coze rospecto. Hai en España libertad de imprenta? - Cues tion es esta, que a tarabilla suelta se ventila con calor desde que, por arte de birlibirloque, tenemos los Españoles libertad de pico. Unos dicen que sí, y otros que no; y yo llevo la contraria: (yo siem➡ pre he sido del partido de la oposicion: «El ánima apicarada Me ha dado esta libertad.) » Mas como todo a un tiempo soplar y sorver no puede ser; distinguiendo los tiempos del sí y del no, ajusto yo sus derechos respectivos, de forma que se guarden a la verdad sus fueros: y persuadido por reiteradas ecsperiencias de que entre dós que dispu tan, por marabilla está toda la razon de una banda, jugándola de trocadilla, a los del nó digo sí, y sí a los del nó; y así gozo de mi jenio yendo contra el hilo de la jente, sin hacer gatuperio a la verdad. En este presupuesto, respondiendo a los que están por el nó, sostengo que en España, desde que hai letras de molde, hai libertad de imprenta: pe ro esta libertad no la ha gozado sino quien ha podido. En esto como en todo, siempre el que más puede, hace de su gusto lei: y llevándosele al prepo-tente entre nosotros los Escritores tucioristas, han tenido en todos tiempos carta-blanca para imprimir cuanto les ha venido en talante, en especial contra los mal-quistos del mas fuerte. El mas fuerte sobre todos los Españoles en el reinado anterior al del carísimo Rei y Señor nuestro que ha ido a gozar de Dios, era D. Manuel de Godoi; y a su sombra los Estalas, los Melones... (como después los Pepinos en tiempo del Intruso) gozaban de absoluta libertad de lengua, de pluma y de prensa ; mientras los que éstos apodaban de Fernandistas y Empecinados, como pájaros en muda, cuando están pelechando, cerraban su piquito, y largaban la pluma. Mas: en aquel interregno de horror, de sangre y esclavitud por un lado, y por el revérso de heroïsmo, de libertad y de gloria, en Madrid había amplia libertad de imprenta para imprimir perrerías contra el Rei Fernando y sus leäles; como los leäles la teníamos en Cádiz, nominátin contra el despotismo Napoleónico, contra los traidores y su Rei D. Pepe. En el reinado pasado los mas recios en poder (gracias a Macarandona!) fueron por muchos años y malos Tadeillo y su pretendido u pretendiente de Rei el Rei In-pártibus. Volvióse (gracias a Ramas!) la tortilla; y ahora ya sin temor de la bula, contra tal Rei y tal Roque se pregonan por plazas y calles todos los dias a grito herido, impresas tales cosas; que aun por soñar la mínima de ellas hubiera el dia de ayer la Golillesca consabida puesto en la argolla, y aun mas arribita, a cualquier pobrete. ¡Dios nos libre! Pues en el dia ¿ quién osará negar que hai libertad de imprenta, mácsime desde que el gran Injenio de Motril, que tan buena mano se da para esto de fomentar, nos fomentó este ramo de industria? Mas con toda la libertad que hai para quien Dios es servido, estoi seguro como de que tengo de morir, de que (y aquí entra mi nó contra el sí) ha de faltar para mí que, siguiendo aquel proverbio griego El que está cerca de Júpiter, no está léjos del raro, nunca he sido de los mas allegados a los que privan y mandan. Bravas ganas me he pasado de echar de molde a volar por ese mundo adelante cuatro verdades peladas en materias de Estado y buena gobernacion; y de hacer al respetable Público otras tantas preguntitas sueltas sobre esto que anda. En únas y otras, siguiendo mi costumbre de no disparar nunca al aire, había de tirar a ventana señalada; como hubo de hacerlo en la de márras mi compadre NUÑO VERO. Mas por la polvareda que el papel de éste levantó, es visto que la política ad-hoc y los argumentos ad-hóminem no prueban de lo mejor en estas calendas: de política vaga y discursazos huecos y ampulosos eche U recado largo! |