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Pedro Diaz de Palacios fue apeado de la plaza de maestro mayor de la catedral de Sevilla por auto capitular de 19 de noviembre de 1574, á causa de no haber desempeñado en el tiempo que se le habia prescrito cierta planta y montea, dándole una ayuda de costa para volver á su tierra. Esta determinacion fue causa de un pleito muy reñido, que ganó Palacios con ejecutoria de posesion, por la que el cabildo fue obligado á volver á recibirle, como en efecto le recibió en 5 de octubre de 1588. Ocupaba entonces la plaza otro arquitecto, que el cabildo habia nombrado inmediatamente, y que despues no quiso despedir. Para no tener dos propuso á Palacios señalarle algun situado si de buena voluntad dejase su destino; y él bien aconsejado convino en ello, y el cabildo mandó darle trescientos ducados al año de por vida, y ciento para restituirse á su casa. En 1598 el de la catedral de Málaga le nombró su maestro mayor por muerte de Diego de Vergara el hijo. Lo era todavía en 1623, y en este período construyó la parte de iglesia que hay desde el coro hasta la puerta principal.

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Juan de Maeda fue el inmediato sucesor de Palacios en la plaza de maestro mayor de la catedral de Sevilla. Le nombró el cabildo en 24 de noviembre de 1574 el mismo año en que desposeyó á Palacios. Dice asi el auto capitular:,, Se nombró por maestro mayor á Juan de Maeda, que lo era de la santa iglesia de Granada, por ser gran arquitecto y principal en dicho arte, con el salario y partido de Pedro ,,Diaz de Palacios su predecesor; y se mandó que se le avi

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sase de este nombramiento." Estaba entonces Maeda en Granada dirigiendo la obra de aquella catedral, de la que habia sido antes aparejador. Diego de Siloe, su maestro, que la habia trazado y comenzado le estimaba mucho por su inteligencia y por su honradez; asi es que le nombró su albacea, y le dejó por manda todas sus trazas y diseños y otras cosas de su uso y aprecio (1). Luego que llegó á Sevi

(1) Véase el testamento de Diego de Siloe, otorgado en Granada á 31 de enero 1563, en sus Documentos del tom. 1, núm. xIII, fol. 310.

lla puso
todo su cuidado y actividad en la obra de la capilla
real, trazada y empezada por Martin de Gainza veinte y
tres años hacía, y tuvo el cabildo la satisfaccion que tanto
deseaba, de verla concluida en 1575. Se cree haya fallecido
en 1582, pues en este año fue nombrado para sucederle en
dicha plaza de maestro mayor su hijo Asensio de Maeda,
de quien se hablará mas adelante.

Pedro Martinez de Castañeda, ademas de haber sido un excelente escultor, como lo demuestran las obras que ejecutó en Toledo, atribuidas por Ponz á Berruguete, y estan descritas en el Diccionario de los profesores en España, fue tambien un buen arquitecto, como asimismo lo manifiesta el retablo mayor de la parroquia de Sonseca, que consta de cuatro cuerpos, dórico, jónico, corintio y compuesto, y de un ático por remate. Le trazó y empezó el año 1574 y le concluyó en el de 1588. Tambien se describe con toda su apreciable escultura en el Suplemento de dicho Diccionario,

tom. VI.

Andres de Ribera, Diego Martin de Oliva y Bartolomé 1575. Sanctus eran maestros mayores de Jerez de la Frontera el año 1575, donde y en toda la Andalucía baja eran muy estimados por su inteligencia y saber en la arquitectura. La prueba de este aprecio se halla en un auto capitular del cabildo de la santa iglesia de Sevilla, celebrado en 23 de enero de 1572 despues de haber visitado Ribera y Oliva la graciosa obra de la sala capitular de esta catedral, que estaba parada: dice pues asi:,,Que prosiguiese y se acabase como estaba comenzada, conforme al modelo y traza que ha,,bian dado los dos maestros mayores que la habian visto; " y que se diese á cada uno diez ducados de gratificacion , por lo que se habian detenido.”

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Trabajaron los tres las casas del cabildo de Jerez con gusto y solidez, y adornaron la fachada principal con ocho columnas corintias en las ventanas colaterales, poniendo en la puerta una gran faja de delicados bajo-relieves, que representan trofeos militares y otras cosas ejecutadas con suma diligencia: tiene las otras ventanas de los intercolumnios, pilastras, cornisas y frontispicios triangulares, enri

1576.

quecidas con adornos semejantes á los de la faja de la puerta; y sobre los frontispicios están reclinadas las virtudes cardinales; y colocadas sobre repisas las estatuas de Hércules y Julio Cesar del tamaño natural, con niños, mascaroncillos y bichas. Dividida en tres partes se lee en esta fachada la inscripcion siguiente:

Reinando en estos reinos el invictísimo y cris-
tianísimo Rey D. Felipe, nuestro Señor, segundo
de este nombre, se hizo esta obra por acuerdo
del muy ilustre cabildo de Jerez, siendo corre-
gidor el ilustre Señor licenciado D. Rodrigo de
Herrera, y diputados el Señor D. Baltasar de Mo-
rales Maldonado, fiel ejecutor veinte y cuatro, y
el muy magnífico Señor Hernan Perez jurado
año de 1575.

El dicho corregidor, en cuyo tiempo se hizo esta obra, era natural de Córdoba, nuestra hermana.

Siendo maestros mayores Andres de Ribera, Diego Martin de Oliva y Bartolomé Sanctus, vecinos de esta ciudad de Jerez.

Por la buena forma y manera de construir se pueden aplicar á estos tres profesores la iglesia y fachada de las monjas dominicas de esta ciudad, llamadas del Espíritu Santo: el magnífico retablo mayor y el ingreso á la sacristía de la parroquia de S. Miguel: la portada del refectorio, la sacristía, la antesacristía y otras obras del convento de Sto. Domingo, y en fin algunas portadas de casas particulares que adornan y ennoblecen á Jerez con decoro y buenas proporciones.

Se sabe que Andres de Ribera ejecutó el año 1571 la bella y elegante portada del monasterio de la Cartuja, que está cerca de esta ciudad: es dórica sobre pedestales con metopas y triglifos en el cornisamento, y contiene el escudo de las armas reales y las estatuas de nuestra Señora, S. Juan Bautista y S. Bruno.

Martin Ruiz de Chartudi como aparejador que fue de

la catedral de Segovia, dirigia aquella gran obra el año 1576
en ausencia del maestro mayor Rodrigo Gil de Hontañon;
y
habiendo fallecido este en el de 1577, siguió solo y con
mucho acierto en la misma direccion. Bien conocia Gil su
mérito y honradez, cuando mandó en su testamento (1)
pagarle de lo mejor de su hacienda cien ducados, que le
habia ofrecido al tiempo de casarse Chartudi con Catalina
de Gamboa ordenó que le diesen otros cincuenta; y en el
codicilo dispuso que le costeasen lutos por su muerte.

:

Martin Lopez, vecino de Toledo, empezó á construir el año 1576 la parte del convento de los mínimos de aquella ciudad, que mira al rio, llamada el cuarto nuevo, que es grande y espaciosa. Dirigió la hermosa pieza del refectorio, y concluyó la capilla mayor y cuerpo de la iglesia del propio convento, que habia trazado Alonso de Covarrubias, que habia comenzado Hernan Gonzalez, y que habia seguido en falso Nicolas de Vergara el mozo.

Juan de Castro, hijo de otro Juan de Castro, de quien ya se ha hablado en el tomo 1 año 1561, fol. 94, sucedió á su padre en la plaza de maestro mayor de las obras de Aranjuez, por real cédula fecha en S. Lorenzo á 9 de enero de 1576 en atencion á su inteligencia y habilidad, y á los méritos de su difunto padre (2). Hubo de desempeñar á satisfaccion de Felipe 11 las obras que le encargó, pues le premió en dos ocasiones: la primera con veinte y cinco mil maravedís por cédula fecha en Lisboa á 24 de noviembre de 1581; y la segunda con treinta mil maravedís de ayuda de costa por otra cédula dada en Barcelona á 27 de mayo de 1585. Era difunto en 1603, pues que Felipe 1 estando en Valladolid, mandó en 24 de noviembre de este año dar á Catalina Cisneros, su viuda, doscientos ducados para poder mantener una hija que le habia quedado.

Juan de Celaya acabó en 1577 el claustro bajo del mo- 1577. nasterio de S. Zoil de Carrion de los Condes, que habia tra

(1) Véase el testamento y codicilo de Rodrigo Gil de Hontañon en los Documentos del tomo 1, núm. XLIII.

(2) Véase en los Documentos del tomo 11 los de Juan de Casel padre, núm. xv, fol. 243.

tro,

zado Juan de Badajoz, como se ha dicho en su artículo al fol. 211 del tomo 1. Era Celaya un arquitecto muy acreditado de Palencia, con quien se habia tratado el año de 1574 para que prosiguiese esta insigne obra, que no habia podido acabar por falta de dinero Pedro de Castrillo, discípulo de Badajoz; pero vencido este inconveniente la dió concluida en dicho año. Pedro de Torres y Juan de Bobadilla, tambien vecinos de Palencia, construyeron el cláustro alto: uno y otro se describen en el artículo que tiene el escultor Miguel de Espinosa en el Diccionario de los Profesores en España.

Juan Andrea Rodi, arquitecto de gran mérito se obligó en 23 de Abril de 1577 á construir el cláustro de la catedral de Cuenca por trece mil setecientos ducados á presencia del obispo D. Gaspar de Quiroga. Hizo la traza, y para su examen y aprobacion se envió al Escorial, donde es regular la examinase Juan de Herrera, que era el primer arquitecto del Rey y el director de aquella gran fábrica. Aprobada comenzó Rodi la obra y la siguió hasta el año 1583, en que por ciertas desavenencias se mandó tasar, nombrando por tercero en discordia á Juan Martinez del Barrio, con lo que se conformaron las partes. Pero habiendo vuelto á desacordarse en 1585, se separó Rodi enteramente de la direccion, que tomaron Pedro de Aguirre y Pedro de Abril, quienes concluyeron el cláustro.

Es de piedra parda, sacada de una cantera de la Hoz de Cuenca, y de orden dórico, con cinco columnas realzadas dos tercios de las pilastras en cada banda. Se distingue mucho el lado de oriente construido por los últimos arquitectos, de los otros tres que edificó Rodi, arreglados á la traza aprobada en el Escorial. Pues en aquel añadieron un friso lleno de candelabros, vasos, aras y otros utensilios sagrados, agenos de la sencillez y gravedad del orden dórico; y en este quedaron las metopas y triglifos que le corresponden con puertas sencillas y magestuosas, que en el oriente están recargadas con adornos impropios é impertinentes.

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