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Aqui comiença el otavo libro de las Illustraciones de la casa de Niebla é del linage de los Guzmanes, que trata de Don Henrrique de Guzman, duque de Medina Çidonia, conde de Niebla, señor de la cibdad de Gibraltar é de las villas de Sanlucar de Barrameda, de Trebuxena, de Chiclana, de Bejel, de la Torre de Guzman, de Barbate, de las Almadravas, de Conil é Zahara, de Bollullos, de Ximena, de Montecorto y de Huelva &c., conpuesto por Pedro Barrantes Maldonado.

CAPITULO PRIMERO.

Que cuenta en qué tienpo tomó Don Henrriqué de Guzman, conde de Niebla el estado.

Luego como Don Juan de Guzman, duque de Medina conde de Niebla, fue sepultado en el monesterio de Santisidro de Sevilla, fue obedecido é jurado Don Henrrique de Guzman, su hijo primogénito, por duque de Medina, conde de Niebla, señor de la cibdad de Gibraltar é de las

villas de Sanlucar de Barrameda, é del cargo é descargo del puerto de Sanlucar, de Trebuxena, de Bejel, la Torre de Guzman, las Almadravas de Conil é Zahara, de Ximena, de Bollullos, de Huelva, de Montecorto, alcalde mayor de Sevilla, é de otras rentas de juros é tierras.

Començó á governar su estado año del nasçimiento de nuestro Señor Jesuxpo de 1469, al principio del año, aviendo cinco años que era casado con Doña Leonor de Mendoça, hija del adelantado Per Afan de Ribera é de Doña Maria de Mendoça, condesa de los Molares, é teniendo ya hijo della, el rey Don Henrrique le confirmó todos los previllegios, gracias, mercedes, tierras é quitaçiones que su padre tenia de los Reyes; é demas deso le dió este mismo año titulo é merçed de la cibdad de Gibraltar, é la poseyó todos los dias de su vida.

Fue este duque honbre sabio é de buen entendimiento, é tuvo animo á enprender cosas grandes; y enprendidas las puso en obra y salió con ellas; fue ynclinado, ó por ser nacido debaxo de constelacion de Saturno, ó por otra natural afegion, á edificar é renovar edificios; derribó el alcaçar de la villa de Niebla por el pie, é lo torno á fundar de la suerte que oy está, que es una de las mejores pieças del Andaluzia é de mas autoridad, é derribó hasta los fundamentos el alcaçar de la villa de Sanlucar de Barrameda, que estava junto á la plaça é yglesia mayor, que no dexó mas de una torre por memoria, que es agora casa de consistorio; é la razon fue porque quando se hizo aquel castillo batia la mar dozientos pasos del castillo, donde agora está el jardin nuevo del Duque é las tiendas de las herrerías; é como se fue mas poblando Sanlucar y echando tierra, yyan mas retrayendo la mar y estava ya apartada la mar quatrocientos o quinientos pasos del castillo; é por estar en medio del pueblo era menos fuerte y poco provechoso, por lo qual hizo un castillo á la una

punta del pueblo fuera de la puerta de Sevilla sobre un barranco, lugar aparejado para desde alli hazer guarda al puerto de Cenfanejo.

Ansimismo hizo de nuevo dende los çimientos la fortaleza de Trigueros, que es en el condado de Niebla, é començó á hazer en la villa de Bejel (1) un alcaçar á la parte de nuestra Señora de Clarinas, donde es agora el pósito del pan, é fundó é alçó los muros, cubos é torres, y en el esquina del adarve hazia un bestion fuerte é grande con sus troneras, el qual por le aver atajado la muerte no le acabó. En Chiclana començó á hazer á la redonda de la fortalega una barbacana con sus cubos, é sacóla de los çimientos, é su muerte le estorbó que no la acabase, E porque en el tienpo de las guerras de Portogal, quando el rey Don Alonso de Portogal dezia pretender derecho al reino de Castilla, un capitan de Portogal, aviendo recibido daño de unos bergantines é caravelas de la villa de Bejel, sabiendo que estavan surtas en la parte que llaman la Barca, donde agora se haze la puente, entró de noche por el rio de Barbate é peleó con un bergantin de los que estavan surtos, é llevóselo; como el duque Don Henrrique lo supo, dixo: «nunca plega á Dios que en los puertos de mar mios nadie sea señor sino yo;» é para quitar este ynconviniente, hizo edificar á la boca del rio de Barbate un castillo sobre la mar, que guarda de tal manera el puerto, que ningun navío ó galera, ni aun barco, puede entrar sin liçencia del castillo, aviendo conpetente guarda, porque bate la mar y el rio en él; y no es mas ancha la boca de quanto puedan entrar dos galeras al remo: tiene canpiña, monte, abundancia de pescados y aparejo muy

(1) Ya se ha advertido en otro lugar que nuestro autor escribe indistintamente Bejer y Bejel. (Véase la pág. 256 del tomo 4.°)

grande, donde podrian vivir muchos vezinos; cerca de aqui está la fuente de Meca, á la qual los moros de Africa tienen gran devoçion de se venir á bañar.

CAPITULO SEGUNDO.

De algunas cosas que acaecieron por el reino en este año de 1470,

El rey Don Henrrique quisiera que su hermana la princesa Doña Isabel casara con el rey Don Alonso de Portogal, y ella en ninguna manera lo quiso hazer, paresçiendole que pues era de los reinos de Castilla é Leon heredera, que no le era casamiento convenible casar con el rey de Portogal, que era viudo é le avian quedado hijos, que ovo en la Reina su muger, ya defuncta. El Rey se enojó desto y escrivió al Papa que no le confirmase la suçesion de los reinos, y hizo con los procuradores de Cortes que avian venido á jurarla que se fuesen sin la jurar; é de alli adelante començó á hazer por Doña Juana, la hija de la Reina su muger, procurando de la hazer tornar á jurar por princesa. Otrosi enbió á dezir á la princesa Doña Isabel que se casase con el duque de Berri, hermano del rey Luis de Francia; la princesa Doña Isabel lo rehusó, porque tenia concertado por mano del almirante Don Fadrique Henrriquez é de Don Alonso Carrillo, arçobispo de Toledo, de se casar con el principe Don Hernando, hijo del rey Don Juan de Aragon, é nieto del almirante Don Fadrique Henrriquez.

En este año murió de poca edad Don Alonso Giron, conde de Ureña; sucedió en el señorio su hermano Don Juan Giron, que heredó el condado de Ureña.

Como el maestre Don Juan Pacheco, marques de Villena, tornó á la privança del Rey despues que murió el infante Don Alonso, fue mucha mas que en ningun tienpo

tuvo, é tenialo tan sometido que no hazia ni dezia mas de lo que el maestre Don Juan Pacheco queria, é ansi lọ llevó por el reino haziendo que le diese pueblos é fortalezas, é todo lo quél queria, é tomaralo todo sino uviera quien se lo resistiera; porque muchos, conociendo su codicia, no le querian acoger en los pueblos á él ni al Rey, los quales vinieron á Ecija é quitaron el alcaçar é la cibdad á Don Martin de Cordova, antiguo é gran servidor del rey Don Henrrique, é dieronlo á otro enemigo contrario é deservidor del Rey, por ser parcial del maestre Don Juan Pacheco; é de alli fueron á Carmona, donde el maestre Don Juan Pacheço tenia los dos alcaçares, é del otro era alcayde un onrrado cavallero, llamado Gomez Mendez de Sotomayor, pariente é muy bien quisto de Don Henrrique de Guzman, duque de Medina, conde de Niebla, é de todos los señores é cavalleros de Sevilla; mas como la cobdicia del maestre Don Juan Pacheco fuese grande en adquirir estados, hizo con el Rey que le mandase dar el otro alcaçar de Carmona que tenia Gomez Mendez de Sotomayor, el qual respondió que si fuera para el Rey, que si diera; pero que para el Maestre ni para nadie que no lo podia dar ni entregar sin consultarlo con el duque de Medina, conde de Niebla, é los otros cavalleros de SeviIla. E luego enbió á lo hazer saber á Don Henrrique de Guzman, conde de Niebla, é á Don Pedro de Estuñiga, su cuñado, é á Don Peranrriquez, adelantado del Andaluzia, que eran todos de un deudo, parcialidad é amor, los quales con los regidores é cavalleros de Sevilla fueron muy alterados de las maneras quel maestre de Santiago Don Juan Pacheco tenia con el Rey para hazerse señor del reino; é por la antigua é mala voluntad que tenian con el maestre, marques de Villena, determinaron de no consentir quel Maestre Marques se hiziese señor de Carmona, pueblo seis leguas de Sevilla; é por esto escrivieron todos

TOMO X.

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