das del Pindo Español; donde cojiendo las fáciles flores que se le han venido a la mano, ha formado un ramillete de los ramilletes hechos y manoseados por el Caballero LOPEZ-SEDANO y el Escolapio ESTALA. La Floresta, como impresa fuera del reino, apénas sería conocida en España, si D AGUSTIN DURAN, haciendo ménos favor al Sr. BоHL que al Público, no hubiese copiado una buena parte de ella (nó de Ro mances) en el Romancero que, hurtando la bendicion a un antiguo amigo suyo, publicó estos años pasados. Rarö ente nos ha salido el tal Durancillo: en otro número hablarémos mas de asiento de ëste hominicaco chisgaravís, o séase escarabajo literario de los que la corrupcion de las cortes cria entre la inmundicia de la lisonja y la servidumbre.

El Caballero BOHL DE FÁBER, benemérito siempre de nuestras Camenas, ha querido última-mente rendir a Talía el mismo obsequio que tenía prestado a las otras Musas: nuevo servicio a nuestra Literatura, con que se ha coronado de lauro, granjeándose mas y más la gratitud de los españoles amantes de la verdadera honra literaria de su patria.

El Teatro Español aparece desde lue

go como un astro brillante en los tiempos obscuros, en que tuvo su oriente. Nuevo, orijinal y característico, posee cual ninguno de los conocidos en el mundo, el don de suspender y regalar la fantasía. Un Caballero inglés (el célebre Bibliósofo E. HEBER) asombro de erudicion, y tan aficionado a los Injenios de España, que por un Romancero jeneral tuvo la bizarría de pagar diez-mil reales; entusiástico admirador de nuestro Teätro me decía por los años de 1818 en Londres que no había para él lectura tan sabrosa, como la de una Comedia antigua Española. «Hallo» (añadía) «en las Comedias Españolas un sabor tan nuevo y especial; que no se parece a nada de cuánto conozco de otras Literaturas:” (y no había literatura, que le fuese estraña).

Reflecsionando yo con esta ocasion sobre la causa de tan dulce embeleso,y sobre el arte y primor. que en sí cifra esta creacion nueva de espíritu, con que los Españoles hemos regalado el gusto de los demas pueblos de Europa, he tendido el vuelo al discurso remontándome alas jenerales consideraciones siguentes sobre la esencia y fundamentos de la Teätrística. He habido de reproducir después estos principios de criterio con motivo de una cuestion

sobre Teätros se que suscitó entre algunos curiosos: asaber¿Si los Antiguos desfloraron de tal manera los asuntos Dramáticos; que no hayan dejado a los Modernos, campo donde lozanear los buenos Injenios?

Los recursos del humano injenio sou inmensos, como lo es la Naturaleza fuente perenal de la verdad y de lo bello: ("Lo vero e lo bello una cosa son,, dijo en sus Trobas el famoso Infante DPEDRO DE PORTUGAL.)

Toda accion figurada que se representa a los ojos del hombre racional, y suspendiendo sus sentidos y potencias, le recréa y embelesa, es buen argumento para un Drama. Los sentidos empeñados son los ojos y los oidos: los ojos ante todo; por esto se dicen por ecscelencia Espectáculos (de spicere, mirar) las represeutaciones Dramáticas.

El oido se suspende con sonidos articulados, y con sonidos nó articulados. En este segundo caso la májica de la suspension está en los tonos: secreto que ejerce en el hombre la Música en virtud de cierta simpática correspondencia, que la armonía y la melodía dicen allá en lo intimo del alma con las cuerdas del corazon. Este idioma patético de inspira

cion y afecto nos hablan las modulaciones de la voz humana y las de las voces instrumentales. - Del otro lenguaje de articulacion, característico de la especie humana, mas distinto, si no tan enerjico, son órgano las palabras, enunciativas terminantes de nuestros pensamientos y afectos.

A los ojos hablan los objetos visibles que presenta el grande espectáculo de la Naturaleza en su juego continuo de accion y reaccion con el hombre: con el hombre, sin cuya accion o pasion no hai Drama. El hombre es el centro del. gran teatro del universo: tódo pues, en la Naturaleza, real y figurada, es dramática. mente por y para el hombre.

Esta jeneralidad de principios, que hace compatible con la racionalidad todo jénero de Espectáculos, cortando la pedantil e impertinente contienda entre CLASICOS Y ROMANTICOS, abraza, desde el Entremes a la Trajedia, de. la Pantomima a la Zarzuela, de la Comedia Menandrina a la de Capa y espada, de la Sentimental a la deTramoya etc todo cuanto en las Tablas puede causar deleite regalando el oido u la vista con visualidades vistosas, como en las Comedias de Apariencias, que llaman de Májica; o con ecspresivos ademanes,

como en las escenas mudas del Baile pantomímico; o cautivando el corazon y el alma, como en las piezas de parlado; u el oido, vista y todo, como en la Opera, bufa o seria.

En todos estos linajes de Espectáculo se retrata siempre al hombre, ya cual es, ya cual fué, y sobre todo cual debe ser, para el aprovechamiento moral, fin último y primor mayor del Arte.

La pintura de solo el hombre ofrece mas variedades, que la de todas las criaturas vivientes del universo, segun es de indefinida la forma y manera de su vida y costumbres al tenor de los tiempos y de los climas diversos en que vive el hombre; y sobre todo conforme al influjo de las opiniones y de las leyes de la Sociedad civil y doméstica, que le tienen en continua accion y pasion.

En efecto el hombre solo, en sí y por si, presenta zifrado en su especie un estraño fenómenɔ moral, que parece contradictorio: la variedad en la mismedad. El hombre siempre es el mismo, y siempre es diferente. En los demas animales un individuo pinta la especie: su sistema físico, moral y político es siempre el mismo: la golondrina fabrica hoi su nido como le fabricaba la golondrina seis