de Barrientos, obispo de Avila, su maestro, concertóse con el condestable Don Alvaro de Luna é con Don Gutierre de Sotomayor, maestre de Alcantara; Hernandalvarez de Toledo, conde de Alva; Don Gutierre, arcobispo de Toledo, su tio; Iñigo Lopez de Mendoça, señor de Hita é Buitrago; Don Pero d'Estuñiga, conde de Plazencia; Don Pedro de Velasco, conde de Haro y el conde de Castañeda, que todos juntos con sus gentes fuesen á sacar de la opresion é sujecion en quel rey de Navarra é sus aliados tenian al rey Don Juan de Castilla, su padre, é juntaronse en Búrgos con mill é quinientos onbres darmas é ginetes para yr contra el rey de Navarra, el qual hiço pasar al rey Don Juan de Castilla al castillo de Portillo, villa del conde de Castro, su criado, con pleito omenaje de guardar bien al Rey en tanto quél juntava dos mill de cavallo. El Rey que quedava en Portillo, escrevió á los de Valladolid que le esperasen en un lugar y el dixo al conde de Castro que se fuesen á caça, é fueron al lugar donde estava la gente, y el Rey se quedó con ellos, é desta manera se soltó el Rey é fueron luego á tomar las villas del rey de Navarra, que eran Medina del Campo, Olmedo, Aranda, Roa é Peñafiel. Como esto supo el infante Don Henrrique, alçó el çerco de sobre Sevilla, é vinose á Ocaña, pueblo de su maestrazgo; mas porque supo que lo venian á cercar el principe Don Henrrique y el Condestable, se fue á Lorca donde fue çerçado de los ya dichos.

Como Don Juan de Guzman, conde de Niebla, se vió libre del infante Don Henrrique, é del cerco que le tenia puesto sobre Sevilla, prosiguiendo la via de los buenos é leales servicios que sienpre avia hecho en servicio del rey Don Juan, salió con toda su gente é la de Sevilla á conquistar los pueblos que estavan en el Andaluzia por del rey de Navarra é del infante Don Henrrique, su hermano; é fue primero sobre la villa de Carmona donde estava

el conde de Arcos é Don Garcia de Cardenas, comenda→ dor mayor de Leon, de la orden de Santiago, y otros cavalleros que estavan en su compañia é tenian á Carmona por el infante Don Henrrique, é la tuvo cercada algunos dias, é despues la entró por fuerça de armas echando della á los señores é cavalleros que en ella estavan, é puso gente suya que la tuviese por el Rey é de alli fué con la gente sobre la cibdad de Cordova, é tuvo maneras como la traxo á la obediencia del rey Don Juan, y echaron della los que sustentavan el vando del infante Don Henrrique, é de alli tornó para Sevilla, é de caminó ganó á Alcalá de Guadayra que ansimismo estava por el dicho infante; é porque en la cibdad de Xerez estavan levantados muchos de los cibdadanos, sustentando el vando del infante Don Henrrique de Aragon é de su hermano el rey de Navarra, fue Don Juan de Guzman, conde de Niebla, con toda la gente que traia sobre Xerez, é salieron á los olivares á le estorvar la entrada en la cibdad, donde el conde de Niebla peleó con ellos, é los venció en el canpo, é fue siguiendo el alcançe hasta entrar á vueltas en la cibdad de Xerez donde avia muchos que amavan el servicio del Rey, é tenian amor al Duque, mas no se osavan declarar por la gran pujança que entonces tenia el otro vando con la gente de guerra quel infante avia alli dexado en favor de los que sustentavan su opinion; é reduxo la cibdad de Xerez en servicio del rey Don Juan de Castilla, é tornóse á Sevilla, aviendo hecho grandes costas y espensas en la gente de guerra por servir al Rey.

E porque la crónica del rey Don Juan, hablando en este paso, no cuenta tan largamente esto como yo lo he escrito, é porque no me puedan calumniar deste caso, acordé de poner aqui un previllegio quel rey Don Juan el segundo dió al conde de Niebla, Don Juan de Guzman, por los servicios que le hizo en esto que avemos contado,

donde quenta lo mesmo que yo he aqui dicho, é de alli lo saqué: el qual previllegio es la liçençia que le dió para dexar el estado á su hijo primogénito Don Henrrique de Guzman, é la ynstitucion quel Duque hizo en el hijo del mayorazgo, el qual es el siguiente:

Previllegio del rey Don Juan el segundo, para Don Juan de Guzman, conde de Niebla, notable cosa de leer, que es la ynstituçion del mayorazgo,

En el nombre de Dios, Padre, Hijo, Espiritu Santo, tres personas é una esencia divinal, que vive é reina por siempre ja→ más, é de la bien aventurada Virgen gloriosa, nuestra Señora Santa Maria, madre de nuestro Señor Jesuxpo, verdadero Dios é verdadero onbré, á la qual yo tengo por Señora, é abogada en todos mis fechos, é del bienaventurado Santiago, luz é patron de las Hespañas, é guiador de los reyes dellas. Porque segun dizen los santos, con los quales bien se concuerdan los sabios que ordenaron las leyes, el Rey es vicario de Dios en su reino, puesto sobre las gentes para las mantener en justicia y en verdad, quanto en lo temporal, lo qual se muestra cumpli→ damente en dos maneras: la una dellas es espiritual, segun lô muestran los profectas é los santos, á quien Dios nuestro Señor dió gracia de saberlas çiertamente, é de las fazer entender á los otros; la otra manera es segun natura, ansi como lo mostraron los onbres sabios que fueron conocedores de las cosas naturalmente; ca los santos dixeron quel Rey es señor puesto en la tierra en lugar de Dios, para cumplir la justicia é dar á cada uno su derecho, é por ende lo llamaron coraçon é alma del pueblo, porque ansi como el alma yaze en el corazon del ome, é por ella vive el cuerpo é se mantiene, ansi en el Rey consiste la justicia que es vida é mantenimiento del pueblo. E ansi como el corazon es uno, é por él resciben todos los otros miembros unidad para ser un cuerpo, ansi todos los del reino, maguer sean muchos, porque el Rey es é deve de ser uno, é por eso deven otrosi ser todos unos con él, para servirle é ayudarle en las cosas quél ha de hazer. E naturalmente dixeron los sabios quel Rey es cabeza del reino, porque ansi como de la cabeça naçen

los sentidos por do se mandan todos los miembros del cuerpo, por el mandamiento que nasce del Rey, que es señor é cabeça bien ansi de todos, devense mandar é regir los del reino é aver su acuerdo con él para le obedecer é amparar, guardar é acrecentar el reino, donde es el anima é cabeça y ellos mienbros; é por eso ha nombre de Rey, que es nombre de nuestro Señor Dios. Ca ansi como Dios es dicho rey sobre todos los reyes, porque dél han el nombre y él los govierna é mantiene é tiene en su lugar en la tierra para fazer justicia é derecho, ansi ellos son tenudos de mantener, é de governar en justicia y en verdad á los del su señorio. E por eso rey tanto quiere dezir como regidor á quien pertenesçe el regimiento é governacion del reino, y eso mismo quiere tanto dezir como regla, porque ansi como por la regla se conocen las torturas é se endereçan, ansi por el rey son conocidos y enmendados los yerros, é dados los galardones. E allende desto los sabios mostraron otras razones porque convino que uviesen rey, especialmente porque todas las cosas lo han menester, salvo el ome, el qual sin ayuda de muchos no podria aver las cosas que le conviene, y este ayuntamiento de muchos no puede ser sin la justicia, la qual no puede ser hecha sino por los mayores, á quien hayan los otros de obedesçer, los quales siendo muchos, porque naturalmente las voluntades de los omes son departidas é non concuerdan en uno, non podria ser que algunas vegadas no desacordasen, por lo qual fue menester por derecha fuerça que uviese uno que fuese cabeça dellos, á quien todos obedeçiesen é por cuyo seso é mandamiento se acordasen é guiasen, ansi como todos los miembros del cuerpo se guian é mandan por la cabeza; é por eso convino que fuese rey, é lo tuviesen los los omes por señor. Aun allende desto es otra razon espiritual, porque fueron los reyes, segund dicho de los santos, es á saber; porque la justicia de nuestro Señor Dios avia de ser en este mundo, porque viviesen los omes en paz, é en amor, é uviese quien la hiziese por él en las cosas temporales, dando á cada uno derecho, segund su meresçimiento, é porque esta justicia no solamente consiste en hazer derecho entre un ome é otro, ques llamada justicia comunicativa, la qual es galardonar é remunerar á cada uno, segund que meresçe, de la qual justicia es muy propio á los reyes de usar, los quales como quiera que de non amar é honrar á los mayores é medianos é menores de suɛ

reinos, á cada uno segund su estado, pero principalmente lo deven hazer aquellos que con ellos han deudo de sangre, é lo bien meresçen, porque si las animalias, que son cosas mudas, que no han entendimiento, aman las otras que no son de su natura, allegándolas á sí é ayudándolas quando les es menester, mayormente deven hacer esto los omes que han razon é entendimiento, porque lo hazen; é á los que mas esto conviene son los reyes: lo uno por el parentesco; lo ál por la mayoria que han sobre sus parientes, porque los deven amar é ayudar, haziendoles bien é merçed, porque amar ome á su linaje es natural cosa é que bien paresçe á todos, é es muy conviniente é guisada cosa, porque se deva en lugar, que es como en si mesmo; é toda honra é bien que los reyes hazen á sus parientes se tornan como en ellos mesmos, é por esto dizen las leyes que quando el Rey haze bien á su linaje, porque le ayan de amar, que ningunos otros omes no les amaran ni serviran mejor que ellos. Por estas razones conviene á los reyes que honrren é amen á los de su linaje, baziendoles bienes é mercedes, á cada uno segund lo meresçiere ó entendiere que le ama, é asi ellos le deven obedescer é amar é servir sobre todas las cosas del mundo; ca deven de aver amor por razon del linaje, y obedesçer por el señorio, é guardar por las mercedes é bienes que dél reciben el bien; ansi como ellos quando esto hizieren, amando é obedesçiendo é guardando al Rey en todas las cosas, facen lo que deven, asi el Rey les deve amar, honrrar é hazerles bien mas que á otros, las quales cosas consideradas é acatadas, y ansimesmo porque entre las otras vertudes prençipales de que Dios nuestro Señor por su infinita clemencia quiso decorar el humanal linaje, la lealtad es una de las noblisimas, altas, mas provechosas é nescesarias que pueden ser falladas en los omes, ca por ello es poblado é se mantiene é govierna é sostiene todo el mundo, de la qual mucho plaze á Dios, y ansimesmo á los Reyes é principes que tienen su lugar la tierra, y á quien los omes han de servir é con quien han de vivir, la qual vertud es muy loada por los santos y dedicada por los teologos, muy aprovada por los filosofos é sabios, é muy encomendada por las leyes é derechos divinos y humanos, porque asi como el ome faze lo que deve quando es leal, conoscido é agradesçido á nuestro Señor Dios. que lo crió é hizo á su ymagen y semejança, quanto á la razon y el entendimiento, é le mantiene, govierna é sostiene como á