cuernavaca, que siendo el mas rico departamento del Es tado de Méjico, vé llevar los fondos muy considerables con que contribuye, para hermosear la capital de este, miéntras el distrito productor carece de comodidades esenciales, y Méjico mas desgraciado que todos los demas, no tiene ni administracion ni rentas propias y todo cuanto produce es la federacion, de cuyo erario constituyen las rentas de su distrito uno de los mas pingües ramos. En el Estado de Veracruz, lo que hemos visto acontecer en el de Méjico, se repite con mas notable contraste: durante largo tiempo no ha podido fijarse cual debe ser su capital, porque siéndolo Veracruz, los habitantes de la mayor parte del Estado corren riesgo de perecer de las enfermedades peculiares de la costa cuando ocurren á aquella ciudad, no siendo pequeños los inconvenientes que se siguen de que la capital esté en otro lugar, sin que falten otros, na

para

cidos todos de la conformacion del terreno, pues los habitantes de Orizava y Córdova, aunque inmediatos á Jalapa en línea recta, no pueden comunicarse con esta última ciudad, sino dando una gran vuelta al rededor de la extensa falda del Pico y del cofre de Perote, ó teniendo que atravesar por caminos intransitables.

Adóptese la idea que propongo: divídase el Estado de Méjico en cinco Estados, formándolos Méjico con todo el valle, Toluca, Cuernavaca, Tulancingo y Tula: hágase lo mismo con el de Veracruz, separando los de Veracruz, Jalapa y Orizava: con este solo hecho cesaron todas las dificultades que heinos tocado ligeramente: cesó la guerra civil que hoy se ha encendido en el segundo de dichos Estados, y si este fuese lugar oportuno para ello, seria muy fácil manifestar, que otro tanto, uno por uno, sucede en todos los demas. Mas si esta ventaja resulta á cada uno de ellos en particular, es mucho mayor todavía la que consigue la nacion en general, pues este es el único modo de evitar sin violencia la desmembracion que ha sufrido Goatemala y á que está igualmente expuesta la república mejicana, porque estas fracciones menores, no pueden tener ni los motivos ni las pretensiones que las grandes, y siendo mas adecuadas para la prosperidad peculiar de cada una de ellas, en manera alguna son peligrosas para la generalidad de la república.

Pero se me dirá, que siendo uno de los inconvenientes graves de la federacion el costo excesivo de este género de gobierno, este inconveniente crecerá en proporcion del aumento que va á tener el número de los Estados; mas á esto respondo, que precisamente una de las ventajas que

tendrá el sistema que propongo, va á ser la economía. Todos esos grandes gastos de gobernadores, vice, consejeros, ministros: todo esto debe cesar, pues para los gobiernos de las fracciones en que aquellos habrian de separarse, bastan los sueldos que ahora perciben los prefec tos con algun corto aumento para gastos de sus secretarías, á la manera que se hace en los territorios, con los cuales guardarian mucha semejanza estos Estados, circulos, cantones, ó como quisiera llamárseles, cuyos gobiernos deberian tener una forma enteramente igual, y como que las leyes de hacienda y la administracion de justicia es indispensable que sean uniformes, los congresos, legislaturas ó juntas de estos distritos, no habiendo de ocuparse mas que de lo relativo á la administracion interior y peculiar de cada uno de ellos, necesitarian tener pocas sesiones y podrian componerse de los vecinos acomodados que concurririan á su capital, sin remuneracion alguna como lo hacen ahora para las elecciones, ó con una ligera gratificacion, por cada dia de sesiones, como se practica en los Estados-Unidos.

Establecido este principio, todas las funciones gubernativas son ya una consecuencia fácil y natural de él. Siendo general el sistema de hacienda, cada Estado ha de administrar la suya conforme á este, contribuyendo con la parte que se le señale para el erario nacional, y como lo restante ha de quedar en su beneficio y los gastos de administracion han de ser moderados, podrán emplearse sumas considerables en obras públicas y en los ramos de fomento, con lo que al mismo tiempo que la nacion contará con lo que necesita para cubrir sus atenciones, los

adelantos en todas partes serán grandes, debiendo sujetarse á un plan sistemático las obras que redunden en bien comun ó en el de varios Estados, y todos ellos per. cibirán los benéficos efectos de un sistema que se dirige al bien universal, propagándose en todos las luces y el bienestar de los habitantes.

El ejército se formará del número de cuerpos ó compañías que cada Estado debe levantar, vestir y armar segun su poblacion y recursos, bajo el plan adoptado por el gobierno español para los cuerpos provinciales, no debiendo ser ménos de sesenta mil hombres el total de fuerzas de la república, pero sin tener sobre las armas mas que el número preciso para el servicio en tiempo de paz, desapareciendo las distinciones de permanentes, activos y cívicos que á veces han degenerado en rivalidades odiosas, así como tambien las de cuerpos interiores y guardacostas, pues cada uno será lo que requiera su localidad, volviendo á cobrar lustre y aprecio la carrera de las armas y siendo honroso el título de soldado mejicano.

El congreso se deberia componer de una cámara formada por los diputados nombrados uno por cada Estado, estableciendo por una ley las condiciones que deben tener los electores y los diputados, con lo que suprimido un grado en las elecciones, y acaso pudiendo hacerse directas tanto las de diputados como la de presidente de la república, se evitarán las intrigas que hoy hacen ilusorio el derecho electoral, 36 y el congreso ganaria en dignidad

38 Con este mismo fin propuse siendo diputado en 1850, un proyecto de 1y de elecciones, que encerraba todos los principios desenvueltos aquí, pero TOM. V.-79.

quedó en olvido como sucede en el congreso con todo lo que es útil y pro vechoso.

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