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La dote que se le prometió á Don Juan de Guzman con esta señora, fueron treynta mill florines de oro, é para en quenta dellos le dió la villa é castillo de Huelva, puerto de mar, con las terçias de toda su tierra de Huelva, la qual es junto al condado de Niebla, que está entre Niebla é Lepe, y es una muy buena villa, é demas desto algunas joyas é adereços de casa, é ansi tornó la villa de Huelva á la casa donde salió.

El conde de Medinaçeli se bolvió á su casa, á Medinaçeli, donde quedava la condesa Doña Juana Sarmiento, é la desposada Doña Maria de la Cerda, é fue con el conde Xpoval Martinez de Segovia, alferez del conde de Niebla, el qual llevando poderes bastantes de Don Juan de Guzman, su señor, se desposó en su nonbre é por virtud de los poderes con Doña Maria de la Cerda, y esto fue en el mes de Mayo, como paresçe por la carta de casamiento, y estuvieron sin se desposar hasta el año venidero de mill é quatroçientos é treynta é cinco, por cierta diferencia que uvo sobre contar los vasallos é rentas de Huelva á un precio ó á otro; é como esto é otras dudas fueron concluydas, viniendo el año de mill é quatrocientos é treynta é cinco, salió de Sevilla Don Juan de Guzman con ocho postas, aviendo enbiado delante su casa é muchos cavalleros, deudos é amigos; é llegado á Medinaçeli, fueron desposados é hechas muchas fiestas é regozijos, é la desposada era muy hermosa, muy desenvuelta é de buen entendimiento; y el desposado no era tan desenvuelto, pero era noble de condicion é de sanas entrañas. Quando fue mochacho tuvieronle por sinple, é como fue creciendo en edad mudósele la condiçion, é sabiendo cada vez mas; finalmente, él salió uno de los valerosos é amados principes que uvo en Hespaña, muy dado á mugeres, aunque no á esta señora, con quien se desposó, por causas que uvo. Finalmente, Don Juan de

Guzman traxo la desposada á Sevilla, despues que hizo sus bodas, y en todo el camino por los pueblos por do pasava le fueron hechos grandes resçibimientos; especialmente Don Iñigo Lopez de Mendoça, marques de Santillana, conde del Real de Mançanares, que estava en Guadalajara, los detuvo ocho dias en su casa, haziendoles muy grandes fiestas é plaçeres, porque la desposada era su prima del marques; é de alli vinieron á Alcalá con el arçobispo de Toledo, Don Juan de Çerezuela, les hizo gran recibimiento é hospedaje. Vinieron á Madrid, á Toledo, á Cibdad-Real, á Cordova hasta Sevilla, y en Sevilla les tenian aparejados tantos arcos triunphales é tan gran recibimiento, como si fuera al Rey, sin quedar ningun señor, caballero ni çibdadano que no saliese al reçibimiento, é todos con mucho plazer é regozijo, é fiestas é pasatiempos, ansi en la tierra como en el rio.

Era Don Juan de Guzman, quando se desposó con esta señora, de edad de veynte é quatro ó veynte é cinco años, y su padre Don Henrrique de Guzman, conde de Niebla, era de edad de cinquenta é ocho ó cinquenta é nueve años, andando la era de Cesar en 1463 años, siendo sumo pontifice en la iglesia de Dios Eugenio Quarto; siendo enperador de Roma Sigismundo; siendo rey de Castilla Don Juan Segundo deste nombre; siendo rey de Aragon, de Nápoles é Çiçilia Don Alonso el Sábio; siendo rey de Navarra Don Juan, su hermano; siendo rey de Portogal Don Juan, el que fue maestre de Avis; siendo rey de Granada Mahomat; siendo enperador de los turcos Soltan Amorath, hijo de Mahometo; siendo rey de Françia Carlos Quinto, hijo de Juan.

En este invierno, fin del del año de 34 é principio de 35, llovió, dende Todos Santos hasta 25 de Março, que nunca dexó de llover poco ó mucho; é fueron tantas las aguas, que en Valladolid rompió el rio de Esgueva el adarve,

é

llevó la mayor parte de la Costanilla con toda la gente ć riquezas que alli avia, é todo se hundió con todos los barrios cercanos; y en Medina del Campo el arroyo de Çapardiel hizo muy gran daño, y en Sevilla creçció tanto el rio de Guadalquivir, que llegó dos cobdos menos de junto á las almenas del adarve, é la cibdad se cercó á la redonda de agua, é las gentes se metian en naos, caravelas é barcos para se guaresçer, é calafetearon las puertas é agujeros de los adarves, y en quarenta dias no uvo moliendas con la demasiada agua, syno era de atahonas, por lo qual murió en el reino mucha gente de hambre.

En este año de 1435 tuvo nuevas el conde de Niebla como Hernand Alvarez de Toledo, señor de Valdecorneja, é Gonçalo de Guzman, señor de Torija, el obispo de Jaen é Juan de Padilla, é Pedro de Quiñones fueron á escalar la villa de Huelma, y el primero de una escala fue el mismo Hernand Alvarez; mas porque fueron sentidos, no se ganó la villa. Despues entraron á hazer tala en la vega de Guadix con mill é quinientos de cavallo é seis mill peones, é salieron á ellos dos mill é quinientos moros de cavallo é quarenta mill moros de pie, é los xpianos pelearon con tanto animo que vençieron los moros é malaron é prendieron muchos de ellos, é tuvieron lugar de hazer la tala á su plazer.

Tuvo lanbien nuevas el conde de Niebla como, viniendo el rey Don Alonso de Aragon y el rey Don Juan de Navarra, y el infante Don Henrrique y el infante Don Pedro, sus primos, de Napoles á Aragon, con catorze naos gruesas é onze galeas é seis galeotas, encontraron en la mar con los genoveses, sus contrarios, que traian treze carracas de extraña grandeza, muy bien artilladas é fornecidas de gente; é queriendo ir su viage en paz, no los dexó el Rey de Aragon, sino dióles la batalla, en la qual

los reyes é su flota fueron vencidos é presos, é perdieron onze naos é una galea quemada y otra anegada. El infante Don Pedro se escapó con algunas galeas. Fueron presos el Rey de Aragon, el Rey de Navarra y el infante Don Henrrique, hermanos, y el conde de Atalaençera, de Çe— çilia, con veynte cavalleros; mosen Boy de Valencia con veynte é quatro cavalleros; el conde de Pallares con diez y nueve cavalleros; el duque de Sesa, de Napoles; el principe de Taranto, el conde de Campobaro, el conde de Olivia, el conde de Norata, el hijo del duque de Sesa, el hijo del Camarlengo, el hijo del conde de Lorito; Don Juan de Sotomayor, maestre que fue de Alcantara, dos hijos del condestable Don Ruy Lopez de Avalos, Don Diego Gomez de Sandoval, conde de Castro, y veynte y dos cavalleros de cuenta, castellanos. Fueron llevados presos á Italia al duque de Milan, el qual tratándolos no como á presos, sino como á reyes, hizo una extraña mananimidad, quel dia que entraron en Milan se salió del castillo y aposentó en él al Rey de Aragon, é lo servian con toda la cerimonia que si estuviera en su reino, y entregándole las llaves del alcaçar y de las puertas de la cibdad hizo que todos los pregones que en aquel tiempo se dieron en la cibdad de Milan dezian desta manera: Manda Don Alonso, Rey de Aragon, de Napoles, de Secilia, señor de Milan, esto y esto.»>

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Todas las dinidades, beneficios, alcaydias, corregimientos y otros oficios que en este tienpo vacaron en todo el estado de Milan, los proveyó el Rey Don Alonso, porque nunca otra cosa quiso el duque de Milan que se hiziese, y en las provisiones dezia lo que en los pregones: «Don Alonso, Rey de Aragon, señor de Milan.» Finalmente, despues de les aver hecho grandes servicios y dado muchas joyas los soltó sin ningund rescate, y ellos. se vinieron á Napoles, é despues no perdió el duque de

Milan esta buena obra, porquel Rey Don Alonso se lo conosció en cosa grande, como se dize en su coronica.....

CAPITULO DEZIMOCTAVO.

De cómo Don Henrrique de Guzman, conde de Niebla, determinó de ir á combatir é ganar la cibdad de Gibraltar á los moros, é cómo murió en la demanda.

Don Henrrique de Guzman, conde de Niebla, fue sienpre muy excelente principe, en quien moraron muchas partes de bondad; era manifico en sus cosas, cortés, gracioso con todos, grand gastador, honrrador de los buenos, é hazia liberalmente por los que á él se encomendavan. Era muy buen ginete é muy dado á aquel exercicio, costoso en los arreos é atavios de lo que en aquel tienpo se usava; su casa muy poblada de muchos cavalleros muy prençipales, y llevavan dél acostamiento muchos señores de vasallos del Andaluzia, cuyos descendientes han llegado ahora á tener grandes estados; porque como el conde de Niebla era deçendido de real sangre, preciavase de si é de su casa, é de tener grandes cavalleros, á quien dava grandes partidos. Fue muy montero y caçador, deseoso toda su vida de guerrear á los moros, especialmente tenia gran lastima de que la cibdad de Gibraltar (1) que su bisabuelo Don Alonso Perez de Guzman avia ayudado á ganar á los moros, la oviesen tornado á cobrar, como la cobraron en tienpo del Rey Don Alonso el Onzeno, bisabuelo deste conde; é viviendo con este deseo, determinó, aunque era viejo, de edad de cincuenta y nueve años, de cometer aquella empresa

(1) En lugar de Gibraltar, como hoy dia decimos, el autor escribe siempre Geblaltar y Giblartar. No hay necesidad de advertir que esta pronunciacion se acerca mas de Gibel-Táric, ó monte de Táric, como le llamaban los moros.

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