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El Marques de Lazan, hermano de Don José 1808. Palafox, que se habia puesto á la cabeza de la insurreccion de Zaragoza, fue comisionado para persuadir á su hermano á que por cuantos medios le dictase su prudencia tratase de calmar los ánimos de los aragoneses. El Marques de La zan se reunió desde luego á su hermano, y escribió á Ofarril desde Zaragoza diciéndole, que ya no era dueño de aquietar al pueblo, y que estaba resuelto á sacrificarse por la defensa del Rey y de la independencia. Las demas provincias, que se hallaban libres de la dominacion francesa, cortaron toda comunicacion con la capital, é impidieron la entrada de los emisarios de los franceses.

El Portugal, que gemia bajo la tiranía de Jus not, imitó los esfuerzos de la España, y siguió el impulso que le dieron las tropas españolas, que pocos meses antes miraba como enemigas. Las noticias de la insurreccion de España produjeron en los primeros dias de Mayo una viva agitacion entre las tropas de esta nacion. Junot recibió entonces órdenes precisas y terminantes del Emperador para hacer marchar dos divisiones al mando de los generales Loisson ý Avril, la primera sobre Almeida, plaza fuerte de Portugal fronteriza á la província de Salamanca, y la segunda sobre Cadiz. Estas divisiones debian componerse todas de franceses; pues no se podia contar con los españoles, que mandó diseminar en varios puntos, con objeto de observarlos y contenerlos facilmente en caso de rebelion. Los cazadores de Valencia, que se ha

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1808. llaban de guarnicion en Alcacer do Sal, rehusaron marchar á Setubal, á donde los destino Junot; y aunque el Coronel, persuadido por el Mayor Dulon, que envió el General en gefe para calmar el tumulto, intentó obedecer, doscientos hombres de este mismo regimiento, que se hallaban destacados en Cezimbra, se desbandaron y vinieron á España. Iguales movimientos hubo en casi todos los acantonamientos: de la ribera iz quierda del Tajo. El 6 de Junio el General Belesta, que se hallaba en Oporto á las órdenes del General Quesnel con la division española que mandó el General Taranco, hizo prisionero al General frances, á su estado mayor, á setenta y cinco dragones que con él se hallaban, y despues de haber restablecido las antiguas autoridades portuguesas se retiró á Galicia con sus tropas y los prisioneros que habia hecho el dia 9 recibió

a

Junot la noticia de la evasion de la division de Belesta, y desde entonces resolvió el desarme general de cuantas tropas españolas existian en Portugal.

No era fácil arrancar á los españoles las armas cara á cara. Sus tropas se componian, en la mayor parte, de granaderos y cazadores, y se hallaban repartidas desde Sines hasta más allá de Peniche. La division al mando del General Carrafa se hallaba en Lisboa, y el dia 10 recibió órdén del General Junot para que antes de amanecer estuviera en la playa con pretesto de embarcarse; ejecutado lo cual, se vió cercada por foerzas francesas muy superiores, y tuvo que rendir las armas.

! Los regimientos españoles, subdivididos en destacamentos, y rodeados, de los cuerpos franceses, fueron igualmente desarmados sin resistencia en el término de 24 horas...

Al mismo tiempo varios pueblos de Portugal se pusieron en insurrección, y lograron cortar las comunicaciones por tierra del ejército francés.

SEI General Loison que, como hemos dicho, se dirigia sobre Almeida, recibió órden de pasar con su columna á Oporto, que la desercion de las tropas españolas habia dejado sin defensa y sin gobierno.

El General Avril, que debía dirigirse á Cadiz, recibió la órden de suspender su marcha, y ocupar con su columna las ciudades de Estremoz y Evora en el Alentejo, guarnecer á Elva, y ocupando á Mertola y Alcoutin, defender la embocadura del Guadiana, á donde amenazaban pasar los españoles de Andalucía y Estremadura con objeto de sublevar los Algarbes.

La Península toda estaba levantada en masa, y los ejércitos franceses se hallaban en la mas crítica situacion, á pesar de su escesiva superioridad numérica.

El primer ejército, llamado cuerpo de obser vacion de la Gironda, al mando del General Dupont, constaba de 22.950 hombres.

El segundo, llamado cuerpo de observacion de las costas del Océano, á las órdenes del Mariscal Moncey, Duque de Conegliano, se componia de 24.650 hombres.

El tercero, bajo la denominacion de cuer

1808.

1808. po de los Pirineos orientales, al mando del General de division Duhesme, constaba de 13.400 hombres.

Y el cuarto, á las órdenes del Mariscal Bessieres, Duque de Istria, se componia de 19.810 hombres...

Este total de 80.110 combatientes, que se haIlaba, como hemos manifestado, estacionado en diferentes puntos de Vizcaya, Navarra, Cataluña, Aragon y las Castillas, se puso en movimiento á los primeros síntomas de la insurreccion general para detener sus progresos.

Murat dispuso que el ejército de Dupont marchase á ocupar á Sevilla y Cadiz, en donde, como queda dicho, se le debia reunir la division del ejército de Junot, al mando del General Avril. El General Moncey, al frente de 14.000 hombres, fue destacado sobre Valencia. El General Lefebre fue estacionado en Aragón pára reducir á Zaragoza; y el Mariscal Bessieres situó sú cuartel general en Burgos con objeto de mantener la comunicacion entre Bayona y Madrid.

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CAPITULO XIX.

Empiezan las hostilidades armadas en Cataluña. — Una division francesa es batida en las alturas del Bruch por. los paisanos.Incendio del pueblo de Arbos. - Pérdida de los franceses. Segundo ataque del Bruch. - Pérdida de Mongat. Saqueo de Mataró. Derrota de los patriotas en el Llobregat.

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Duhesme, con el ejército llamado de los Pi- 1808. rineos orientales, ocupaba la Cataluña, y fue el primero que rompió las hostilidades contra los españoles!

La insurreccion de Valencia se habia propagadó á la Cataluña. En Tarragona y en Manresa se manifestaron síntomas del levantamiento ge-. neral; y Duhesme hizo salir de Barcelona dos columnas para contener los primeros movimientos del Principado: una al mando del General Schwartz, de 3.500 hombres, se dirigió por Martorell á Igualada y Manresa, que llevaba órden de destruir, por haberse negado á enviar una cantidad de pólvora que le pidió Duhesme, haber proclamado á Fernando VII y formado una Junta suprema de gobierno; pero una multitud de paisanos, mal armados, que acababan de dejar sus labores y hogares, les salen al encuentro en las alturas del Bruch, al pie de la montaña Mon!' serrat, y formando baterías con once cañones de

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