gios que la revolucion le arrebatara, para que los empleara inmediatamente contra los insensatos que, en lugar de aplastario, como se hace con un sapo asqueroso, se entretenian en rodearlo de la auréqla revolucionaria y popular. Esto hicieron en 1836, cuando á la inmoral Cristina debieron quitarle la regencia, por tener la impudencia de presentarse á abrir las Cortes embarazada de siete meses. Ella les pagó aquella indigna condescendencia quitándoles el poder ignominiosamente, para entregarlo á los reaccionarios. Esto les sucedió en 1840, cuando despacharon á la madre y se quedaron con la bija, como si esta no debiera sentir cual cosa propia la humillacion de aquella y conspirar contra los que de su madre la separaban. Esto les sucedió en 1854, cuando se contentaron con volver á expulsar á la madre y volvieron á quedarse con la hija, que les agradeció los sacrificios que hicieron y las injusticias que cometieron por salvar la vida de su madre y su trono, ametrallándolos dos años despues, y deshaciendo en cuanto pudo la obra benéfica de la revolucion. Entonces el autor de esta obra fué cruelmente perseguido por ellos por publicar, á propósito de los Borbones, las siguientes páginas que extractamos de dos folletos (1): «Imposible parece, aunque lo estamos viendo, que á un Pueblo, que acaba de conquistar la Libertad con la punta de sus bayonetas y á costa de su sangre, se le hable, siquiera sea hipotéticamente, del restablecimiento del despotismo con sus frailes y jesuitas, personificado en Montemolin, ni de los hijos de Fernando VII, cuyos caractéres y cualidades no tengo necesidad de calificar, por ser de todos conocidos. »Desde el calamitoso reinado del padre de Fernando VII hasta nuestros dias, esta funesta familia viene siendo el borron, la ruina y el envilecimiento de la patria. >>El dominio de los descendientes de Hugo Capeto ha concluido en España, y ya era hora. »Debió desaparecer en 1808, en que vendieron la nacion al extranjero como se vende un rebaño de ovejas. »Debió desaparecer en 1814, cuando el ingrato Fernando, en quien la nacion habia depositado ciegamente la confianza, restableció la Inquisicion y el despotismo, abolió la Constitucion, que la nacion, abandonada á sí misma, se dió en uso de su derecho, y mandó á los (1) Espartero y la revolucion, folleto publicado en Madrid en agosto de 1854. presidios de Africa á los ilustres patricios que en sus robustos brazos le levantaron un trono. >>Debió desaparecer el 7 de julio de 1822, cuando Fernando VII, instigando á la guardia real, quiso ahogar la Constitucion, que habia jurado, en la sangre de los heróicos milicianos de Madrid. >>Debió desaparecer en 1823, cuando el mismo rey perjuro, para restablecer el despotismo, llamó en su ayuda á cien mil hijos de san Luis. >>En 1840 debió Cristina comparecer ante los tribunales para dar cuenta de su in moral y traidora conducta. Si entonces nos hubiéramos librado de una vez para siempre de la descendencia del verdugo de España, nos hubiéramos ahorrado catorce años de luchas, de sangre, de lágrimas y de opresion. >>Afortunadamente ha sonado la hora de la justicia para esa raza de ingratos y traidores, para esa raza cruel que, á trueque de conservar en sus torpes manos el cetro que envilece, ha visto impasible correr á torrentes la sangre española. La conciencia se rebela contra la cínica frialdad de esos corazones á quienes no conmueven las lágrimas de los huérfanos, los ayes de los heridos, ni el espectáculo de las víctimas. >>>Quien por conservar un vano título, permite que cientos y miles de criaturas humanas perezcan mutiladas por el hierro y el fuego, es mas culpable que los ladrones y asesinos á quienes la sociedad arroja de su seno. >>Todos los tronos del mundo reunidos pesan menos en la balanza de la razon que la vida de un solo hombre. >>Afortunadamente, repetimos, ha sonado la hora de la justicia; y el último golpe, que el pueblo ha dejado de dar con las armas á sus opresores, se lo darán con la ley las Cortes constituyentes. »Dejar á la familia de Borbon dominando en España, seria obligar al Pueblo á estar siempre en guardia para defender las libertades que acaba de conquistar, porque los Borbones han sido siempre, y en todas partes, los enemigos jurados de la libertad é independencia de las naciones. le »(2) Cada institucion tiene condiciones esenciales de vida que son propias, sin las que no se concibe su existencia; no puede haber señores feudales sin siervos, ni Inquisicion sin fanáticos, ni reyes (2) El pueblo y el trono, folleto impreso en Madrid tambien en 1854. sin pueblos estúpidos y miserables, sin aristocracia ni soldados. >>Cuando la opinion pública, cuando las necesidades del pais condenan, rechazan, destruyen las condiciones indispensables á la existencia de una institucion, es claro que esa institucion está muerta. »Ahora bien, la continuacion de la monarquía en España supondria la negacion, la muerte de la soberanía nacional, con la que es incompatible; la supresion de todas las libertades, que, mas o menos violenta y directamente, no se consagrarán, mientras ella exista, sino en atacarla y destruirla; supone la existencia de un numerosísimo ejército, siempre en la brecha y en guardia para defenderla; una burocracia no menos numerosa; y para sostener uno y otra, quintas y enormes contribuciones. Y como la nacion no quiere abdicar su soberanía, ni los españoles, individual ni colectivamente considerados, sus derechos ni libertades; como el pais rechaza las quintas, y con ellas la existencia, á bajo precio, de ejércitos numerosos; y ni quiere ni puede pagar grandes impuestos, es evidente que la nacion destruye la monarquía; que el Pueblo español la rechaza; y por lo tanto, que cuantos alardes de fuerza, cuantas intrigas se pongan en juego para sostenerla, serán estériles y producirán efectos contrarios á los que sus autores se propongan. >>Si los españoles estuvieran prontos á dar espontánea y alegremente sus vidas, sus libertades y haciendas por la conservacion del trono, entonces sí que el trono seria una institucion con vida propia; ¡pero cuán lejos están de eso! Id, corred las ciudades y los campos sin soldados, sin amenazas de prisiones, sin esbirros ni verdugos, y pedid á las madres que os dén sus hijos para servir de soldados á los reyes, y que el óbolo, que su trabajo les produce, lo sacrifiquen uno y otro dia, uno y otro año para sostener una familia real, para pagar empleados, generales, magnates y estados mayores; y si los pueblos satisfacen vuestra demanda, me declararé vencido, y diré, mal que me pese: «Es una aberracion histórica, pero la monarquía está hoy viva como en sus mejores tiempos.>> »No lo hareis, no lo habeis hecho nunca, porque estais, como nosotros, persuadidos de que los pueblos os recibirian á silbidos y os despedirian á palos si es que os dejaban salir. Por eso os presentais siempre escudando vuestro capricho con el nombre de la ley, y seguidos de vuestros negros ejércitos de alguaciles, escribanos, soldados y verdugos. >>Respondereis que el reconocimiento de los derechos del Pueblo, TOMO I. que la aplicacion de todas las mejoras que la sociedad reclama, que la extincion de los males que sufre el pais son compatibles con la monarquía. Pero esto es un sarcasmo, un insulto y un sofisma. Si son compatibles con el trono, ¿por qué ha negado siempre la libertad, por qué se ha resistido á la aplicacion de las mejoras y á la extincion de los abusos?... Cuando se ha visto vencido, humillado ante revoluciones indomables, entonces, solo entonces, se ha acordado de clamar Libertad y reformas. ¿Y por qué no antes? porque comprendia que la extincion de los abusos, la práctica de la Libertad, la aplicacion de las reformas, eran su muerte, y, como es natural, no queria suicidarse. >>Pero los que se empeñan en sostenerlo á todo trance, como una última esperanza de reaccion, pretenden engañar á los defensores de la soberanía del Pueblo, diciendo que le rodearán de tales instituciones, que le atarán las manos de tal modo, que lo reducirán á la impotencia. Como si esto no equivaliera á confesar que el trono, rodeado de las instituciones tradicionales, en las que su existencia está encarnada, ha muerto. ¿Pero es. esto posible? No. La monarquía y la soberanía nacional se rechazan como la fuerza y el derecho, como la violencia y la razon. Un rey que recibe del Pueblo su investidura, que no tiene mas medios, mas facultades ni derechos á la existencia que los que quiere concederle el Pueblo, que se reserva la facultad de negárselos cuando bien le plazca, será cualquier cosa, pero de seguro no es un rey. >>Si el rey no es mas que un funcionario, un criado, que el Pueblo puede recibir hoy y despedir mañana, no es rey, porque los reyes, para merecer este título, deben mandar y no obedecer; depender de la suya y no de la ajena voluntad; no servir sino ser servidos. >>No hay un solo ejemplo de que los reyes hayan aceptado estas humillantes condiciones, que no fuera bajo reserva, y con la esperanza de vengarse á la primera ocasion; y sus venganzas han sido siempre terribles y sangrientas. >>Aunque nunca hemos sido monárquicos, no se crea por eso que aborrecemos la monarquía, ni que desconocemos los grandes servicios que, en otros tiempos, prestó á la civilizacion Y al progreso. >>Todas las instituciones tienen su razon de ser: como las ideas de quienes son hijas, nacen las unas de las otras, y se eslabonan en el espacio y en el tiempo. Tan ridículo es que la nueva idea condene ó desprecie á la que la ha precedido, como que esta intente una resistencia siempre inútil contra la que debe sucederla. La historia enseña que, en un período mas o menos largo, la nueva idea ha alcanzado siempre la victoria, y que el tiempo, apagando las pasiones, excitadas por la resistencia, ha concluido por justificar á la vieja idea vencida. >>> Las monarquías fueron en su orígen un elemento de progreso; sacaron á la sociedad de en medio de la horrible anarquía, del arbitrario fraccionamento del feudalismo, poniendo fin al período que la historia califica de Edad media. >>>Constituir la gran unidad nacional, acumular grandes elementos de fuerza y llevar la civilizacion por la conquista á lejanos paises, tal ha sido la mision providencial de la monarquía; pero la unidad interior y las conquistas exteriores no pudo verificarlas sino á costa de la propia y de la ajena libertad; y desde entonces la monarquía cayó herida de muerte, pues la libertad es una condicion inherente á la humana naturaleza, y las instituciones que la atacan ó la niegan no pueden subsistir sino transitoria y condicionalmente. »Con la época en que las conquistas eran los medios mas eficaces de que se servian la civilizacion y el progreso, murió la monarquía. »>La civilizacion tiene hoy por agentes propagadores á las artes, las ciencias, el comercio, y sobre todo, las ideas de fraternidad, de fusion de todos los pueblos y de todas las razas en una gran familia, que constituyen el dogma de la democracia moderna. »La derrota de Napoleon I ha probado en última instancia, que la reunion de las naciones bajo el dominio de un solo hombre, es una utopia. Los mas grandes genios prácticos de que nos habla la historia, no han podido reunir, sino momentáneamente, bajo su cetro, las naciones que la homogeneidad de intereses, de necesidades Y de ideas unirá espontáneamente el presente siglo en una federacion democrática. >>> Las guerras nacionales, promovidas por los bastardos intereses de las monarquías, caducaron como los intereses que las produjeron. Las grandes unidades nacionales en que Europa está dividida, aspiran hoy á fundirse en una gran unidad federativa, preludio de la unidad de la especie, que tendrá lugar en una época mas lejana, y que es el destino manifiesto de la humanidad. |
