Toledo la despojadaCalpe, 1924 - 259 páginas |
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Página 12
... ahora que en este pueblo de envoltura mística y corazón pagano , de pudorosa piel y ardiente carne , naciera aquel gran catador de sangrantes vellocinos , famoso letrado , ju- daizante discreto y autor inmortal de La Celestina . De ...
... ahora que en este pueblo de envoltura mística y corazón pagano , de pudorosa piel y ardiente carne , naciera aquel gran catador de sangrantes vellocinos , famoso letrado , ju- daizante discreto y autor inmortal de La Celestina . De ...
Página 26
... ahora era no haber pensado antes en ello . Las antigüedades caían en manos jor- naleras , indoctas , y en este sentido , España , sobre todo , estaba en poder de unos cuantos sudras . Era un momento favorable para explotar su prestigio ...
... ahora era no haber pensado antes en ello . Las antigüedades caían en manos jor- naleras , indoctas , y en este sentido , España , sobre todo , estaba en poder de unos cuantos sudras . Era un momento favorable para explotar su prestigio ...
Página 35
... ahora en su retiro . Ha comprado un viejo palacio en el riñón del antiguo barrio judío , lo ha restaurado con burgués ensaña- miento y en él va encerrando tal cual cosilla que en- cuentra casualmente , ya que el genio y figura no lo ...
... ahora en su retiro . Ha comprado un viejo palacio en el riñón del antiguo barrio judío , lo ha restaurado con burgués ensaña- miento y en él va encerrando tal cual cosilla que en- cuentra casualmente , ya que el genio y figura no lo ...
Página 50
... Ahora D. Fortunato sonreía plácidamente ante el canónigo , que solía recibirle en la biblioteca de la ca- tedral , emergiendo su inteligente cabeza entre monto- nes de papelotes y escrituras del siglo XVI . Le contaba sus ...
... Ahora D. Fortunato sonreía plácidamente ante el canónigo , que solía recibirle en la biblioteca de la ca- tedral , emergiendo su inteligente cabeza entre monto- nes de papelotes y escrituras del siglo XVI . Le contaba sus ...
Página 58
... ahora caldea tan- tas paredes de adobes , no logra adormecer , ni menos hace soñar , al verdadero sonsecano . Al contrario : el sol de Sonseca se siente artista , juega a la paradoja y amasa unas almas activas , dinámicas y fieramente ...
... ahora caldea tan- tas paredes de adobes , no logra adormecer , ni menos hace soñar , al verdadero sonsecano . Al contrario : el sol de Sonseca se siente artista , juega a la paradoja y amasa unas almas activas , dinámicas y fieramente ...
Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 55 - En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.
Página 171 - Madrid le ha chupado las heces, donde, aunque entre, pero no duerme la Villanía. En otras partes tienen el ingenio en las manos, aquí en el pico. Si bien censuraron algunos que sin fondo y que se conocen pocos ingenios toledanos de profundidad y de sustancia; con todo estuvo firme Artemia, diciendo: — ¡Ea!
Página 247 - Hoy sólo tiene el gigantesco nombre, parodia con que cubre su vergüenza, parodia vil en que adivina el hombre lo que Toledo la opulenta fue. Tiene un templo sumido en una hondura, dos puentes, y entre ruinas y blasones, un alcázar sentado en una altura, y un pueblo imbécil que vegeta al pie.
Página 187 - Estaba puesta en la sublime cumbre del monte, y desde allí por él sembrada aquella ilustre y clara pesadumbre de antiguos edificios adornada.
Página 153 - Negra, ruinosa, sola y olvidada, hundidos ya los pies entre la arena, allí yace Toledo abandonada, azotada del viento y del turbión. Mal envuelta en el manto de sus reyes aún asoma su frente carcomida; esclava, sin soldados y sin leyes, duerme indolente al pie de su blasón.
Página 210 - Injusta, a semejanza de cualquier página de la Historia, la gran Guadañadora supo buscar las raíces de este cuerpo repleto de cheques y adelgazar su grasa con idéntico furor al que él empleó para esquilmar a sus clientes. La Muerte suele atacar al revés. No tocó, pues, sus alas, doradas y sutiles. La guadaña misteriosa hirió a D.
Página 131 - Madres que azedan hijas como vino; Valientes en común y en común miedo; Jurados, contra el pueblo conjurados Amigos, como el tiempo, de camino; Las calles muladar. . . Esto es Toledo.
Página 211 - El banquero bajaba la cabeza como un mártir, que pisa las arenas del Coliseo o, dicho en tono menor, igual que un ingenuo cerdo al penetrar en la rampa homicida del matadero. Se le ocurrió, no obstante, indagar si una vez hecha la operación el mal no retoñaría de nuevo.
Página 80 - ... todas partes remolinos, giros, rotaciones y encrucijadas de pequeñas sendas. Las casas, verdaderos entresijos de la ciudad, se enredan machaconamente en un zigzag continuo, ya medida que se baja, las calles van adquiriendo una suciedad mayor. Así como la catedral es el corazón de Toledo, con sus cimientos enterrados en lo más hondo de su pecho de piedra, esta Bajada del Barco forma a su vez los intestinos de la ciudad. Las calles son verdaderas tripas humanas que van descendiendo desde la...
Página 251 - Diamantista — , ahora que estoy vieja y gastada es cuando he recobrado un poco la cordura y la tranquilidad. Veo claro lo que soy y lo que he sido. ¡Ay mi querido capellán, si una naciera dos veces no cometería tantas tonterías!... — O acaso más, señora, acaso más. La carne vence siempre al espíritu, por mucha sabiduría que éste llegue a alcanzar. Salomón no era rana; y sin embargo, a última hora, instigado por cuatro furcias de su harén, hizo el cuadrúpedo y adoró los ídolos...